Partida Rol por web

El amanecer de los Héroes

E3.- Los vientos del Hades

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22/04/2016, 19:25
Theron

Las palabras que contenían la tablilla no me sorprendían, nuestro rey nunca sería considerado una persona respetuosa y comedida. Exigiría la mano de la hija de su rival y le daría igual que la negativa de este, la utilizaría como escusa para reavivar los fuegos de la guerra. 

- Es el sello de nuestro rey....no hay duda, sería difícil de falsificar. Se hizo de esa manera en especial. Había cosas que aun así me escamaban. - Ifianasa sabrías decirme, ¿que dios es el patrón de Asine?. Y en la actualidad, ¿cual es en nuestra ciudad?. Aparte de eso igual los mas avispados veáis algo que aun viejo guerrero se le escape. Si no solicitáis mas de mi iré a organizar tiendas y guardias.

Podía no tener ninguna relación, pero era una de las cosas que podría darnos alguna pista de cual eran las fuerzas que se alineaban en nuestra contra. Lo importante es que una vez resuelto esto podría ponerme a realizar algún trabajo de provecho. Aun teníamos que lidiar con bastantes cosas, pero Spyridon había dado orden de descansar.

-  ¡Ya oísteis al general, levantad tiendas y preparaos para descansar!.

Me acerco hacia el carro y empiezo a descargar el carro para llegar hasta las tiendas de campaña. Así se podría dar un limpieza general y saber hasta donde habían llegado los daños causados por las arpías.   

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22/04/2016, 22:45
Dareios

Dareios se acercó un momento a la posición de Spyridon

-General, yo no he combatido y creo que estoy más descansado que el resto que sin duda alguna necesita dormir y recuperarse de sus heridas. Puedo afrontar más guardias de las que me corresponderían si las repartieramos dijo confiado y con firme determinación. Podría acompañar a varios en sus guardias y así los turnos serían más breves o incluso alguno que lo necesitara podría descansar todo lo que quedaba de noche.

Esperó a que el general el respondiera para volver a su puesto de vigilancia cerca de la carreta.

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23/04/2016, 07:46
Spyridon

Spyridon escuchó a Lykaios según traducía el contenido de la tablilla. Era el estilo exigente y despótico del rey, pero por lo demás no observaba nada extraordinario en ello. La carta iba con el sello del rey dando validez al documento.

- Gracias por la traducción. Ifianasa, por favor, guarda y protege la tablilla como vienes haciendo hasta ahora y te ruego que cualquier cosa que necesites nos lo hagas saber. La tablilla es nuestra misión y el mensaje que hay que llevar al rey de Asine, el contenido realmente es secundario para nosotros.

Spyridon no dio mas importancia a la tablilla sabiendo que estaba en buenas manos. Observó al resto de miembros de la expedición comprobando como cada uno realizaba sus tareas encomendadas. Akintos coordinaba perfectamente el cierre de la grieta ayudado por los demás y ya estaban quemando los cuerpos de los seres que les habían atacado. Por otra parte Hypatia y su grupo se ocupaban de curar y confortar a la gente.

Un buen general sabe cuando no debe dar más órdenes. Theron ya estaba indicando el montaje de tiendas y poniendo a la gente a descansar, realmente Spyridon podía empezar a relajarse.

Dereios se aproximó con una buena disposición, ofreciéndose para las guardias. Spyridon agradeció su ofrecimiento.

- Gracias por ofrecerte, Dareios. Haz una ronda de inspección preliminar y selecciona uno o dos puntos de guardia. Coméntaselo a Akintos y proceded a organizar las guardias de la noche. Es importante que descansemos así que no quiero guardias excesivamente largas, es preferible que todos hagan un poco de guardia. Si hay que hacer alguna guardia más larga, que la hagan los mas descansados.

Spyridon siguió observando los trabajos de sus hombres sin decir nada mientras se aproximaba a Hypatia, unavez que estuvo a su lado, comentó:

- Gracias por ayudar a esta gente, solo con ver sus rostros veo que te están muy agradecidos por todo lo que haces. Si puedes, diles algunas palabras que les permitan relajarse y confiar en que nosotros los protegemos. A veces unas palabras amables de la mujer que les está ayudando hacen mucho más que cualquier palabra que un rudo general les pueda decir.

