Partida Rol por web

Hombres digo riendome y haciendo un gesto para que las sombras creen un portal Cruzalo al otro lado estaras en un camino, pasara un grupo de guerreros escoltando un carruaje, en el ira Gabriel. Unete a ellos

Una noche, un viaje, una nueva ciudad, esta lloviendo sangre, ha llovido sangre y ademas ahora todo esta cubierto de algo negro, hay un grupo de guerreros montados en tigres que estan discutiendo con algunos miembros de la milicia de la ciudad por lo que parece. Tienes que presentarte al lider de la cofradia de la ciudad, pero a saber donde estara, solo sabes que tienes que ir al Troll Bizco y  pedirle vino azul para verle. La misteriosa o el misterioso Rosa Negra.

Avanzo en medio de la noche con pasos seguros y elásticos.
Aun faltan horas para el amanecer y para llegar al lugar en el que he sido citado. Sin embargo, continuo la marcha pues siempre me gusta examinar el terreno en que he de desenvolverme y además, no es una noche agradable para relajarse a un lado del camino.
De pronto, mis oídos captan algo.
El murmullo de una conversacion.
Me inclino levemente y calculo una ruta en dirección a ese sonido procurando ir a contra viento.
Pues hasta mi llega un olor parecido al de una alfombra mojada.
Es debido, sin duda, al la humedad en el pelaje de algún animal.
Y si hay algo que no me gusta, es ser descubierto durante la noche.
Una vez que he trazado la ruta mas segura en mi cabeza, avanzo hacia delante para averiguar lo que hay mas allá.

La posada, paredes agrietadas, dos plantas puede que tres si el tejado oculta una mas. Nadie en la puerta y en el cartel la cabeza de un troll bizco que sonrie bobaliconamente. Dentro no se oye mucho jaleo para las horas que son. Por las  calles no caminan muchas personas solo los mas avezados y aventureros, los que no le temen a nadie.

Una capa de color negro que se mueve por mitad de la calle, bajo ella, piensas que una mujer por sus curvas. Se para antes de seguir caminando y de reunirse con otra sombra, un hombre o alguien acorazado por que ves los pies metalicos de su armadura  completa, totalmente manchada de un barro rojizo que estan presente en las calles, que marca y deja huella.

Aprovechando las sombras de la noche y manteniéndome contra el viento, me aproximo a la pareja que logro distinguir frente a una ruinosa posada.
Cuando juzgo que estoy a una distancia conveniente, me agacho para disimular aun mas mi forma y presto atención a lo que dicen.
Pues tanto el lugar como las circunstancias, no son de las que inspiren confianza.

Escuchas un susurro en las voces como si no quisieran que se les oyera hablar. Pero entiendes entrecortadamente.

Oraculos...tienen algo ...sangre..oses.... resquebrajado... lagrimas... tres....natos... gres... Fin del mundo eso ultimo si que lo has entendido y bastante bien, demasiado bien como el tono que es de miedo de temor de...Una mirada, ojos violetas escrutando la calle y llevandose un dedo a los labios antes de continuar.

No.. hijos...poder.... impedir.... razon.

Apenas logro distinguir algunas palabras entre cortadas desde mi posición.
Pero veo como ambos interlocutores, continúan hablando. Por tanto, me deslizo de sombra en sombra aprovechando la oscuridad reinante.
Y mientras me aproximo, trato de aguzar mis oídos al máximo.
Pues mis años de experiencia me han enseñado que cualquier información puede venir bien

Te acercas no te han visto, puedes fijarte en rasgos de los interlocutores, ojos dorados, ojos violetas, facciones finas, mujeres ambos, un guerrero una dama que hablan la conversacion sigue por el mismo camino. Niños no nacidos, dioses no muertos, destruccion, la muerte de inocentes. salvar al mundo

He logrado acercarme sin ser detectado hasta un punto en el que puedo escuchar con mayor claridad la conversacion.
Y he aquí que esta conversacion, versa sobre una amenaza, nonatos y, naturalmente, el eterno juego entre dioses y la consiguiente muerte y destrucción.
Sin embargo, yo no puedo saber a que se refieren. Por tanto me centro, ante todo en memorizar las facciones de los interlocutores.
Ambas son mujeres. Una parece una guerrera. Y la otra no logro distinguirlo a causa de la capa con capucha que la cubre.
En otras circunstancias, hubiera dedicado algo de tiempo a seguir a alguna de ellas, pues sus facciones son facilmente reconocibles y tratar de sacar algún provecho de la situación.
Pero estoy aquí por un motivo profesional. Por tanto, espero a que el camino quede libre para que mi presencia no sea detectada. Y así, poder llegar hasta la posada que se halla en las inmediaciones.

Tras un rato se separan la guerrero se marcha por donde ha venido y la otra se queda un rato aun antes de alejarse hacia uno de los callejones para perderse en la noche, cuando vuelve a comenzar a llover, otra vez agua roja, sangre pastosa que cae el cielo como si una herida hubiera sido abierta en las venas de uno de los dioses o los propios muertos que estaban haciendo que sucediera.

Caminas saliendo de tu lugar de descanso mientras no hay nadie mas en la calle, sigues tu camino hasta llegar a la puerta de la taberna, no se oye mucho jaleo, no hay mucha gente o eso esperas.

