Partida Rol por web

Disturbios en la Colmena

Prólogo: Vislumbrando la Amenaza

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18/03/2014, 00:59
Director

EQUIPO DE TAIKEL

Nombre: Rifle Automático Credo-9 Tipo Básica, PS
Alc 50m Raf T/3/10 Daño 1d10+3 (I) Pen 0 Carg 35 Rec Completa
Especial:  

 

  • 100 proyectiles sólidos
  • Inyector con 2 dosis de Espectro
  • Manto Antifragmentación
  • Pictograbador
  • Accesorio para ciberojos (mira telescópica)
  • Material de Escritura
  • Microcomunicador (1 km)
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18/03/2014, 01:00
Director

EQUIPO DE URTZI

Nombre: Pistola Automática "Zarpa" modelo III Tipo Pistola, PS
Alc 30m Raf T/2/6 Daño 1d10+2 (I) Pen 0 Carg 18 Rec Completa
Especial:  

 

Nombre: Cuchillo Defensivo "Sigilita" Tipo C/C, primitivo
Alc *** Raf *** Daño 1d5+1 (A) Pen 3 Carg ** Rec ***
Especial: Defensiva. Su daño no es primitivo

 

  • Fusil de Caza
  • 60 proyectiles sólidos
  • 1 granada cegadora (de mano)
  • Manto Antifragmentación
  • Áuspex
  • Pictograbador
  • Montura de Arma para Antebrazo (permite utilizar un arma dejando las manos libres. Solo pistolas.)
  • Catequizador Ocular (Aspecto de un monoculo. +10 a Buscar, Leer/Escribir y Saber siempre que sea para descifrar texto o examinar un solo objeto en detalle)
  • Microcomunicador (1 km)
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18/03/2014, 10:03
Hermana Isolda

Isolda abrió el sarcófago con la correspondiente pompa. Puso sobre él, abierto, su libro de rezos. Puso ambas manos a los lados y entonó un cántico con voz muy tenue. El terminar, dejó el librito colgando de la cadena de su cintura. Se enroscó el rosario rojo en la muñeca izquierda y acarició con la dercha el disco de la Flor de Lis.

Tras toda la pompa abrió la tapa, como si de una explosión se tratase. El ruido fue ensordecedor. ¿Estaría cerrada al vacío? Cogió un revolver, como si ya esperase que allí se encontrara y no tardó en estar colgado de su cinturón, pero se demoró en una caja negra, de terciopelo que dentro aguardaba. Se agachó, y estando de rodillas, empecó a acariciar los flancos como si de un gatito se tratara. Conocía aquella caja. Una reliquia antígua.

Cuando ya parecía apuntito de llorar, la abrió.

Un bolter, pero no uno cualquiera. Era un Azote de Marte. Como todo buen soldado, sacó el cargador y amartilló. Tras comprobar que era segura, analizó las alzas apuntando a un globo de luz, de los del techo. Una sonrisa afloraba en esos inexpresivos rasgos. Una Hermana de Batalla no podía mostrar sus sentimientos. No los tenían, decían algunos, pero ... si alguien quería hacerle un regalo, que le diera munición para semejante reliquia. Ella se encargaría de hacer fuego de cobertura para todos mientras quedaran proyectiles que disparar.

Soltó la palanca. Metió el cargador y se lo colgó de la cintura como su fuera un centinela.

El resto era munición y una capa que se puso de inmediato. Además de un comunicador que enseguida se puso en el oido y tapó la caja en la que el bolter estaba. La cerró y se la quedó como si de un trofeo se tratase. Algo más escurría en su interior. Sonaba a madera contra madera, pero allí quedó. Encerrado y oculto a la vista de todos.

Parecía dispuesta a marchar, pero se sentó otra vez en el mismo lugar en el que estaba, junto al anciano. Puso la caja aterciopelada sobre la mesa.

