Partida Rol por web

Los objetivos parecían encontrarse en mitad de la fiesta, a juzgar por cómo reverberaban las paredes de la vieja fábrica. Buenas noticias.

Pero sólo había un punto de entrada. Malas noticias.

Carver echa un vistazo a las altas ventanas. Se pregunta si alguno de los otros está tan loco como para llevar consigo alguna granada de mano, porque les vendrían de puta madre para arrojarlas por las ventanas al mismo tiempo que entran por la fuerza en el interior del edificio.

Sólo puede hacerse de una manera. Dice en voz baja a Donovan. Entrando todos a la vez a través de la puerta de las escaleras y avanzando por el interior desplegados mientras eliminamos a cualquier objetivo que nos encontremos. Carver arruga la nariz. ¿Está soñando o el aliento del cazarrecompensas apesta a whisky? Cuanto más tarden en darse cuenta que estamos dentro más posibilidades tendremos de salir bien de esta...

Y dicho esto, hace señales a Dick y Fairlane para que se acerquen desde la valla hasta donde están ellos. Mientras tanto, se dedica a acoplar el supresor de sonido en el cañón de su SigSauer, al mismo tiempo que mira de reojo a Donovan.

Espero que el alcohol no afecte a tu puntería ni a tu sangre fría... o te convertirás tú también en otro objetivo más…

Me acerqué al lugar en el que Carver y Donovan. A mi espalda, llevaba mi Franchi SPAS-12, y en mis pantalones la Desert Eagle...

Avanzaba tranquilo, con una sonrisa. Cuando llego a su altura, les digo- ¿Qué, alguna forma de entrar?. Si no habéis encontrado ninguna, siempre llevo encima algo para hacer salir a las ratas de sus agujeros... -Mientras digo esto, saco de mi chaqueta una de las granadas lacrimógenas- Son mas útiles de lo que parecen... Si nos aseguramos de que sólo tienen una salida, podemos matarlos unos detrás de otros mientras salen aturdidos...

- Como a ratas, ¡eso es! - susurra Donovan excitado - Rápido y eficaz, ¿cuando empezamos a disparar?

Donovan observa a Carver mientras escucha a Fairlane.

- ¿Seguro que sabes usar eso? - pregunta dirigiendose a las granadas - Espero que sí

Dick traspasó la verja justo después de Fairlane, pero casualmente llegó a la posición de Carver y Donovan antes que él. El caza-recompensas se movía con tranquilidad, mientras que el ex-poli avanzaba agazapado y con un destello de paranoia en los ojos, mientras miraba hacia todos lados en busca de algún vigía.

Mientras se presentaban los planes, se dio cuenta de que no contaba con silenciadores.

Mierda, tuve que haberme acordado... ¡¿Así piensas salir vivo de aquí, cabrón de mierda?!

-No me gusta... fijo que tienen al menos un auto ahí dentro, y eso teniendo en cuenta de que no sabemos exactamente cuantos son. Si tiramos gas, al menos tres o cuatro escaparán, y cuando entremos para comprobar que el trabajo está hecho, estaremos en desventaja. Al carajo la sorpresa. Yo digo que bloqueemos las salidas, e incluso preparemos alguna trampa. Aunque sin explosivos... ¡Qué mas da! Cortémosles el paso. Tiene que haber algo que podamos usar en esta pocilga-

Aún medio agachado, Dick se movió alrededor del edificio con sumo cuidado, en busca de cadenas, barras o cualquier cosa que pudiera bloquear los grandes accesos para vehículos.

Alrededor del edificio hay mucha chatarra, hasta vigas enteras. Se podria obstaculizar la salida con cualquier cosa que hay por aqui.

¿Estamos listos entonces? - pregunta Donovan mientras intenta captar todo a su alrededor, cualquier movimiento y posiciones específicas de todos los objetos

Comenzais a mover pesados hierrajos hasta la puerta , mas para obstaculizar la posible salida que para impedir su apertura. Os cuesta mas de lo pensado, no por el peso (que tambien) sino por intentar no hacer ruido.