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25/04/2016, 06:39
Director

La noción de lo descubierto por Lykaios sobre la tablilla se trasmitió al resto de los héroes con el transcurso de la noche. El sello sobre la tablilla y el mensaje del rey Alameo al rey Karsten de Asine eran ya asunto de conocimiento para todos, y cada quien tenía su propia opinión al respecto, pero el cansancio era demasiado grande como para molestarse en ello, además, les esperaban aun muchas horas de viaje en las que podrían hablar con soltura.

Por ello, siguiendo las indicaciones de Spyridon y Theron, el grupo se dedicó a ya solo juntar los cadáveres de los aldeanos fallecidos y preparar piras funerarias para ellos. Los aldeanos sobrevivientes habían solicitado a Ifianasa dijese unas palabras para ellos cuando les quemarán al amanecer. El trabajo fue sencillo, sobre todo con la mucha madera que había disponible en las casas quemadas y en los alrededores, por lo que no les tomo considerable tiempo.

Así, tras sacar las tienes de campaña y montarlas, todos se fueron a descansar, dejando los pendientes para la madrugada siguiente. Las guardias se hicieron a un ritmo tal que permitiese a todos descansar al menos lo necesario para poder continuar con energías durante la jornada siguiente.

Durante la madrugada, el grupo se llevó la sorpresa de la llegada de otros cinco aldeanos. Habían huido hacia el norte con dos acompañantes mas que fueron alcanzadas por dos bestias; ellos cinco se habían alejado y escondido en una zanja esperando hasta que llegó la mañana y vieron un fuego en la aldea que no era producto del incendio. Entonces fue que disidieron regresar.

Con ello, ahora había otros cinco sobrevivientes sumando a los otros siete que estaban ya en la aldea (aunque de esos siete pudiera que dos no sobreviviesen). En cuanto a aldeanos muertos, habían encontrado a tres en una de las casas que se habían quemado por completo, con lo cual sumaban un total de nueve, aunque tres de ellos estaban lejos de la aldea. Eso dejaba en claro que había cinco desaparecidos y entre ellos estaban los cuatro familiares de Sofronio, el hombre que encontraran en la casa con el portal al Hades, familiares que los héroes hubieran abandonado la noche anterior. Otro asunto de cierta trascendencia, era que probablemente había otras dos bestias fugitivas en la zona, lo cual sembraba muchas dudas sobre su número real.

Con los primeros rayos del sol, los aldeanos presentes se reunieron para prender las piras para todos los fallecidos, ya solo a la espera de que la sacerdotisa estuviese lista para clamar una plegaría por ellos. Mientras, varios de los héroes aun descansaban y solo unos pocos montaban guardia.

Notas de juego

Todos: Como comenté, acelero un tanto la trama, que aun nos queda mucho por delante.
Todos: Creo que para validar que se curan al descansar tendrían que dormir ocho horas, lamentablemente eso implicaría dormir mas allá de la salida del sol. No digo que no puedan hacerlo, es su decisión, lo comento por que creo que habían intención de iniciar la jornada temprano. Pueden también descansar el mínimo para un soldado que habría de ser unas cinco horas, con lo cual consideraré que no acumulan cansancio en sus cuerpos. En resumen, o descansan todo lo necesario o solo lo mínimo; pueden debatirlo o puede decidirlo Spyridon.
Ifianasa: He dado por hecho que aceptarías ayudar a los aldeanos despidiendo a los muertos. Si no te parece no hay problema.
Todos: Pueden hacer lo que gusten. En cuanto reanuden su viaje termina la escena.

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25/04/2016, 09:45
Atreo

Me levanté al alba, turbados mis sueños por imágenes de bestias de dientes afilados y garras crueles, sin piel que cubriera su atroz musculatura. Había descansado lo mínimo* para reponerme de la dura jornada del día anterior. Quizá partir de noche de Micenas no había sido la mejor de las ideas, al fin y al cabo. O quizá sí. ¿Podríamos haber hecho algo más de estar presentes en la aldea en el momento del ataque de aquellos engendros? No lo sabía, y recriminarse esas cosas a posteriori era un ejercicio, a mi juicio, estéril.

Me lavé la cara con agua para despejarme y espantar las telarañas que aún embotaban mi mente y mis sentidos. Sin duda, habría dormido más de haber podido. Aunque parecía que lo peor había pasado, aún había cosas que me preocupaban sobremanera: había al menos dos de aquellas bestias aún libres, vagando por el norte, y sólo los Dioses sabían cuántas más. También estaba la familia que había enviado junto al carro, en el momento de llegar a la Aldea. Me sentía responsable de su suerte. Me hubiera gustado salir en su búsqueda la noche anterior, pero simplemente había demasiadas cosas que hacer, y pocas manos para hacerlas.

