Partida Rol por web

Nugirrha iba la primera, así que bajó tan rápido como pudo para dejar paso al resto. Aunque estaba acostumbrada a trepar en los bosques de Kashyyyk, aquí no había un mullido terreno de hierbas y tierra que amortiguara el sonido, así que intentó hacerlo de la manera más sutil que pudo.

Un vez abajo, se parapetó tras el terminal. Lo primero que había pensado hacer era comprobar en la computadora si el "paquete" que buscaban estaba allí. Afortunadamente ya no hizo falta. Podían verlo con sus propios ojos sobre ese deslizador. El siguiente paso era seguir el plan establecido de bloqueo y apertura de puertas. Agachada, se giró sobre el terminal y empezó a manipularlo con sus herramientas.

Realmente la oportunidad no podía ser mejor y desaprovecharla hubiera sido un error imperdonable. Al tiempo que la wookie se deslizaba con un sigilo sorprendente para introducirse en la sala de mandos, Flamo volvió a sintonizar el comunicador. 

-Maya, -susurró desde su escondite. -tenemos contacto visual con el cargamento. El muelle de carga apenas está protegido, es ahora o nunca. 

Se giró hacia sus compañeros para buscar un signo de aprobación. Antes de que la agente les pudiera contestar se dirigió a Val y Marco. 

-Necesitamos que alguien pilote ese deslizador cuando llegue la nave. Quizá tú, Val, podrías encargarte de acercar el bloque de carbonita a la nave mientras Marco y yo te cubrimos. Con suerte Nughirra podrá bloquear la puerta principal. ¿De acuerdo?

Nughirra bajó sin problemas; pero el terminal parecía más complicado de lo que pudiera haber parecido. Disponía de un sistema de seguridad que la wookie no había visto y cuando fue a bloquear las puertas el sistema le denegó el acceso. Por suerte no saltó ninguna de las alarmas. No obstante si que pudo acceder a las cámaras de seguridad del hangar. Al lado del almacén donde se encontraban había otro almacén vacío, y justo al lado la sala de control en donde se encontraba además de los técnicos un oficial y dos soldados más vigilando. La cámara del exterior mostraba relativa tranquilidad... 

- Recibido. Tendrá que ser rápido, es muy probable que tengan armas pesadas y no quiero que me revienten la nave y quedar atrapada allí. Nos vemos en un momento - 

Había estado en “latas de sardinas” más espaciosas que aquel conducto pero llegados hasta ese punto no había retorno, solo la idea de poner distancia con el imperio y aquella estación espacial le era suficiente motivo para seguir con la mirada fija en el trasero de Flamo, sin flaquear en su avance.

El informante no había mentido, tal como había tratado con la detención de Maya, aun desde el interior del conducto gozaban de una vista privilegiada del hangar, aunque no suficiente.

Nugirrha tomo la iniciativa saliendo la primera del conducto, suponía que habría sido un alivio mayor para la wookie salir de allí que pare ella misma. En silencio la observo dirigirse al terminal, mientras tres de sus problemas se largaban, reduciendo el número de imperiales entre ellos y su carga, los chicos de Switch pacería que habían cumplido su parte. Ahora les tocaba a ellos.

No queriendo interrumpir la labor de Nugirrah con algún ruido delator, se quedo unos instantes más en el conducto, evaluando la situación. Cuando siguió a los demás, la voz de Flamo, pese a su tono precavido, la sobresalto. No esperando que alguien rompiera aquel silencio, giró bruscamente para mirarlo, con tan mala suerte que un rayo de dolor recorrió su cuerpo por culpa del gesto y la herida, haciendo que se soltara y cayera.

Para su sorpresa no hubo ningún estruendo ante su caída, dándose cuenta que eran los brazos de Marco los que la sostenían con firmeza, impidiendo que se diera de bruces contra el suelo, así como los de Flamo, que además la miraba con cierto recelo tras lo que acababa de pedirle. Avergonzada y callando una maldición para sus adentros, se deshizo del agarre de ambos y asintió a la petición del hombre.

Aquel sin duda no era su maldito día.

Val había quedado colgando de los brazos de Flamo y Marco, que todavía permanecían en el conducto de ventilación. Por desgracia, cuando soltaron a Val para que esta cayera al suelo, golpeó una pequeña caja que estaba sobre unas más grande, haciendo que esta produjera un sonido seco que posiblemente se pudo oír en el hangar.

Un vistazo rápido a donde se encontraba el oficial lo deja claro. Su vista ahora está clavada en el almacén. Da un par de pasos hacia el centro del hangar sin dejar de mirar y niega con la cabeza mientras Val permanece en silencio detrás de una de las cajas grandes y Nughirra pegada a la pared junto al terminal...

