Partida Rol por web

Heinrich que se habia topado con el servidor ve como su grupo sale de improviso, sin darle tiempo a avisarles.

-Mierda.

El veterano guardia Imperial llevaba su rifle preparado desde que emezaron a vigilar la zona, al ver al viejo arbites disparar y ver como el servidor empezaba a soltar chorreo estatico por el comunicador, supo que el factor sorpresa se habia perdido.

-India, cuidado, hemos perdido el factor sopresa.

Dicho esto descerrajo en automatico una rafaga de disparos al servidor por la espalda.

Al ver al servidor me quedé un instante sin saber que hacer, pero ver que Hieronymus le disparaba, y que detras aparecia Heinrich y tambien le disparaba dejé de dudas y disparé con todo, acertandole de lleno. 

- Toma esa! - Dije mas para mi mismo. Hacia tiempo que no disparaba, entre tanto entrenamiento psiquico y me alegraba ver que aun tenia punteria. 

Orionus corría hacia la posición de Isolda con el resto del grupo pero al girar la esquina un servidor los cogió por sorpresa por los pasillos. Automáticamente todos reaccionaron escondiendo se en la pequeña decoración o arquitectura de la colmena pero el único que se escondió por completo fue Hieronymus.

Era difícil que el servidor no nos hubiera visto porque se aproximaba a nosotros a toda velociodad. Hieronymus disparo una ráfaga de balas al servidor.

Sabiendo que no íbamos de infiltración Orionus realizo un disparo con su pistola laser

A pesar de que el viejo Arbites erró el tiro, de entre las sombras apareció una figura encapuchada cubierta por una túnica, que tras descargar varios balazos en la espalda del servidor reconocisteis como vuestro compañero de la guardia imperial, Heinrich. El servidor cayó inmediatamente al suelo entre estertores, para ser rematado por sendos disparos de Taikel y Orionus.

El servidor no hizo ademán de levantarse, pero en la lejanía comenzabais a escuchar de nuevo el sonido metálico que provocaba el grupo más grande de servidores al moverse.

-Preparaos, viene un servidor de combate y dos mas como este.

Dice Heinrich, se cala el rifle al hombro y se pega a la pared para hacer su figura mas dificil de ver.

Isolda recibió esos impactos y un grito se escapó de su garganta. La acababan de acribillar y no había podido hacer nada. Sabía que estaba muerta, que iba a morir, pero se juró a sí misma que iba a cargarse a esos seres antes de que pasara nada. Disparó dos veces con su revolver y esta vez si iban bien dirigidas contra su enemigo. Esperaba que el Emperador le ayudara e hiciera que las balas mataran a su enemigo.

- India, aqui Jerom - dijo el viejo - hemos entrado en combate - dijo aunque suponía que la hermana, que no debía andar lejos habría oido los disparos del grupo - Hemos derribado un servidor industrial. Se acercan más a nuestra posición ¿cúal es tu situación? - esperó la respuesta un instante y continuó - intentaremos evitarlos o emboscarlos para llegar hasta tu posición lo antes posible - dijo - Jerom, cambio. Esperamos tu respuesta, cambio.

Máster, lo comentado en el Off ¿escondites? ¿refugios? ¿cobertura?

La idea es, si los servidores están cerca, esconder al grupo y plantar una emboscada cuando estén cerca, como alternativa, ponerse a cubierto para mejorar las posibilidades de sobrevivir. Si los servidores están lejos, esconder el servidor muerto y escondernos nosotros también o marcharnos de aqui para evitar contacto. Digo yo que con el paso traqueteante y lento de los servidores tampoco es que vayan a llegar corriendo ¿no?

El comunicador se activó una vez sin transmitir más que estática, pero después consiguió transmitir un mensaje corto- Situación delicada, si no recibo ayuda moriré -la voz sonaba ligeramente húmeda, como si tuviera algo en la boca y, para colmo, sonaba muy débil en comparación con la energía y seguridad que había mostrado anteriormente.

En una situación tan desesperada, la bala de la sororitas fue guiada por la providencia. Al recibir el disparo, hubo un pequeño reventón a la altura del pecho del servidor que lo dejó atontado y confuso; aunque parecía recuperarse rápidamente, y en unos segundos ya volvía a afianzar os brazos-arma apuntando en dirección a la sororitas.

El otro servidor, lentamente guiaba al supervisor hacia unas cajas metálicas apiladas al fondo de la pequeña "plaza". No eran gran cosa, pero podrían servir para que se escondiera allí mientras se resolvía el combate. También afianzó uno de sus brazos-arma en dirección a la sororitas, pero no disparó, por el momento.

Parecía que el Emperador la sonreía y no iba a desaprovechar esa oportunidad, y sabía que tenía que moverse, pero con suerte podría acabar con ese servidor antes de que pasara nada. Alzó de nuevo la pistola y realizó dos disparos, uno a la cabeza y otro al torso, con la esperanza de matarlo por completo.

Si sus cuentas estaban bien hechas, la munición se acababa con esos dos disparos y tendría que recargar, moverse o ambas cosas. Tenía que buscar un lugar a cubierto.

Aquellos dos últimos disparos firmaron la sentencia del servidor, que tras recibir los impactos bajó las armas lentamente para, al fin, caer a plomo cuan largo era.