Asintiendo con la cabeza para mí mismo, tomé la determinación de hablar con el general Spyridon y solicitarle hacer una batida para intentar localizarles, antes de abandonar la aldea. Sabía que seguramente el veterano militar sería reticente a retrasar aún más su misión, pero debía intentarlo: no podía abandonarlos a su suerte, no más de lo que ya lo había hecho.

Con paso calmado, casi solemne, me acerqué al grupo de aldeanos y a la sacerdotisa Ifianasa con la intención de asistir a los ritos y presentar mis respetos a los muertos. Cuando llegué a su altura saludé con un gesto respetuoso de la cabeza a la representante de Hera y al resto de aldeanos, ofreciéndoles mis condolencias y palabras de aliento en aquél amanecer funesto.

Notas de juego

* las 5 h que comenta el máster

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25/04/2016, 22:57
Dareios

Dareios obedeciendo las ordenes, había reconocido los alrededores de la aldea y pese a no tener demasiada experiencia, tuvo claro donde deberían colocarse para tener una buena visión del campamento y a la par estar siempre a la vista.
Junto con Akintos organizaron unas guardias breves, como había dicho el general y Dareios insistió en realizar más turnos dado que estaba bastante descansado y así tocarían a menos tiempo.

Por fortuna la noche pasó rápido y sin complicaciones, buscando figuras en la oscuridad que no aparecían, enemigos que acechaban desde las cercanías dispuestos a atacarles, pero nada de eso sucedió y tras unos pocos turnos compartiendo noche con diversos miembros del grupo y escuchando sus consejos, marchó a descansar también, pues debía estar fresco para la mañana.

Al amanecer, el lugar estaba desolado, habían llegado otros aldeanos de los que habían huído la noche anterior y por su parte, ellos tenían que recoger su campamento y partir.

Dareios ayudó en todo lo que pudo a recoger, especialmente a su hermano con quien cruzó algunas palabras de preocupación por lo sucedido y las consecuencias.

-Lykaios, los aldeanos sin duda alguna llevarán las noticias a la ciudad y no se cómo se lo tomarán allí, ya que si nosotros tenemos nuestros temores por los motivos de los dioses...-dijo esto sin darse cuenta de que no había compartido sus temores de que la posible señal que les mandaban los dioses era de desacuerdo con la misión. De todas formas, ahora tenían muchas cosas que preparar y volver al camino, donde sin duda alguna tendrían tiempo para hablar con tranquilidad.

 

Notas de juego

Con las 5 horas de descanso, considero que Dareios habrá descansado algo menos por hacer más guardias asumiendo que estará algo más fatigado.

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25/04/2016, 23:36
Anatolius

Me había reunido con Dareios y Akintos la noche anterior para preparar las guardias. Yo seguí haciendo la guardia en el centro del pueblo donde se encontraba el carro y las tiendas, mientras ellos hacían guardias alrededor del pueblo. Unas horas después me sustituyeron y pude descansar. Cogí mi petate del carro e iba a dirigirme a la tienda junto a mi hermano, cunado vi la hoguera. Decidí pasar la noche frente al fuego y poder descansar con tranquilidad. 

Me desperté poco antes del amanecer, por el ruido que estaba haciendo Atreo. Le dí los buenos días en el pozo mientra cogía y llenaba un cubo de agua. Una vez terminé, me alejé y me puse a realizar un pequeño entrenamiento matutino, como aprendí de mis maestros atenienses:-"Recuerda Anatolius, entrena tu cuerpo y tu mente en cada momento, así siempre estarás preparado para tu próximo combate"-empecé a recordar, mientras realizaba unos ejercicios de combate cercano con la Parazonio. Una hora después, empecé a escuchar muchas conversaciones, decidí que ya había que terminar el entrenamiento, me eché el cubo de agua por encima y volví a enfundar la Parazonio. 

Volví a donde había dejado mi petate, antes había pasado por el pozo a dejar el cubo, y me puse la vestimenta que llevaba dentro, me colgué el carcaj y el arco a la espalda, até el cinto, junto a la parazonio y empecé a ayudar al resto a cargar el carro. 

