Partida Rol por web

La verdad es que entré buscando una fregona para limpiar la sangre del vigilante, no fuera que resbalara alguien. - Encontré esta pistola, ¿quién la quiere? - la entrego con el seguro puesto, no vaya a ser que alguno se anime y ocurra una desgracia. Y también tenemos la tarjeta de acceso, que vete a saber a qué tenía acceso este chico

-Carallo!! pero que brutos estáis!!, si ya casi le tenía comido el tarro!!... pues nada, ahí se queda, y a otra cosa, mariposa...

... Lástima, pienso... nos podría haber indicado por lo menos donde estaba el baño, que me estoy empezando a jiñar...

Al ver que la matasanos ofrece una pipa... levanto las manos y las agito... no me apetece andar por ahí armado, todavía, y seguro que hay alguien que tenga mejor maña en cosas de estas... Malditos porros... ¿donde hay uin canuto cuando lo necesitas???

Asomo la cabeza al lugar del que salío el pringao, y ... buff... un laboratorio... joder, si supiese del tema, lo mismo podría entrontrar mentanfetas o algo así, algún tipo de pirula, que seguro que tendrían en algún cajón para uso "controlado"... yo, al menos, lo haría... pero... ahí hay demasiadas cosas de cristal, y lo mismo algo que te ponga enfermo... mejor no me meto, condidero prudentemente.

-Venga, vamos a movernos, que nos dan las uvas...  A ver si damos con el registro de entrada, que tienen que tener nuestras cosas almacenadas

—Salgamos por patas.— dijo viendo el panorama y es que lo suyo hubiese sido esconder quitar el cuerpo de en medio y esconderlo y luego quitarle el uniforme pero, claro, con toda esa sangre desparramada por el suelo era tontería.

— Por aquí — Andrés echó la memoria para atrás y recordó el camino que había hecho cuando lo llevaron a ver al niñato ese de del CNI. No es que se acordara perfectamente pero estaba seguro que habían venido por ahí. 

— Hay que buscar un terminal. Algo donde ver los planos de las instalaciones y buscar el hangar. Con un poco de suerte podremos robar una nave y escapar.—

- Ha sido la patada, que lo ha despistau -dijo Baldomero en dirección a Balvosa, con un aire de lo más orgulloso. Acto seguido decidió seguir al cabo ya que parecía saber hacia donde iba- ¡buena idea mi cabo, a ver si encontramos algo que nos saque de aquí, que hacer por lo menos tres lustros que no me como un bacalao al pilpil, la hostia!

Allí donde estaban era poco más que un laboratorio como a los que todos asistieron al menos cuando la química era obligatoria. Aquellos conocimientos rudimentarios bastaron a Xervasio para empezar a trastear abriendo cajones, revisando los contenidos de algún matraz. Pronto se encontró con un archivador digital metido en el interior de una cajonera en cuya portada ponía: "Apuntes de carrera". Allí había varios extractos de diferentes apuntes en diferentes etapas de la carrera.

En la primera página te decía, el ácido sulfúrico debe verterse sobre el agua, a un lado ponía una nota en cursiva indicando (él siempre sobre ella como en el misionero XD) un vulgar truco que ayudaba a acordarse del orden que era algo que siempre se olvidaba. En el resto de notas contaban cómo elaborar diferentes cosas así como consejos varios. ¡Era el manual de pociones perfecto! Y en su página 5 contaba cómo improvisar una bomba casera que estallaría a los cinco segundos de mezclar. También hablaba de una combinación entre cinco productos que levantarían mucho humo.

Todo aquello era cosa jugosa con la que apetecía jugar pero el Cabo no dio opción a marear demasiado y abrió la puerta que tenían enfrente, a continuación tras 10 metros llegó a una especie de cruce pero tenía claro dónde estaban. Así que tomó sin dudar mucho una de sus salidas para acabar llegando a una terminal.

Tarjeta del calientasillas en mano y ésta se encendió con un suave zumbido revelando el plano. El hangar estaba cerca, relativamente cerca pero por el camino estaban los barracones, la enfermería, las oficinas de dirección así como todos los espacios destinados a recibir a los visitantes que entraran por el hangar. 

De pronto empezaron a escucharse voces que comentaban de manera animosa la jornada que estaba por empezar... Debían evaporarse cuanto antes.

-" Otras tú, que esto mola"  , pensó mientras ojeó rápidamente el cuaderno del pitagorín este...

"-fórmulas para cosas curiosas... bueno, el saber no ocupa lugar así que..."

...  arrancó las hojas que vió con la más interesante: una movida para explotar, y otra para montar humo...

