Partida Rol por web

El reverendo asintió ante el grupo que se estaba formando. Se estaban uniendo ante la adversidad, no separándose ni...cosas peores.
Voy con vosotros. Les dijo a los demás, ¿A donde nos dirijimos exactamente?, si lo habían dicho no se había percatado. Intentaría serles de ayuda en todo cuanto pudiera.

Vengo en un segundo dijo Anette y salió de la habitación corriendo, dejando un montón de preguntas en el aire. Apenas un par de minutos después entraba casi a tientas y medio tropezando, acabándose de poner un mono que debía haber pertenecido a Diana. De entre los dientes le colgaban los cordones de unas botas que luego se puso. Me vienen grandes...menor eso que no me quepan pensó mientras se las abrochaba torpemente por la falta de las puntas de sus dedos. Lo siento, se disculpó, consciente de que incluso aquel minuto ya debía haber sido demasiado largo para aquellos que no debían confiar en ella, que seguramente serían todos los presentes. Aún así la razón de haber que Anette hubiese tardado tan poco no era el miedo a aumentar su desconfianza: era el miedo sin más. El pánico que le daba andar sola por aquel lugar. No recuerdes el pasillo, no lo recuerdes. Se dijo encerrando tras varias capas de su psiquis aquellos sucesos.
Voy con vosotros, conozco los planos de este lugar de memoria.

Esperaron a que la chica volviera, mientras Pilni procuraba organizarlos.

-En esta madriguera pueden ocurrir muchas cosas, wey. Si fuera tan fácil como ir y volver ya estaríamos todos fuera. Pero no y si ocurre algo deberemos intentar tener una componenda sobre la marcha. Puedes decir una horita o dos. Tanto da, mano. Haremos lo que podamos y cuanto antes. Al menos sabes dónde estaremos.

Avanzó hasta ponerse a la altura de Anette.

-Señorita, ¿le duele? -preguntó Duarte haciendo un gesto hacia la mano de dedos amputados-. Hice lo que creí que había que hacer. No sé si lo recuerda.

- Está bien pues, supongo que sería mejor ir a la zona de trabajo de esta planta primero, está más cerca y podremos volver más rápido, y si no encontramos nada, entonces subir a la primera planta, donde está el despacho de Dwayne. Y Pilni,me parece bien que controles el tiempo, intentaremos estar aquí lo más rápido posible, como ha dicho Pedro -

Echó una mirada a Shan Mei y Ciara de gratitud, y la paseó después por el resto del equipo, y con un leve asentimiento de su cabeza se arregló la mochila en la espalda y se dispuso a salir de la enfermería..."Tengo un mal presentimiento..." el pensamiento fue fugaz, pero le dejó un muy mal sabor de boca.

La escena protagonizada por el cadáver de Jackson resultó si duda aterradora, pero ver cómo Zackarias abrazaba a la desquiciada Anette y cómo ésta respondía al abrazo y recuperaba la cordura me hizo sentir un escalofrío.

La magia, el ocultismo, los sucesos paranormales, Dios, el Diablo... para mí todo era lo mismo: una excusa inventada por el hombre para justificar aquello que no podía entender. Era algo que siempre había tenido muy claro... al menos hasta ahora. Lo peor de todo aquello era la otra cara de la moneda; si realmente existen fuerzas superiores capaces de hacer el bien, deben existir las opuestas. Y eso, en este momento, no era la mejor de las noticias...

Macario por fin despertaba, aunque no había abierto la boca, aquello cambiaba las cosas. El grupo parecía estar dispuesto a intentar sacarle de aquella camilla, "Serremos ese armatoste de metal, después ya se verá si puede moverse o no. Las cosas de una en una."

Escucho lo que me dice Pilni y asiento -Me parece una buena idea, tu intenta hacer que Nao se recupere. Ahora que Macario ha abierto los ojos no necesitamos que otro se duerma.

Me giro hacia los que ya estaban preparados para partir y me acerco hacia la salida. Ya había pasado demasiado tiempo en aquella enfermería, hora de moverse.

-Annette, no- Dijo tranquilamente y luego miró alrededor -Necesito un Dossier libre, por favor... ¿Alguien que aún tenga el suyo a la mano?- El chico tomó el propio y lo miró, evaluando las notas que Steve había proporcionado y luego asintiendo mientras miraba a Annette

-Necesito hablar contigo, ellos pueden manejarse tranquilamente si les das el plano, puedes dibujarlo sobre el dossier rápidamente y así te quedas acá. Un grupo tan grande sería peligroso en los estrechos pasillos, así que, por favor, quédate acá... Serás de mucha utilidad si proporcionas el plano y me ayudas a entender las cosas-

Su mirada y su tono no dejaban lugar a dudas, hablaba más serio y firme que desde la primera vez que lo escucharon, casi parecía que su viaje por lo interno de su mente había desatado alguna clase de cambio en su actitud normalmente relajada, casi infantil.

Lo siento, dice Anette a Pilni. Me debo más a la necesidad del grupo y las preguntas que les puedan surgir allí fuera que a tus dudas. Si todo sale bien estaremos aquí en nada y te las responderé. Más aún, apuntalas si quieres en tu libreta y las hablamos cuando regrese.
Tras las palabras el grupo sale de la enfermería, atraviesa el pasillo de la zona médica y se interna en el pasillo, cargados con linternas, miedo y dudas.