Finalmente, la soledad se vuelve a apoderar del lugar.
O así seria de no ser por una figura que solo ahora abandona una esquina sombría sin hacer ningún ruido.
Permanezco quieto por unos instantes dejando que esta lluvia roja me caiga encima mientras medito sobre lo ocurrido.
Quizas haya sido en comienzo de una conjura. Una de tantas en estos tiempos y lugares.
Pero ya no puedo perder mas tiempo. Camino rápidamente hasta la taberna en donde he sido citado.
Abro sus puertas para entrar y, en mi rostro encapuchado, se dibuja una leve sonrisa.
Pues hasta mi llega el ambiente y los sonidos típicos de una taberna. Algunos de los presentes giran la cabeza para ver quien es el recién llegado.
Y yo, termino de entrar cerrando la puerta tras de mi y avanzo por el local mientras me echo atrás la capucha.
Llego hasta el mostrador y ocupo un lugar en uno de sus extremos. Y cuando el tabernero se me aproxima, yo hago mi pedido.
Una copa de vino azul.

El posadero te mira un segundo antes de sacar una copa y una botella. Creo que el caballero deberia tomarla en uno de los reservados se aprecia mejor el gusto frio y algo acido del vino azul. Como puede disfrutar de la completa soledad, con un buen plato de comida.

Si vais por aquella puerta enseguida os sirven una copa una de las camareras.

Inclino secamente la cabeza en agradecimiento al tabernero y me dirijo hacia el lugar señalado.
Mientras camino, me aislo del bullicio de la taberna y me concentro en los reservados.
No tardo en llegar ante la puerta de estos y, sin cruzar el umbral, abro desde uno de los lados del marco de la puerta.

Bienvenido escuchas desde un rincon, donde hay alguien sentado, una voz femenina No esperaba que nadie se acercara tan pronto a verme y menos en una noche como esta, el cielo y los dioses estan locos, mas unos que otros, pero locos.

¿quien eres y en que puedo ayudarte?

Desde la penumbra de uno de los rincones del salón privado, escucho una voz dandome la bienvenida.
Mientras sigue hablando, atravieso el umbral de la sala y cierro la puerta detrás de mi.
Y cuando la desconocida, pues de eso se trata a juzgar por su tono de voz, me pregunta por mis motivos, yo respondo:
¿Ayudarme?. Has de saber que recibí instrucciones para presentarme aquí. ¿Debo deducir que no has sido tu la que reclamo mi presencia?. Extraño entonces. Extraño e inquietante. Pues solo se me ocurre un único motivo para haber solicitado nuestra presencia.
Mientras hablo, compruebo con la mirada el reservado. De momento, parece que, efectivamente, estamos solos.

A si ha sido sonrio mientras me quito la capucha y me acerco un poco a la luz mientras mis ojos lilas investigan a la sombra que hay frente a mi.  Siempre soy la que lo dice, pero siempre me gusta saber si tambien teneis algo que contarme.

Sentaos y contadme que nuevas hay, que pensais de esta extraña lluvia y que hareis si os dijera que teneis que destruir a un dios.

La desconocida que tengo ante mi, decide mostrar su rostro y he aquí que me resulta conocido.
Mas esa es una información que decido reservarme.
Y habiendo escuchado su propuesta, me aproximo a uno de los asientos del reservado y tras acomodarme, respondo.
Por mi parte, no esta en mi naturaleza emitir juicios de valor sobre las circunstancias que nos rodean. Forma parte de mi entrenamiento y educacion, aceptar esas circunstancias para adaptarme a la situación lo antes posible.
Ahora examino fijamente a mi interlocutora por un instante antes de continuar. Y finalmente, digo.
Y por lo que respecta a destruir un dios. Si esa misión me fuera encomendada, no dudéis que trataría de llevarla acabo con todos los recursos a mi disposicion.
Nada mas tengo que añadir. Por tanto, callo esperando una respuesta

Los dedos repiquetean en la mesa con suavidad mientras sonrio sin apartar la mirada

Y si esa mision fuera la encomendada por un loco que cree que el destino es lo que nos impulsa a hacerlo, sin mas remedio y que ademas significaria el sacrificio de un bebe o de varios bebes.

Pues si la respuesta es si, os contare una historia, si es que no os dire que vayais a ayudar a los que intentan salvar la ciudad.

Mi señora...
Contesto yo manteniendo la mirada de mi interlocutora.
En aras de la fe hacia unos dioses u otros, se cometen toda clase de locuras en este mundo. Hace ya mucho tiempo que se que tras esas demostraciones de fe. Se oculta una búsqueda de poder personal.
Oire primero vuestra oferta antes de decidirme. Y solo cuando disponga de mas información, tratare de juzgar.

Hace exactamente unos nueve meses cuando casi destruyen la ciudad, aparecio un bebe de la nada, nadie sabe de que lugar salio, ni que es realmente. Bueno pues tras indagar es un engendro que debe ser destruido, es uno de los dioses muertos devuelto a la vida para acabar con nuestro pequeño mundo. Aun no conoce su poder por eso es vulnerable, por eso debe ser destruido, aunque lo protega ese clerigo.

Os pagare bien pero tengo que tener el cadaver delatne para ver que ha sido cumplido