Partida Rol por web

Le sonaba el nombre de Prenda, en algún sitio lo había oído... pero... si Asia decía la verdad, la otra solo sería otra "cortesana" más del entorno de DuKane, y es poco probable que fuese partícipe de las decisiones y tejemanejes del Gran Hombre... Las horas de la noche pasan, y ya se nos ha abierto otro frente para investigar...., pensó.

-Deberíamos visitar al camello; alguien tiene que hacer el reparto, y como estamos jodidos... bueno... podemos ser directos con él, "convencerle" amablemente de que nos ayude a pasar una furgo con material a la fiestorra de Víctor... Así entraríamos todos, de golpe, por la puerta trasera, lejos de las miradas inoportunas.

Según lo dijo, era consciente de que tal vez estuviese pecando de poco precavido, de que quizá hubiese medios más sutiles, quizá la tal Prenda, pero .... ella estaría probablemente en el Astillero, y quizá ese fuese un sitio al que... digamos,... no fuese bueno para su salud acercarse.

...Por otra parte... como pensó antes... las horas pasan, y las presas pueden moverse... habría que hacer lo propio antes de que ellas cambien de posición

La mujer no mentía. Es más: a través de su conversación y sus gestos Dolores se daba cuenta de lo frágil que era aquella muchacha. Tras su aparente máscara de frialdad y coquetería se ocultaba un torrente de inseguridad y miedo: le venía muy grande el mundo vampírico. Estaba claro que intentaba mezclarse sólo con el ganado porque ahí tenía asegurada su primacía y seguridad ya que incluso un tipo como Karlos, en apariencia inofensivo dentro de la Estirpe, la atemorizaba hasta el paroxismo. Como los cervatillos lo único que haría Asia ante un problema es huir.

A David se le cambió la cara al escuchar las palabras de Asia. A no ser que aquella mujer mintiera eso era un callejón sin salida. El vampiro apartó a los dos hombres que comenzaban a querer algo más que compañía. No es que no le hiciera gracia, pero no en era el momento.

- Te lo dije chaval - Dijo levantándose y sacudiéndose la ropa para recolocarla. - Es un quiero y no puedo - 

David se detuvo al lado de la mujer sin mirarla. - No eres más que una decepción. Se te ha planteado la oportunidad de subir de nivel; a mi nivel ni más ni menos y mira como has respondido. Una decepcionante pérdida de tiempo - Volvió a apuntillar. 

- POdéis seguir el plan de Eddie; es bueno. Pero yo no entro por la puerta de servicio. - Se tomó la bebida de trago, sabedor de que no serviría de nada y salió de aquel tugurio. 

Aquello ya era otra cosa. Si es que hablando se entendía la gente. Era una lástima haber tenido que ponerse duro para descubrir que de verdad no se había enterado de nada, pero al menos les proveía de una estupenda vía de entrada en la fiestuqui del Víctor. Karlos deseó que simplemente hubiera sido directa desde el principio, a fin de cuentas se suponía que eran colegas, pero así era la vida. O no-vida.

-Eso está mejor. ¿Para qué te molestas en intentar liarme, si tú y yo no tenemos ningún problema? 

Miró un momento a las espaldas de David alejándose, y luego de nuevo a ella. La verdad es que aquel no era mal sitio.

-Lástima que no quieras venir, pero muchas gracias por avisarnos de lo del camello, de verdad. Te dejo entonces, guapa, cuídate, y no te preocupes que no te vamos a meter en ningún lío. Bastantes hay ya esperando a echársele a uno encima.- Le dio un beso en la mejilla, empezó a marcharse, y de repente se paró y se volvió hacia ella, con aspecto de haber recordado algo.

-¡Ah! Escucha, si sobrevivo a esta noche y decides ir en serio con lo de marcharte a un pueblo, creo que aún tengo la dirección del caserón perdido al que quería irse mi "viejo" en alguna parte. Podrías irte a hacerle compañía. ¡Hasta otraa!-

Y, haciendo una seña a Eddie y Dolores para indicar que se abrían, se terminó de marchar. Había que pillar al camello en su casa y no daba tiempo a beber nada. Tanta pretensión y luego...