"-eso está guapo, y a falta de granadas o botes de humo..."

... pero con los papeles no basta, así que rápido, pilló una bata de laboratorio de una percha, hizo un hatillo, y metió los productos que indicaba cada una de las recetas, así como un par de almarazes, o como se llame eso, para que sirvan de recipientes para sendos condumios (hubiese preferido sendos botellines de Estrella Galaica, pero es lo que hay), un vaso con medidor, cinta aislante, y hale, pa fuera...

Sugió a la peña con el hatillo a la espalda, que parezcñia un enano de unos juegos de ordenador de cierto museo que vió una vez... solo faltaba que alguien me diese una patada en el culo para que saltase de él una botella de pócima... solo de pensarlo sonrió.

En el impás en que el cabo está mirando el plano del metro o lo que sea,... aprovechó para ver el contenido del hatillo, y preparar "casi" las dos mezclas... lo de casi, es porque juntó en cada uno de los recipientes todos los productos indicados menos uno: cerró con sus tapones sendos botijos (por no repetir recipientes), y les fijó con la cinta aislante los correspondientes frascos restantes, de modo que... hale, dos Cócteles Lendoirokov listos para ser usados por método del lanzamiento!

-¡Hostia, cabo, que hay vecinos, vámonos cagando leches!!; por si acaso, he preparado dos frascas lanzables, una de humo, y otra de petardazo

— ¿Que narices es eso Xervasio? ¿Bombas? — preguntó al gallego mientras todos caminaban por los pasillos de camino a la zona de los hangares.

— Guárdalas que se me ha ocurrio una cosa. Provocaremos una explosión. Un fuego. Sonarán las alarmas y todos irán a apagarlo y ver lo que ha sucedido. —

—Es lo que se conoce como una maniobra de distracción.— aclaró para las mentes menos desarrolladas. Desde que era Cabo, las ideas y los planes venían a su mente sin proponérselo. Casi sin querer. ¿Había nacido para eso? ¿Para mandar?  

- Muy desarrollado el plan, mi cabo... claro que sí... sin lagunas... -dijo Baldomero añadiendo cierta sorna a sus palabras- en fin... ayudadme a encontrar un cuadro eléctrico. Si añadimos un apagón al fuego nos será mucho más sencillo escapar.

Dicho lo cual se pone a mirar entre las paredes y techos para ver si encuentra algún aparato eléctrico o electrónico donde meter mano y mandarlo todo a tomar por el culo.

había conseguido ser eliminar al calientasillas, habiamos continuado a un laboriatorío que había por allí, parecido al que usaban en clase, algo que le recordo cuando estaba en secundaría y quería fabricar bombas como un loco y ponerlas en el edificio para reventarlos con sus compañeros de clase dentro, que buenos sueños tenía cuando era chico, pero no era momento de volver al pasado, ahora el cabo estaba ideando un plan, junto con el gallego y el vasco, yo por el contrarío, aprobecho para coger la pistola y ponerme a jugetear con ella (con el seguro puesto, claro, no soy un imbecil que se va a pegar un tiro), -he, ¿cabo?, ¿necesitas que vaya haciendo algo o me quedo esperando a que acabeís con los preparativos?-

Dale a un hombre un martillo y todo le parecerán clavos, pues ahora con los Cócteles Lendoirokov todos querían prenderle fuego a la instalación, el problema es que aún estábamos dentro, claro ese pequeño detalle, ups... Igual por eso de borrar el arma del delito le prendían fuego al vigilante, a ver, cualquiera que sepa un poco de medicina sabe que, el fuego purifica, si lo hacían por sellarle las heridas bien, pero igual lo convertían en un pincho moruno, y tampoco era plan de carbonizarlo. Tenía un punto ese plan, si lo carbonizábamos borrábamos sus huellas, igual podían creer que era uno de nosotros, no sabrían cuál, pero tenía un pase.

- Mi cabo, si procedemos a la quema indiscriminada de un cuadro eléctrico, igual se nos vuelve el fuego en contra -ya estaba la cosa un poco jodida como para encima tener al fuego y al humo en contra. Que a mis compañeros les gustaba el fuego como a un tonto un palo, estaba fuera de dudas. Pero por eso mismo, había que ser cautos.