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18/03/2014, 21:03
Heinrich

Asintió a todas las palabras dichas por el anciano, no por estar de acuerdo o dejar de estarlo, eso al fin y al cabo, era igual, su cometido era cumplir, si no mas bien lo hacía por mostrale a su interlocutor que estaba entendiendo lo que allí se decía.

Una vez terminada la parrafada del elocuente anciano, se levantó a por el contenido de su caja, y comentó un par de cosas en susurros con el único que allí conocía, el viejo arbitres.

Apenas unos segundos después, se hallaba colocándose el equipo recibido encima del que ya tenía. Le gustaba el nuevo juguete, sin duda era mejor que el anterior del mismo tipo que tuvo. No obstante, le preocupaba sobre manera que sus futuros enemigos tenían armas xenox (o eso le pareció entender en las palabras del anciano) y no conseguía quitárselo de la cabeza.

Una vez terminó de equiparse, se cuadró y dijo un seco:

-Listo, señor.

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18/03/2014, 21:07
Heinrich

-Este loco nos va a llevar a la muerte. Me ha parecido entender de su discurso, que nos enfrentaremos a bandidos con armas xenox?

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18/03/2014, 23:18
Arcturus

Tras ver como el viejo empezaba otra parrafada, procedí a ignorar los fanatismos que impelía hasta que trajeron las cajas. 

-Interesante...- Rompí el sello sin miramientos y me quedé contemplando los objetos que había en su interior. Los implantes que sustituían mis falanges recorrieron el arma de su interior con el mismo cariño que un amante recorrería el torso de su amado.

De haber podido sorprenderme lo habria echo, pero esa emoción, había desaparecido junto con otras cuantas.

-Muy bien. Veo que nos conoces mejor de lo que podríamos esperar.- Comenté mirando al anciano mientras me iba colocando las piezas del equipo. Al ver la placa de datos sonreí. Conectado con el electroingerto no tardé mas de unos segundos en descargarme el manual por completo con lo que asimilé la información necesaria para manejar, mantener y usar el servocráneo que aun me seguía.

Contemple al anciano una última vez tras armarme en condiciones.

-Pregunta... ¿Donde quieres que nos dirijamos? Has comentado algo acerca de insurgentes. ¿Que mas crees que podemos encontrarnos?

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19/03/2014, 17:54
Hieronymus Homron

El arbites no habría abierto la caja allí mismo, pues estaba claro que se trataba de algo personal. Alguien, quizás el mismo inquisidor había decidido el contenido de cada caja y se las había hecho llegar selladas personalmente. Sin embargo, los demás acólitos se habían abalanzado sobre el contenido de sus propias cajas sin esperar siquiera la señal para hacerlo. La caja del arbites parecía una de las de mayor tamaño. Éste miró al extraño anciano de la silla alta y vió, o creyó ver como éste asentía, como dando su permiso. Hieronymus abrió la caja entonces, estando en la parte más alejada de la sala sólo Heinrich y el otro tipo silencioso* pudieron ver su contenido. No pudo evitar una muestra de sorpresa y alzó las cejas pobladas incrédulo de la confianza que el inquisidor depositaba en ellos al hacerles depósito de semejantes tesoros.

Sin decir una palabra, el arbites se quitó la gabardina llena de zurcidos que llevaba (recuperar su cuerpo de la mina había causado extragos en ésta y la costurera contratada no había logrado repararlo del todo). La dobló con cuidado y la dejó dentro de la caja, junto con la porra que llevaba colgada del cinto. Desdobló la gabardina limpia, reluciente y plegada aunque sin enseñas, al igual que el viejo abrigo, sacó los guantes a juego y se los puso. Observó, sin sorpresas, que parecía hecha a medida. Se colocó a la cintura la porra antidisturbios tras sopesarla en la mano y colocó las herramientas colgando del cinturón en la parte trasera, donde la caida de la gabardina las ocultaba de la vista. Por último saco una pieza rectangular enorme del cajón, de al menos un metro de alto y casi medio de ancho, abrió unos centímetros el terciopelo que la cubría y miró su interior, sonrió, algo extraño en el viejo agente, lo volvió a envolver, lo acarició y se lo colgó a la espalda, envuelto como estaba. Se quedó en pie, con la espalda apoyada en la pared, esperando que los demás terminaran con sus equipos y volvieran a sus asientos y que el sacerdote volviera a hablarles.