De pronto el sonido de la musica aumenta. La puerta de la oficina se ha abierto, de la cual sale un joven tambaleandose. No debe tener mas de 20 años y lleva una botella de tequila en la mano izquierda, mientras con la derecha intenta sacar su miembro del pantalon del chandal. Cuando lo consigue suelta un -EHHH¡¡ de triunfo y comienza a orinar desde lo alto de la escalera.
Fairlane se oculta en la esquina. El tio de arriba esta demasiado borracho para reparar en el.

Dick descansaba, agazapado y respirando hondo, luego de la ardua tarea de mover la chatarra en silencio. Al abrirse la puerta súbitamente, casi cae al suelo por la sorpresa, pero se repuso y logró ocultarse.

-Mierda. Hey, Carver- susurró en la semi-penumbra. -Tu tienes un cuchillo. Todo tuyo- dijo, señalando al borracho con gesto perverso. -Vamos con el plan, con tres cojones. Nosotros asumimos posiciones y acribillamos a cualquier hijo de puta que quiera salir-

Se le veía visiblemente inquieto. Se echaba la grasienta cabellera hacia atrás constantemente, apretando el subfusil con expectativa. Alternativamente, observaba al tipo que meaba desde la escalera, temeroso de que le pudieran ver. Luego, miraba al resto, esperando una respuesta positiva con los ojos abiertos de par en par.

En menos de hora y media estaré en casa. Este pan está horneado, joder.

Tengo algo mejor que un cuchillo. Contesta en voz baja a Dick mientras sostiene con ambas manos la SigSauer con silenciador. Pero si lo uso, el objetivo caerá por las escaleras. Si hay más personas dentro podrían verlo, u oir un grito o cómo se rompe la botella.

El exSEAL señala hacia arriba.

Lo más importante es que ahora sabemos que la puerta está abierta. Podremos entrar sin ningún problema e ir eliminándolos a medida que los vayamos encontrando. Además, parece que la fiesta está concentrada en las oficinas, no en la nave principal, por lo que si nuestro amigo del tupé – hace un gesto hacia Fairlane – tira las granadas a la nave, lo más probable es que apenas afecten a los de la banda, y sólo consigan ponerles sobre aviso.
Usaremos las granadas sólo si se atrincheran en algún lugar de allí dentro.

Carver continúa hablando en voz baja, pero suficiente como para que Donovan y Dick entiendan lo que dice. Con una punzada de nostalgia recuerda a sus compañeros SEAL, con los que se podía hacer entender en mitad de una misión con una simple mirada o unos pocos gestos.

En cuanto deje de mear y vuelva adentro, vamos para arriba por las escaleras. En fila de a uno. Entraremos en tropel y nos iremos desperdigando, acabando con todos ellos rápidamente y manteniendo la cabeza fría...

Dick sopesó las palabras de Carver, y recordó que no tenían información alguna sobre la situación en el interior del lugar. Asintió, con el ceño fruncido.

-Cierto, no tenemos ni puta idea de donde pueden estar ahora mismo. Muy bien, te apoyo. Después de todo, las salidas están más o menos bloqueadas. Aunque usemos las granadas, no podrán salir-

Me vendría bien un cigarrillo. Si no me tomara estas cosas en serio...

El ex-policía revisó por segunda vez su UMP 40, aunque en otros tiempos podría haberlo hecho un poco más rápido. Finalmente, la amartilló, y miró al resto con gravedad. Luego, prestó atención al borracho, esperando el momento en el que se internara en la fiesta nuevamente.

Poco podía hacer ante la escena, aparte de esconderme, e intentar que no me measen. Impaciente por que aquel tipo acabase, doy una calada al cigarro que me encendí antes... Un poco más, y llego a quemarme los dedos y fumarme el filtro. Así pues, le tiro a mi lado, apagándole

Sólo espero que no haya visto a los demás... Aunque me ha parecido que lo que es ver, ese tipo ve más bien poco...

Donovan suelta una risita entre dientes, no audible mientras se esconde de la vista de los que pronto serán acribillados.

Caballeros, ¡esto va a empezar!