Partida Rol por web

Si no puedo conseguir ayuda a lo mejor puedo conseguir recursos, adelanto hasta la página 13.

Después de sopesar la situación te inclinas por intentar sacar algo de ventaja y te encaminas hacia el vagón supuestamente vacío. Entras con sumo cuidado, parece que no hay nadie. Pero escuchas hablar a alguien al otro lado de la puerta opuesta por donde entraste al vagón. La maneta se mueve lentamente hacia abajo, el misterioso sigue hablando y escuchas algún fragmento de la conversación entre el traqueteo del tren.

"..... mi capitán. ............. voy a por Rogers y regreso....... A sus ordenes! 

La maneta vuelve a subir de golpe y escuchas como se aleja el soldado hablando con su superior, parece ser que te van a conceder un poco de tiempo. Pero no tienes certeza de lo que tardará en volver. Miras rápidamente por alrededor, desechas la idea de intentar abrir los candados, pues no te quieres arriesgar a que te pillen con las manos en la masa. Deduces que ahí no se encontrará el oro, pues apenas hay vigilancia. No obstante en el vagón ves alguna que otra cosa interesante, algo de ropa del ejercito, una pequeña mesa con dos sillas en la cual se estaba jugando una partida de póker, seguramente entre el soldado al que escuchaste hablar y su compañero Rogers. Algunas cajas de madera entreabiertas, y un pequeño bolso de los que el ejercito usa para la correspondencia en la pared. Vuelves a escuchar a alguien que se acerca hablando con un tal Rogers, debes de decidirte por hacer algo....

Tal vez los soldados se conozcan entre ellos o tal vez no, si quieres arriesgarte a descubrirlo disfrazándote con el uniforme que hay en el vagón ve a la página 99.

Con esos tipos acercándose a la puerta, apenas tienes tiempo para revisar nada y tus salidas están bloqueadas por ambos lado. Pero con las correas del bolso de la correspondencia, podrías hacer un apaño y atrancar la puerta para ganar tiempo.

Veamos si eres capaz de ello en la página 41.

No parece haber mejor escapatoria, así que la mejor opción que te queda es tirar de labia. ¡¿Dónde diantres se había metido los soldados todo este tiempo?! ¡Alguien disparó al viejo Olsen!

Para atolondrar a los soldados, ve a la página 2.

Ni corto ni perezoso decides probar ese unirforme pasa a la página  99

Te apresuras a ponerte el uniforme mientras escuchas los pasos cada vez más cerca de la puerta, los nervios te invaden según se aproxima el momento en el que os encontraréis, por suerte no es la primera vez que tienes que vestirte a toda velocidad para huir, cuando los dos soldados llegan al vagón te encuentran un poco desaliñado pero consigues convencerlos de que se debe a una desastrosa resaca, lo cual te evita que insistan mucho con sus preguntas.

Finalmente les indicas que los otros soldados están en la cabina, investigando a qué se debe el reciente estruendo, y prosiguen su camino, has ganado un precioso tiempo y un convincente disfraz, aunque ahora te toca pensar como aprovecharlos, pero si algo te ha dado fama en los diferentes estados, es tu capacidad para improvisar, puede que los planes se hayan torcido un poco, sin embargo has ganado muchas nuevas oportunidades para completarlo.

Necesitas encontrar a Sonny, el tiempo se te está echando encima. Para buscarle, pasa a la página 7.

Si prefieres avanzar un poco por el tren con tu nuevo atuendo y recabar algo de información pasa a la página 82

Has evitado los problemas y conseguido una buena cuartada, ahora es el momento de revisar sin apenas peligro los objetos valiosos del vagon. 

Para ello pasa a la página 50.

Dicen que la información es poder, paso a la página 82.

Decides sacarle provecho a este uniforme tan impresionante que acabas de conseguir, confiado en que si esos dos paletos no te han descubierto, pues los demás no lo harán. Avanzas hacia el vagón de cola intentando descubrir algo más de la ubicación del preciado tesoro. Recorres el primer vagón sin ver nada relevante, ni nada que te llame la atención. Espera un momento, aquí debería de hallarse Sony. Pero no lo ves por ningún lado. Hay alguien que no deja de observarte, se queda mirándote fijamente.

-"Sargento, todo bien?" pregunta ese individuo mirándote a la cara. Puedes controlar un pequeño sobresalto y te das cuenta al girar la cabeza en busca del sargento de las charreteras que cuelgan sobre tu hombro. Has tenido suerte, cogiste la casaca de un sargento. 