- Igual podíamos subirnos al techo, utilizar el conducto del aire para desplazarnos sin ser vistos hasta el hangar, haciendo una parada en la enfermería, otra en el arsenal y otra en la dirección por eso de coger la documentación sobre la que se nos acusa, y así salir pertrechados de aquí y no como vagabundos, mi cabo - no me divertía lo más mínimo salir por pies con una mano delante y otra detrás, vamos que sin armas, igual era un tanto arriesgado, y sin medicinas, y con la documentación podríamos estudiar dónde se torció la cosa y tratar de reconducirla, no sé, era un plan... completo.

 — Pero esos conductos suelen ser muy laberínticos y eso de ir a todos esos sitios... que si la armería, luego la enfermería... Lo veo demasiado follón. Tenemos que ahuecar el ala lo mas rápido que podamos. En cuanto se percaten de que nos hemos pirado de la celda, todo el plantel de la base empezará a buscarnos como si no hubiera mañana. —

— De todas formas. Es buena idea, soldado.— miró a Frankestainer. Era bueno que la tropa sintiera que la superioridad tenía en cuenta sus ideas y opiniones... ¡Joder! No solo hablaba como un oficial, además, pensaba como uno.

— Vayamos por los conductos hasta el hangar. Dejaremos las bombas esas y el tema de la distracción como ultimo recurso.—

"Mecagüen la puta... ya me he quedado sin trastear en la instalación eléctrica..." pensó para sí. Cuando terminó de escuchar a la mujer no pudo hacer otra cosa que echarse a reír:

- ¡jajajajajajajajajaja! Sí claro... y pasemos después por la cantina a ver si nos ponen de desayunar como dios manda, y no nos olvidemos de pasar por el váter, ¡que tengo el perro asomando el hocico!

Dichas las barrabasadas se sintió suficientemente satisfecho como para entrar en los conductos (que era una tarea compleja en si misma) apilando todo lo que encontraron por ahí para poder hacer una escala improvisada. Más les valía preparar aquel tinglado en un lugar fuera de la vista de los transeúntes comunes o pronto descubrirían que había habido una fuga.

El conducto que señalaba Frankesteiner estaba relativamente alto, pero dos personas eran más que suficientes para abrir aquello improvisando un pequeño casteller. Afortunadamente en aquel momento todas las uniones de las rejillas que daban paso a los grandes conductos de ventilación eran clipadas pues no estaba la cosa como para ir buscando un destornillador.

La persona que más difícil lo iba a tener desde luego que era la que quedara último pero un salto desde abajo y un pequeño estirón sería suficiente para auparlo y desaparecer como si las tripas de aquel lugar se los habían tragado.

Miró hacia arriba... no buscando la ayuda del Creador, sino calculando distancia, peso, velocidad del viento, rotación de la tierra, variables gravitacionales... y tras cagarse en todo lo que se menea, hale! p'arriba!!! Un salto, y gracias a que no le pesa el culo, consiguó agarrarse, subir a pulso (Ea!, que se note que estamos en forma, Redios!), y ya metió su negro culo en el cnal de ventilación....

-"... que por cierto, más negro que los cojones de mi tío Paco"  pensó

Menos mal, que entraba luz por las rejillas por las que salía el aire (o entraba, nunca he tenido claro eso). Fugazmente pensó...

"si esto es un canal de ventilación, si me tiro un cuesco... ¿atufaré a otras gente? ... interesante dilema... pero mejor no intentarlo, puesto que iremos en fila de a uno, y el que vaya detrás mío... pues eso, se comería mi pedo con cachelos"

-¡Ánimo, chavales, que no se diga!

... Intentó arengar a los suyos, como si fuese necesario...

Parecía que con las prisas no iba a dar tiempo a improvisar un elevador eléctrico de personas así que lo que quedaba era usar las piernas y los brazos para entrar al conducto. Como unos verdaderos bárbaros, sin cachivaches eléctricos ni nada.

- ... vamos culo gordo, que tu puedes... -dijo mientras hacía ridículos esfuerzos para tratar de subir.

Mira que lo hacen complicado mis compañeros, me acerco a la garita saco la silla y la pongo debajo del hueco; después voy a buscar al vigilante herido y lo pongo en la silla, me dieron ganas de encenderle un cigarrillo y dejarlo fumando pero con la sangre igual dejaba un mensaje de esos de "fumar mata", porque no me voy a poner ahora a buscar una cajetilla de ducados y el mechero que sino... Seguramente cuando lo encuentren se centrarán en su salud, dudo que lleguen a la conclusión de que alguien se subió encima para llegar al compartimento del aire.

- Bueno, vamos allá, no te muevas bicho - no le he tomado las constantes, pero para qué, estás así mejor - primero un pie en el estómago, otro al hombro y ya debería, sino un pie a la cabeza y hasta luego Lucas!