Partida Rol por web

Tras la inspección a fondo de la sala, retomo mi posición en cabeza y comienzo a caminar por el mismo pasillo en el que encontramos la puerta.

Tras avanzar unos pasos, el túnel comenzó a serpentear ligeramente y llegaron a una bifurcación. Una (la de la izquierda) seguía como hasta ahora lo suficientemente ancha para ir dos humanoides no muy grandes; pero la otra había sufrido algún derrumbe que no había llegado a taponar todo el acceso a través de él. Si los aventureros decidían ir a la derecha, deberían avanzar en fila india.

Al parecer el corredor de la derecha parece algo inestable... he incómodo de defender. Mejor vayamos por el de la izquierda. Os parece bien compañeros?- Se gira mirando en el rostro de cada miembro del grupo.

De forma inconsciente veis como acaricia a la perra, rascándole en la cabeza. Veis lo más parecido a la expresión de máxima satisfacción en Guardiana.

Asiente a Weelsky será lo mejor... dice mientras aprieta y coloca bien una de las tiras de la mochila que se le había aflojado y comenzado a caer

Prosiguiendo por el camino más seguro, observan que el sendero comienza un leve ascenso y hay una leve, muy leve, muesca de movimiento de aire que procede del túnel... y tras un trecho llegan a una sala más grande por la que entra una lanza de luz que iluminaba medianamente la sala. Según creía la exploradora por cómo se intentó orientar, debían estar en la misma cara de la montaña por donde habían entrado.

La sala era bastante frondosa con respecto a lo que venía siendo el camino hasta ahora. Había algunos matorrales incluso por las paredes, parecían crecer por doquier y descontroladamente.

Esperad aquí, Kronqueval y yo nos adelantaremos para dar un vistazo...- Hace señas para invitar a Konqueval a avanzar

Avanzando un poco, los dos aventureros no escucharon nada, pero el pícaro consiguió distinguir algo entre la maleza... no sabía con certeza qué era... pero un pequeño movimiento delató su presencia... ¡era una mantis religiosa gigantesca! Cuando el bicho notó que el elfo le observaba salió de su escondite para avalanzarse sobre él...

Hecho! Digo mientras miro el resto de la sala en busca de posibles objetivos ocultos.

Te pareció mejor este truco Konqueval?

Sonrío al escuchar al mago y comprobar como sus proyectiles de energía mágica acaban rematando a la criatura. Sólo han pasado unos segundos y el peligro parece haber pasado. Aún así, prefiero no guardar el arco por si acaso. Es probable que encontremos más de esos bichos.

- Bueno, no ha estado mal, mago...

Una vez la mantis cae, Meiar se la queda mirando unos instantes antes de agacharse y golpear suavemente con el puño su caparazón con ésto se podría hacer un buen escudo... dice más para si misma que para los otros.

Acto seguido se levanta y se dispone a cortar un trozo suficiente como para, algún día, hacer una rodela con él. Una vez ha terminado limpia la sangre de su espada y la devuelve a la vaina.

Una vez la mantis ha muerto, ¿qué harán nuestros heroes ahora?

Konqueval tu mandas, reanudamos la marcha?

Creo que como esto se esta empezando a caldear... es hora de tomarse esto en serio. No quiero sorpresas inesperadas, asi que... rebusco entre mis cosas, saco una barrita retorcida, aparentemente de metal y con una serie de inscripciones en toda ella... y tras mirarla fijamente reclamo su poder - parn!

Acto seguido un campo de energia me envuelve y se aproxima a mi cuerpo hasta el punto de desaparecer de la vista.

Mientras guardo la varita,... se me olvidaba - sonrio. Si alguno necesita algo mas de proteccion no dudeis en pedirmelo.

Me acerco hasta la mujer y golpeo su hombro un par de veces, felicitándola por su destreza en el combate.

- Erm... bien, continuemos, si... - comento finalmente algo dubitativo al escuchar al mago. - Todos atentos a partir de ahora. Que no vuelvan a sorprendernos...

Mirando alrededor en la sala, los aventureros observan que existen bastantes recovecos en la gruta. Konqueval mira fijamente al lugar de donde salió la sabandija que ahora yace en el suelo y ve un corredor del que no aprecia el final.
Weelksy encontró, entre unos arbustos a la izquierda de la entrada por donde llegaron, lo que parecía una salida pero desde donde estaba no pudo apreciar ningún detalle más.

A mi no me vendría mal algo de protección adicional y a Weelsky tampoco dice mientras mira alternativametne a la bárbara y al mago ya que haremos de arietes bromea