-Para mí uno de chocolate si puede ser-digo bastante entusiasmada.
Tenía muchas ganas de comer algo.
Tras despedirse del oficinista abandonaron la fortaleza de Koules. Al salir del fresco ambiente del viejo edificio el calor les golpeó casi de forma física. Buscando la sombra de los edificios se adentraron en Heraklion de nuevo.
Volvemos a la escena de la ciudad.