Partida Rol por web

Disturbios en la Colmena

Tercera parte: Reunión

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18/03/2015, 20:48
Director

- ¿Te crees que nos sobra material? Si necesitas algo cómpralo en la ciudad, como todos. - respondió el tipo que había tratado sus heridas


Por otro lado, el transmisor emitió un zumbido de estática unos segundos, antes de obtener una respuesta - Aquí Daka... - el silencio se alargó unos segundos de más - el capitán acepta reunirse con ustedes, en el mismo lugar que la última reunión*. Sea cuando sea que lleguen, les concede su tiempo hasta dentro de una hora. No se retrasen. - y sin dar más explicaciones cortó la comunicación.

Notas de juego

*por si no os acordais, era una aerodeslizador habilitado como la "tienda de campaña" personal del capitán.

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19/03/2015, 15:39
Taikel

Sientiendome un poco inútil en temas militares y de protocolo, mi unica opción era seguir al arbites como todos. Se le daba bien ser el lider del grupo, y gracias a su organización pocas cosas nos pillaban desprevenidas. Eso y mi capacidad de "ver" si se nos acercaba alguien o algo.

Escuché atento sus indicaciones, colocandome donde me decía. No me gustaba demasiado ser de los frágiles, pero entendia sus motivaciones, él y los guardias eran mas duros y acostumbrados a las batallas. Mi especialidad era mas bien esotérica. Al escuchar la respuesta del oficial, no habia mucho mas que hacer.

- Vamos, no perdamos tiempo. - Murmuré, aunque ya nos poniamos todos en movimiento.

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19/03/2015, 15:49
Heinrich

Heinrich llevaba su escopeta preparada. Demasiados enfrentamientos habia tenido en esa colmena para no tratarla como un entorno hostil en si misma.

Desde luego, si alguna vez le daban vacaciones, nunca vendria aqui a pasar su tiempo de ocio.

Tanto su personalidad, como su experiencia vital, le hacian mantenerse en un segundo plano. No queria acaparar miradas ni ser el centro de atencion. Hieronymus suponia una figura de autoridad que daba coherencia al grupo y aportaba la experiencia a nivel procedimiento inquisitorial que Heinrich podria aportar e incluso mas, dada su edad. Por lo que Heinrich respetaba al veterano custode y le secundaba.

-Demos el informe lo antes posible y vayamos a por los Wolfe, ese hijo suyo es extremadamente sospechoso y no queremos darles tiempo a huir o prepararse para nuestra llegada. Aunque, si es el hijo, quiza no pueda preparar mucho porque este operando a espaldas de su padre. Enfrentandonos a ellos encontraremos las respuestas.

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19/03/2015, 20:13
Hieronymus Homron

El arbites se limitó a asentir cuando el oficial Daka cortó la comunicación por radio. Bien, directo claro y nada comprometedor. Un profesional. Se volvió hacia los demás y ladró:

- Ya habeís oido a Heinrich ¡moveos! Cuanto antes dejemos las pruebas allí, antes iremos a ver a los Wolfe y resolveremos este embrollo. Posiciones de combate de nuevo - por si alguno necesitaba un recordatorio sobre la escaramuza que había tenido en eeste lugar hacía unas horas añadió - Estamos en zona de combate. Tened cuidado y los ojos bien abiertos.

- Urtzi irá en el medio, lo quiero bien protegido - dijo, como si el sabio no hubiera estado presente. Volvió entonces su atención hacia éste y mirándole a los ojos con la mirada no poco amenazadora que le dirigía ultimamente - No creo que sea buena idea que mostreís "eso" a nadie fuera del Tridente, señor Chrom, ni siquiera al capitán - refiriéndose a los papeles, de los que no había vuelto a querer hablar desde que salieran de las dependencias del tecnoadepto muerto.

- Copia de las imágenes, líquido y cristales sí serán buena idea - dijo hacia los demás, liberando al sabio de su duro escrutinio - conservaremos un ejemplar de todo lo que le demos. Seguimos siendo nosotros los responsables de dar cuentas a nuestro "patrón" - parecía que el arbites jamás hablaba claro y sólo soltaba circunloquios cuando no se sentía seguro o cuando podía estar siendo observado o escuchado, como en aquel momento.