Notas de juego

*Orionus

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19/03/2014, 18:19
Hieronymus Homron

En voz baja se dirijió al soldado que estaba a su lado - si el objetivo de las armas no es otro que matarnos, que más da que estas sean xenos o no, las armas serán tan letales como aquellos que las empuñen - el arbites dijo esto sin mirar a Heinrich, con la vista fija en el sacerdote y sin apenas levantar la voz. Quería transmitir seguridad al joven. Aunque no había luchado contra alienígenas durante su vida como agente del orden, sostenía firmemente lo que había dicho. Un cuchillo en las manos de un drogadicto lo suficientemente loco podía ser tan letal como la bala de un rifle. Además, aquello no podía ser peor que la putrefacción del caos, que enviaba demonios de muerte y peste a través de una piedra y hacía que los hombres buenos mutaran con tan sólo mirarla.

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19/03/2014, 23:42
Taikel

Mientras que escucho los detalles de la misión, mi cara debería ser un poema, pero no me percato de ello hasta que menciona el viaje espacial, mi rostro se ilumina momentáneamente, no importa el destino, el mero hecho de subir a una nave es como volver a casa. Lo cual me provoca una duda "¿A cuanto estaremos de Desarbolada?" El imperio del hombre es inmerso y es difícil situar de memoria los sistemas estelares que no son especialmente relevantes. Infiltrarse en una ciudad en guerra es sorprendente para mi, me levanto a por mi caja, la cojo, tiene un peso considerable, la llevo a mi sitio de la mesa y la abro para examinar el contenido, es cuando veo el arma cuando realmente soy consciente de hacia donde voy, "bueno, no hay que ponerse nervioso, para esto nos han entrenado" pienso en mis adentros. Miro al anciano y le digo: -Perdone señor, pero aun no se con quien hablo... y ¿A qué hora y dónde debemos estar mañana?

- Tiradas (1)

Notas de juego

la habilidad "orientación (estelar)" de los nacidos en el vacío no está listada, será "Navegación(Estelar)" digo yo. Lo he tirado para ver si conozco el sistema solar, pero me da que va ha ser que no :-)

Master: "Navegación" y "Orientación" hablando de habilidades significan lo mismo, caprichos de traducción.

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20/03/2014, 03:48
Orionus Boulder

Orionus fue el último en coger su pesada caja personalizada. En el momento que estaba más cerca del anfitrión pregunto "Acepto la misión por: el Emperador, el Imperio de la humanidad y la Inquisición" "me gustaría saber ¿su nombre? ya que usted me conoce ¿si nos acompañara hasta algún punto del viaje o misión?" "¿aunque estemos infiltrados no sería conveniente que nos proporcionara algún discreto credencial siendo representantes de la Inquisición?".

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20/03/2014, 14:19
Urtzi Chrom

Urtzi se acerca con cierta ceremonia a la caja que tenía su nombre. Se queda sorprendido por la calidad de manufactura del envoltorio y pasa su mano sobre la superficie de la misma para notar los finos acabados de los detalles. Enseguida brotan recuerdos de un documento que hablaba de una civilización extinta que realizaba trabajos similares pero esto no podía ser más que una réplica o un trabajo inspirado en aquellos artesanos. El ruido del resto de cajas abriéndose lo trajeron de vuelta de su viaje por el interior de sus recuerdos y pronto se dispuso a averiguar el contenido de la suya.

