Partida Rol por web

Espero a que mis compañeros acaben de prepararse para poder comenzar el camino hasta la estructura que se divisia entre la ventisca.

Por mí podemos irnos. No he hallado nada interesante, aparte de lo que el señor Wright ya vio. Este pobre hombre murió desangrado y víctima de un fuerte dolor, pero aún así tuvo tiempo de escribir el nombre de mi padre como su asesino. No sé... no lo entiendo.

Roger estaba devastado; su rostro era una extraña mezcla de rabia y dolor contenido, y cuando se giró para salir de aquel vagón, cualquiera de sus compañeros hubiera dicho que estaba a punto de caer bajo la tensión.

Pero no fue así. Permaneció de pie, a la intemperie, mirando al horizonte, esperando a que todos salieran. A su memoria le llegaban recuerdos de su infancia, de los juegos que su padre preparaba para ellos y las sonrisas que recibía a cambio. Le costaba mucho aceptar que aquel hombre fuese el mismo que había aniquilado a aquella expedición.

Por qué lo había hecho.

POR QUÉ.

Finalmente, el grupo reanudó la marcha, en dirección hacia aquella apenas visible estructura. El tiempo estaba de nuevo cambiando y eso les hizo acelerar el paso. Nadie quería ser sorprendido por una tormenta y morir congelados. Había muchas formas de abandonar aquel mundo y esa no era precisamente la favorita de ninguno de los presentes.

El suelo bajo sus pies comenzó un ligero ascenso, lo que dificultó un poco el avance, pero todos estaban determinados a acabar con aquello y a encontrar las respuestas que necesitaban para comprender lo que había ocurrido. Finalmente, tras bordear una formación rocosa, se encontraron delante de un montón de aquellas rocas extrañas amontonadas unas encima de otras, con enredaderas entretejidas. Daba la sensación de que se habían puesto allí y de aquella manera para formar una especie de templo o algo similar, dejando en el centro una estela de mayor tamaño.

El camino hasta allí no había sido para nada fácil. Konx ya estaba cansado de todo aquello y si no se estaba quejando activamente y en voz alta era por no ser un lastre más grande de lo que ya lo estaba siendo.

- Esto parece un templo... - Dijo ante la evidencia. - Pero... - ¿Quién lo ha construido? - Pensó.

Knox se agachó junto a la estructura y la contempló tratando de fijarse en cualquier detalle. Quería identificar si se trataba de una construcción vieja o nueva y a que civilización pertenecía.

- Siento el brazo cada vez más entumecido. - Admitió, intentando no preocupar ni a su hermano ni a Know, sin percatarse de que la realidad del asunto resultaba más que aparente a simple vista. La marca de la herida era la génesis de algo que se extendía más y más por su cuerpo - Pero no me duele. No teneis que preocuparos.

De algún modo, pese a todo, Kenneth conseguía mantener el ritmo del grupo, aunque cada vez era menos capaz de mantener la fachada de normalidad. Apenas pronunciaba palabra y cuando caminaba era más que aparente que tenía que hacer esfuerzos. Además, mientras que antes había sido más curioso y atento, ahora parecía mucho más ausente.

Se detuvo frente a las rocas, y aunque las observó, no preguntó ni comentó nada.

- Bueno... - Konx estaba feliz por al fin haber descubierto algo. Si regresaba a casa, cosa que empezaba a dudar, iba a ser la vergüenza de la comunidad científica si no podía decir que había aportado algo a aquella investigación. - La estela tiene algunos símbolos grabados. El templo es similar a un templo inca, pero la estela se parece más a un mojón vikingo. Los grabados en su superficie están mucho más ordenados y son más complejos que los de la estela del sótano de Thomas... - Aseveró el profesor mientras seguía comprobando lo que tenía frente a sus ojos. - Probablemente sea un texto complejo, en vez de simples marcas o escrituras ceremoniales. La cuestión es... ¿Qué diantre debe querer decir?

Por fin llegamos a la cima y a la estructura que divisara el Señor Cleveland, aquello parecia basicamente un templo lo observo con detenimiento hasta que las palabras de Kenneth Fell lo distrajeron.

Siento el brazo cada vez más entumecido. - Admitió, intentando no preocupar ni a su hermano ni a Know, sin percatarse de que la realidad del asunto resultaba más que aparente a simple vista. La marca de la herida era la génesis de algo que se extendía más y más por su cuerpo - Pero no me duele. No teneis que preocuparos.