Notas de juego

Cuenta en tre 5 y 6 horas de descanso

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26/04/2016, 00:18
Lykaios

La noche termina con turnos de vigilancia y el grupo de hombres montando las tiendas donde pasaría la noche. Para Lykaios fue una ardua tarea, pues no había montado una desde su época de instrucción y no lo hizo muchas veces.

Por la mañana aparecieron varios aldeanos que habían regresado durante la noche y por fortuna o por la gracia de los dioses, no hubo mas percances durante la noche.

El primogénito le costó conciliar el sueño, no estaba acostumbrado a dormir en el suelo y menos aún lejos de las comodidades de su hogar. Pero sobretodo lo que le impedía caer presa de las notas de Morfeo, era repasar lo acontecido aquel día. La muerte de su madre, la imagen de ella inerte le asolaba; La encarcelación de su padre... Incluso el comprobar como en unos instantes alguien podía perderlo todo, su casa, su familia, sus amigos como les había sucedido a estos aldeanos. Y era esto último lo que mas le perturbaba, que algo les sucediera a su mujer y su pequeña.

Muy pronto el campamento improvisado volvió a cobrar vida, pero Lykaios se levantó roto y tardó en desperezarse. Le dolía la espalda. y las piernas las notaba pesadísimas, sin duda por las carreras nocturnas presa del pánico.

Su hermano fue el primero en dirigirse a él, y no fueron palabras banales, si no todo lo contrario. _ Tiene toda la razón, cómo no se me habrá ocurrido. Tomándolo por el brazo y mirándolo a los hijos le respondió: _ Estás en lo cierto, hermano mío. Y la mente del pueblo es como una colmena, basta con que una se ponga a zumbar para que todo el avispero vibre. Y eso sin duda, es algo que nuestro rey tendrá muy presente. Apartó la mirada de su hermano, y se quedo sopesando las palabras de Darerios. No había tenido oportunidad de hablar con los generales ni con la sacerdotisa, pero durante ese día lo haría. Poco a poco, de uno a uno. Necesitaba de la experiencia y la sabiduría de todos ellos, y tiempo para encajar todas las piezas. _ Dareios, esa no es la forma de pensar de un típico soldado. es posible que aún haya esperanza para ti, al fin y a cabo. Le soltó en tono sarcástico junto con una amplia sonrisa, a la vez que lo golpeaba en el hombro con la palma de la mano. Anda!! reunámonos con nuestros hermanos y desayunemos juntos, tengo algo mejor que esa bazofia que en el ejército llaman vino. Dijo mientras miraba aún lado y a otro, por si su tío o Spyridon merodeaban cerca.

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26/04/2016, 00:56
Theron

Esta infernal noche había terminado, entre casa calcinadas, criaturas a medio quemar y aldeanos sin sepultar, levantamos las tiendas. Aun sin saber que movía a esas criaturas y si volverían asignamos las guardias, serían las justas para descansar pero no para recuperarnos. Mal asunto es el duro suelo para recuperarse de las heridas sufridas en la batalla, mis músculos y huesos me lo recordaron al despertarme. - Maldita sea. Gruño y maldigo mientras me incorporo, ya había movimiento en el campamento cuando salí del "lecho" varios de mis sobrinos ya se habían levantado y Anatolius el joven ateniense ya entrenaba. - Apuntan maneras. Recojo el equipo y me pertrecho antes de abandonar la tienda, pronto tendríamos que salir pero aun algunos podrían encontrar consuelo en los brazos de Morfeo un poco mas.

Saludo con la cabeza a los que están despiertos, sin todos en pie era ridículo empezar a gritar esto no era un campamento militar y los campesinos tenían derecho a velar a sus muertos como quisieran...sobretodo sin un viejo general incordiando. Algunos rezagados habían llegado mientras dormía, la familia que había abandonado aun no había regresado y eso me corroía el alma.

Con los primeros rayos del sol empezarían la exequias, mi deber como general hubiese sido proteger este pueblo al no poder hacerlo me tocaba estar presente en el entierro. Me acerco donde los aldeanos, Ifianasa y Atreo están dando su último a dios a los caídos. No tenía palabras para ellos....apenas les conocía, me mantengo allí con gesto solemne mientras se ofician los ritos.  

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26/04/2016, 06:42
Spyridon

Spyridon comprobó como se establecían las guardias y como sus órdenes eran cumplidas sin problemas. Estuvo tentado de supervisar más personalmente los turnos, pero había delegado esa responsabilidad en manos competentes. 