No le entusiasmó mucho encontrarse con un equipo de combate. Urtzi sabía defenderse, pero no era un guerrero y sus funciones eran las de saber, no las de combatir. Aún así le llamó en singular diseño de la pistola y el cuchillo que le proporcionaron. "Sin duda alguna son curiosos..." El poseer algo tan peculiar lo animó un poco más. -¡Oh!- Dijo sorprendido al seguir investigando el contenido de su cajón. Sacó un pequeño aparato con forma de monóculo, pero era mucho más que eso. -Pensé que este modelo ya no se podía encontrar. Es... magnífico.- Dice intercambiando miradas entre el desconocido anciano y el extraño utensilio que sujeta con cuidado. Urtzi se equipó con cuidado para evitar torpezas mientras el anciano los instaba a expresar sus dudas. -¿Podemos disponer de alguna información sobre las bandas que atacan desde la subcolmena? ¿Alguna lista de cabecillas, modus operandi o motivaciones de los diferentes grupos?- Preguntó con un tono que parecía enumerar una lista mental. -Cuanta más información dispongamos antes de nuestra inserción, mejor podremos abordar la situación una vez infiltrados.- Dice mientras termina de colocarse un aparato en el antebrazo.

Notas de juego

No dan credenciales de la inquisición a acólitos de bajo nivel sin que el propio inquisidor tenga plena (plenísima!) confianza en ellos. La única de identificarnos manera es que nos crean al decirlo o mediante una comprobación de ADN.

Master: Se supone que como acólitos ya lleváis algo de rodaje. Por mi parte considero que sí tenéis identificaciones de acólitos. Que os sean retiradas esas identificaciones o seáis castigados por traicionar la confianza de vuestro inquisidor fracasando en vuestra misión o malgastando los valiosos recursos de la inquisición es otro cantar.

PD: Esta noche acualizo, espero que para entonces Gianna haya dado señales de vida.

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20/03/2014, 16:52
Hieronymus Homron

Hieronymus sonrió para sí cuando el individuo a su lado pidió una identificación inquisitorial. Bien sabian Heinrich y él que eso no ocurriría. Por primera vez desde que entró en la sala se permitió hablar en voz alta. El maestro* y los demás habían hecho muchas preguntas y el arbites creía conocer la respuesta a algunas de ellas.

- Si lo hemos entendido bien, el goberador no nos quiere allí, las pandillas no nos quieren allí, los verdaderos mercenarios seguramente no nos quieran allí. Es decir, que sólo la santa Inquisición nos quiere allí ¿para qué necesitamos una identificación? - dio un tiempo para que los demás meditaran sus palabras y continuó - El plan es entrar, infiltrarnos, identificar la fuente de las armas, en especial las xénicas y si es posible, cortar nosotros mismos dicha fuente - suspiró al recordar con un estremecimiento la sensación de notar la providencia divina - E incluso, si el benévolo Emperador posa sus manos sobre nuestros hombros, acabar con la revuelta.

- Quizás sí necesitemos, en cambio, unas identificaciones "alternativas" - añadió, pensando, como agente del orden, en los controles de seguridad que una zona en guerra e incluso sitiada aplicaría a los visitantes.

- Imagino que el propio gobernador nos echaría una mano si descubrimos quien está detrás de las armas y como acabar con ello, incluso si no fuéramos miembros de la Inquisición - el arbites evitó añadir - siempre que la propia cúpula planetaria no esté implicada - porque no era correcto dudar en voz alta de los gobernantes designados por el Emperador (o los Altos Señores de Terra), aun cuando el trabajo de Hieronymus fuera dudar de todo y de todos.

- Infiltrarnos dentro de una de las bandas será bastante difícil - miró en derredor - señores, ninguno de ustedes tiene pinta de ser un nativo de Desarbolada, ni hablaís como ellos, ni os comportaís como ellos, ni siquiera comeís como ellos - de la sororitas ni siquiera dijo nada, ella parecería extraña en cualquier lugar - dudo mucho que ninguno pueda pasar por un miembro de una de las bandas más de dos minutos y si os descubren, os matarán - Hieronymus sabía, que las labores de infiltración eran difíciles y muy arriesgadas y eso dentro de la colmena propia. Engañar a un pandillero, con su propia jerga, símbolos y dejes, sería casi imposible. De hecho, ninguno de ellos parecía saber siquiera donde estaba el planeta - ya será difícil mantener las formas de un grupo de mercenarios entrenados - pensaba que en particular, el miembro del Mechanicus, el maestro y la sororitas serían bastante difíciles de hacer pasar por aguerridos soldados a sueldo. Los demás, probablemente no.

