Partida Rol por web

Sonrio con dulzura.

- No te preocupes. Es solo un paseo. El lugar donde nos dirigimos está muy cerca de aqui.- digo mientras tiendo mi mano hacia ella con la intención de ayudarla a subir.

En la parte trasera de los caballos, en una especie de "segunda silla de montar" van colocadas unas bolsas de tela.

- Lista??.- pregunto cuando veo a Blancanieves perfectamente colocada sobre la yegua blanca.

-Sí pero...¿Qué son esas bolsas?-digo mientras agarro las riendas de la yegua y la acaricio suavemene-Es realmente bonita¿Cómo se llama?-termino la frase y me quedo parada mirando enbobada a los ojos de Nicolás como si estuviese imnotizada.

No me había fijado en lo guapos que eran sus ojos.

- Se llama Seda.- respondo acercándome a la yegua y acariciándo con suavidad su testa.

Accidentalmente rozo la mano de Blancanieves al hacerlo.

Mi voz se quiebra un instante antes de apuntar:

Me alegra mucho que te guste.

Tras unos instantes de silencio, logro articular con una sonrisa:

Y sobre las bolsas, jajaja, no seas impaciente, pronto lo verás.

Espero que te guste.- digo con inseguridad por primera vez en mi vida.

Voy allí siempre que tengo oportunidad. Te aseguro que no tanto como me gustaría.

Espero que no seas muy vergonzosa.- concluyo misteriosamente con una sonrísa pícara y traviesa.

-Es un nombre muy bonito-digo y en cuanto su mano roza la mía me enciendo brillando como una bombilla y roja como un tomate y no acierto a decir gran cosa tras eso y la sonrisilla pícarona de Nicolás solo logro articular en voz baja  pero suficiente para que el me oiga-Ni...Nicolás que pre...pretendes hacer-digo y casi paralizada por el miedo suelto accidentalmente las riendas y casi me caigo.

Aun sigo pensando en el roce entre nuestras manos pero hay algo que no me saco de la cabeza-Que tendrá pensado hacer o lo que es más importante,no sera peligroso espero que no de momento parece que  esta consiguiendo eso de enmorarme.

En apenas veinte minutos, llegamos al lugar que había elegido.

Tras desviarnos del camino de tierra nos adentramos en un bosquecillo espeso aunque de árboles bajos.

El sol ya se había ocultado y la luna en cuarto creciente colgaba sonriente sobre el cielo. El viento estaba completamente calmado y la temperatura era agradable.

Caminando sobre los caballos con cuidado para no enredarnos con las ramas más bajas de los árboles, pronto llegamos a nuestro destino.

Era un paraje de impresionante belleza.

Los árboles habían detenido su avance y dejaban al descubierto una diminuta pradera circular adornada de hierba y flores.

Un pequeño montículo de piedras daba al lugar aún más privacidad y era el origen de un riachuelo.

El agua parecía brotar de las piedras, como si se tratase de una corriente subterránea e iba a parar a un lago del tamaño de una habitación.

La luna iluminaba en lo alto el idílico lugar.

Espero que te guste.- digo ayudándola a descender del caballo.

Abro la boca al ver la escena que parece sacada de un cuento y a continuación digo-Es el lugar más hermoso que he visto en mi vida es que no me gusta...me encanta-y no consego contener mi alegría y me lanzo a su cuello a abrazarle y luego me pongo roja a más no poder y digo en una voz casi imperceptible-Lo sien...lo siento es muy bo...bonito

Por favor tierra tragame.

El calor que me transmite su abrazo hace que la noche parezca aún más cálida.

Su gesto me ha tomado por sorpresa

Una agradable sorpresa.

Me alegra que te guste.- digo con una sincera sonrisa.

Pero eso no es todo.- añado.

Antes te decía que esperaba que no fueses muy vergonzosa.- digo mirándola limpiamente a los ojos.

Y es que en realidad hemos venido aquí para bañarnos.- concluyo mientras me fijo en su reacción con atención.

...vamos, ... si te apetece.- apostillo para tranquilizarla.

He traído una especie de bañador que he pedido prestado a Lilith,- digo mostrando un bañador azul de dos piezas.- o si lo prefieres y te sientes más cómoda, puedes bañarte con tu ropa interior si lo crees apropiado.- arriesgo a decir.

-Prefiero el bañador-digo practicamente quitandoselo se las manos-Vuelvo ahora-digo alejandome hasta asegurarme que no me ve y me cambio-Lilith le ha dado uno de mis preferidos-pienso para mis adentros luego vuelvo a reunir me con Nicolás-¿que?¿Ya hhas terminado?¿Qué opinas me queda bien?

La verdad no me lo esperaba pero no me disgusta en absoluto me gusta.

La visión de tanta belleza me deja sin aliento.

El azul oscuro del bañador, contrasta con la piel blanca y tersa de Blancanieves.

Por un instante pierdo el habla y tartamudeo ligeramente.

E..Estás bellísima.- acierto a decir.

A ver, pero a tí que te pasa??. Se supone que no eres un crío. Esto no es nuevo para tí. Además, la que debería azorarse es ella, no tu!!

Sigo sin hablar.

Permíteme.- consigo decir finalmente, teniéndole una mano para ayudarla.

Lentamente, nos dirigimos hacia el minúsculo lago que he estado preparando mientras Blancanieves se cambiaba.

En una de las bolsas que portaban los caballos, había cientos de pétalos de varios tipos de flores que he arrojado al lago, cubriendo totalmente su pequeña superficie.

Además en una especie de pequeña balsa que flota inmóvil sobre el agua he colocado la cena. La balsa, elegantemente adornada, está iluminada con cuatro velas, una en cada esquina.