Ante esta situación el segundo servidor actuó de forma totalmente inesperada. De repente se iluminaron unos pilotos rojos incrustados en su craneo, agarró al supervisor directamente del cráneo (con una fuerza que podría haberlo reventado como un huevo) y ante la estupefacción de la sororitas y el propio supervisor, lanzó a este último por el agujero aún abierto en el suelo.

Durante varios segundos tan solo se escuchó el grito del supervisor, aumentado por el eco, y haciéndose cada vez más leve. Nunca se llegó a escuchar el golpe que indicase que había tocado fondo.

- ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaa_{AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...}!!! -

-No hay tiempo para emboscadas, la sutileza se ha perdido. Carguemos. Concentremos fuego en el servidor de combate y corramos a ayudar a Isolda. Sera una zorra fanatica y psicopata, pero es nuestra zorra fanatica psicopata.

Le dice Heinrich a Hieronymus, mientras guarda su rifle y saca su escopeta "picadora de carne".

-No se repetira lo de la mina.

Al parecer la herman Isolda estaba gravemente herida... No es que me cayeran especialmente bien las herrmanas de batalla pero... era un miembro del grupo y tenia que salvarla. 

- Voy a salvarla. Puedo saber donde están los servidores y esquivar su ruta.  - Miré un instante a mis compañeros y me decidí. - Heinrich y Orionus, seguidme. Trataré de guiaros para poder emboscar a los atacantes de Isolda. Hieronymus y Arcturus podreis con tres servidores verdad? Si no me fallan las cuentas con Isolda deberia haber dos servidores de combate y tres como el que hemos matado. 

Desplequé mi percecpión todo lo que pude para descubrir por donde se movian los servidores que iban hacia nosotros, y avancé por alguna calle lateral, esperando que el guarda y el asesino me siguieran. Traté de encontrar las señales de Isolda y los otros servidores y descubrir cuantos habia en realidad. Tal vez la hermana se hubiera cargado algunos. Avancé con mi rifle empuñado y decisión en la mirada.

detectas 6 formas de vida juntas en la dirección de los ruidos, y en la misma dirección, separadas del otro grupo (no sabes cuanto), otras 2 formas de vida. Todas son de tamaño humanoide.

(Con este poder activo podrías evitar encontrarte con el grupo de formas de vida que elijas)

Cuando lanzó al supervisor por el agujero, Isolda no se creía lo que veía, pero entonces pensó que seguro que ahora que el supervisor estaba "a salvo" se lanzaría a por ella, por lo que tenía que reaccionar.

Isolda sabía que no tenía munición, y no podía empuñar el bolter con el brazo izquierdo en el estado en que lo tenía, por lo que no lo dudó ni un segundo y se lanzó detrás de la cobertura más cercana que encontrara, con la esperanza de que fallaran los disparos o se estrellaran contra esa protección. Si le daba tiempo, comenzaría a recargar el revolver.

En la dirección de que ruidos? los de mis compañeros?

Orionus después de disparar volvió a girar la esquina de donde vinieron, cubriendo se con la pared y escucho la celebración de Taikel al destruir al servidor, Orionus decidió no disparar a un servidor muerto. No era la primera victima que la daba por muerta y le cogía por sorpresa y también era una enseñanza de sus maestros (Asegura te que tu victima esta muerta o te destruirá ese día o en el futuro).

Los compañeros que seguían en sus posiciones nos informaron que venían más servidores y mejor armados, a la vez por el comunicador Isolda solicitaba ayuda urgentemente a su rescate. Por eso Taikel propuso buscar a Isolda por otro lado que no fuera por donde venían los servidores.

Orionus puso el seguro a su pistola láser, la guardo, desenfundo su rifle automático cargado y quitando el seguro. Comento al grupo "Me parece bien Taikel, vamos a ayudar ya a Isolda".

Heinrich que estaba hablando con Hieronymus mira a Taikel que le dice que le siga a ayudar a Isolda mientras vende a la mitad del grupo.

-No hay tiempo para emboscadas, Hieronymus, ni para dar rodeos, Taikel, la sutileza se ha perdido y la vida de nuestra compañera depende de que lleguemos rapido a ayudarla. Carguemos. Vayamos por el camino mas corto y si nos encontramos con esos tres servidores de los que nos aviso Isolda, concentremos fuego en el servidor de combate y corramos a ayudarla. Taikel, no podemos dejar a Hieronymus y a Arcturus en inferioridad numerica y probablemente de potencia de fuego, si no logran acabar con los servidores, nos encontraremos con que hemos abandonado a dos compañeros a la muerte y con que tenemos tres servidores detras de nuestras lineas que nos podran hacer un sandwich con los que nos esperan en la posicion de Isolda.Vamos! No hay mucho tiempo!

Dicho esto empezo a correr por donde estaba Isolda, basicamente era linea recta, y probablemente en poco tiempo se encontrara con los servidores que habia mandado el supervisor, pero la lealtad de la Guardia Imperial era para con los compañeros, no dejaria morir a Isolda en un sucio callejon de esa ciudad. Quiza tuviera que enfrentarse solo a los servidores, eso solo dependia de sus compañeros, si decidian seguirle en su temeraria tactica de rescate, o si preferian mantenerse firmes en sus logicos movimientos. Para Heinrich una solicitud de refuerzos anulaba la logica. Corrias hacia tu compañero, un retraso, por minimo que fuera, podia suponer la diferencia entre la vida y la muerte.