-"Todo bien. Supervisando la zona" Sales airadamente de la situación cuando compruebas que te hace un leve guiño llevándose la mano al sombrero. Esa cara te suena, la has visto en algún lugar. Decides no pararte y continuar, crees que no es oportuno tentar a la suerte. Devuelves el saludo y avanzas hacia delante, un niño sentado con su madre, dos ancianos, dos jóvenes que charlan airadamente,  que tienen toda la pinta de ser soldados de paisano porque al acercarte, ves que  instintivamente recuperan  la compostura ante ti. Asientes con la cabeza y se vuelven relajar. Vaya de menuda te estas escapando. Se te viene a la cabeza la imagen del anterior pasajero, es "la Soga" Sinclair, uno de los más temidos cazarrecompensas que opera en esta zona. Más vale darse prisa y pasar al siguiente vagón. Abres la puerta, te encuentras en el vagón comedor, el restaurante. Varias mesas ocupadas, una de ellas por soldados. El camarero te saluda nada más entrar y te invita a tomar algo, aceptas?, el reloj se avanza hay un gran abanico de posibilidades, pero el tiempo no se detiene.

Te extraña que Sonny no esté en su puesto, y haya un cazarrecompensas. El tiempo apremia pero moverse sin información cuando el plan pende de un hilo puede ser un error. El camarero tiene que haber visto algo.

Si decides aprovechar tu nueva coartada para ponerte al día con lo que pueda saber el camarero, pasa a la página 66.

Te tienta buscar a Sonny pero no es prudente hacerlo con Sinclair acechando, si quieres deshacerte de él haciendo aparecer la dinamita que llevas encima en un registro sorpresa ve a la página 75.

No sabes cuánto tiempo durará tu suerte haciéndote pasar como sargento. Si quieres usar tus galones una última vez para manipular al camarero y hacerle crear una distracción lo suficientemente grande y lo suficientemente lejos de tu persona, pasa a la página 109.

Aún sigo pensando en mi compañero Sonny, aceptaré ese trago a ver que le saco al camarero, paso a la página66

Tras saludar a los soldados y bendecir la increíble suerte de haber encontrado este uniforme, te pones cómodo en la barra, mientras sacas de tu bolsillo una pitillera y unos fósforos. Muy viril, enciendes uno de los fósforos contra tu barba y enciendes uno de los cigarros que llevabas ya liados.

Sin mediar palabra el joven al otro lado de la barra te pone una copa entre el traqueteo, de lo que intuyes será el mejor whisky que tengan a bordo. Es muy joven, probablemente ni le crezca la barba aun.

-Verá joven, antes de alistarme yo también serví en un saloon, las cosas que se ven a ese lado de la barra... son toda una experiencia.

El muchacho se muestra algo sorprendido de que le hables, pero después se acerca: -Nunca lo habría dicho señor, si... este es mi primer trabajo... ¡Fuera de la granja quiero decir! -Se apresura a corregir para que no pienses que es un vago.- Se que hacen todo por nuestra seguridad y lo agradezco, pero no estoy acostumbrado a la violencia...

-Lo comprendo chico, no todo el mundo tiene estomago, y el incidente de antes... -le sigues el juego como si supieras de que habla, para estirar de su lengua. Aunque no parece pillarlo- ¡Habla sin tapujos, diantres! Es la única forma de que te lo saques de dentro.

El chico vacila por un momento, se nota que no quiere mostrarse débil, pero tampoco desobedecer: -Ya sabe... justo antes de que chocásemos con algo, ha sido extraño verse llevar a ese pasajero a golpes a la parte de atrás por sus hombres y más aun que otro hombre le quitase el sombrero y ocupase su asiento... -Te hace un gesto con la cabeza hacía el asiento de Sinclair.

De pronto todo empieza a tener sentido, notas como la rabia te llena por dentro. Apagas el cigarro dentro de la bebida y le das un par de cachetes en la mejilla al muchacho. Sin mediar más palabras te levantas y avanzas hacía el vagón siguiente.

En el cruce de vagones, te fijas en que ya estáis cruzando el gran puente de madera, eso quiere decir que el tren llegara muy pronto al lugar de la emboscada. Pero también empiezas a escuchar el ruido de golpes al otro lado de la puerta.

-¡Escúpelo maldito perro! ¡O cuanto acabemos contigo rogarás por que te colguemos!

Necesitas hacerte con un arma cuanto antes. Para hacer uso de tus galones y pedirle un revólver a los soldados de paisano del vagón de Sinclair, pasa a la página 48.

No hay tiempo que perder, para rescatar a Sonny ve a la página 101.

Pronto llegará el choque y aún no has encontrado el cofre, si decides pasar por encima este vagón para continuar buscando el cofre pasa a la pagina 111