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20/03/2015, 12:25
Urtzi Chrom

Tras su paso el puesto médico, Urtzi notaba cómo el dolor se convertía en un ligero entumecimiento allí donde el ácido le había alcanzado tras recibir el disparo del tecnohereje. Mientras le administraban un analgésico y revisaban la herida, el adepto pudo comprobar que le quedaría una pequeña cicatriz irregular en el abdomen. "Un adepto de Administratum con una herida de batalla." Pensó con cierta ironía. Sería muy ingenuo pensar que uno podría en salir indemne en una misión de estas características, pero Urzti pensó que lo más probable sería recibir un balazo, una puñalada a algún que otro golpe. Pero el Omnissiah había querido que su primera marca fuese por algo más 'exótico'.

Una vez reunido el grupo de nuevo y establecida la comunicación con el arisco subalterno del Capitán, el señor Homron se dispuso a organizar el grupo para asistir al encuentro. El tono con el que el arbites se refería al adepto había cambiado sustancialmente desde el descubrimiento de los documentos. Urtzi respetaba la experiencia y sabiduría que ésta le haya podido aportar al veterano acólito. Pero, tras los últimos acontecimientos, comenzaba a ver una faceta de él que comenzaba a odiar y temer en partes iguales. -Descuide, señor Homron.- Dijo tratando de mantener la compostura ante la amenazante actitud de su compañero y haciendo un esfuerzo descomunal por no desviar la mirada para luego ocupar su lugar designado en la formación. Urzti caminó silencioso y ligeramente cabizbajo ante el cambio de atmósfera. De repente se sentía como si fuese alguna clase de rehén. Por supuesto que no dejaría que aquellos papeles cayesen en las manos equivocadas, pero no sabía si le dolía más la desconfianza que súbitamente le profesaba el arbites o posibilidad de que lo ejecute sin el más mínimo remordimiento ante el menor problema... ¿Por qué no podían ver que el conocimiento era la mejor arma contra aquello que amenazaba al Imperio de la Humanidad? Aquellas preguntas siempre asaltaron la mente del adepto pero sabía que de nada le serviría expresar sus pensamientos. Tan solo le quedaba la esperanza de, algún día, demostrar que tenía razón.

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20/03/2015, 18:12
Director

Apenas tardasteis unos minutos en llegar hasta el punto de reunión. Al fin y al cabo habíais realizado la transmisión en el propio campamento de los mercenarios y ya conocíais el lugar al que ir.

El ambiente parecía muy similar al de vuestra llegada, el aerodeslizador permanecía apartado unos metros del resto de tiendas regulares, en la misma posición donde lo vísteis por última vez. Cuando llamasteis al interior, el segundo al mando del capitán, Daka, os reconoció y os dio paso sin preguntar. El capitán Jayson McOwen se encontraba cómodamente sentado en uno de sus sillones de gran calidad, bebiendo vino igual que en vuestro primer encuentro, salvo que aquella vez no estaba vestido de cintura para arriba y su torax y hombro izquierdo estaban cubiertos de vendas limpias.

A pesar de las vendas no parecía sufrir dolores o incomodidad, sonreía como si le divirtiese algo mientras miraba la mesa que se encontraba ante él, en la que descansaba un casco deformado y medio derretido también en su parte izquierda. En cuanto Daka os anunció, se levantó para dirigirse a vosotros.


Jayson "Suertudo" McOwen

- Qué rapidez, realmente deben de necesitar hablar conmigo. O tal vez una de estas encantadoras damas no podía esperar para volver a verme - hizo el amago de ir a estrechar la mano de uno de vosotros, pero en su lugar cogió el brazo de Gianna y lo levantó para besarla el dorso de la mano. Iba a repetir el gesto con Isolda, pero en su caso no encontró brazo que levantar o besar.

- ¡Por el santo orinal del Emperador! ¿Acaso no saben cómo cuidar a una mujer? -

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21/03/2015, 22:05
Hieronymus Homron

- ¿Acaso no saben cómo cuidar a una mujer? - dijo el capitán

El arbites paso por alto la provocacion. A aquel hombre le encantaba quedar por encima de los demas en especial en presencia de mujeres y eso que en el grupo no habia ninguna dama, tan solo una soldado bastante burda y una hermana del adeptus sororitas.