Con la quema de los cadáveres, la atención a los ciudadanos y la guardia establecida decidió que lo más correcto era descansar hasta el día siguiente, así que se retiró a su tienda.

Acostumbrado a las batallas, Spyridon durmió profundamente hasta el día siguiente.

Notas de juego

Las horas que pueda, cuantas más mejor, mínimo 6, posiblemente más al no hacer guardias.

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26/04/2016, 07:41
Atreo

Saludé a mi tío Theron con un gesto silencioso y contenido de la cabeza. No era momento de grandes aspavientos ni saludos efusivos, por mucho que fuera mi familia directa. Aquéllo era una expedición de carácter militar, él mi superior en rango y estábamos en medio de la celebración de los ritos funerarios de los aldeanos caídos.

Aún así, no pude evitar susurrarle algo al oído cuando se acercó lo suficiente, de forma escueta, discreta y respetuosa con los ritos en proceso.

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26/04/2016, 07:43
Atreo

- Tío Theron... la familia... La que envié hacia el carromato cuando llegamos a la aldea... Me preocupa. No quisiera abandonar la aldea dejándolos a su suerte, pero me temo que el general Spyridon no tiene en mente asignar más recursos y hombres a ayudar a estos aldeanos. Además... Todo esto. El ataque, la tablilla. Me preocupa. Anoche estábamos todos demasiado cansados como para hablar y pensar en lo sucedido, pero no creo que todo esto haya sido casualidad.

El tono, aunque tan bajo que pareciera inaudible a oídos ajenos, era de súplica.

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26/04/2016, 16:23
Akintos

Finalmente sus predicciones se habían cumplido por órdenes de los oficiales superiores, quienes a su vez habían dejado de lado la posibilidad de realizar otra búsqueda como deseaba Ischyros. Siempre deseaba ir más allá, algunos lo llamaban valiente, otros loco. Akintos sabía que lo seguiría aunque no le gustase, a menos que Spyridon se lo negase.

Tuvieron que limpiar el terreno y armar las tiendas de campaña. Eran pocos pero aún así se pudieron organizar con velocidad. Dareios se esforzaba en aprender todo lo que necesitaba, pero Lykaios daba el aspecto de haber olvidado casi toda la instrucción. El escudero no se extrañó de esto y simplemente sonrió para sí mismo e intercambió una mirada con Ischyros revoleando los ojos hacia la figura del primogénito que intentaba clavar una estaca.

Tras hacer una rápida organización de las guardias con Dareios se dedicó a asegurarse que el General Spyridon tuviese su equipo y sus aposentos en orden.

Luego de terminar su turno, realizó una rápida caminata alrededor del campamento para asegurarse de que todo estuviese en orden y volvió al sitio que había preparado junto a su general. El sueño los tragó como las profundidades del océano. Durante la noche flotó en una nada oscura y fría, algo lo observaba desde las profundidades, pero él no temía aunque desconociera que era exactamente aquello.

Despertó y se puso de pie con celeridad, tenía que ser el primero en levantarse solía decirse, aunque era poco habitual que sucediese. Antes de que Spyridon comenzara su jornada, el joven Akintos buscó un balde de agua fresca del pozo y lo llevó junto su general. Luego se dedicó a repasar las armas de su mentor, todo debía estar en orden antes del desayuno.

Era evidente que ya mucho movimiento en el pueblo se debía a la llegada de aldeanos que se habían perdido en el caos de la noche anterior, así como los ritos funerarios que estaba por comenzar la sacerdotiza. Le daba algo de curiosidad aquello, pero de momento tenía que permanecer junto a Spyridon: tenían otra larga jornada y era el momento de organizarla.

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26/04/2016, 20:03
Spyridon

Spyridon despertó descansado y comprobó que su escudero, como era habitual en él, había preparado todo para la jornada. Agradeció sus atenciones y se vistió con su armadura. Después salió para recibir informe de las guardias de la noche y preparar todo lo necesario para iniciar la marcha cuanto antes.

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26/04/2016, 23:41
Hypatia

A pesar de haberle prometido a su hermano que descansaría tras curar las heridas del último aldeano malherido, no es lo que hizo inmediatamente. Tras las primeras horas, las más cruciales, se dedicó a velar el sueño de los dos hombres tratados. Quizá sus esfuerzos no fueran los suficientes para mantenerlos con vida, pero Ifianasa y ella habían hecho todo lo posible por ellos. Tras dar unas indicaciones a los que quedaban en la casa, se retiró a descansar. Sabía que sus hermanos no estarían contentos si se ofreciese a hacer guardia como todos los demás, tampoco su tío. Y ella sabía que no era buena en ese cometido.

