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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

6. Vientos de Cambio

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19/11/2011, 23:23
Lynn

¿Qué? Yo... ¡Oh! ¡Eres terrible!

Lynn fue pillada totalmente por sorpresa con el abrazo pero reaccionó enseguida acercando la cara a tu cuello para apretar los labios contra él y soplar sonoramente durante lo que le duró el aire que tenía en los pulmones, atrapándote para que no huyese de la "tortura". Luego te empujó y te tiró de espaldas cayendo las dos sobre el suave césped.

¡Eso por reírte de mí!—jadeó aún con las mejillas coloradas pero contagiándose un poco de tu hilaridad. Aunque enseguida se dejó rodar de costado y quedó tumbada sobre la espalda en la hierba—. Castigo divino.

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20/11/2011, 21:35
Gabrielle

Gabby encogió la cabeza entre los hombros, como una tortuga que se refugiara en su caparazón. Soltó todo el aire en una carcajada y después respiró profundamente. Se quedó tumbada de lado, contemplando a su amiga con la cabeza apoyada en los nudillos de la mano.

Te voy a echar de menos —admitió—. A todo esto ¿cuándo te vas?

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20/11/2011, 23:13
Lynn

El gesto de Lynn a simple vista parecía que se hubiese animado pero si se fijaba uno más atentamente, podía darse cuenta de que no era otra cosa de que una sonrisa sostenida a la fuerza, tensa. Tu amiga miraba al cielo en vez de a ti para no tener que mirarte a los ojos pues los ojos son el espejo del alma y siempre dicen la verdad. Los suyos de hecho todavía estaban algo húmedos.

No lo sé... —contestó entrelazando los dedos de las manos sobre el vientre mientras observaba las ramas del naranjo—. Irving dijo que tardaría al menos un par de días o algo así en prepararlo todo.

Suspiró con cierto ribete de inquietud.

Si fuera otra pensaría que tienes prisa por que me vaya—dijo. Aunque evidentemente ambas sabíais que no era cierto—. Greagoir me ha salvado el cuello siendo tan benévolo. Pero lo más probable es que la Reverenda Madre me de un rapapolvo de los buenos.

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20/11/2011, 23:28
Gabrielle

Gabby no respondió inmediatamente. En realidad, se lo merecía. Había obrado como una chiquilla descerebrada por haberse enamoriscado de ese Dreren. Aún no sabía que veía Lynn en él. Ni era precisamente un adonis, y tenía el sentido del humor de una piedra particularmente aburrida.

No, idiota —la regañó—. Es que estaba pensando en mi pueblo, antes de venir al Círculo. Tenía amigos allí, pero no me despedí de ellos. Era sólo una chiquilla, ya sabes cómo son los niños. Pero ahora no me pasará lo mismo. No quería que te fueras sin decirte que eres mi mejor amiga y que te voy a echar mucho de menos.

Gabrielle le dedicó una sonrisa radiante.

Y si tenemos un par de días ya encontraré un rato entre mis lecciones con Wynne para hacer algo juntas. Una despedida por todo lo alto. ¿Qué te apetece hacer?

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20/11/2011, 23:36
Lynn

Ahora fué el turno de Lynn de no responder instantáneamente. Pensando en algo que posiblemente eran tus palabras o posiblemente era lo que se le venía encima. Tras una dilatada pausa, giró la cabeza y te miró.

Gabby... —preguntó de pronto—. ¿Tú le tienes miedo a la Angustia?

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20/11/2011, 23:39
Gabrielle

Gabby carraspeó y cambió de postura, prefiriéndose sentarse con las piernas cruzadas.

Atroz —admitió—. Pero no dejo que el miedo invada mis pensamientos ni condicione mis actos. ¿No es el en el Cantar de la Luz donde dice que aquel que se preocupa por lo que sucederá a continuación pierde este instante en favor del siguiente, y el siguiente lo envenena con sus prejuicios?

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20/11/2011, 23:47
Lynn

—respondió Lynn—. Aunque yo creo que esa parte la mayoría de la gente no la entiende. La pasada Ruina fué un ejemplo perfecto de ello.

Suspiró hondo y se enderezó para sentarse igual que tú. La larga trenza de la clériga estaba ahora salpicada de alguna que otra brizna de hierba.

Supongo que cada una ahora tenemos nuestra propia "Angustia"—dijo. Rió un poco sin alegría y levantó un mano con el puño cerrado menos el meñique que permanecía extendido—. Yo te prometo no tener miedo si tú me prometes aplicarte eso que has dicho.

