Partida Rol por web

La presentación del juego de rol Aquelarre es:

Carretas repletas de cadáveres resbalan por las calles embarradas de una ciudad deshabitada. Monjes copistas escriben en silencio en frías salas del monasterio. El martillo cae una y otra vez sobre el metal al rojo en el taller del herrero. Flores de fragante olor se abren en los jardines privados de la corte. Adustos y callados soldados marchan por caminos polvorientos en busca de enemigos, sean infieles o no. Es el mundo de la Edad Media, el que conocieron nuestros antepasados, el que conformó nuestro presente.

Pero más allá de lo humano, en lo más profundo de los bosques, en la cueva más solitaria, en la celda más recóndita, en lo más oculto del corazón humano, viven las leyendas. Los demonios pisan castillos, los duendes se ocultan en la floresta, los alquimistas utilizan hechizos y las brujas ríen y ríen alrededor de la hoguera, en un claro de un bosque bañado por la luz de la luna, mientras el demonio, sentado entre ellas, levanta su cabeza de macho cabrío y te sonríe, directamente a ti, lector:

"Bienvenido al Aquelarre".

¿Por qué Carretas repletas de cadáveres?

El juego está ambientado en la Península Ibérica entre los 1350 y 1450, si bien hay suplementos que amplían este periodo hacia delante y hacia atrás. ¿Y qué ocurrió en 1350? --> La Peste. Pero de todos modos, salvo excepciones, en las aventuras de Aquelarre no aparece la peste. Ese periodo apocalíptico habría quedado atrás. Dado la baja esperanza de vida de la mayoría, no hace falta que pase mucho tiempo para que la mayoría de los que vivieron ese periodo hayan pasado a mejor vida y los que queden no tengan recuerdos propios de la pandemia.

La epidemia de peste negra entró en la península ibérica en 1348.

La península Ibérica, por ejemplo, pudo haber pasado de seis millones de habitantes a dos o bien dos y medio, con lo que habría perecido entre el 60 y el 65 por ciento de la población. Se ha calculado que ésta fue la mortalidad en Navarra, mientras que en Cataluña se situó entre el 50 y el 70 por ciento. Más allá de los Pirineos, los datos abundan en la idea de una catástrofe demográfica. En Perpiñán fallecieron del 58 al 68 por ciento de notarios y jurisperitos; tasas parecidas afectaron al clero de Inglaterra. La Toscana, una región italiana caracterizada por su dinamismo económico, perdió entre el 50 y el 60 por ciento de la población: Siena y San Gimignano, alrededor del 60 por ciento; Prato y Bolonia algo menos, sobre el 45 por ciento, y Florencia vio como de sus 92.000 habitantes quedaban poco más de 37.000. En términos absolutos, los 80 millones de europeos quedaron reducidos a tan sólo 30 entre 1347 y 1353.

Reyes como Alfonso XI de Castilla o Juana II de Navarra murieron de peste negra, así como Margarita de Luxemburgo, la reina consorte húngara esposa de Luis I y Felipa de Lancaster, la reina consorte portuguesa de Juan I de Portugal.

Referencia (http://www.nationalgeographic.com.es/historia/gran...)

¿Por qué Pero más allá de lo humano, en lo más profundo de los bosques, en la cueva más solitaria, en la celda más recóndita, en lo más oculto del corazón humano, viven las leyendas?

Aquelarre asume que las leyendas de la época y las supersticiones tienen una base real. Las criaturas sobrenaturales son las de las leyendas. No esperéis un hechizo de bola de fuego sino un mal de ojo o un filtro de amor.

Es una época en la que la Iglesia se está consolidando y que todavía se practican en muchos lugares las antiguas tradiciones paganas y se celebran las festividades heredadas de los romanos y anteriores.

Ya cada director de juego es libre de meter mucho, poco o nada de la sección de magia y criaturas de las leyendas (cristianas, judías, árabes). Puede ser un juego con un gran componente sobrenatural o puede ser estrictamente histórico. Nosotros lo vamos a jugar histórico sin que los jugadores tengan conocimientos mágicos. En caso de aparecer criaturas sobrenaturales, será el primer contacto de los personajes con ese mundo.

En cualquier caso, de acuerdo a la interpretación de la Iglesia, las criaturas sobrenaturales solo pueden ser criaturas de Dios o del Diablo... y pocos ángeles vais a ver. Para muestra, os pongo la portada alternativa del juego:

¿Conflictos y estado de la Reconquista?

En el siglo XIV y principios del XV todavía se vive un periodo en el que las disputas entre reinos cristianos es tan habitual como las guerras contra los moros. No es raro que un rey de Granada preste ayuda a un rey cristiano frente a otro. Como mencioné antes, el rey Alfonso XI de Castilla muere de peste en 1350 y deja el reino de su hijo legítimo Pedro I llamado cruel por unos y justiciero por otros. También le deja un puñado de hijos bastardos fruto de su relación con Leonor de Guzmán que pintaba más que la reina. Pedro I de Castilla guerrea contra Pedro IV el ceremonioso de Aragón, contra Mohamed VI de Granada para que su rival, Mohamed V recupere el trono y contra su medio hermano bastardo, el futuro Enrique II de Castilla, a manos de quien hallará la muerte. Así que las cosas están tan calentitas que Juego de Tronos se queda en pañales y el Reino de Granada, si bien en declive inevitable a causa de sus luchas intestinas, todavía es un jugador a tener en cuenta.

En este sentido cabe mencionar que si bien Alfonso XI construyó en Sevilla su palacio en estilo Gótico poniendo una marca inequívocamente cristiana en el perfil arquitectónico de la ciudad, su hijo, el citado Pedro I, consciente de la superioridad cultural de los árabes y admirador de estos, llamó a artistas granadinos para construir el suyo en estilo Mudéjar. A él hay que agradecerle muchos de los escenarios de Dorne de Juego de Tronos.

(La segunda planta es un anexo posterior en estilo renacentista añadida creo que por los Reyes Católicos)

Granada, Lorca, Murcia y Cartagena en el Google Maps

Castillo de Calatrava la Nueva

https://es.wikipedia.org/wiki/Orden_de_Calatrava

https://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_Calatrav...

En 1997 este castillo sirvió como marco para la investidura como Doctor Honoris Causa de Umberto Eco por la Universidad de Castilla-La Mancha, siendo inevitable recordar el escenario de su novela El nombre de la rosa