Partida Rol por web

Dando un paseo hacia la parte trasera pasas primero por la antigua sala de pasajeros criogenizados de tercera, ahora del todo vacía. También miras la sección de equipo y ves que parece medianamente provisto. Esperas que alguno de los chicos haya hecho recuento. Desde allí vas hacia atrás, pasando por la zona de carga intermedia, ahora vacía (te preguntas si merecería la pena alquilar o comprar una voladora para moverse por los planetas sin tener que andar siempre con la nave) y llegar a la zona de ingeniería, una de las más amplias de la nave pero a la vez de las más colapsadas ambientalmente por la acumulación de maquinaria, tuberías y controles, con sus reactores de maniobra y tránsito y su planta de potencia ronroneando, parece a un primer vistazo en orden.

Desde allí, abres la válvula iris del techo y subes a la zona superior. Los camarotes parecen bastante decentes y os refrigeradores tienen la comida suficiente para el primer salto de dos semanas.

Te acercas a los sistemas de control de armamento y observas que hay dos puestos de artillero para manejar el sistema triple de armamento que ves instalado. La artillería consiste en un cañon láser, un cañon de partículas (que sirve para entorpecer los láseres del enemigo) y una lanzadera de misiles.

Bajado de nuevo, esta vez hasta la cubierta 3, llegando al compartimento inferior de carga; no tan grande como el de las astronaves de asalto planetario en las que has estado, pero desde luego os va a permitir meter mucho material aquí dentro. Hay un exoesqueleto de carga

y carretillas magnéticas, así como todo tipo de arneses y gruas para facilitar el trabajo, aunque la carga y descarga la harán casi siempre operarios de los astropuertos.

Entras en la oficina de carga, pero es poco más que una terminal conectada al ordenador central que permite hacer registros de entradas y salidas y llevar la contabilidad.

-Creo que ya que todos hemos hecho un gran trabajo deberíamos decidir hacia dónde nos dirigimos, ya que tiempo que pasemos en el espaciopuerto es tiempo perdido. ¿Nos ponemos manos a la obra?- digo mirando al capitán. -Por cierto,- digo mirando al resto del equipo -En mis tiempos de exploradora estuve en Fulacin. Cuando yo estuve no estaba habitado, ya que tenía metales pesados tanto en su atmósfera como en el agua del planeta, pero justo por aquel entonces lo compró la corporación Magneto Dynamicas, no sé en qué estado se encontrará ahora, por eso pienso que lo primero sería mirar en el ordenador si se tienen datos actuales y así comprobar si este planeta también podría sernos de interés.-

Viktor lleva un rato escuchando vuestras conversaciones con calma y finalmente, después del comentario de Artemis, se encoge de hombros y bufa. -Señores, no les habría contratado si quisiera tomar yo todas estas decisiones. Estaré en mi cuarto hasta que decidan qué ruta vamos a seguir o al menos el primer planeta que vamos a visitar. No me molesten si no es para decirme que vamos a despegar, ¿de acuerdo?-

Con un nuevo bufido de decepción, se da media vuelta en un gesto altivo que recuerda un poco al de Dante y se mete en su camarote.

-Bueno, está bien.- me fijo en el mapa -Pues señores, empezaremos por Jenghe. Le pediré a Dantre que establezca las coordenadas de salto y nos ponemos en marcha. Esperaremos que llegue la carga y una vez guardada en su bodega y bien afianzada iniciaremos el despegue.-

-Como digas, tú eres la piloto. Por mi parte, voy a echar un vistazo a la nave, no me gustan las sorpresas en pleno salto.

Y haciendo un guiño Vic sale de la sala, para dirigirse a revisar las entrañas de la nave.

Tras el breve paseo por la nave y ya hallándose más cómodo con su atuendo Dante va en busca de la tripulación. Presumiblemente seguirán debatiendo acerca de lo propio o impropio de los planetas a fijar en la ruta. De cualquier forma ya no debe faltar mucho para que regrese Berenice con el asunto de la carga resuelto, y eso es lo primordial para poder partir. Mientras camina aprovecha para repasar un par de notas mentales que debe compartir con el Víctor:

Hace falta un inventario del equipo de abordo, es bueno mantener un control ordenado de todo lo que entra y sale de la nave. También está el asunto del transporte terrestre, quitaría espacio de carga pero facilitaría los desplazamientos sub-orbitales. Quizá ya hubiera pensado en ello, pero cabe la posibilidad de que aún no lo hiciera. Ya veremos…

En ese momento, Dante sale de su habitación ya vestido con algo más cómodo y menos lujoso. Tan pronto le ve aparecer, Berenice se pone en pie y anuncia que está al llegar una tonelada de componentes electrónicos que se venderán bien en cualquier mundo no industrializado que no tenga una buena producción propia de los mismos pero los necesite para maquinaria u ordenadores.

Dex se ofrece de inmediato para informar al capitán y así lo hace, saliendo ambos al poco de la habitación para unirse al grupo. Viktor parece entusiasmado y se frota las manos de contento, dándole ánimos a todo el mundo. Vic mientras vuelve a su puesto en las entrañas de la nave para controlar desde la computadora de allí que esté todo preparado para salir de inmediato, mientras Dante y Artemis programan el primer salto hacia Jenghe.

