Partida Rol por web

-Jajaja claro, lo que quieras, no tengo plan. Pero tampoco te emociones tanto...solo te puedo prometer un casting...-

Salís de la pizzería y os dirigís a un pub cercano. Os sentáis dentro, es fresco y agradable en el interior.

-No importa, confío en que lo haga bien y pueda obtener el trabajo- sonrío.

Me senté primero que el, en una cómoda silla, no me había dado cuenta lo cansada que estaba. Las cervezas ayudarían a que me relajara. Le hice señas a un mesero para que se acercara.

-¿Qué tal? ¿Podría traernos dos cervezas de barril, por favor?- le dediqué mi mejor sonrisa

-Claro- regresa con sendas cervezas.

-Bueno, ¿Me vas a explicar como alquilaste semejante....piso?- parece que iba a decir otra cosa, pero se contiene.- bebe apreciativamente de su cerveza

-No tenía suficiente dinero. Con el boleto y ropa nueva que compré, no me alcanzaba para pagar algo mejor. Un primo de la madre de Lucas conocía al dueño del edificio y me dio su número. Es claro que mintió en la descripción, porque me pintó algo totalmente diferente- bebí un largo trago –solo es una semana, ya buscaré otro lugar. Si conoces algún piso o habitación que este en mejores condiciones, te agradecería que me lo dijeras. No quiero quedarme allí, es más, no quiero regresar- sonreí con tristeza, encogiéndome de hombros.

-Dame tu número y te llamo por la mañana para comentarte si se puede lo que se me ha ocurrido.- habláis un rato más y apura su cerveza.

Ya fuera del pub:

-Bueno me tengo que ir ya. ¿Sabrás llegara tu "casa" verdad?- gesticula las comillas. Tras despedirse te da dos besos y se marcha.

Recordaba a la perfección donde quedaba mi nuevo hogar. Caminé despacio; sentía muchas emociones en ese momento. Felicidad porque tal vez podría alcanzar mi sueño; tristeza porque echaba de menos a mi novio, por lo que había hecho para conseguir el dinero; miedo… mucho miedo por estar tan sola, pero podría enfrentarme a todo, sería capaz.

Al llegar al edificio, me embargó un miedo atroz, quería salir corriendo de allí, pensaba que alguien podría hacerme daño, por lo que subí corriendo las escalas; cerca del séptimo piso sentía que iba a morir de un infarto o asfixiada, me costaba respirar y sentía una presión en mi pecho, pero no me detuve.

Al fin había llegado, abrí la puerta rápidamente y entré. Cerré la puerta y me cercioré varias veces en que estuviera bien cerrada.

Miré el lugar, sentí nauseas. Me quité la camisa y el vaquero, quedándome en ropa interior; hacia muchísimo calor.

De mi mochila saqué el alimento para gatos, le di una buena cantidad a Max, el pobre estaba muy hambriento, sonreí al verlo devorar su comida.

Me dejé caer en el colchón dando un largo suspiro. Que asco era estar allí acostada, pero estaba tan cansada que no me importaba. Derramé unas lágrimas y caí en un profundo sueño.

Tienes un extraño sueño. En mitad de la noche, entran en tu casa varios hombres encapuchados, te desnudan y te hacen suya una y otra vez. Despiertas de golpe, muy muy sobresaltada cuando la cola de Max roza tu nariz. Estás vestida con lo que llevabas al acostarte pero muy excitada, tus pezones se marcan y tus bragas están muy húmedas.

Cogí al gato y lo puse a un lado, me dejé caer nuevamente mientras limpiaba el sudor de mi frente.
El corazón me latía con fuerza y el calentón en la entrepierna se hacia cada vez más fuerte.

Cerré los ojos y comencé a imaginar que estaba en otro lugar, la habitación de Luke. El estaba encima de mí acariciando mi cuerpo con sus manos. Sonreí.

Pero eso solo era en mi imaginación, en la realidad eran mis manos las que recorrían  mi cuerpo, acariciándolo, lentamente.

Recorría mis piernas, mi abdomen y una que otra “inocente” caricia en el monte de Venus. Después de varios minutos haciendo lo mismo, sentí que ya no podía aguantar más; una mano jugaba con mis pezones y la otra se estaba metiendo por la braga, hasta llegar al clítoris.

Jugué con el, frotándolo lentamente, pellizcándolo. Sentía espasmos en todo el cuerpo; introduje dos dedos en mi sexo. Los movía primero con lentitud luego con rapidez.

Pasé varios minutos haciendo lo mismo, no tardé en llegar al orgasmo. Al terminar di un largo suspiro –desearía que estuvieras aquí…-

Al despertar por la mañana, cuando los vecinos deciden empezar la mañana "de buena manera", aún tienes tu mano en tu sexo. Recuerdas lo que hiciste al despertar por la noche y un montón de recuerdos de Luke te vienen a la memoria.

Algunos te hacen sonreír, pero otros, como el de sus amigos te apena mucho. Su grupo de amigos, de 6 amigos de la infancia, los cuales todos te habían follado una y otra vez, incluso más de uno a la vez.

Ralph acudió a tu anuncio de el periódico y todos se acabaron enterando, todos menos Luke. Realmente han financiado tu viaje, pero a costa de durante un odioso mes acostarte con ellos siempre que les daba la gana, no se fueran a ir de la lengua. Eso suponía además dar escusas tontas a Luke, que al final ya se mosqueaba cada vez que le decías que no podías quedar con él....El pensar en Luke te da ganas de llamarle, pero recuerdas que te han cortado el móvil. Eso te hace recordar también que le has dado tu número a David, aunque tu móvil no funciona.