La cena, misteriosamente, humea indicando que aún está caliente.

Espero que tengas hambre.- musito sin poder apartar la mirada de su figura.

Con rápidez trato de apartar mis ojos de ella para no resultar grosero.

No te preocupes.- comento al ver que mira el agua con aprensión.

Está caliente y solo cubre por la cintura.- apunto con una sonrisa.

El agua caliente al contacto con los pétalos, hace que ascienda un embriagador y fresco perfume. La luna es un gigantesco farol en el cielo.

Sujetándola por la mano, la ayudo a entrar en el agua apartado con cuidado los pétalos.

Después, me quito la camisa (ya me había desprendido de la casaca y las botas) y de los pantalones, luciendo un discreto boxer oscuro.

Me quedo sin hbla al ver aquella escena tan bonita y romántica.-Es...es precio...precioso-digo mirandolo todo y tartamudeando por la impresión.Cuando me tiende la mano dudo un poco pero al final le dejo que me ayude a entrar-No tenías que haberte tomado tantas molestias-digo con la boca tan abierta que parece un túnel.

Me ha dejado sin habla es un caballero de los pies a la cabeza.

De momento parece el hombre perfecto seguro que algún defectillo tendrá imposible que sea verdad seguro que ahora me despertare de este sueño y me tendre que preparar para la verdadera cita es que este hommbre no es real.

Cuéntame algo sobre tí, Blancanieves.- digo cuando ya llevamos un buen rato a remojo.

Prueba esto.- digo un segundo después para quitar la tensión que suele preceder al abrirle a un extraño su espíritu. Esta delicioso.- afirmo mientras acerco un pequeño bocado a sus labios.

Espero que no le asusten mis familiaridades.- pienso recordando que muchas veces soy demasiado cercano para lo poco que nos conocemos.

Apenas sí sé nada de tí.- murmuro que la oscuridad y el silencio son estupendos aliados para este tipo de confidencias.

Cómo te llaman tus amigos, cuales son tus hobbies, tus ilusiones para el futuro, ... musito mirándola a los ojos con una cristalina y transparente mirada llena de confianza.

- Ejem, ejem.. - tose Sabio con mucho disimulo, tratando de molestar lo menos posible a la pareja.

- Sé que no es un buen momento, pero Lilith dice que vayais al salón de té en cuanto podais. Quiere que os acompañe.

Espera pacientemente mirando al suelo para no incomodar a la pareja, las manos a la espalda, y balanceándose alternativamente sobre cada pie.

-Pues la verdad no tengo mucho asi que decir-le digo a Nicoläs y acto seguido cojo la comida que él me ofrece-Tienes razón esta delicioso¿Lo has preparado tú?-preguntó con curiosidad-Yo tampoco sobre ti-digo encogiendome de hombros.

-Más despacio más despacio-contesto ante la abalancha de preguntas de Nicolás.

-A hola sabio-digocuando me percato de su presencia me muerdo la lengua para no decir ninguna groseria dado que aprecio y valoro a Sabio además solo cumple ordenes pero la verdad... no llega en muy buen momento- luego me dirijo a Nicolás y le digo-Si no te importa puedo contestar a tus preguntas y tú a las mías por supuesto;por el camino Sabio me conoce desde muy pequeñita y no se metera descuida.

Estaremos contigo en un momento.- digo educadamente, aunque molesto por la interrupción.

El tiempo parece no transcurrir cuando estoy junto a ella.

Princesa...- murmuro mientras abro una suave manta azul oscuro de algo similar al terciopelo para que Blancanieves pueda secarse y cubrirse del frío.- tenemos que volver con Disney y Lilith.

Cuando sale y se refugia entre la manta, la aprieto entre mis brazos, intentándo secarla y evitar que coja frío.

Será mejor que te cambies... Sabio nos está esperando.- musito junto a su oido pero sin separarme aún de ella.

Cuando me ayuda a secarme me pongo ligeramente roja pero la verdad me gusta mucho estar entre sus brazos.-Vuelvo ahora-digo a Sabio y a Nicolás mientras voy al mismo sitio donde me puse el bañador y a la vez cojo mi vestido.

Mientras me pongo una falda marron por encima de la rodilla y y una blusa verde oscuro a juego;pienso en todas las cosas que han pasado hoy pero sobre todo en las palabras de Disney-Tiene razon sin conocerme de nada a ido a salvarme arriegando su vida sin que nadie le digera nada-pero hay un pensamiento que no me deja concentrarme en esta idea-Nicolas parece demasiado perfecto para ser verdad seguro que tiene algun defecto es imposible que...-dejo de pensar en ello mientras me pinto los labios y espero a Nicolas y llamo a Mudito para no sentirme sola y hablar con alguien.

Me resisto a salir de la ducha, meditando los acontecimientos recientes.

Mientras el agua cae sobre mi cuerpo no puedo evitar pensar en todo lo sucedido, especialmente en Blancanieves.

Es indudablemente bella, pero no es eso lo que me atrae unicamente.

Es independiente, inteligente y con una enorme personalidad.

No he conocido a nadie así. No sé si sabré complacer a una mujer así. No me han preparado para ello...

Pero me gusta tanto...

Cuando salgo de mis ensoñaciones, veo que he estado meditando mucho tiempo.

Rápidamente, salgo y casi sin secarme me enfundo en unos pantalones negros, botas de caña alta y una guerrera del mismo color con adornos dorados y rojos.

En apenas unos minutos estoy frente a la habitación de Blancanieves.

Hola. Me pareció buena idea bajar juntos al comedor.- me disculpo cuando la veo aparecer en el umbral.