En la habitación todo queda en silencio, quedas tu Pilni, con la presencia cada vez más perturbadora de Nao Shen ¿cuando fué la última vez que habló? Hasta el momento de quedarte solo con él no te habías dado cuenta de lo nervioso que te ponía su presencia.
Te sobresaltas al girarte hacia Macario y ver que este te está mirando, parece que se ha recuperado. Al menos mentalmente, sus ojos te miran llenos de dudas y miedo.

Me atanzo sobre aquella barra metalica y intento moberla o quitarla de allí. Cuanto con más fuersa lo intento más me duele. Sin embargo si la dejo estar, es como si aquel hierro pertenecieze a mi pierna.
¿Nos han avandonado? lo miro con desesperacion ¿Volberan a por nosotros no?
Y luego no puedo ebitar la siguiente pregunta ¿Como a pasado esto? le digo cojiendo la barra metálica para que sepa a que me refiero.

-Cálmate hermanito...- Pilni empieza a tomar algunas notas en su cuaderno, revolviéndose en su silla ante la incómoda sensación que le produce la silenciosa presencia del asiático -Empecemos por aclarar un par de cosas: Estabas en coma, hablaste con la voz de otra persona que probablemente esté muerta ya, cuando caíste la barra te atravesó la pierna como si fueras un fantasma...- Pilni se detiene ante su propia conclusión y mira hacia abajo, alzando la ceja... Luego saca su cruz y se la pone -Al despertar, estabas así... ¿Donde estabas antes? Cuéntame todo-

Pilni nota de repende una fuerte presión en el cuello y el suelo se le lanza encima. Poco antes de que su cara se golpee contra el suelo ve en el reflejo del marmol a Nao Shen con los ojos en blanco.
Él es tu agresor y parece tener una fuerza inusitada y fuera de lugar...

Pilni golpea el suelo con el rostro y en un rápido instinto intenta hacerse ovillo sobre si mismo, con las rodillas aún en el suelo, intentando así evitar el ataque del asiático enloquecido mientras se sacude -¡Macario lanza algo!- Dijo intentando llamar la atención del herido... "Mierda, mierda, mierda ¿Por qué coño me pasan estas cosas a mi?"

¿Porqué me abandonaste padre? ¿porqué? Pienso mientras le aprieto más el cuello. Nunca fui lo suficiente para ti ¿verdad?. Pues mira lo fuerte que me he vuelto. Una sombra de duda me destella la conciencia. Mi padre murió hace años, ya lo estrangulé antes... miro a mi alrededor y está todo blanco, como un lienzo que le falta los colores. 

Miro hacia abajo y ya no está mi padre, es un chico blanco. A mi alrededor se forma una clínica. Hay otros blancos a mi alrededor. Empiezo a recordar donde estoy. Miro asustado a todos lados y suelto bruscamente a mi presa.

Doy unos pasos hacia detrás trastabillando hasta darme contra un mueble y apoyar ambas manos en él. a Mi lado está el instrumento con el que le cortaron los dedos a la monitora. Mis últimos pensamientos son para Shan Mei, tampoco está aquí, osea que seguro que está muerta también. No pude salvarla... Empiezo a llorar desconsoladamente mientras agarro la sierra hasta que los nudillo se vuelven blancos.

Me corto el cuello.

Macario mueve las manos, sintiéndose inútil ante aquella situación. Pilni pelea con Nao Shen desesperadamente dándole empujones y codazos. Al final, el asiático parece quedar petrificado delante tuyo, sus manos empiezan a oprimirte menos el cuello.
Segundos despues una línea roja aparece en su cuello. De ella empieza a brotar sangre y al momento el asiático se desploma -muerto- sobre Pilni.

El chico queda cubierto en sangre y empuja el cadáver del asiático a un lado, respirando aceleradamente.

-Mierda... Necesitamos un puto radio- El joven de ascendencia hindú rápidamente se levanta y se limpia lo mejor que puede, buscando una sábana con la que cubrir el cadáver de Nao mientras intenta olvidar el hecho de que su cadáver cayó sobre si mismo, llenándolo de sangre... "Pues mira lo fuerte que me he vuelto..." Esas habían sido las palabras del chico mientras lo atacaba. 

-No, necesitamos salir de acá.. .

Este lugar iba a volverlos locos a todos

Macario parece haber vuelto a su silencio tras observar aquel suceso. ¿Cuantas cosas podría aguantar una mente humana sin torcerse?
Te pones de pié, pálido, y te sientes más solo de lo que has estado nunca. Sí, está Macario, pero su silencio no ayuda...y quizás es el mismo silencio que había precedido al ataque de Nao Shen.
Para no volverte loco empiezas a ojear la libreta, por distraer tu cabeza.
Tus dedos se detienen delate de uno de tus apuntes.

- ¿Pero que cojones ha pasado aquí? - pregunta macario con los ojos muy abiertos y cara de susto, ya no por el cepo que tiene en la pierna sino por lo que acaba de hacer el chino. ¿Como me he hecho ESTO?

Macario intenta mover la pierna para ver si siente dolor o si puede liberarla por si mismo. Mientras inspecciona desde su posición el lugar, al menos parece que ha recuperado la consciencia.