- Señor, cuéntenos lo que sea posible sobre las bandas, los mercenarios, el gobernador y las familias nobles - dijo, como devolviendo al sacerdote la palabra.

Notas de juego

*Urtzi

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20/03/2014, 17:45
Gianna Anzerani

-Desarbolada.-La palabra, apenas un susurro, emergió de mis labios tan pronto como el anciano indicó el nombre de nuestro destino, unas bandas pandilleras armadas con armamento poco común y un Gobernador poco interesado en recibir ayuda del propio Imperio prometían una operación más que desafiante, me acomodé en el asiento como pude encajando con calma el nada tranquilizador informe, los pandilleros no solían ser un problema para las fuerzas de la Ley debido a su falta de disciplina, organización y las muchas rencillas existentes entre los de su condición que los debilitaban en influencia, pero eran una fuerza a temer cuando eran unificados bajo una sola causa, era bastante evidente que quien fuera el artífice de semejante proeza era sin duda un individuo poderoso e influyente.

Íbamos a andar sobre hielo quebradizo, estaba segura de que muchos de los presentes lo sabíamos, después de todo, ¿Quién podía conocer mejor los entresijos, esclusas y pasillos del Submundo que los pandilleros?, si no eramos lo suficientemente avispados mas de un callejón o complejo podía ser sin duda una trampa mortal por lo que no tardé en ceder ante el pensamiento de que debíamos de escoger bien nuestras batallas una vez pisáramos los niveles ocupados por los rebeldes, si eramos capaces de pisarlos antes, obviamente.

La idea de entrar en el planeta por medio del engaño me pareció la más adecuada dadas las circunstancias si bien no era de mi agrado, siempre había luchado sabiendo quien era el enemigo y quiénes mis aliados, los colores tenían unos matices muy claros y en esencia era todo muy sencillo, pero al finalizar el informe del ayudante del Inquisidor mi conclusión fue clara: estábamos completamente solos, enfrentándonos a un enemigo superior en la mayoría de aspectos que podían venir a mi cabeza, pero lo que más escaseaba era sin duda alguna la información acerca de nuestro objetivo, salvo que el lobo al que pretendíamos cazar era fiero y sus colmillos mortíferos no sabíamos mucho más.

Durante las preguntas que surgieron por parte de mis compañeros me dediqué a comprobar mi correspondiente caja de equipamiento en silencio, no me decepcionó, un lanzagranadas auxiliar y munición de escopeta, esenciales para la lucha que sin duda nos aguardaba en los estrechos pasillos de la colmena, la comprobación fue breve pues ya tendría tiempo de analizar con más detenimiento todo, por lo que cargué con mi caja y volví a mi asiento, aguardando a la conclusión de la reunión informativa. 

"Una misión suicida, casi me siento como en el Regimiento"-El pensamiento fue imposible de suprimir y una ligera sonrisa apareció tan pronto como desapareció.

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20/03/2014, 19:32
Urtzi Chrom

Notas de juego

Yo no pretendía insinuar que nos inflitrasemos en una banda, yo me refería a que cualquier información es buena para entrar en la subcolmena como mercenarios o comerciantes independientes. Lo digo por sí llevo a confusión lo que puse en mi post. Además, yo no el más indicado para hacerme pasar por un matón de su colmena XD 

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20/03/2014, 23:55
Ishmael Gallus

Tras la serie de preguntas el anciano pareció meditar. Se levantó lentamente de la mesa con el aparato holográfico y miró distraidamente la imagen de la colmena al otro lado de la habitación antes de contestar.