Se escuchó entonces la campanilla de mediodía. Sabías que aquello indicaba el fin del descanso para almorzar y Lynn también debía saberlo puesto que una expresión de urgencia centelleó en sus ojos por un instante.

Q-Quiero que haya alguien esperándome, Gabby.

«Si vuelvo... »

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21/11/2011, 00:07
Gabrielle

Gabby se esforzó en sonreír aunque tenía un nudo en el estómago.

Hecho —le dijo, entrelazando su meñique con el suyo, pero antes de soltarlo añadió:—. Y tú me tienes que prometer que vas a trabajar en esa prudencia, ¿hmmm?

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21/11/2011, 13:05
Lynn

Lynn estrechó tu meñique y pareció dudar un momento antes de hablar.

Yo he... —titubeó— ...estado presente cuando algunos templarios han hablado de la Angustia de algunos aprendices.

Torció el gesto con amargura y suspiró.

Te daré un consejo, ¿vale? Eso no está prohibido—aquello lo sabías muy bien. La Angustia era un secreto que ningún aprendiz debía conocer y Lynn no podía decirte en qué consistía exactamente pero aquello no significaba que no pudiera aconsejar a su amiga—. Sigue al pie de la letra lo que me has prometido y...  lo conseguirás. Cuando te llegue el momento sé que lo harás.

Soltó la mano y te abrazó un instante, luego se puso de pie sacudiéndose la túnica.

Debo irme. Tengo que hablar con Greagoir—dijo echándose la trenza hacia atrás para que le cayese por la espalda, por una vez—. Os veo más tarde, ¿vale?

Tras despedirse con una mano echó a trotar hacia la puerta de entrada a la torre con la ligereza de quien no quiere demorarse. Entendiste que aquél plural incluía al Señor Keefles que siempre solía enfurruñarse cuando "se olvidaban de él".

De lo que sí se había olvidado Lynn era de su almuerzo. Había dejado el pastel de carne prácticamente entero.

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21/11/2011, 22:12
Narrador

Después de la apresurada marcha de tu amiga, saliste de los jardines y te encaminaste por los pasillos hacia el estudio de Wynne. El nudo en el estómago no se te deshacía ni tras comerte el pastel de carne ni por mucho que tragases saliva y no podías sacarte de la cabeza la mirada asustada y llorosa de Lynn.

El pasillo estaba desierto puesto que el resto de aprendices o ya habían ido cada uno con su tutor, o todavía andaban apurando el almuerzo, o simplemente tenían el día libre y andaban haraganeando en alguna parte. Seguida por tu Familiar, eras la única que deambulaba por el corredor y podías ver al fondo la puerta abierta del estudio de Wynne. La Encantadora debía haber llegado hace poco y seguramente andaría ordenando sus libros y pergaminos para comenzar con una apasionante clase sobre El Velo de esas que tanto te encandilaban. Pero no tenías el humor como para ser capaz de sentirte alegre del todo.

Fue entonces cuando escuchaste el apresurado repiqueteo de unas botas contra la piedra, alguien estaba bajando la escalera del fondo. Algún aprendiz que llegaba tarde seguramente.Y de hecho la coincidencia fue curiosa porque vste bajar una cara conocida: a Fritzen.

El semielfo descendió los peldaños con tanta prisa que casi tropieza y se va de narices. Jadeó apoyando una mano en la pared con alivio, miró a ambos lados como si buscara algo y entonces, al ver la puerta abierta del estudio de Wynne, entró dentro a la carrera.

Apenas habían pasado treinta segundos cuando lo siguiente que escuchaste fue el sonido del cristal hacerse añicos.

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21/11/2011, 22:33
Gabrielle

¡Andraste Bendita!

Gabby se arremangó las faldas y echó a correr por el pasillo. ¿Había alguien más torpe que Fritzen en todo Thedas? Gabrielle no lo creía.

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21/11/2011, 22:36
"Fritz"

Llegaste a asomarte a la puerta cuando Fritzen volvió a salir como una exhalación con el terror plasmado en el rostro. Al verte aparecer de golpe, atinó a echarse a un lado para no chocar pero perdió el equilibrio y terminó cayendo de espaldas derrapando un poco por el pasillo por el que habías venido.

¡Perdón, perdón, perdón!—jadeó poniéndose en pie a trompicones—. ¡Yo no he sido!