El viejo apretó los dientes y los puños y se adelantó a sus compañeros, como si la provocación de McOwen nunca hubiera existido.

- Capitán - dijo con cierto retintín, como queriendo recalcar la importancia del cargo que ocupaba y la responsabilidad de éste - tenemos asuntos importantes que trata - el arbites echó un vistazo alrededor, fruto de la costumbre buscando dispositivos de escucha o de espionaje. Cuando se sintió satisfecho con lo que veía, o con lo que no veía continuó:

- Hemos inhabilitado el taller donde se realizaban las modificaciones de las armas y el que robaba las armas de los almacenes también está muerto - esperó que calara lo que había dicho. Se trataba de una ardua tarea si bien descrita con extrema simpleza.

- Necesitamos su colaboración... - el arbites había empleado este término y no "ayuda" pues no estaba dispuesto a darle al capitán el gusto de verle así humillado - querríamos saber si sabe lo que es esto - sacó de su mochila el frasco de cristal envuelto en un paño y con exquisito cuidado y sin tocarlo, lo depositó en una mesa baja a la vista del capitán - o esto - e hizo lo mismo con el bote de líquido azul, desenvolviendo con cuidado el trapo que lo rodeaba. Conservaba aún en la mochila otro ejemplar de cada uno pero no estaba dispuesto a dejar que el capitán lo supiera.

Dio un paso atrás, como alentando al capitán a observar ambos objetos y cruzó los brazos delante del pecho esperando su respuesta. Lanzó una mirada al señor Chrom, esperando dilucidar que pensaba hacer el sabio.

En función de lo que les dijera el capitán McOwen continuarían con su exposición de las sospechas de la implicación de los Wolfe.

- Tiradas (1)

Notas de juego

NOTA: post borrado y reescrito (malditos duendes de Umbria)

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23/03/2015, 02:48
Orionus Boulder

Orionus se despidió del médico y con un tono disgustado le dio las gracias. Cuando salio de la tienda de los sanitarios junto a Urtzi se iba quejando de la tacañería que suministraban los médicos con los productos sanitarios en este conflicto en la colmena.

A medida que llegaban hasta donde estaban sus compañeros se fue relajando y volvió a mostrar un carácter reservado y escueto como se había comportado desde el principio de comandar le la misión y sus compañeros.

Fueron al centro de comunicaciones donde estaban sus compañeros y al recibir la confirmación de tener una reunión con el capitán Jayson McOwen se movieron hasta el lugar donde les indico y estaba su aerodeslizador-tienda.

Llegaron hasta la presencia del capitán Jayson McOwen y Hieronymus expuso las pruebas de la investigación y petición de colaborar con nuestra misión.

Orionus añadió en la exposición "También nos encontramos con un gran hacha modificado" después se dirigió a Taikel y le pidió "Taikel por favor muestre el dibujo".

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24/03/2015, 02:32
Urtzi Chrom

El grupo de acólitos no tardó mucho en presentarse junto al Capitán, quien los recibió con el mismo tono desenfadado que la última vez o, por lo menos, el mismo tono que mantuvo en la anterior ocasión hasta que saltaron ciertas asperezas. No obstante, Urtzi tenía más cosas en la cabeza que la actitud del mercenario. Sin estar del todo cabizbajo, el adepto trató de pasar todo lo desapercibido que pudiese mientras dejaba el señor Homron marcase el ritmo de la conversación. Temía que, ante la más mínima palabra, su juicio fuese puesto a prueba. 

Aquel pensamiento le sorprendió. Se vio a si mismo como alguien cautivo en manos de la Inquisición, como una bomba de relojería. Comenzó a ver un miedo incipiente alimentado por las furibundas miradas que le dedicaban el arbites, siempre juzgándolo, evaluándolo. Urtzi hizo lo posible por dominar esos sentimientos. ¿Por qué tenía que sentirse así? Él no había hecho nada malo, no había faltado a las enseñanzas del Omnissiah y en ningún momento dudó de su lealtad hacia el Imperio. ¿Por qué tenía el señor Homron que tratarlo como si así fuese? Realmente no quería saberlo. De entre todos los conocimientos que el adepto pudiera desentrañar, aquella respuesta no estaba entre ellos. Tan solo debía mantenerse firme y con la mente despejada para poder poner su mejor herramienta al servicio de la Inquisición. Por lo que, desde un calculado silencio, Urtzi se centró en lo que el Capitán McOwen les pudiera decir sobre las sustancias que obtuvieron en el clandestino taller.