- Si tanto os interesa... soy Ishmael Gallus, Hierofante y miembro de la guardia personal de Lord Severus. -

A algunos (sobre todos los más cultos) se les cortó la respiración. Un hierofante era un cargo casi legendario. Sacerdotes que habían trascendido del clero común y servían al emperador bajo su propio juicio y criterio allá donde fuesen. Varios de ellos habían sido nombrados santos en vida, y corrían rumores de que aquellos que trabajaban para inquisidores eran también sus confesores personales.

Hubo una pequeña pausa, y el ambiente se había vuelto bastante tenso de repente, pero el anciano continuó hablando ignorandolo.

- Continuando con sus preguntas... podrían encontrarse cualquier cosa, muchos son los enemigos del imperio y los designios del azar que pudieran provocar una desgracia como esta. Les recomiendo que tengan los ojos abiertos.

Se ha preparado todo para que reciban información adicional sobre la colmena a su llegada. No puedo hablar por los otros comerciantes, pero nuestro contacto y su tripulación les recibirán con los brazos abiertos. De hecho el capitan McOwen tiene su propia y curiosa opinión sobre las armas. Pueden fiarse de él, aunque es un tanto... extravagante.

Sus identidades de mercenarios serán suficiente para moverse libremente por la colmena media. Si en algún momento deben actuar con la autoridad de verdaderos acolitos simplemente revelen su autentica identidad.

Respecto al gobernador... no contaría que sea muy amigable, he conocido gente como él. Trata de demostrar al imperio que es lo suficientemente capaz para resolver cualquier asunto por sus propios medios. Si solicitan su ayuda solo lo verá como un insulto más.

Sobre los nobles no hay mucho que decir, la mayoría ignoran el estado en el que se encuentra sumido el planeta, aunque sabemos que las dos familias más poderosas del planeta están enteradas de ello y han puesto al servicio del gobernados sus inmensos recursos para solucionarlo. -

Mientras hablaba del gobernador y los nobles el holograma de la colmena se había centrado en la cúspide y giraba lentamente, como un fantasma de lo que os encontraríais más adelante.

- Bien, si eso es todo... - apagó el dispositivo y lo guardó en su túnica - Mi labor termina aquí. Mañana, una hora después del amanecer en el puerto de embarque norte, les llevarán a una plataforma orbital donde encontrarán su transporte.

Espero que estén acostumbrados al espacio, será un viaje de dos meses. Desarbolada está casi en el otro extremo del sector. -

Notas de juego

Seguiremos un poco más con el prologo para que os conozcáis un poco más o hagáis algo si queréis antes de salir del planeta.

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21/03/2014, 21:09
Hieronymus Homron

Recibida la información y marcada la partida solo en unas horas, el viejo recogió su viejo abrigo y se lo puso sobre el manto nuevo, dejó el viejo garrote de madera en la caja y se volvió hacia su amigo y protegido. Sus ojos se reflejaron en el visor - Heinrich, me gustaría comprar algunas cosas antes de embarcar. Parece que el inquisidor, en su bendita sabiduría ha decidido pagarnos con generosidad. Hace tiempo que compro piezas a un armero local para el Agripina*, pero esto será algo especial. El arbites empleó el comunicador para hablar con la central del Tricornio y pedir una conferencia con el local del armero, hablaba en voz baja y Heinrich sólo pudo oír partes, algunas especificaciones técnicas y - si, se lo cuesta, si, te pagaré por tenerlo tan deprisa, si sé lo que estoy pidiendo, sé que sería ilegal, sí, la munición también puede parecer ilegal, no lo es, ¿recuerdas que hablas con un agente del arbites? eso lo hace legal, si, no tendras problemas, lo necesito para ya, en dos horas pasaremos a recogerlo todo. Bien, tendrás tus créditos - volvió con Heinrich - deberíamos equiparnos bien, sólo el Emperador sabe cuanto tardáremos en volver a Sepheris Secundus.

