Partida Rol por web

- Entonces, James, ¿vamos a ver que cuestan las piezas y vemos cuantos créditos nos harán falta?

- Si ya cae la noche casi mejor recogemos ya a Desdo y mañana miramos lo del trabajito y lo de las piezas. De todas formas los demas tardaran varios dias puede que mas de una semana antes de que puedan salir del centro medico.

- Pues vayamos a por Desdo. Espero que esté del todo recuperado.

Salimos en direccion al centro medico, aparco a cierta distancia por si acaso y miro a ver como esta la situación en el interior.

Junto con mi colega me dirijo al centro médico, espero que Desdo pueda valerse por si mismo y no represente una carga.

Por si acaso, preveiendo algun percance, desenfundo mi pistola bláster, mejor ir preparado.

Cuando llegáis más cerca, casi a las puertas véis a un par de soldados de asalto imperial apostados junto al mostrador de recepción.

En silencio, aviso a mi compañero James, y le indico que él se encargue del soldado de la derecha que yo haré lo mismo con el soldado de la izquierda.

Cojo mi rifle bláster y apunto al soldado.

- Espera, alomejor podemos solucionar esto dialogando. Por ahora no tienen por que sospechar de nosotros, y nos atacaron ellos. En principio no tenemos nada que temer.

Entro en el centro medico y pregunto por mis compañeros a una enfermera.

En cuanto entras y hablas con la enfermera ves que tras decir el nombre de tus compañeros la enfermera mira a los soldados de asalto y le indica que sois vosotros.

Los soldados de asalto vienen hasta vosotros y os preguntan:

- Hola, ¿son ustedes compañeros de los heridos: Desdo Stcol, Krod Mandoon y Adso Fett?- Veis que de pronto se calla en seco y mira vuestras armas- eeee...¿saben que está prohibido utilizar ese tipo de armas por cualquiera que no sea miembro de las fuerzas del Imperio, no?- señalando la gran arma de James y el rifle bláster de Rudolph.

El otro soldado os apunta discretamente con su arma y se acerca un poco.

- Con que dialogando, ¿eh? - musito en voz baja. - A ver como salimos de esta...

- Esto.. buen hombre, no tiene de que preocuparse - digo con un tono un poco más alto.-  No vamos a usar las armas contra ustedes, sólo un loco empezaria a disparar en un lugar infestado de imperiales. Tan sólo venimos a ver como están nuestros amigos y nos largaremos por donde hemos venido sin hacer ruido.

Haz una tirada de timar

- De verdad, jefe, que sólo venimos a visitar a nuestro compañero, que debe estar preocupado por nosotros - digo, intentando parecer convincente y tranquilo.

El primer soldado de asalto da un paso atrás y levanta ligeramente su arma mientras dice:

-Si, está claro que no tienen intenciones hostiles y vienen a ver a sus compañeros. Pero poseer, vender y utilizar esas armas queda EXCLUSIVAMENTE permitido a las tropas imperiales, cualquiera que lleve una debe entregarla a las autoridades por ser armas de guerra y no de defensa propia. Entreguen las armas y no tendrán ningún problema, podrán visitar a sus compañeros tras unas preguntas de rigor en estos casos, si no serán considerados terroristas o afines a la Alianza Rebelde y detenidos y llevados a las dependencias del imperio y posteriormente interrogados.

- Hummm... ¿y si alguien quiere hacernos algo? - pero me fijo en como el soldado levanta su arma y pienso que tal vez sea él quier quiera hacernos algo. - De acuerdo jefe, no vamos a discutir contra todo el Imperio. - digo, con la esperanza que más adelante pueda recuperar mis armas. -¿Podemos ahora ir a ver a nuestros compañeros?

¿Entregáis vuestras armas sin oponer resistencia?

Mientras digo eso, observo si los dos soldados bajan la guardia y se tranquilizan. Aun no les he entregado las armas, pero espero que mi sumisión a sus demandas los relaje un poco y no se esperen un ataque sorpresa.

Dan un paso atrás y uno empieza ha hablar el primero tras llevarse una mano al lateral de su casco:

- Entreguen sus armas y no habrá ningún problema, llevar esas armas sin licencia del Imperio es delito. Tan sólo cumplimos con nuestras órdenes y venimos ha hacer un informe de un tiroteo en la ciudad, si no entregan sus armas inmediatamente sus compañeros serán detenidos y ustedes serán buscados por el Imperio que cerrará la salida de naves con el destructor que hay en órbita. No tendrán ninguna escapatoria si no cumplen la ley del Imperio.

Ambos levantan sus armas apuntandoos.

Doy un pequeño suspiro.

- Con lo fácil que hubiera sido que nos dejarais pasar.... ¡James, a por el otro! - grito mientras empuño el rifle bláster como un baston y propino un golpe al soldado que está hablando, esperando pillarlo por sorpresa y tumbarlo o desestabilizarlo para lograr reducirlo.

Tirad iniciativas, el que tenga más percepción, creo que es James tira por su percepción.