Partida Rol por web

Empiezo a subir las escaleras para ayudando a Albrek si es preciso. Dandole el arco disponible y las flechas. Otto si lo ves preciso, haz una salida y te cubrimos desde arriba, pero solo si ves que se acercan demasiado como para que lleguen a prender la casa, que los demás empiezen a subir agua del pozo y preparen cubos, tinajas mantas y lo que encuentren. Yo me apostaré en otra ventanta tirandoles lo que encuentre a mano y si necesitas ayuda pega un grito.

Desde el piso de arriba, Hay que aguantar hasta el Alba.

Algunos hombres remolonean un poco,pero el alcalde les averguenza diciendoque un ancianocomo él no tiene miedo. Pronto van por los caminos del bosque diez hombres a caballo y varios perros

Los hombres bestias ya han juntado algunas brazadas cerca delmuro,y uno delos pequeñajos corre con una antorcha...

Me afianzo del arco, me coloco cerca de la ventana con mejor visión sobre el terreno y apunto sobre el hombre bestia que corre con una antorcha.

Viendo a la gente nerviosa y procupada me acerco al alcalde - ¿Señor Alcalde alguna vez habia visto unas luces parecidas?. Yo no recuerdo haber visto nunca algo igual y estoy preocupado, ¿que estara pasando?, esperemos que Sigmar este con nosotros y nos protega. -

Me apuesto en otra ventana en otra habitación cubriendo alguna parte de la casa desde donde la vision de la plantahacia fuera sea limitada o nula.

Otto tensa el arco, con una flecha en ristre, y cierra uno de sus ojos, apuntando al hombre bestia que corre sosteniendo una antorcha, decidido a prender los restos que han dejado sus compañeros, antes de disparar con toda la precisión que es capaz de dar.

Uno delgrupo te responde:

- Sea lo que sea,debe venir de las Rocas del Juramento. Están malditas, yo os lo digo.

- No digas tonterías, hombre. Esas piedras vienen de las antiguas tribus, de antes de Sigmar y todo. Son sagradas. Regalos de algun dios- interviene otro.

- Más mejor nos hubiera regalado un camino empedrado.- gruñe un tercero, a cuyo caballo le cuesta trepar por la empianda colina.

Desde la azotea, en una posición donde la gente de dentro de la casa no puede ver  lo que estoy haciendo me preparo, Cerrando los ojos y abriendo los brazos y teniendo unos dardos agarrados de una de las panmos, respiro aire tranquilamente. Cuando he llegado a un momento de realjación. Lanzo dos proyectiles a uno de los hombres bestia que lleva antorchas.

Tras un instante de atención apuntando pausadamente, Albrecht lanza su primer proyectil. La flecha cruza el aire y pasa basatnte lejos del hombre bestia.

Andar apunta y dispara contra la criatura pero falla en su intento de ensartarla.

¡¡Vamos!! ¡no podemos permitirles terminar!

- Señor Alcalde conozco un poco esta esta zona de haber realizado trabajos en ella. Me voy a adelantar un poco para explorar no vaya a ser que nos encontremos con alguna sorpresa desagradable - y tras decir esto me adelanto un poco al grupo intentando detectar algun rastro o pista de quien puede estar encendiendo esas luces.

Otto observa la situación. Es mala. Muy mala. Los hombres bestia van a prender el fuego a no ser que alguien lo evite. Y parece que ese alguien tendrá que ser él. Al menos ganar tiempo para Hans y Andar... Va hacia la familia que se refugia. 

-Mein herr.- Le dice a Herr Mornheim, casi susurrando. -Pretendo salir a escondidas y tomar a esas bestias por la espalda, antes de que prendan el fuego que han preparado fuera para quemar esta casa y a todos con ella. Si puede acompañarme, entre varios hombres, haríamos más daño.-