Partida Rol por web

- Vaya, vaya ¿problemas en el paraíso? A esa chica le debe estar afectando la la situación o la falta de oxígeno, más vale que repara los aires a ver si también se le van los malos humos.

- No le hagas caso a Clayton, le aconsejó a Miller, la gente se pone nerviosa cuando las cosas se tuercen y parece que soporta una gran carga con lo de su hermano ¿verdad?

Salieron de la bahía médica y tomaron el pasillo que iba hacia la proa de la nave atravesando la zona de las habitaciones. La puerta se abrió con un siseo y pudieron ver que el pasillo continuaba unos veinte metros hasta la siguiente puerta. La única puerta, a la izquierda como a mitad de camino, rezaba "Suite corporativa".

Reid caminaba al lado de Davis con aire marcial, daba la impresión de que siempre estaba preparada para reaccionar contra una amenaza invisible. 

- No sé lo que quedará en la armería, tuvimos problemas antes de la crioestasis.

Rye vio salir a Dvis con Reid para atravesar la zona habitacional  hacia la proa de la nave, a Miller, Clayton y Johns de camino al ascensor y meterse en él, pero Flynn, Cham y Wilson seguían en la bahía médica.

Los otros fueron saliendo, excepto Flynn que espera la respuesta de Cham y Wilson que debía ir con Flynn al laboratorio científico.

Cham se quedó observando la vacuna y luego observó en involuntario silencio a Flynn. Era el hombre que le había salvado la vida, pero también el responsable de que haya acabado así gracias a los misterios que ocultaba junto con el resto de su tripulación. Chasqueó la lengua como preguntándose si era lo mejor chutarse de aquella sustancia que en teoría neutralizaba los efectos de la infección en su cuerpo. Miró al resto de los presentes y se retiró el brazo del traje presurizado tirando de un cierre. Se lo acercó al médico...

—Rápido... ¿Sí? Odio las agujas.

Flynn pulsó un botón y la aguja salió al exterior del tubo, esperó a que Cham se abriera el traje para dejar un hombro visible y clavó la aguja despacio mientras pulsaba para que émbolo empujara el grisáceo líquido. Era un líquido denso que dolía al entrar.

Cuando terminó extrajo la aguja y tiró el vial a la papelera: Masajéate un poco para que se disuelva y no se te forme un bulto. Luego miró a Wilson ¿nos vamos?

Cham miró a otro lado, nervioso por la inyección que fue más rápida de lo que esperaba. Para su desgracia, no fue menos dolorosa de lo que hubiese deseado. Una vez terminado el proceso, se acercaba una mano con timidez al hombro. Cada vez tenía más ganas de desmayarse y olvidarse de todo lo que estaban pasando.

Antes de que el médico y el enlace de la Weyland se retirasen, Cham le acercó la mano libre a Wilson para hablar con él.

—Lamento lo que pasó en la nave, John. Lo que sea que te hizo llegar tan cabreado a las taquillas. Yo... —se interrumpió a si mismo con un doloroso espasmo de tos, se volvió a atragantar—. Mira... solo ten cuidado ahí fuera... ¿Capito?

Palmeó su hombro y asintió con la cabeza a Flynn antes de salir a buscar a Rye.

Extrañada volvió sobre sus pasos en silencio e intentó escuchar lo que decían. Seguro que Wilson estaba conspirando en su contra...

Davis se detuvo ante la Suite Corporativa, cuando Reid se dio cuenta la miró y preguntó.

- ¿Quien tiene asignada esta estancia? - 

Se le pasaba por la cabeza que si era una suite y su usuario no estaba entre los presentes sería porque estaba muerto. Quizá pudieran conseguir algo de información, algún recurso... Quizá Wilson pudiera entrar si es que es para uso de los representantes de la corporación. 

Se metió la mano en el bolsillo con descaro. Luego la sacó nerviosa y la metió en el otro. 

- Mierda - Dijo - Mierda, maldita sea. - Miró entonces a Reid de nuevo - He perdido mi pastillero - Sabía perfectamente donde lo había dejado, pero si aquella soldado era observadora se habría dado cuenta que lo había dejado en la enfermería. Si Reid se había fijado se lo diría, y ya tendría la escusa perfecta para volver sola a buscarlo y reunirse con ella luego en la armería...

Miller trató de quitarle hierro al asunto. La situación de Rye hacía pensar que toda esta situación la estaba haciendo perder el norte, y no podía evitar darse cuenta de lo nerviosa que estaba. Pero ahora lo importante era cumplir con los objetivos y regresar de una pieza a la Montero.

- No os preocupéis, tiene mal pronto, pero cumplirá. Esta situación nos está sacando de nuestra casillas a todos, y el estrés hay que sacarlo por alguna parte. Mejor que salte contra mi a que la fastidie en la misión. No hay problema, creedme, nos conocemos y no hay que tenérselo en cuenta.

Wilson apretó el hombro de su compañero:

—No te preocupes. Eso pasó hace un millón de años. Te pondrás bien: tened cuidado ahí abajo.— luego añadió con una sonrisa y un guiño, para quitar plomo al asunto —Recuerda que no podemos morirnos aquí: nuestro seguro de vida no incluye muerte por alienígena hambriento.

Luego se volvió hacia su nuevo compañero:

—¿Vamos Doc? Hay trabajo que hacer en ese laboratorio.

Revisó su pistola y siguió al médico hacia su destino.

Rye se acercó a la puerta, miró hacia atrás para asegurarse que ninguno de los otros le observaba y escuchó a Cham diciendo:

—Lamento lo que pasó en la nave, John. Lo que sea que te hizo llegar tan cabreado a las taquillas. Yo... —se interrumpió a si mismo con un doloroso espasmo de tos, se volvió a atragantar—. Mira... solo ten cuidado ahí fuera... ¿Capito?

A continuación vino la respuesta del agente de la compañía:

—No te preocupes. Eso pasó hace un millón de años. Te pondrás bien: tened cuidado ahí abajo. Recuerda que no podemos morirnos aquí: nuestro seguro de vida no incluye muerte por alienígena hambriento.

Entonces escuchó que alguien salía y se apresuró a vovler al cruce de pasillos para que no le descubrieran.

Al salir FLynn, Cham y Wilson de la bahía médica se encontraron que Rye esperando en el cruce de pasillo. Parecía que seguía molesta por lo que fuera que le hiciera saltar hacía unos momentos.

- Esa es la habitación de Clayton, privilegios de formar parte de la Compañía - no parecía molesta por la situación. Un marine no necesita este tipo de excesos cuando está trabajando aunque agradeces una cama blanda y un buen baño cuando estás de descanso entre misiones. Fue a continuar su camino pero Davis saltó con lo del pastillero: Se te habrá caído en la enfermería, sigamos y luego lo buscas ¿no dijiste que estaba vacío?

El ascensor ascendió lentamente hasta la cubierta A, las luces parpadeaban un poco pero funcionaba perfectamente. Cuando las puertas se abrieron los tres ocupantes contuvieron un momento la respiración; Johns asomó la cabeza y Clayton miró a Miller dando a entender que la capitana debía ir la primera porque era la única que iba armada.

- No veo nada raro, ¿le queda energía a vuestro detector de movimiento? Puede ser una buena idea que lo uses por si lo que sea que anda por la nave sigue en este nivel.

Sí, le queda energía - Miller se concentró por un momento en el aparato, deseando no ver nada moviéndose en el mismo, aparte de sus compañeros.