No se preocupe, pronto resolveremos esto y podremos llevarle a un medico, seguramente sea algún tipo de infección debido al mordisco, nada que la ciencia moderna no pueda arreglar- intente animarlo, pero en el fondo me preocupaba había recibido el mordisco de una bestia que no parecía de este mundo, a saber qué clase de enfermedad extraña podía haber portado.
  Al momento la imagen de los petrificados me asalto, esperaba en el fondo del corazón que no fuera la causa del entumecimiento del Joven Fell, cuanto más tiempo tardáramos en volver a casa menos posibilidades tendría de poder ser estudiado a tiempo lo de aquella enfermedad, el tiempo parecía correr en nuestra contra.

Me acerque a Knox que estaba exponiendo mis conclusiones mientras con una mano le ofrecía el cuchillo que acababa de hacer- Al final no me ha dicho si ha conseguido un arma, si desea quédese con el mío por si acaso, puedo aguantar con la pistola mientras tenga balas, creo que lo mejor sería acercar uno de nuestros huevos al monolito como hicimos en la casa de Thomas, Puede que acabe teleportandonos de vuelta a casa o puede que acabemos en un sitio peor que el que estamos y no conviene que ninguno este desarmado.- mire al resto- Que opinan ustedes ¿probamos?, no confundan mi intención no estoy abandonando la busca de Thomas pero creo que la prioridad es llevar al señor Fell al hospital, después yo mismo armare un grupo de policías para volver en busca de Thomas utilizando el monolito inicial.

- Pues la verdad es que se lo agradezco... - Dijo entonces el profesor. - ¡Mire que había trastos, pero nada útil para defenderme! - Exclamó agarrando el cuchillo que Wrigth le ofrecía.

La idea de volver a cada era tentadora. También estaba ansioso por ver qué sucedía si acercaban uno de esos huevos a aquella construcción. Todo podía ser como había dicho el señor Wrigth y quizás lo más prudente fuera simplemente tratar de seguir avanzando como pudieran hasta llegar a un lugar civilizado, pero... Dudaba que sobreviviera a varios días como los anteriores y en el caso del señor Kenneth, no intentarlo era toda una sentencia.

- Está bien... - Dijo Konx. - Igual deberíamos intentarlo... - Aunque había dicho aquello, todavía conservaba ciertas dudas acerca de la conveniencia de su decisión. - ¡Hagámoslo... - Dijo al fin, armándose de valor.

Al acercarme para tocar el monolito con la piedra, un zumbido como eléctrico  que provenía de ella me hizo recular, entornando la vista de arriaba abajo sobre ella pude ver que había unos restos de sangre, parecían huellas.

Un momento la piedra emite un sonido extraño y aquí he detectado unas marcas de sangre, alguien ha posado sus manos sangrientas encima- con cautela empecé a rodear la piedra y fuera de nuestro ángulo de visión inicial encontré lo que parecía ser una chaqueta y unos zapatos, me agache  y pude comprobar que junto a ellos se encontraban un diario del que sobresalía una foto y una navaja ensangrentada, obviamente la arma de los crímenes anteriores- acérquense aquí he encontrado la arma del crimen y algunos objetos más- llame a mis compañeros mientras cojea el cuchillo con uno de mis pañuelos ya que aquello podía ser un objeto importante en juicios posteriores, mientras que empezaba a abrir el diario para ver que nos ofrecía.
Cuando lo hacia, un escalofrio recorrio mi espalda si aquello era el arma del crimen y Thomas era el perpetuador donde estaba en estos momentos, sus cosas estaban aqui, me levante dejando el diario abierto con ahora ya la foto al descubierto que mostraba a dos niños, temeroso de una aparición repentina de mi viejo amigo empece a mirar alrededor vigilante para no llevarme ninguna sorpresa

Las piedras no me transmitían buenas vibraciones. Todo últimamente tiene que ver con la piedra. Huevos de piedra, piedras que nos transportan, hombres que se convierten en piedra, piedras, piedras y más piedras.

El hallazgo de la navaja y la sangre alteró más mi ánimo. Decidí dejar eso para Norman e intentar sacar algo en claro del diario.

Roger miró a su alrededor en busca de su padre, pero solo veía aquella extraña piedra en medio de aquella formación. ¿La habría hecho él? Knox y Noirman avanzaron con decisión para investigarlo, mientras él permanecía de pie, a la espera, inseguro de querer descubrir la verdad que en el fondo, conocía muy bien. Su padre había enloquecido y como consecuencia de ello, varias personas habían muerto.

Cleveland también se acercó a la piedra y entonces vimos que había ropas y algunos artículos entre ellas. Un diario, una foto, un cuchillo ensangrentado...

Roger se acercó con curiosidad.

-¿Qué han descubierto? -preguntó. Al ver la foto, supo que eran de su padre y su nerviosismo aumentó -. Esos somos Ken y yo cuando éramos jóvenes. Sin duda, pertenecen a nuestro padre. ¡Tiene que estar por algún lado!