-Odio este lugar… malditos vecinos- me incorporé con dificultad. Me dolía todo el cuerpo; era más cómodo dormir en el suelo que ese colchón.

Decidí ducharme, con agua fría, por supuesto. Tenía miedo de que Lucas se enterara de la verdad, tenía que llamarlo hoy.

Estaba temblando del frío. Era la primera vez que me duchaba con agua fría; esto era una locura, estaba pagando el purgatorio sin ir a el.

El baño era un asco, tenía que asearlo, pero no hoy. Salí y me puse unos shorts, una camisa de tirantes y unas zapatillas. Mientras desenredaba mi húmedo pelo, pensaba en donde podría encontrar a David; no podía creer lo estúpida que era.

-Debo ir al bar de su conocido, tal vez el me diga donde es su casa o un número al que pueda llamarle…- murmuré mientras sacaba de mi maleta una pequeña mochila. Empaqué en ella unas gafas y dinero.

Le di un beso a Max y salí rumbo al bar.

Dando quizá más vueltas de la cuenta llegas al bar, pero el dueño no sabe decirte donde buscar a David, va mucho al bar por lo que debe de vivir cerca, pero dónde.....

Das vueltas y vueltas y cuando ya casi vas a desesperar lo ves. Se acerca a ti y te mira algo molesto. Sin saludar ni nada te espeta:

-¿Por qué me has dado un número falso?-

Negué rápidamente con la cabeza –no es un número falso, te lo juro; puedo explicarte lo que sucedió, veras, me he escapado de casa y mis padres cancelaron mi número, lo siento, lo olvidé por completo –hablaba rápidamente, nerviosa –por favor, discúlpame, no te he mentido…

Su expresión es de enfado absoluto. -Ya te vale puta asquerosa...jugar así con la gente para mentirles después...- rompe a reír tras unos segundos -Tenías que haber visto tu cara...jajajaja...ya suponía que había pasado algo así, iba a buscarte a tu casa ahora. ¿Qué tal la noche?-

-No es gracioso David- fruncí el ceño-casi me da algo por tu reacción- le dediqué una sonrisa torcida –la noche, fatal, con un despertar bastante…interesante- levanté las cejas, divertida -pero aquí estoy, feliz de haber salido de aquel agujero y… - mordí mi labio- encantada de verte. Cuando gustes vamos a tu casa

Te tiende su brazo y te dirige a su casa, una vez allí te comienza a contar:

-Verás, un amigo mío se ha quedado sin compañero de piso, ha abandonado la carrera y se vuelve a Europa. en cuanto le dije que estabas muy buena aceptó sin más. Puedes mudarte hoy mismo si quieres. Y sobre la entrevista...hoy mismo, dentro de unas dos horas de hecho, así que mejor ve yendo, te da un folleto con la dirección y todos los datos. El único problema es que necesita el dinero del alquiler del mes ya, son 600 dólares. Es un poco caro pero...te lo puedo prestar si me lo puedes devolver en breve...así que si te cogen en la entrevista, sin problema.- te mira sonriendo -no sé de que es el casting, pero lo cogí interesado hasta que me di cuenta de que piden solo chicas...-

Sin pensarlo le di un fuerte abrazo –muchísimas gracias, de verdad, eres como un milagro en mi vida- me aparté un poco de el –te devolveré el dinero en cuanto consiga el empleo, que estoy segura que lo conseguiré –sonrió –eso quiere decir que acepto lo del piso. Luego del casting iré por mis pertenencias...- lo miré a sus ojos- gracias David…- susurré y le di un beso en su mejilla.

-Jajaja, no te preocupes guapa. Ya me lo cobraré- te guiña -ahora ¡Date prisa en ir para el casting!-

Cuando llegas está abarrotado de chicas, la mayoría las típicas barbies, todas te miran mal, como a una rival, menos un par que parecen tan confusas como tu. Una de ellas es realmente guapa.

Un hombre aparece por una puerta y os dice que van a comenzar, que entréis en orden cuando llegue vuestro turno.

¿En donde me había metido? Tenía un mal presentimiento.

Me quedé de pie en una esquina, observando a todas las chicas. Esto no pintaba nada bien. Me sentía nerviosa, con ganas de salir de allí, pero, ¿y si estaba equivocada? Tal vez no era lo que me estaba imaginando, pero la apariencia de ese hombre…

Comencé a morder mis uñas y a mover mis pies rápidamente, no podía evitarlo. El corazón latía con fuerza. Quería preguntarle a una de esas chicas de que iba esto, pero temía que me insultaran; me miraban extraño.

Cuando llega tu turno pasas a la habitación. en ella el hombre está sentado tras un escritorio mirando un montón de papeles. Al verte entrar te mira apreciativamente.

-Bueno bueno, una guapa de verdad. Señorita, me llamo Germán. Por favor pase a aquella habitación y cámbiese, en cuanto Leo regrese del baño comenzaremos.- en ese momento aparece un hombre con un slip, es muy muy guapo, de los mejores que has visto nunca. Su cuerpo está completamente untado en aceite, haciéndolo aún más sugerente.

Al entrar en la habitación del fondo ves que solo hay un diminuto tanga y unos tacones, además de un bote de aceite.

-Esto no me puede estar sucediendo…- agarré mi pelo con las manos y miré una y otra vez lo que debía ponerme –no lo puedo hacer, no… yo no quiero hacer esto- salí de la habitación -¿Germán? Hay un pequeño error, veras, no sabia que se trataba de algo así- sonreí tímida –así que creo que me iré- caminé hacia la salida.