Partida Rol por web

Todos vosotros, como miembros de la Orden del Cielo, os encontrais en estos momentos en las barricadas tras haberos levantado despues de un buen merecido descanso, algunos estaran comiendo e incluso entrenandose cuando un mensajero os trae una misiva convocandoos en el salón del trono entro de una hora, al parecer vuestra proxima misión ya ha sido asignada.

A la hora indicada, todos os poneis en camino hacia el salón del trono donde os recibe Kisidan.

--- Tenemos mucho de que hablar, así que pasad y acercaros de una vez- os dice a modo de saludo.

Inmersa en mis libros y mis páginas, apenas soy consciente del mensajero hasta que este me da un par de pequeños golpecitos en mi hombro, momento en que salgo de mi ensimismamiento y le presto atención... ¡Vaya! Parece que el Maestro Kisidan quiere hablar conmigo... ¿Será por algo que he hecho? ¿O que no he hecho? Rapidamente recojo todo lo que hay sobre la mesa y me dirijo a la carrera hacia el lugar de la reunión.

Antes de poder saludar a mi superior, este me da la bienvenida de una forma directa.

- Sí... Sí mi señor... - Digo rapidamente entrando la primera... No es bueno enfadarle... 

Me encuentro comiendo, me entregan una misiva, la abro y veo que me convocan en una hora, acabo de comer, pillo mis cosas y me acerco puntual a la cita.

Al llegar veo a Elena y Kivian, realizo una pequeña reverencia.

-A sus ordenes,...

Mientras realizo mis ejercicios de estiramiento muscular diarios aparece un mensajero -dejo los ejercicios y me acerco a recoger la misiva- tras leerla continuo con mis ejercicios mientras pienso en cuál será el motivo de que Kiridan me convoque al salón del trono.

Tras terminar me arreglo y voy al salón del trono, al llegar veo a Kisidan y otros miembros que ya conozco. Tras las palabras de Kisidan asiento con la cabeza y me acerco seguido de mis compañeros.

El sol comenzaba a asomar por los montes del este, dándole a las calles de la gran ciudad de Arkangel esa tenue iluminación que marcaba el inicio de una nueva jornada para todos sus habitantes.

En uno de los gimnasios de las instalaciones de La Orden, el silencio solo se veía interrumpido por los incesantes golpes que Bryan le propinaba a un maltrecho y gastado saco de cuero. Como cada mañana, había comenzado con su calentamiento matutino a primera hora, pero en esa ocasión este se vería interrumpido por un enviado que traía un mensaje del mismísimo Kisidan ordenando una audiencia. Aquella noticia terminó de despertarle, embargándolo de emoción ¿Qué sería esa vez? ¿Un ascenso? ¿Trabajo? Fuera lo que fuera le ayudaría a romper la monotonía en la que llevaba semanas sumido.

Decidido a ponerse en marcha, Bryan respiró profundamente y tomó impulso para asestar el último derechazo que daría fin al entrenamiento. El estruendo del impacto retumbó en toda la habitación al tiempo que el lateral izquierdo del saco estallaba a causa del golpe, balanceándose de un lado a otro dejando el suelo perdido de virutas de madera.

Viejo, esta mierda ha vuelto a romperse. ¿Para cuándo se mejora un poco el material? –exclamó al encargado mientras caminaba hacia la puerta-

Tras salir de allí y asearse un poco, partió al encuentro del sumo pretoriano de la Emperatriz en el salón del trono. Al llegar, empujó las grandes puertas de la entrada y entró en la estancia una vez estas se abrieron por completo, como si tuvieran que dejar espacio suficiente para él y su ego. Ataviado con su gabardina de La Orden, unos finos pantalones blancos que bien podrían ser usados para una reunión de la nobleza y unos impecables zapatos de cuero que seguramente costaran más que la mensualidad de la persona que los fabricó, dio unos pasos al frente mientras las puertas se cerraban a su espalda.

Disculpe mi tardanza, señor, he recibido la noticia en medio de mi entrenamiento matinal y he partido en cuanto me ha sido posible –dice dirigiéndose directamente a Kisidan, parcialmente ignorando al resto de presentes. Sonriendo de oreja a oreja, se quita sus gafas de cristales oscuros y las deja reposando sobre su cabeza- ¿Qué se le ofrece, señor?

Las gemelas estaban jugando una partida de ajedrez sobre una mesa de mármol (la racha de victorias va a favor de Yumina con 27 victorias a 0), cuando la sobresalta la voz del mensajero y le rompe la concentración. -Mukya!- Suelta la pieza que tenía en la mano, que cae en un escaque en el que no la quería colocar, y lentamente se da vuelta para verle la cara al sujeto. -Esto... Vale.- Asiente y se pone de pie estirándose la falda. -Esta partida no cuenta, Yun-chan, no me gusta interrumpirlas por la mitad.- Le dice a su hermana con los ojos entrecerrados. -Ya, pongámonos en marcha.- 

Al llegar al salón ve que ya están todos allí esperando. -Espero que ese mucho no sea demasiado.- Refunfuña cruzada de brazos. -Me interrumpieron en algo importante.- Exclama cerrando los ojos y dando un resoplido con el entrecejo fruncido.