Finalmente da media vuelta y regresa a su posición junto a los dos soldados de asalto.

A Marco no le resultó precisamente agradable el trayecto por el conducto. Lo aceptó como la idea astuta y prudente que era, pero odiaba tener que reptar por sitios angostos. Sin embargo, apretó los dientes y siguió adelante sin proferir queja alguna.

Y la wookie…pobre muchacha, con ese corpachón peludo.

Cuando llegaron al otro lado, los sentidos de alerta se dispararon. Más aun cuando apareció aquel deslizador con el bloque de carbonita. Los «oportunos» disturbios señalaron que era el momento justo.

La wookie saltó para hacer su parte mientras Flamo seguía dando instrucciones como un oficial del ejército (lo cual tuvo que reconocer que no estaba mal, de momento).

—Estoy de acuerdo, yo prefiero tener las manos libres para disparar si hace falta.

Luego Val se dispuso a bajar…

Instintivamente Marco alargó los brazos para evitar su caída. Junto con su compadre, lograron bajarla sin mayores percances, pero aquella maldita caja suelta tenía que estar en dónde no debía. Marco se echó atrás y esperó con el corazón latiendo con fuerza. Parecía que el centinela se lo pensaba mejor, así que cuando éste regresó a su posición, Marco se preparó para bajar. No era su proceder habitual, pero el tiempo contaba en contra.

Sus pies se posaron con suavidad en el suelo, quizá  demasiado cerca de otra caja y no con tanta elegancia como había esperado. Agachado, se volvió a Val y le guiñó un ojo. La situación no dejaba de ser electrizante, le gustaba.

Estuvieron cerca de echar todo por tierra. La caída de Val había alertado a uno de los guardias, pero afortunadamente no consiguió verlos. Apretó los dientes y soltó un suspiro mudo cuando el vigilante volvió a su puesto. 

Marco bajó con más gracia, sin apenas realizar ningún esfuerzo. Era su turno, y el sigilo no era su fuerte. 

-Echadme una mano, susurró. -estirando los brazos para que sus compañeros le ayudaran*. 

Dio un pequeño salto para bajar del conducto y, a pesar de que consiguió no tropezar con ninguna caja, no pudo evitar que su caía produjera un golpe seco, inaudible quizá en un ambiente ruidoso, pero a todas luces evidente para un oído entrenado. Se acercó a la wookie de cuclillas observando cómo el oficial volvía a fijar la vista en el almacén. 

Pudo ver en las cámaras de seguridad que la sala de al lado era otro punto caliente. 

-Nughirra, rápido, intenta sellar ese almacén. Creo que vamos a tener compañía -susurró con urgencia.

- Aarrragghuuhw raaaaaahhgh aaaaahnr huuguughghg huuguughghg wrrhw hnnnhrrhhh. Uughghhhgh raaaaaahhgh uughghhhgh uughguughhhghghghhhgh. Huuguughghg huuguughghg uughghhhgh aarrragghuuhw huurh. [Eso intento, pero no es fácil. Al menos he conseguido acceso a las cámaras de seguridad. La sala de al lado está vacía, y más allá poca vigilancia].

El oficial se gira, ahora con cara de preocupación, y mira directamente hacia el almacén donde estáis. Comienza a caminar llevando su mano a su cintura, agarrando su comunicador. Cuando se encuentra a media distancia, muy cerca de la lanzadera corre hacia las cajas cercanas y se esconde detrás de ellas.

- Intrusos en el hangar, repito intrusos en el hangar. ¡¡ Solicito apoyo de inmediato !! - Podéis escuchar sus palabras con total claridad.

- ¡¡ Vosotros dos !! - Venid ahora mismo, vosotros... proteged el puente de mando - Sus palabras parecen ser un resorte para los soldados de asalto que estaban cerca de la zona de aterrizaje, pues se dirigen a toda velocidad hacia su posición...

No hay duda de que os han visto, quizá no ha todos... quizá si. Lo que está claro es que no se andan con chiquitas y parece dispuestos a terminar con la amenaza. Entre todo el barullo, Nugirrha es capaz de ver por el rabillo del ojo que una de las cámaras del exterior muestra un pequeño contingente de 6 soldados de asalto corriendo por los pasillos de la estación en dirección al hangar. No tardarán demasiado en llegar*

Estaba claro que el sigilo no era lo suyo, la wookie pese a su tamaño y las dificultades que había pasado en el conducto había salido silenciosa para cumplir con su cometido, mientras ellos se cargaban el factor sorpresa. El guiño presuntuoso de Marco tras su “rescate” y silenciosa salida del conducto paso al olvido en el momento que escucho al oficial dar sus ordenes, dando paso a los instintos.