Lanzó una mirada a Dolores, y confirmó hacia ella el gesto de Karlos... parecía momento de dejar ese garito, que en el fondo, le daba un poco de repelús estar en un ambiente en que se sabía fuera de lugar; prefería los garitos más oscuros, más... kutres, para ser realista; allí se movía en su salsa, como una sombra, y no en estos sitios de paredes de colores pastel (como si él supiese que coño es un color pastel... solo que es el clásico color en que da ganas de restregar el culo y dejar un rastro de ... bueno, si, de mierda, joder... esa vez no lo hizo... pues no tenía muy claro de por qué, tal vez porque estaban en temas más serios, pero se lo apuntaba para otra ocasión)

Ahora, tocaría ver a un trapicheador; él estaba acostumbrado a otro tipo de gente de esta calaña, los que pasan en los callejones, en los cagaderos de los garitos; es interesante tenerlos localizados, porque son la miel que atrapa a las moscas, y él era el camaleón que se comía a esas moscas... pues para pillar un colocón... nada mejor que echarle el diente a un yonki que anda tirado por los suelos tolocao del todo... Qué tiempos aquellos, pensó, los ochenta... cuando era fácil encontrar gente tirada por los callejones....

Para lo que les tocaría ahora, pensó, era una suerte contar con Dolores... probablemente ella sería la más adecuada para estrujar al simple humano que iban a visitar. No le preocupaba que Karlos intentase acceder por la puerta principal; le sabía capaz de eso, y de más... a ellos les tocaría colarse, aunque no es algo que le disgustase demasiado

Hizo caso omiso a lo último que dijera Karlos a Asia; no era de su incumbencia, y al final, todos deseamos algo en la vida...

Dolores sintió un poco de lástima por Asia, pero se le pasó en un par de minutos. Ahora vivían en un mundo de vampiros, y aquí debías tener la piedad justa porque pocos la tenían contigo. Eso sí, al menos la mujer parecía sincera y, aunque fuese a consecuencia del miedo, era de respetar.

Antes de partir, Dolores le pidió a Asia que le dijese la dirección concreta del ático de ese tal Rodrigo. Acto seguido, esperó hasta que estuviesen fuera del local para seguir hablando de sus próximos pasos.

-Muy bien, vayamos pues a ver a ese camello.

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La dirección que se correspondía con el apartamento del camello se correspondía con un edificio art decó de seis plantas en plena zona centro. Un sitio que no se correspondía exactamente con los camellos con los que estaba habituado a frecuentar Eddie. La fachada recordaba a una de esas pelis viejas en blanco y negro, como Metropolis, y cada uno de los pisos contaba con una galería cerrada de vidrieras coloridas. El ático, en lo alto, parecía tener una terraza amplia. Las puertas del portal, que estaban cerradas, eran de metal forjado plateado e incluso los botones de los telefonillos tenían un aspecto de trabajo manual, con unos dibujos tallados en su superficie que pretendían simbolizar olas marinas.

Mientras observaban el aspecto del edificio un muchacho de unos veinte años vestido con polo lacoste y jersey al cuello abrió el portal para dirigirse a un coche de gama alta que estaba aparcado en la acera de enfrente. Aprovecharon el momento para colarse al interior¹. Por supuesto había mármol rosa y espejos verticales adosados en las paredes. La portería estaba vacía. Unas escaleras con pasamanos de metal negro y alfombra en los peldaños llevaban hacia arriba aunque el joven había descendido en el estrecho ascensor que permanecía abierto al fondo.

-Venga, va, joder!, equipo! Que solo son ... ¿cuantas plantas?... tampoco son tantas!, y aún no he oido de ningún vampiro patoso que tropiece y se caiga subiendo unas escaleras, diantre! que no se diga!! ... y el ascensor suele sonar más que los pasos por las escaleras de unos seres venidos del averno para colarse en las pesadillas de las dulces doncellas púberes, copón!

... como arenga, era una mierda, pero es que el pobre tampoco daba mucho más de sí; la alternativa era el "no hay güevos", para convencer a David de que lo más ... sigiloso, sería subir a pinrel, a la vieja usanza; a esas horas, la gente decente y pija de este barrio, usa el ascensor... y sospechaba que prefierían no meterse con los asuntos del tío del ático, que debe tener bastante trasiego... de hecho, el pijales del jersey tipo capa de supercoco que se cruzaron, lo mismo era un cliente...

-David ya dijo que prefería colarse por su cara bonita en la fiesta... lo cual, muy probablemente, consiga, eso no lo pongo en duda; en todo caso, si da con un gilipollas en la puerta, siempre se puede colar de otros modos; en nuestro caso, entrar como "mensajeros" del Rodrigo este de las narices... así hasta podremos movernos con un cierto gradillo de libertad. Por cierto... ¿como envolverán los paquetes? ¿como si fuesen de Amazon?