Notas de juego

*El modelo del rifle automático.

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22/03/2014, 06:40
Urtzi Chrom

Urtzi observó a que el Hierofante Ishmael Gallus saliese de la sala. Ya había terminado de recoger y ponerse el equipo nuevo que le habían suministrado. Fue entonces cuando reparó realmente en el heterogéneo grupo que el Inquisidor Lord Severus había reunido para esta misión. Al contemplar lo imponentes que resultaban alguno de ellos casi se sintió fuera de lugar, pues muchos parecían guerreros capaces. Pero no se amedrentó por ello; él también tenía sus ases en la manga. Además, la presencia del tecnosacerdote casi lo hacía sentir como en casa.

Así que una vez analizado al grupo, Urtzi se aclaró la garganta. -Bueno, en vista del largo viaje que vamos a realizar y que a partir de este momento vamos a formar un grupo... Creo conveniente, por no decir necesario, que nos presentemos todos.- Comentó con un tono de voz pausado y tranquilo. -Mi nombre es Urtzi Chrom.- Dijo al tiempo que hacía una leve reverencia hacia los que serían sus compañeros en esta misión.

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23/03/2014, 11:17
Taikel

Prefiero equiparme en mi habitáculo, así que cierro la caja, es ahora, cuando aprecio la talla de la caja, sin lugar a dudas un gran trabajo.

Aun alegre al pensar en el viaje interestelar, respondo a Urtzi. -Me llamo Taikel- echo un vistazo rápido al resto de personas, -¿vosotros ya formabais un equipo?

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23/03/2014, 12:33
Hermana Isolda

Se sentía como si los demás las encasillaran en una guerra fanática. Vale, deacuerdo que en ciertos momentos lo sería. Si no jmás hubiera llegado al nivel en el que está, pero también gracias a la inteligencia, análisis y una pizca de suerte en los combates, ha podido llegar y sobrevivir. No era como las Serafinas, que en cuanto viesen al enemigo saltarían, espada en mano al combate. Todo lo contrario. Esperaría a tener un objetivo claro, una pizca de línes de visión y un disparo certero. Además, hay hermanas, que en sus votos, está el del silencio. Yo jamás haré voto de silencio. Si no hablo muero. Aunque hay veces que puedo quedar algo corta de palabras.

 

Hermana Isolda, Constantina aspirante a la orden del Cáliz de Ebano. Con voz de sorprendida, como si les estubiera hechando en cara algo les comenta. Y no he hecho votos de silencio ni jamás los haré. Está un poco a la defensiva. Como si desconfiara por haberle hecho algo extraño. Como una broma del mal gusto, aunque no hubiera mala intención. He sido entrenada en tácticas de combate por las hermanas celestes de la orden y no me lanzo al ataque ciegamente, pero si puedo evitarlo, no daré puente de plata a un enemigo si puedo eliminarlo. Estaba claro, demostraba que no se fiaba, pero que tempoco era una fanática sin cerebro. Aunque un poco extremista en algunos detalles.

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23/03/2014, 14:29
Hermana Isolda

Isolda, al salir de la reunicón visita a la  Canonesa Superiora Merade Pralis. Enseguida muestra los regalos que la inquisición le ha hecho para cumplir la misión y le comenta:

- Hermana, este es el mejor momento para que un destacamento de nosotras se situe en lo mejor del sistema. Podríamos incluso hacerno con el control, para tanto el beneficio del Amado Emperador, como de la orden en si. Claro está, si podemos lucir nuestra victoria sobre el terreno. Puede que tenga la mejor arma del planeta, pero su munición es escasa, y por ello me gustaría ver si la Orden puede prestarme unas cuantas cajas de munición para la misión. Es un gasto nimio, si conseguimos aumentar nuestra influencia en el lugar, y nulo si además conseguimos poder tenerlo como otro asentamiento para la orden.