Partida Rol por web

A pesar del traspiés Diegen impacta en el gnoll, lanzándolo barranco abajo. Por el choff que se escucha parece bastante improbable que ese Gnoll vuelva a moverse.

Morbo no estaba demasiado sorprendido, pero sí fastidiado. A estos tres gnolls que les cerraban el paso no los habían tenido en cuenta. Seguramente en lo alto habría bastantes más gnolls de los que habían calculado... Y ahora qué hacer? Llegarían sus compañeros a tiempo? Debía seguir aguantando el tipo, sin mirar hacia lo alto, para mantener la mascarada y darles tiempo de rodear a los enemigos?

- AAAAGH! CHOFF!

Cuando ve que empiezan a llover gnolls del cielo, Morbo sabe que sus compañeros están haciendo su trabajo en lo alto. Bueno, empieza la diversión, piensa mientras coloca su escudo en lo alto para protegerse de las flechas, pega su pared a la espalda, y espera a ver si los tres gnolls se acercan o huyen...

Dorwas, con la rodela bien ajustada en su brazo izquierdo, avanzaba sujetando su cimitarra aún enfundada e iba hablando con Morbo tan campante.

Esto me recuerda a aquella vez que Omar se empeñó en revisar aquel burdel de Katapesh, convencido de que había un pasadizo a una gruta de ladrones lleno de tesoros y Raffius se empeñó en contarnos que aquello era como aquello que le pasó con un tal Alí, al que se le caía la baba... se interrumpió cuando el comité de bienvenida gnoll les salió a recibir con los típicos regalos de su raza: cimitarras, mal olor y ansias de matar.

Estaba a punto de hacer un comentario gracioso, cuando escuchó la voz de Jaali soltando su perorata mágica sin sentido y atisbó al nuevo muchacho chocando contra uno de los gnolls, quien cayó al vacio.

Cuando sonó el fatídico CHOF, Dorwas se encogió de hombros mirando a los tres gnolls y desenfundó su cimitarra.

Morbo, Raffius y Bethel le habían visto utilizarla en alguna ocasión anterior pero el resto eran la primera vez que veían al enano con semejante arma: una cimitarra de medidas perfectas para el enano que resplandece a la luz del poderoso sol del desierto, reflejando luces bailarinas que hipnotizan como lo hacen las bailarinas de danza del vientre. Forjada en plata, qué duda cabe, es afilada como un cuchillo y está decorada con filigranas de gran detalle que representan tanto animales como formas curvilíneas abstractas.

Sonríe y, haciendo un gesto a su compañero...

Puedes mover tu movimiento normal, si gastas una acción en correr mueves 1d6 más. Es una acción, por lo tanto si además atacas tendrías un - 2. Correr + Ataque salvaje es más o menos el equivalente a una carga en d&d, te quedaría un +2 al daño y un - 2 a parry.

No, no sabéis el parry de los gnolls. Sabéis la fuerza y los Smarts, y eso solo los de arriba que han visto el combate hasta ahora. De todas formas puedes estimarlo, no llevan escudo, si son guerreros competentes tendrán un d6 o un d8 en fighting, por lo tanto lo más probable es que tengan entre 5 y 6.Pero eso solo es una estimación de acuerdo a la experiencia de Dorwas.

A pesar del traspiés Diegen impacta en el gnoll...

Diegen consigue frenar su atolondrado impulso y recuperar el equilibrio apoyándose en el gnoll. La conservación del momento lineal, ley inexorable y cruel de la naturaleza, hace que el gnoll salga despedido por encima del borde del precipicio.

Por el choff que se escucha parece bastante improbable que ese Gnoll vuelva a moverse.

Diegen oye el ruido del gnoll al impactar con el fondo del barranco. Uno menos. La adrenalina empieza a inundar sus venas, y Diegen se descubre acordándose de su madre.

Mama, just killed a gnoll;
run my ass up to the edge,
pushed a little, now he´s dead.
Mama, fight has just begun
and now I wanna kill them all away.
Mama, ooOOOooh,
it´s time for them to die,
these beasts won´t see the light of sun tomorrow!
Carry on, carry on, nothing else now really matters.

Sonríe y, haciendo un gesto a su compañero... echa a correr con su típico grito de guerra ¡Jaali el último! y asesta un brutal golpe lateral con la cimitarra al gnoll más cercano a las rocas.

(adapto el turno de Morbo en función de lo que ha hecho Dorwas)

Morbo avanzaba por el cañón escuchando la cháchara de Dorwas cuando éste fue interrumpido por los ruidos a su espalda. Se dieron ambos la vuelta y vieron tres gnolls que les cerraban la salida mientras golpean sus cimitarras y sonreían maliciosamente.

Morbo no estaba demasiado sorprendido, pero sí algo fastidiado. A estos tres gnolls que les cerraban el paso no los habían tenido en cuenta. Seguramente en lo alto habría bastantes más gnolls de los que habían calculado... Y ahora qué hacer? Llegarían sus compañeros a tiempo? Debía seguir aguantando el tipo, sin mirar hacia lo alto, para mantener la mascarada y darles tiempo de rodear a los enemigos? Se rascó las cicatrices distraídamente...

Y entonces un cuerpo cayó gritando desde lo alto:

- AAAAGH! CHOFF!

Cuando ve que empiezan a llover gnolls del cielo, Morbo sabe que sus compañeros están haciendo su trabajo en lo alto. Desde lo alto llega también la voz de Jaali entonando sus cánticos mágicos (que es cierto que nunca habían valido para mucho pero, en fin, al chico le hacía ilusión). Dorwas, tal vez inspirado por la visión del gnoll cayendo desde lo alto, carga contra los gnolls acabando con la vida de uno de ellos.

Este enano a veces corre como un rayo, piensa Morbo mientras coloca su escudo en lo alto para protegerse de las flechas, y corre a ayudar a Dorwas usando el risco como protección adicional.

El gnoll alcanzado por Dorwas cae al suelo retorciéndose de dolor.

Sinbad se había intentado poner en alguna posición donde tuviera un blanco fácil con su arco. Había dejado a Yessef atrás, no era precisamente un dromedario de combate y prefería que vigilase los demás camellos y equipo en caso de que tuviera que venir a avisar.

Cuando el combate empezó Sinbad no sabia si tenia que mirar con la boca abierta o participar. Parecía que eran un grupo muy competente y variado y a veces con tantas cosas perdía su propio hilo de acción.

Se sacudió la cabeza y volvió a centrar su vista en los gnolls, apuntó el arco y dejó salir la flecha sin pensar si estaba apuntando o no. Lo había disparado tantas veces que solía dejar que fuera su instinto el que hiciera el trabajo.

La flecha de Sinbad impacta en la cota de cuero de uno de los gnolls confundidos sin dañar al ser.

PNJTIZADO

Morbo reacciona más tarde que Dorwas y a pesar de tener las piernas más largas ve claro que no va a ser capaz de alcanzar a los Gnolls antes de recibir una lluvia de flechas. En el último momento salta hacia la pared para al menos tener algo de cobertura.