Partida Rol por web

Mis señores...Digo tocandome el lugar de la bofetada del mesero Obviamente pueden deducir que mis conclusiones mas alla de prevenirlos ha causado estupor...Y me siento cruzando las piernas Lo mismo sucedio en el 86 cuando cruzaba por el laboratorio Henderson y deduje la imposiblidad de que los iones de potasio y calcio fuesen los causantes de los constantes espasmos musculares del musculo cardiaco en una paciente de 80 años....muy similar... Luego vuelvo a la realidad

En cuanto al diagnostico y luego del riguroso examen cefalocaudal puedo deducir que no hay señal alguna. ciertamente fue un asesino oculto y simplemente una biopsia me daria la posibilidad de dar con el triangulo de las bermudas...por si acaso..¿alguno ha visto la morgue de esta casa?..si siempre es asi deberian adaptar una y se ahorrarian tiempo jejejejeje

Mis palabras parecen ser confusas y dirigidas a nadie en general

   Como un flash, me viene a la mente la frase de mi querido marido acerca de una lancha... que yo recordara, nuestros invitados habían venido en barca, aunque no sabía si aún estaba en el muelle, y respecto a la lancha... mis dudas volvían a aflorar.

   Ya que parecía que la señorita no me había oido, como poseída por una fuerza descontrolada, me dirijo a paso ligero hasta el embarcadero, para afirmar o terminar con mis sospechas... era mi marido! No podía tener esa clase de dudas!!!

   Llego al embarcadero, y miro bien hacia todos los lados para cercionarme de lo que veo...

Entiendo , contesto a las palabras del doctor. De forma que no tiene ni idea de lo que le ha pasado a Marston. O eso, o no nos lo quiere contar...
Pues, señor mío, me temo que aquí va a ser un poco complicado encontrar una sala de autopsias, y creo que nos tendremos que conformar con llevar a éste a hacer compañía al general. .

Miro al médico con un gesto mucho más agrio que de costumbre.

-Por Dios, cállese ya. Es usted insufrible. Si hay un asesino es esta casa, es una pena que no escoja mejor a sus víctimas. De verdad, ¿puede usted bajar y emborracharse? Con suerte encontrará la botella que se merece. Esto es increible.- exclamo mientras salgo del cuarto - y hagan el favor de hacer algo útil y lleven este cuerpo junto al otro. ¿Qué clase de hombres son ustedes?.

Me dirijo, muy alporizada, en busca de las mujeres, una compañía mucho más grata que el infame doctor.

-Habrase visto semanjante patán insensible. Nuestro señor lo acoja en su seno, lo antes posible.-

   Al llegar al embarcadero y no ver ningún tipo de barco, siento un gran alivio, y pienso en lo injusta que he sido con Thomas... Las acusaciones, y las muertes estaban haciendo estragos en nuestra relación. No podia seguir siendo tan desconfiada. Respiro hondamente y decidida vuelvo hacia la casa para reencontrarme con mi marido y seguir con mis queaceres.

   Ya sólo quedaban dos días para volver a casa y terminar con esa pesadilla...Llego a la casa y busco desesperadamente a mi marido, que abrazo con fuerza sin dar ninguna explicación, durante un largo rato...

   No hay salida, pero debemos estar unidos hasta la salida de la isla... siento mis cambios de humor, la situación me supera... intentaré centarme en nuestro trabajo y en el bienestar y necesidades de los invitados de los Owen...

 Abrazo a mi mujer con fuerza.

 Nada de volver al trabajo, esa gente ha estado a punto de lincharme por servir copas, si alguien más muere podrían echarle la culpa a tus guisos, si alguien quiere comer que se las apañe. No trabajaré más para estos patanes.

Sigo la voz de la señora Rogers hasta las afueras de la casa. Allí la veo, abrazando a su esposo. Mis mejillas se colorean un poco, y dudo sobre si sería conveniente entrometerme o no. Finalmente, llamo la atención de los Rogers desde la cercanía.

Señora Rogers...Señor Rogers...Oh!, discúlpenme si los interrumpí en algo privado. Solo quería decirles que confío completamente en ustedes, y yo tambien creo que ese médico es un patán. De todos en la casa, los unicos por los que siento verdadera simpatía son ustedes. Los dejaré solos, no deseaba decirles nada más.