Sin pestañear realizo una arrancada veloz para acortar la distancia que la separaba de la puerta, junto a Nugirrha, donde se aposto apuntando al exterior. Sabía por lo que había visto que contaba con el apoyo de dos soldados se asalto, pero con esa llamada sería cuestión de tiempo que los refuerzos llegaran.

-Preciosa sera mejor que logres hacerte con el control de las puertas antes que lleguen más refuerzos o estaremos en serios aprietos – dijo a la wookie a su lado mientras daba un vistazo a donde se encontraba el enemigo apuntando con su arma, calculando la distancia que los separaba de su objetivo que se encontraba sobre la lanzadera – sería buen momento para llamar a Maya ¿no crees? - le espeto a Flamo que se recuperaba con gran agilidad de su torpeza – quizá la aparición de una nave haga que manchen sus pulcros uniformes

Eso si sería un factor sorpresa que explotar, aunque si no llegaban a la lanzadera de nada serviría que Maya acudiera al rescate. Tan solo esperaba que su nave no fuera una chatarra, necesitarían salir de allí a gran velocidad.

La habían jodido. Habían ideado un plan que en teoría podría salir bien. Pero la práctica tiene la mala costumbre de no salir tal y como se ha planeado. Y ahora los tenían encima. Val se pone en posición de ataque, apostándose junto a su querida wookie. Flamo se refugia detrás de unos baúles rígidos que hay junto a la entrada y saca de nuevo su comunícador. Sabe que su mini bláster de poco le va a servir a esa distancia, y está vez no dispone de ninguna de sus granadas, que tan efectivas han resultado por el momento. 

- Aquí Flamo, ¿Me recibe, Switch? -susurró Flamo. - Un grupo armado de cinco o seis efectivos están de camino al hangar. Haced lo que sea para que no lleguen al muelle de carga. 

Inmediatamente después cambió de canal, ajustándolo a la frecuencia en la que se encontraba Maya. 

-Maya, espero que estés de camino, esto se está saliendo de control. Vamos a tener apenas unos segundos para cargar el bloque de carbonita que está en el deslizador, pero para ello necesitaremos algo de cobertura. Espero que tu nave tenga potencia de fuego.

- Estoy llegando, aguantad un poco y ¡¡ estad preparados !! - Se escucha por el comunicador justo cuando un disparo impacta en el hombro que Flamo tenía asomando por el lateral de una de las cajas, provocando además que caiga hacia atrás junto con la caja en la que estaba apoyado. 

- Rendiros ahora mismo, estáis en instalaciones imperiales de carácter reservado - 

Podéis ver como se parapeta detrás de una de las cajas mientras ordena algo con sus brazos a los dos soldados de asalto, lo que os permite tener una línea de visión favorable hacia él...

Los dos soldados corren tras recibir las instrucciones del oficial, podéis ver como pasan corriendo detrás suyo y buscan cobertura detrás de unas las cajas más cercanas a la puerta principal.

- Ríndanse o abriremos fuego, No habrá segundo aviso - Dicen a través de sus cascos con su voz distorsionada.

Respecto a los soldados y oficial de la sala de control Nugirrha puede ver como el oficial de órdenes. Los soldados mantienen posiciones mientras que el oficial se acerca a una de las consolas sin que la wookie puede ver que está haciendo exactamente...

¡El oficial era especialmente peligroso! Por el rabillo del ojo, Marco vio como Flamo era alcanzado, no sabía si de gravedad. Instintivamente, su mente se centró en el combate. Se parapetó como pudo detrás de una de las cajas, apuntó cuidadosamente al oficial imperial y disparó.

—¡Mierda, maldita sea mi estampa!

A Marco no le gustaba fallar el tiro, menos aun cuando las cosas se ponían crudas. Para minimizar su error, el impacto al lado del imperial parecía haberle afectado de alguna manera, se había movido un tanto «agitado» y quizá se lo pensaría mejor antes de dispararnos. Le había metido el miedo en el cuerpo, seguro.

Marco sonrió pensando en el próximo tiro.

Después de sus infructuosos intentos con el terminal, Nugirrha guardó sus herramientas y tomó el palo gaffi. Tocaba, una vez más, optar por la acción directa. La wookiee contó hasta tres, lanzó un rugido, y cargó contra el oficial que se ocultaba tras las cajas mientras los disparos láser silbaban a su alrededor. 

Cuando el imperial casi podía notar su aliento, descargó el arma sobre él.