Por ello, se retiró a la tienda que tenía asignada. A pesar del duro suelo, cayó rendida. Muchas emociones para un solo día y no buenas precisamente. 

Despierta a la misma hora de siempre, un poco antes que el sol, para preparar el desayuno. Quizá es solo una costumbre que se le ha quedado grabada, sin importar el cansancio. Se acerca al carro y acaricia a los bueyes que tiran de él.

-Pobres, no nos acordamos de desengancharos. Perdonadnos... - les susurra.

Busca algo de comida. Por desgracia, no tienen nada más que las raciones que han comprado así que lo que hace es dividirlas en equivalentes y preparar un plato para cada uno de los miembros de la comitiva. Por supuesto, algo de grano a las pobres bestias.

-Como compensación.

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27/04/2016, 01:05
Theron

Atreo junto a mi en la ceremonia, se aproximo lo suficiente para hablarme sin parecer irrespetuoso. Sus palabras eran sobre el destino de los aldeanos desaparecidos y si podríamos aventurarnos a su rescate.

No es a mi a quien deberías dirigir tus palabras, unas horas atrás yo bogué por lo mismo ante Spyridon. Como general de Micenas me debo a su gente, no quiero verlos en esta situación y mucho menos verlos a merced de nuestros enemigos. Pero tenemos una misión principal y hemos de seguir una cadena de mando. Si Spyridon nos da su venia yo mismo te acompañaré sobrino. 

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27/04/2016, 01:14
Theron

Terminadas la honras fúnebres, Atreo y yo nos dirigimos donde Akintos y Spyridon se encuentran.

- General, mi sobrino me ha recordado mi malestar de la pasada noche al fijarse que aun faltaban aldeanos y que aun una familia puede encontrarse en los exteriores de la población. Reitero mi petición de poder salir y traerles de vuelta.  

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27/04/2016, 01:23
Atreo

Apoyando las palabras de mi tío, doy un paso al frente

- Me ofrezco voluntario. La marcha con el carromato será lenta. Un grupo pequeño quizá podríamos hacer una batida rápida y alcanzarlos después.

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27/04/2016, 03:47
Ischyros

Finalmente nos fuimos a descansar por orden del general. Montamos las tiendas de campaña para pasar una noche no tan fría. Tenemos un fuego y nos situamos en forma de campamento para así facilitar la función del guardia. Sonrío cuando Akintos indica los problemas que tiene Lykaios para montar su tienda y habría ido a ayudarle si no supiese que lo rechazaría por orgullo y desprecio contra mí.

"Sé perfectamente por qué."

Me tomé cinco horas de sueño para poder descansar algo pero siempre cumpliendo con la vigilia que me corresponde hacer. Los turnos de guardia son mucho más amables y eficientes si son de pocas horas, por lo que dividirnos el trabajo es la mejor opción para que nada nos tome desprevenidos. Eso es algo imprescindible cuando se duerme a pocos metros de un agujero directo al Hades.

Al despertar, salgo de la tienda descansado y desmonto mi campamento lo más rápido que puedo para así poder salir rápidamente de acá, siguiendo las órdenes del general. Entonces constaté que habían vuelto más pobladores que anoche habían huido y consiguieron llegar de sanos y salvos a su hogar. Eso me dio mucho gusto y me brindó paz.

Los ritos fúnebres se extienden hasta el alba y me mantengo en silencio respetuoso pero a los pocos minutos lo dejo para seguir preparando las cosas, como ordenar el equipo, terminar de limpiar el aceite del carro y lo que sea que se necesite para que podamos partir nuevamente.

Notas de juego

Duermo 5 horas, más si no se me necesita despierto.

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27/04/2016, 14:52
Akintos

Cuando Atreo se ofreció como voluntario para salir a buscar los aldeanos desaparecidos, Akintos señaló rápidamente a su amigo que se encontraba atareado con el carro.

- Ischyros ha expresado también interés en buscar a los desaparecidos la noche anterior - expresó en voz alta y lanzando una mirada lo suficientemente larga como para que el soldado se enterase de que hablaba de él y se incorporase a la conversación.

No expresó lo qu él mismo deseaba en el momento pues estaba a disposición de su mentor y las necesaidades del grupo.