Notas de juego

Después del último roce con el veterano acólito, Urtzi no va a intentar quitarle la batuta en la conversación. Al menos no hasta que responda el capitán :P

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24/03/2015, 16:58
Taikel

Me sentó mal lo que dijo el capitán acerca de "cuidar de una mujer". En parte porque veia a Isolda mas peligrosa que a ese capitán y en parte porque habia hecho todo lo que habia podido por ayudarla. Pero como era un superior, no dije nada y lo dejé pasar.

Escuché a Hyeronimus como explicaba lo ocurrido, en palabras breves y escuetas, mostrandole las pruebas que habiamos obtenido. Gracias a la intervención de Boulder, reaccioné a tiempo, pues ya casi me habia olvidado de las imagenes que habia tomado. - En seguida. - Rebusqué entre mis bolsillos el pictogravador para mostrarle las imagenes, dejando a un lado la copia de seguridad que pidió el Aribtes.

Le tendí el aparato al capitán.

Notas de juego

No se exactamente si un pictogravador funciona como una camara digital o como, asi que si me equivoco en algo ignoradlo XD

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24/03/2015, 19:21
Hermana Isolda

-No necesito que me cuiden, yo lucho hasta la muerte -fue la respuesta dura de Isolda ante el gesto del capitán. A ella no la besaban la mano, a ella no la besaba nadie. Solo la tocaría un médico o el mismísimo Emperador* como cuando la trajo de vuelta cuando perdió el brazo.

Escuchó todo lo que comentaban sus compañeros sin decir nada. Ella no tanía nada que añadir a las palabras de sus compañeros, ella estaba allí solo para añadir sus balas a la sagrada causa del Emperador, fuera cual fuera.

Notas de juego

Siento el post corto, pero tampoco tengo mucho que añadir

*: Isolda cree que fue el Emperador quien la estabilizó, no Takiel. Si se enterara de que un psíquico la había mancillado...

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25/03/2015, 11:19
Jayson "Suertudo" McOwen

El capitán frunció el ceño cuando le cedisteis los objetos. En primer lugar examinó la grabación, y su expresión fue pasando del desinterés a una cierta curiosidad.

- Si es cierto que han terminado su tarea, Severus estará satisfecho - a continuación pasó al frasco que contenía el líquido azul. Al contrario que el precavido Arbites, el capitán cogió el frasco con las manos desnudas sin preocupación, lo examinó a contraluz y lo agitó con la delicadeza de quien disfruta viendo arremolinarse el líquido en una copa de licor sin que hubiera ningún cambio visible el su contenido ni en su rostro.

- Pero no entiendo para qué me han traído a mi estos objetos. Si buscan información sobre ellos, me temo que han perdido el tiempo. No tengo ni la más remota idea de qué se puede tratar, ni forma de averiguarlo. - lanzó el frasco al aire y lo volvió a coger como quien lanza una moneda por aburrimiento, y finalmente lo volvió a dejar en la mesa

- Entonces, está todo resuelto ¿no? Solo tenemos que esperar a que a esos bastardos se les agoten sus últimas provisiones y se retiren a los agujeros de donde han venido y todos podremos irnos, con el deber cumplido y los bolsillos llenos. -

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25/03/2015, 12:02
Heinrich

Heinrich niega con la cabeza.

-No, capitan. Usted informara a nuestro patron y le entregara estos objetos. Nuestra mision no ha terminado. Hemos de erradicar el origen del mal, para que no vuelva a extenderse. Les hemos retrasado, pero no detenido.

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25/03/2015, 16:19
Gianna Anzerani

Cuando el suertudo coge mi mano y la besa no puedo evitar sonreir y sonrojarme muy ligeramente. No he nacido ayer por supuesto, se que no es mas que teatro. Pero es un teatro agradable y que me halaga. Viviendo siempre rodeada de brutos, agrada descubrir modales. Claro que no se a quien quiero engañar, yo misma soy uno de esos brutos.