No tarda en llegar una deslizadora de carga con la tonelada de componente electrónicos. Ordenáis a los proveedores que la instalen en la bodega de carga de la cubierta 3. Cuando está todo listo, os disponéis para el despegue. Es la parte más complicada y más peligrosa del asunto, pero para alguien con la experiencia de Artemis es pan comido. Las vibraciones de la salida atmosférica pasan pronto y cambiáis a 0G durante unos segundos antes de que la gravedad artificial haga su efecto para evitaros a la larga una osteoporosis.

Suavemente, Artemis aleja la nave a 100 diámetros gravitacionales de Regina para minimizar las posibilidades de que haya tránsito incorrecto. Ahora ya todo depende de la habilidad de Dante para programar la ruta en el hiperespacio.

Dex mastica un par de veces el chicle antes del despegue para apurar el sabor a especias de éste. Luego lo cuela en uno de los contenedores de residuos de la sala. Se sujeta bien a su asiento, fijando los cinturones cruzados con la soltura que da la experiencia y rota un par de veces la cabeza. Es casi como un ritual.

Cuando la nave despega y comienzan las intensas vibraciones, parece exultante.

-¡Yiiiiiiiha! - exclama entre enormes sonrisas - A ésto no se acaba de acostumbrar uno nunca.

Cuando la atmósfera queda atrás y la nave se pone en ruta de forma suave, el ex-marine se libera y deja el asiento palmeándose los muslos.

-Allá vamos.

vamos a ver que planetas conozco...

Djinni
Rech
Fulacin
Kinorb
Keancu
Treece
La'Bele

no conozco ninguno... a ver qué se de ellos

Djinni
Rech
Fulacin
Kinorb
Keancu
Treece
La'Bele

he pasado la tirada para:

Djinni

Kinorb
Keancu
Treece
 

...cuentame señor director

en algún momento tranquilo, me acerco a vic cuando está a solas...

- es curioso tanto nuestro señor capitán como su ilustre dueño de la nave ¿verdad? - comenta jared, con tranquilidad, sin darle muche importancia - que dos tipos de la Armada Espacial la dejen, temporal o permanentemente, para dedicarse a estas aventuras comerciales y más extraño aún que el Barón lo haya permitido, ¿que te parece? -

-Mmmmmm..... ¿a qué te refieres exactamente, Jared? Reconozco que el propietario, ese enigmático joven, me parece algo... extraño, sí. Creí que cuando Dante le llamó "capitán" lo hacía por serlo de esta nave, no como grado militar... Aunque aún no quiero sacar conclusiones. Pero.... anda, explícate mejor... creo que tienes datos que desconozco....

Djinni es une planeta bajo interdicción imperial, así que es muy poco lo que puedes saber sobre él, ya que el contacto está prohibido.

Treece es una roca, poco más que una luna habitable al menos gracias al poco agua que tiene, pero es un mal candidato por su atmósfera. Es pobre, sin agricultura y muchos de sus escasoa habitantes tienden a enrolarse lo antes que pueden para salir del planeta.

Kinorb es un mundo rico, pero no industrializado localizado en el al final de la ruta Kinorb-Pixie una ruta comercial y de lanchasX poco utilizada. Tiene un clima cálido y una atmósfera estándar de oxñigeno y nitrógeno, por lo que es un destino turístico de primer orden para jubilados millonarios.

Keanou es un planeta con muy pocos habitantes, falto de industria, con una base de exploración Imperial, lo que implica que lleva menos siglos explorado que otros.

jared mira alrededor para asegurarse de que no hay oidos ajenos cerca...

- pues verás, aunque dudo que nadie quiera meterse en problemas con gente de ese calibre político. Dante Dietri es hijo del difunto propietario de los Muelles Bilstein, un hombre al que los gobernadores locales llamaban “amigo”, popular, fuerte, con fama de honorable que probaba personalmente los cazas que fabricaba. Uno lo mató, en 1086. En ese momento, Dante parece que se interesa por la Armada Espacial e ingresa en ella, en el planeta Regina, escuela de oficiales.

leve pausa dramática, para continuar en voz baja...

- creo que allí conocío a Viktor; desde entonces se les ha visto a menudo juntos. La fortuna de Viktor no proviene de los negocios, sino del título nobiliario de su padre, el Barón Viktor H. Felsberg II. Se rumorea que Viktor no ha sido el más imaginativo ni el más ambicioso...  tengo la sensación de que, o huyen de "papá" felsberg II o el propio felsberg II anda detrás de esta historia. y de lo que tengo toda la seguridad es que la parejita nos oculta algo: no se si información, intenciones o ambas... pero algo ocultan.

jared mira con confianza a los ojos de vic, una mirada franca buscando una confirmación... - no me creo que estes convencida de que se han metido en esta historia por un diario que, basicamente, no dice nada de nada.- su mirada , por ujn momento, cambia - espero no confiar mis desconfianzas a una confidente desconfiada- y guiña un ojo esperando una respuesta.