Resoplo, agotada, despues de tanto pensar. Odio el ajedrez, nunca consigo ganar, ni siquiera cambiando las piezas de lugar cuando no mira y eso es algo frustrante. Cuando nos reclaman y Yumina dice de no que aquella partida no contaba, pues, la verdad, no creo que signifique mucho que hubieramos seguido...

-¡HOLAAA!-grito a los presentes cuando llego-Ahora que ha llegado la protagonista, podemos empezar la reunion-sonrio-¿Y bien? ¿Cual es el "menu" de hoy? De haber tanta gente junta me imagino que sera algo divertido, ¿no crees, Yumina?

-Es onee-chan!- Me quejo jalándole el moflete a Yumiko. -Acaso se te ha olvidado de nuevo?! A ver si te esmeras más en usar esa cabezota que tienes!-

---Silencio, soldados- ordena Kisidan, no necesita repetirlo dos veces ya que inmudeceis de golpe- Tenemos mucho de que hablar y no hay tiempo para estas cosas,asi que iré directo al grano. Debeis partir inmediatamente a Galgados, a la torre de los vientos y recuperar un objeto que hay en su interior, se trata de un Caliz con ciertas propiedades especiales; se trata de una carrera contra reloj puesto que la Alianza tambien tiene cierto interes en el segun me ha infomrado la Lider del Circulo de Magos ¿ Alguna pregunta?

-Habrá algún otro enemigo a parte de la alianza a la hora de obtener el cáliz? 

Escucha en silencio las explicaciones de Kisidan que, pese a haber advertido que iban a ser extensas, no habían resultado serlo tanto por el momento. Tras la última pregunta de Ryu, toma una profunda bocanada de aire y la libera pensativo.

Bueeeno… ¿qué aspecto tiene ese Cáliz, en que parte de la torre se encuentra y, sobre todo, qué hace algo así en un sitio tan transitado?

Escucho atentamente la información y pregunto.

-Señor, ¿alguna medida defensiva que se conozca en la torre?

---No estamos seguro, pero seguramente la torre esté infestadas de toda clase de guardianes y trampas con tal de proteger el tesoro, no en vano ha estado oculto durante todo este tiempo- dice encogiendose los hombros- En cuanto a que aspecto tiene, según La lider del Circulo se trata de un Caliz bastate grande de piedra con varios grabados plateados; en cuanto donde está....eso es vuestro trabajo...

-Por mi parte no queda nada mas que preguntar, estoy listo para partir hacia la torre -digo observando al resto por si tienen alguna duda mas

Uuuhhh… trampas… será por eso que llevamos tantos niños, alguien tiene que meter el piececito –suelta una sonora carcajada, tras recomponerse continua- Por donde iba… ¿Alguna indicación más? ¿Tenemos algún medio de transporte asignado o ya estamos tardando en salir por esa puerta, Señor?

-Una duda Jefe-le digo a Kisidan sin mucho respeto-Una vez lo hayamos encontrado, para recuperarlo, en caso de que encontremos resistencia ¿Tenemos permiso para eliminarla o debemos contenernos?  No matar al enemigo puede suponer que luego nos persigan, aunque siempre podemos dejarles un cadaver-miro a Bryan con una sonrisa maliciosa-para que se entretengan un rato mientras el resto cumplimos la mision

En cuanto nuestro superior comienza a hablar de los detalles de la misión, saco una pequeña libreta y lápiz y empiezo a apuntar todo lo que dice... Cáliz... Galgados... Torre de los vientos... Azur... Trampas...

Voy a seguir apuntando cuando Yumiko pregunta sobre eliminar a nuestros enemigos... ¿Eliminar? ¿Matarlos? No me parece buena idea... Si no hay más remedio, supongo que será necesario, aunque no lo quiero ver como la primera opción. Sin embargo, esta es mi opinión, de manera que espero a que Kisidan conteste.

¿Contenernos? Son sucios perros de Azur entrando por su propio pie en nuestro territorio, para robarnos en nuestra casa y amenazar a nuestra gente –Exclama incrédulo ante tanta consideración- Sean cuantos sean, los ganaderos de Galgados estarán de enhorabuena, les dejaremos unas cuantas cajas con comida para los cerdos –Comenta entre risas, para él no existe la piedad ni la consideración con nadie que sea considerado enemigo del Imperio, del cual nunca ha dudado. Finalmente se dirige abiertamente a Yumiko- Estate tranquila, podrás mostrarnos a todos “La ira del chihuahua”

Ese bocazas no hace mas que crear conflicto... Espero que no surja ninguna pelea innecesaria

-Tal vez deberíamos capturar a alguno de sus hombres, a los que Bryan prefiere llamar "sucios perros", podríamos obtener algún tipo de información sobre los enemigos... - miro a Kisidan esperando su opinion

Me parece correcto la idea de Bryan, del transporte una vez pronuncia sus palabras, miro para , esperando respuesta, y no tener que ir andando hasta allí.

Mientras discuten sobre matar, capturar, etc, quedo a la espera sin entrometerme.