Hago ademán de despedirme y me vuelvo a la casa lentamente, aprovechando la salida para tomar algo de aire fresco.

El viejo magistrado decide mantenerse aparte de las discusiones entre los invitados a la isla. Le resultan futiles, a la vez que improcedentes y poco adultas, habiendo como hay un par de cadáveres enfriándose en la casa.

En vez de eso, el juez se dedica a observar los movimientos de cada uno de ellos, intentando adivinar si en alguno pudiese haber algo extraño. Una mirada, un gesto, una mueca. Algo que, basándose en su experiencia como juez, pudiese hacerle pensar que en esa persona hay algo más de lo que pudiese parecer a simple vista.

Cuando volveia al salon el señor y la señora Rogers deciden Terminar de poner la mesa sobre la cena, los animos cada vez estan mas agitados, no podeis dejar de fijaros en el poema sobre la chimenea y en miraros entre vosotros, sabiais que todo era demasiadoa coincidencia, las amenazas y dos muertos, alguien os estaba eliminando como ratas de laboratorio.

Aun quedan casi dos dias para que os saquen de alli y al ritmo que vais no lo contareis todos, la tormeta esta sobre vosotros, las persianas se golpean y las luces parpadean, solo hay una manera de sobrevivir, encontrar al asesino antes de que os encuentre.

   Agradezco las palabras de apoyo de la señorita Claythorne, y eso me da animos para seguir en  la isla intentando hacer más llevadera la espera. En dos días podían ocurrir muchas cosas, de hecho, ya habían ocurrido, y a ese ritmo quien sabe!

   Con todo lo acontecido, sabía que no habría demasiada gula, mi marido se negaba a seguir sirviendo por las acusaciones, pero era nuestro deber, y teniamos que demostrar nuestra valía y fortaleza en esas circunstancias.

   Les serviré algo ligero de cenar, si alguien se quedara con hambre, en la despensa encontrará algunas cosas para saciarse ... Nos quedan aún unas horas para compartir con el asesino, así que pido calma. Quizás entre todos, fijandonos bien los unos en los otros, podamos encontrar a nuestro "enemigo" antes de su proxima actuación. Alguien tiene alguna sospecha?

 Miro desaprobadoramente como mi mujer entra en la cocina, al principio intento no estar en la misma habitación que el doctor, pero me resigno a sólo condenarlo al ostracismo.

Miro a los presentes y levanto los hombros Creo que yo pasare..he perdido mi apetito..ademas creo que preparare mi propia cena Me levanto de la silla y me dirijo a la cocina mirando a la señora rogers con el cejo fruncido

- Pues yo no le voy a negar un pequeño emparedado, señora Rogers, si es tan amable... digo mirando con cara de asco al arrogante doctor...

- Doctor Armstrong, ya que parece no tener reparos en demostrarnos a todos su desconfianza, espero que no le importe que yo se la devuelva amablemente y le pida que no esté en la cocina mientras se prepara la cena. Si no quiere cenar lo que prepare la señora Rogers, espérese a que ella acabe y entonces haga usted lo que le parezca., el juez finalmente parece tomar parte del asunto y a dejar claras algunas cosas. Deja pasar unos segundos para que su advertencia cale tanto en el doctor como en el resto de los presentes y vuelve a pronunciarse.

- En cuanto a usted, Ethel, perdone que me entrometa en sus cosas pero me gustaría que hiciese la misma cena para todos, incluída usted misma y que nos dejase servirnos a nosotros mismos. Debe entender que aquí todo el mundo está nervioso con lo que ha ocurrido, así que tomar algunas precauciones no estará de más

Hasta el momento la señora Roger ha echo al misma comida para todos, amplias carnes y pucheros en los que si habia veneno no podria saber para quien iria, ademas de que vosotros escogiais lo que os servia y ella era la ultima en servise.

Las mujeres estan en la cocina la señora Brent y Vera parecen querer ayudar a Ethel que esta cada vez mas nerviosa, y ambas ayudaron a preparar la comida anterior tambien.