... Ya un tanto impaciente, que el tiempo corre... empezó a subir la escalera... con paciencia, sin prisas, y con cuidadín de buscar las sombras, pero sin que se notase, que uno ya era pofressional en buscar esos refugios naturales, que son donde no da la luz

-No seré yo la que te prive de hacer ejercicio-respondió Dolores a Eddie socarronamente-. Además, así mantienes vigiladas las escaleras mientras el resto subimos por el ascensor como personas modernas que somos. Yo por lo menos sí voy a usarlo.

Dolores no padecía la paranoia de su compañero, de manera que subiría por al ascensor junto al resto que quisiese hacer lo propio. Esperaría a que subiera Eddie y entonces daría comienzo el numerito.

-Podríamos fingir que eres un vampiro importante y que nosotros somos tus guardaespaldas -le dijo a Karlos una vez dentro del aparato-. Al ser Víctor un simple mortal, confío en que no conozca mucho de nuestra jerarquía y miembros. Y si nuestro poder de convicción falla, quizá enseñarle los colmillos le haga pensárselo mejor.

-Espera... Asia dijo que este tal Rodrigo no sabía de la existencia de... "nosotros"; si nos desvelamos así, de sopetón, al otro lado de la puerta, no va a abrir ni aunque le ofrezcamos todo el oro del mundo... el "susto", mejor sería dárselo cuando ya estemos dentro... ahí sí que, si quieres, puedes hacer que se le caiga el alma por el culo del patatús.

... sonrió al decirlo, pero estaba dolido en el fondo... "venga ya!... ¿soy el único que va a subir a pinrel?... ¿el único capullo que va a comerse todos los escalones???... en fín, ya dije que lo haría... tendré que cumplir mi palabra, aunque solo sea por estética"

-Casi mejor que parezca que es un pijo que viene de parte de Víctor; a él le conoce, pero no sabe una mierda de nuestra existencia, y ... cuando acabemos, tampoco es que convenga que este tipejo pueda hablar de nosotros... No se si sería incluso mejor llevarle "invitado"; pero en fín, creo que conocéis mejor a la peña de este "nivel" que yo...

David puso primero mala cara a lo de subir por las escaleras, y luego dibujó una enorme sonrisa al escuchar a Dolores. 

- Esa es mi chica - Dijo guiñándole un ojo.  - Yo voy con ella; y creo que lo de que somos sus guardaespaldas no está mal, y el chaval ya ha demostrado que sabe manejarse de sobra. Aunque no desvelaría que somos vampiros a no ser que se nos ponga tonto.- Subió al ascensor y se recolocó las gafas del puente y atusó el pelo.

- Espero que sepáis ver el esfuerzo que me va a costar estar callado como un guada espaldas. La de cosas que hago por vosotros chicos- Dijo sacudiendo luego un poco la americana. - Subamos. Te esperamos arriba Eddie campeón. - Le dijo riendo mientras pulsaba el botón del ático.

Karlos llevaba un rato mondándose de risa mientras los otros hablaban por culpa del comentario de Eddie

-JAJAJA...ay que me meo...como... JAJAJA...amazon...AH JAJAJAA...ay que buenooo...os imagiJAJAAJAaa!-

Cuando por fin logró serenarse dentro de aquella encantadora reliquia de ascensor (aquella comunidad no escatimaba en matenimiento, viendo lo suavemente que funcionaba), recorrió un momento los retazos que acababa de oír y anunció:
-Vale, entonces yo llamo, hago como que soy un mortal pijo y digo que venimos de parte de Víctor ¿no? ¿Creéis que bastará con eso o le hipnotizo un poco?-añadió dibujando una espiral con el dedo en el aire- si es mortal no creo que pueda resistirse y hará lo que le digamos.

-Tenéis razón. Como se supone que le suministra a Víctor, di por hecho que conocía su naturaleza y olvidé que Asia nos advirtió de lo contrario.

Dolores inspiró mientras cerraba los ojos y se apretaba con los dedos el puente de la nariz entre los ojos. Demasiado estrés y prisas esta noche le estaban empezando a jugar malas pasadas.

-Creo que sí podrías usar el encanto sobrenatural. Normalmente los mortales no lo perciben como un poder, y en este caso supongo que no será distinto-le dijo a Karlos.