Miro divertida la reaccion de la hermana al comentario del capitan, no esperaba menos. A veces me da la sensacion de que esta gente no se divierte nunca. Reirse, bromear y hacer el imbecil no es traicionar al emperador. Es lo que a mi o a muchos de mis compañeros nos ha salvado de la locura del frente y liberar parte de la presion y el horror al que estamos sometidos. Nos permite hacer mejor nuestro trabajo cuando llega la hora de la verdad, nos permite servirle mejor a EL.
Supongo que en el fondo da igual, no estamos destinados a vivir mucho, los casos como el viejo son raros. Pero aun asi, es necesario liberar presion y tensiones. Y yo me imagino a muy poca gente de aqui haciendo algo de eso.

Cuando miro a la hermana soy incapaz de imaginarmela teniendo sexo para divertirse, o bebiendo. Con el arbitres me pasa algo parecido. Miro sin querer al tecnosacerdote, y descubro con un escalofrio que prefiero no imaginarmelo. En cuanto a nuestro buen comelibros... Sonrio, me da la sensacion de que en cuanto descubra las cosas de la vida que se esta perdiendo detras de esos libros sera el peor de todos. Yo se lo que lleva dentro ese tio, encerrado en el fondo y deseando salir. Quizas por eso me cae simpatico.

 

-No, capitan. Usted informara a nuestro patron y le entregara estos objetos. Nuestra mision no ha terminado. Hemos de erradicar el origen del mal, para que no vuelva a extenderse. Les hemos retrasado, pero no detenido.

 Hago un gesto afirmativo con la cabeza. No estamos aqui solo para corregir el pecado, sino tambien al pecador, sea quien sea. Es una de las cosas que me gustan de la inquisicion, no se casa con nadie y trata a todo el mundo por igual. No tiene nada que ver con el ejercito, aqui si un noble se pasa de la ralla le dan boleto igual que a cualquier otro.

Estoy a punto de decir que el problema es que no hemos solucionado "el problema", cuando mirando al viejo me doy cuenta de que lo mejor sera no decir nada. Prefiero dejarle esto a el, esta conversacion es importante y seguro que se le dara bastante mejor que a mi. Yo solo meteria la pata.

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25/03/2015, 19:15
Hieronymus Homron

- No necesito que me cuiden, yo lucho hasta la muerte - dijo Isolda.

El arbites posó la mano con firmeza en el hombro de la hermana, en un gesto de contención. La sororitas parecía dispuesta a arrrancarle la garganta a mordiscos a McOwen y aunque el propio Hieronymus hubiera deseado hacerlo él mismo, debían mantener las formas para poder regresar al Tridente. Se interpuso sutilmente entre la mujer y el mercenario y retomó la conversación.

- Capitán - inició una vez más el arbites recalcando el término. Odiaba que aquel hombre se comportara de forma tan indecorosa, como si la vida fuera un juego y la rebelion en la colmena fuera algo que el Emperador y el destino habian montado sólo para mantenerle entretenido - me temo que no nos ha entendido bien.

Con cuidado volvió a envolver el líquido azul, el cristal y las imágenes en paños, se acercó a una caja de munición que había en uno de los bordes de la sala, la abrió y sin ningún miramiento vació el contenido de ésta en el suelo. Colocó en su interior los objetos de la investigación, cerró la caja, la aseguró con el pasador y la colocó delante del capitán.

- Dado que no sabeís qué es esto ni tenéis los medios para hacerlo, os ocupareís de llevárselo a nuestro patrón, sin extraviarlo, ni manipularlo, ni permitiendo que caiga en otras manos que no sean las vuestras - viendo que el mercenario levantaba una ceja en un gesto de incredulidad por estar recibiendo órdenes del viejo, éste se permitió una media sonrisa - el Tridente sabrá sin duda compensar vuestra profesionalidad - deseó que el psíquico o el adepto del Mechanicum pudieran sellar o marcar la caja para que el inquidor supiera de su autenticidad y su procedencia, pero desconocía si eran capaces de hacer algo así.

