Partida Rol por web

El viaje fue bastante agotador , intente mantener el espíritu en alto por medio de algunas bromas pero incluso ese se me estaba acabando también junto a mi paciencia , lo único que aumentaba era el dolor en mi cuerpo y las ganas de una baño caliente , cada hora mi ánimo empeoraba mas y para colmo de males para aligerar el paso había decidido dejar con los heridos el vino que me restaba ... grave error que me había lamentado desde la mañana fría en la que reemprendimos el viaje  sin embargo al frente teníamos las murallas de la ciudad y la promesa de algún tratamiento respetable en medio de mi embotamiento escucho que Gaheris se dirige a mi con ese tono condescendiente que tanto odio.

A mi me parece perfecta la idea entrar con la cabeza en alto y con la mayor presunción posible para demostrarles a nuestros enemigos ocultos que solo consiguieron con su ataque realzar nuestro valor y las ganas de figurar en poniente , otras forma de entrar sería mostrar debilidad y en este momento no la necesitamos.

 Sonreí y me dirigí, en voz alta, al resto de la comitiva:

 - Ya han oído, señores, pongan sus mejores galas y preparen su mejor pose esplendorosa, ya que debemos de mostrar toda la grandeza de la casa Lannister... Y decirles con ello a nuestros enemigos que les parta un rayo. - Bromee al final.

-Sin duda...el olor es capaz de "sobrecoger" a cualquiera....- arrugó levemente la nariz.

A Kaya se la vió poco en el viaje, ya que su compañía no era grata, no la daría. Acostumbrada a los rigores de los clanes de las montañas, viajar no le suponía un gran trastorno, aunque eso no lo hiciera agradable, al menos el cambiar del paisaje amenizó el aburrimiento de hacer lo mismo una y otra vez.

Aquí estamos pues...veremos que me depara esto.

La llegada de mas casas a la ciudad -tanto mayores como menores- era lo esperado. Al fin y al cabo, todo el mundo quería mostrar sus respetos a la reina. A Lucyen no le extrañaba en absoluto. Si acaso, su navío no dejaba muy buena impresión con el restos que llegaban, pero poco podían hacer para solucionar esto. Lucyen se limitó a seguir a Lord Gendry. 

Me asomo desde el carruaje para ver la sobrecogedora imagen de Desembarco del Rey. La última vez que había estado allí no era más que una niña. Había acudido con su padre y podía recordar algunas de sus calles como si acabase de ocurrir, Lurleen había quedado maravillada con la fortaleza y ahora volvía a estarlo. Siempre soñé con vivir a la corte y ahora puede ser mi momento...Pese a que el viaje había sido agotador aunque tranquilo, tengo cierta ilusión por empezar el juego que puede definir el resto de nuestra vida. Miro a Petyr y le sonrío pícaramente.

Es nuestro momento-le susurro antes de besarlo y pasar la puerta de la ciudad.

Ramiel se ergió sobre su caballo, intentando parecer más un hombre que un simple escudero, dirigiendo a las gentes con las que se cruzaba una hermosa sonrisa, cabalgando siempre al lado de Gaheris .- Sir... la verdad es que esta ciudad es impresionante, no creeis? Cual creeis que va a ser nuestro recibimiento ...? por que tengo la sospecha de que no va a ser muy agradable....

 Le dediqué una risa a las palabras de mi escudero:

 - Seguramente tengas razón, pero recuerda que, como séquito de una de las grandes casas, merecemos una bienvenida cortés, aunque sea a regañadientes.

.- Espero que así sea my Lord... por si acaso tendré la espada preparada .- sonrió y siguió cabalgando con su mirada dando tumbos por todos lados, atento a todo lo que lo rodeaba.-

A Walter siempre le gustó más ser discreto que el que las miradas se centraran en él

- La grandeza de un hombre no se mide solo en las reverencias que le hacen, sino también en los años que vive... pues un muerto, aunque recordado, no suele poder cambiar el destino del mundo - agenciandose las palabras que algun hombre que antaño pasó por la corte de los Lannister a ofrecerse como sanador, posiblemente tan solo un charlatán

Arya recoge sus cosas y se prepara para desembarcar.

Una vez que baja Lord Gendry, se disponen a bajar los demas, incluida ella.

Arya se pone la capucha de la capa por que ha escuchado que casi todas las casasa han venido.

Lo de la capucha solo es por precaucion, ya que tambien habra montaraces del resto de las casas, y no quiero llamar la atencion.

Dicho esto camina con la comitva por los muelles.

Observais durante un rato los barcos reunidos en el puerto y a las gentes que discurren entre el mercado de peces y mejillones.

Un anciano de largo pelo blanco se os acerca apoyado en un bastón, arrodillándose ante Lord Gendry. Mi señor Lord Gendry, pensábamos que su casa llegaría mucho antes y por ello no nos encontrábamos esperandoos en el puerto. Siento mucho el tiempo que han perdido en este lugar. Siganme a vuestras habitaciones -dice el anciano.

Lord Gendry asiente ante las palabras del viejo mayordomo -Es hora de irnos señores. Hija mía, no te separes de mí. El resto, proteged los lados y la retaguardia, no me fio de las otras casas después de los extraños incidentes que hemos vivido -os ordena vuestro señor hablando sin que le importe la presencia del anciano.

Lucyen poco podía hacer en caso de ataque. Al fin y al cabo él no era un guerrero. Así pues, decidió ir en la retaguardia, pero dejando el espacio suficiente para no molestar a los soldados que harían de escolta. Dudaba de que en Desembarco del Rey sufriesen algún posible ataque, y mucho menos a plena luz del día y a campo abierto, pero uno no podía tomarse la seguridad a la ligera.

Observo al mayordomo mientras se dirige a mi padre.

Vaya... Parece que han mandado a recibirnos al más joven y apuesto de todo Desembarco... Y por si no bastara con su decrepitud, llega con retraso. Esto no se lo hacen a los Lannister ni a los Stark, eso seguro.

Hago ademán de protestar por el trato que hemos recibido, pero me lo pienso mejor y guardo silencio. Debería ser mi padre quien mostrara su orgullo de Lord y se quejara, no su hija bastarda. Si hablo yo y no él, entonces le estoy quitando la poca autoridad que parece tener aquí.

Le miro de reojo. Ojalá revelara más a menudo ese carácter que sé que tiene... Si dejas pasar una ofensa tras otra, acabarán ofendiéndote hasta los perros.

Camino en silencio junto a él para abandonar los muelles. Espero que las cosas vayan mejorando o más nos valdría no haber salido de Rocadragón...

Llegáis hasta la puerta del León, la puerta que supone el comienzo del Camino Dorado el cual conduce a Lannisport y Roca Casterly. Nada más llegar hasta ella un grupo de soldados os dan el alto cortésmente. Hacia vosotros se dirige desde el interior de la ciudad un grupo de caballeros capas doradas, en perfecta ordenación.

-Aquí llega nuestra bienvenida. Espero que nos traten con el respeto que merecemos.

Tan sombrío como siempre, mira con absoluta desconfianza a los caballeros que se acercan