Al mirar al interior de la habitación, viste a Wynne que se apoyaba con una mano en la mesa mientras con la otra se frotaba una sien. En el suelo había un charco de agua salpicado de trozos de cristal que hasta hace poco debían haber sido una jarra.

Y entonces pasó algo extraño. Algo casi imperceptible pero que notaste... y fue por un instante. El aire entre tú y la Encantadora pareció rielar como si tuviese volumen, como cuando el fuego lo hace ondular con el calor. Se te erizó el vello de la nuca y repentinamente la sensación pasó.

Escuchaste entonces a tus espaldas a Fritz salir disparado por el pasillo por el que habías venido, veloz como un gamo.

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21/11/2011, 22:50
Gabrielle

Gabrielle se llevó las yemas de los dedos a los labios en un gesto a medio camino entre el asombro y el susto.

¿Estás bien, Wynne? —preguntó Gabby, lo primero era lo primero—. ¿Qué ha sido... eso?

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21/11/2011, 22:52
Wynne

Al fijarte en tu maestra, tuviste la sensación de percibir algo. Era como si un halo muy tenue emanase de su cuerpo pero no podías estar segura puesto que la luz del sol que entraba por la ventana caía sobre aquella mesa que era donde se solía leer. Al siguiente parpadeo estuviste algo más segura de que no había halo, o al menos ahora ya no.

Oh, Gabrielle—Wynne levantó la vista de la mesa con una inusual sensación de sorpresa en su rostro—. Vaya, no tenía esta sensación desde...

Perdida en sus divagaciones, se sentó entonces en la silla masajeándose las sienes.

Sí, pequeña, estoy bien. Sólo se me ha caído la jarra de agua—respondió finalmente—. Y "eso" es que creo que mi cuerpo me está lanzando indirectas de que deje algunas de las guardias de la biblioteca para los demás.

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21/11/2011, 23:00
Gabrielle

No —repondió Gabby frunciendo el ceño—. Lo he visto. Estoy segura de que lo he visto. Un rielar en el aire: el cansancio no hace eso. ¿Qué era eso, Wynne?

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21/11/2011, 23:03
Wynne

Wynne te miró esta vez con el ceño ligeramente fruncido en un gesto de extrañeza.

No, el cansancio no hace eso—dijo—. Me he mareado un poco por la fatiga y se me ha caído la jarra. Pero yo no he visto rielar nada. ¿Estás segura?

En esta ocasión no parecía ninguno de los habituales acertijos de tu maestra.

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21/11/2011, 23:39
Gabrielle

Sí, lo estoy —afirmó Gabby con rotundidad—, ha sido como cuando ves el aire más espeso que desprenden las llamas de una hoguera.

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24/11/2011, 17:37
Wynne

Wynne se quedó pensativa un momento pellizcándose la barbilla con dos dedos mientras sujetaba el codo de ese brazo con la otra mano.

Bueno, la Torre siempre es un lugar de gran concentración arcana—dijo dándose golpecitos con la yema del dedo en el mentón—. Tal vez lo que has visto sea algún jirón de hechizo. Puede pasar, sobre todo con los de la escuela de Espíritu.

Habías visto multitud de aprendices entrenando aquella disciplina. La magia de Espíritu no era vistosa ni colorida como la Primordial o la de Creación, era incolora como el agua y casi invisible; el aire se ondulaba y rielaba como las ondas de un estanque cuando algún mago la empleaba.

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24/11/2011, 20:56
Gabrielle

Gabrielle posó las manos en los codos, abrazándose como si de improviso tuviera frío.

Puede ser —dijo Gabrielle, en un tono que desmentía lo que acababa de decir—. ¿Pero no crees que es demasiada casualidad que te pase eso y que yo vea... lo que quiera que he visto? ¡Podría estar relacionado, Wynne!

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25/11/2011, 01:14
Wynne

Wynne rió tiernamente al igual que una abuela que acabase de escuchar alguna ocurrencia de su nieta.

Me recuerdas a la Guarda. A veces se preocupaba más por mí que por los engendros tenebrosos—dijo peinándote con la mano un mechón ensortijado hacia atrás—. Pero ya no soy una veinteañera, Gabrielle, es  normal que me ocurran estas cosas si me exijo demasiado y no sería la primera vez. No le des más vueltas.

Se sujetó entonces los codos y observó con resignación los pedazos de cristal que yacían por el suelo en medio de un charco de agua. Entonces suspiró.

Y dicho sea de paso, siento pedírtelo pero no me vendría nada mal que me echases una mano con este desastre. Mi espalda ya no se dobla como cuando tenía tu edad...