- Tenemos que terminar nuestra tarea aún - dijo - tenemos que acabar con... - miró a su compañero Heinrich y repitió sus palabras - ... el origen del mal - dicho esto se dispuso a salir de la tienda con dirección a la cúspide, estaba claro que allí no iban a encontrar colaboración y cada vez se fiaba menos de aquel tipo, quizás se tratara de un fiel servidor del Emperador, pero lo cierto era que se esforzaba en simular total dejadez y desinterés. Hieronymus no soportaba ninguna de ambas cosas.

Volvió la mirada hacia atrás, hacia el capitán y añadió - aseguraos de que la caja llegue al Tridente si no regresamos.

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26/03/2015, 15:55
Taikel

Traté de contener una risa ante la reacción de Isolda por el comentario del capitán. Algo me decia que no dudara en pegarle un tiro si se pasaba un poco mas de la raya.

- Hemos de erradicar el origen del mal.

Esas palabras contenian la esencia de nuestra misión. Y aunque no todos fuesemos fieles y abnegados creyentes del Emperador, luchabamos por acabar con la corrupción en el seno del Imperio, y eso era lo que contaba. Viendo que el arbites se marchaba, me apresuré a seguirlo, pues intuía que se avecinaban mas problemas de los que creiamos.

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27/03/2015, 01:30
Orionus Boulder

Orionus observando la molesta reacción de Isolda contra el capitán Jayson McOwen, no tuvo paciencia y contesto "Deje de ser un galante-machista" "no tenemos que aguantar este trato como mercenarios, hemos venido a cumplir nuestra misión y usted tiene el deber de ayudarnos" "ahora informe nos del panorama con los rebeldes y lo que sepa de nuestra investigación".

Notas de juego

Compañeros creo que es el momento de ponerse duro con el capitán Jayson McOwen. Director quiero realizar una acción de intimidar contra el capitán Jayson McOwen.


Master: Si quieres intimidar tira por intimidar (voy a dejar de haceros yo las tiradas en estos caso, que algunos os estáis acomodando).

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28/03/2015, 00:17
Hieronymus Homron

En otras circunstancias el viejo habría detenido al asesino, le habría llevado a un aparte y le hubiera cantado las cuarenta por abrir la boca cuando ya estaba todo hablado, o le habría dicho lo mala idea que era provocar a alguien que posee una nave de incalculable valor, contactos inquisitoriales y virtualmente un ejército de mercenarios trabajando para él. Pero...

El muchacho no hubiera obedecido sus órdenes o escuchado sus consejos, ya se había negado a hacerlo muchas veces antes y además, al arbites le caía profundamente mal el capitán. Probablemente Orionus saliera esquilado de tal provocación, pero si no era así y atribulaba al capitán, eso también sería un ventaja. En cualquier caso, ganaban.

Así pues el viejo se detuvo en la puerta de la tienda, mirando al exterior, con los oídos atentos a lo que ocurría a sus espaldas y evitando que nadie viera la media sonrisa que esbozaba bajo la barba.

Notas de juego

¡Suerte Orionus! (y cuidado)

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28/03/2015, 04:09
Orionus Boulder

Orionus intenta intimidar al capitán Jayson McOwen para que suelte información relacionada con la investigación o problemas con la colmena.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si he leído bien se tira intimidar con Fuerza. A ver si tengo suerte y conseguimos avanzar con esta reacción.

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28/03/2015, 13:40
Hermana Isolda

Cuando ese maldito hombre dijo que no sabía porqué le habían llevado esos objetos, Isolda estuvo a punto de soltarle un puñetazo. ¿Por qué se los iban a llevar si no era para que los pusiera a salvo? Cada vez empezaba a darse cuenta de que muchos "altos mandos" en realidad no eran ni mejores ni más aptos, solo unos lameculos con mucha suerte.

Pero en ese momento, Orionus salió de nuevo en defensa de Isolda y con ganas de intimidar al hombre. Ella no era una de esas, si tuviera cerca a una hermana especializada en interrogar a herejes se iba a enterar ese hombre de lo que valía un peine, pero no era el momento ni el lugar como para soñar con lo que no se podía tener.

-Nos estamos retrasando -dijo la sororita- si se enteran de lo que ha pasado, no les podremos pillar a contrapié.