Partida Rol por web

Dave empieza a comprender algunas cosas, pero sabe de sobra que lo que las dos mujeres del camarote, y probablemente el semitroll, saben es mucho más de lo que el conoce. Dave suspira, no hay mucho que discutir en ese momento referente a ese tema. Se habían enfrentado a Ojo de Halcón y si hacía falta se enfrentarían a las sirenas y tritones, aunque Dave sabe que sería mejor evitar cualquier enfrentamiento. La única solución era arreglar lo que quedase por hacer y partir cuanto antes.

Selene, mi teniente y contramaestre están aquí fuera. Hagámoslos entrar y discutamos lo que hemos venido a discutir. Dave mira a Verona con ojos dulces. Verona, pequeña, no te preocupes, no permitiremos que te pase nada malo. Prometo dice con solemnidad que partiremos cuanto antes, pero me temo que antes tenemos que discutir algunas cosas Selene y yo, y nuestras personas de confianza, claro.

Selene asintió a Dave. 

-Hazles pasar. También a mi timonel y su chico, tendrán que marcarnos el rumbo. 

Selene se metió la mano en el escote y sacó un trozo de papel cuidadosamente doblado que desplegó sobre la mesa. Era una mesa redonda en el centro del camarote. No había sillas suficientes para todos, pero a ella no le importaba quedarse de pie. Esperaba que pudiesen hablarlo todo rápidamente. 

La charla con mi tripulación tendrá que esperar a estar mar adentro...

Beatrice y Daniel entran cuando Dave abre la puerta del camarote de Selene y les indica con un gesto de la mano que pasen. No hacen falta palabras, el simple movimiento es suficiente y en un par de minutos todos los miembros importantes de las tripulaciones de ambos barcos están en el camarote de la capitana del Bloody Mary, a la sazón, la hermana de Dave.

Dave, aunque poco dado a los formalismos, decide presentar a los allí presentes a su gente.

Compañeros, esta bellísima mujer, dice mientras le agarra la mano a Beatrice y la besa con ensayada parsimonia, es Beatrice, mi teniente. Sus labios se alejan de la mujer mientras sus ojos siguen clavados en los ojos de Beatrice y su cuerpo se endereza. Cuando Dave está casi derecho, suelta la mano de la mujer con suavidad. Nadie en la sala duda de que existe una atracción entre ambos, pero ninguno dice ni hace nada que confirme o desmienta lo que todos piensan. Después, se gira y agarrando del hombro a su acompañante masculino, Dave le presenta. Y este es Daniel, mi viejo conocido y bribón de mar que ha sido ascendido a contramaestre.

Dave mira a los hombres que Selene ha traído a su camarote, esperando el conocerlos y así poder empezar con los preparativos para zarpar. Dave estaba aún preocupado por las noticias de Verona. Sentía cierta lástima por la pequeña sirena, una niña aún, que quizás por rebeldía, o quizás por una buena razón, parecía estar metida en un embrollo que indicaba que iba a salpicar a todos, quisiesen o no. Pero ahora es parte de la tripulación de Selene y, por tanto, tengo ciertos deberes para con ella.

Selene arqueó una ceja, divertida ante la actuación de su hermano, pero no dijo nada. Después procedió a presentar a los suyos:

-Os presento a Grohl Daevans, mi maestro de armas. Este señor tan venerable es el timonel, el Señor Brandon Jinete de la Tormenta, cuya fama le precede. Un pirata le cortó la lengua cuando estaba a su servicio de modo que este chico de aquí hace de lengua. El niño oye y traduce pero nada de lo que se diga aquí saldrá de su boca, sabe perfectamente cómo puede acabar.- dijo medio en broma, al tiempo que el chico tragaba saliva.- Y esta chica de aquí.- dijo tendiéndole una silla.- es Verona, la médico de a bordo. Está un poco nerviosa por motivos personales que tendremos que tratar más tarde. 

Selene hizo una pausa.

-Hechas las presentaciones, vayamos al grano. Esta es la copia exacta de un mapa que encontró mi hermano Dave hará cosa de un mes. El original lo tiene él. Lo que más llama la atención es eso que pone de la "Flama de los mares". Nuestras investigaciones nos llevaron a averiguar que Flama de los Mares es el sobrenombre de un pirata llamado James Bolt. En teoría el hombre marchó al sur con su tripulación hasta que se topó con un dragón, quién le ofreció ir más allá a cambio de prácticamente todo lo que tenía. Casi toda su tripulación prefirió quedarse con el botín y regresar, pero a James Bolt no se le ha vuelto a ver. Claro que todo esto podrían ser los delirios de un viejo borracho, pero lo que es bastante probable es que Flama de los mares se refiera a Bolt. También es probable que el mapa sea algo importante, puesto que Ojo de Halcón estaba interesado en esta historia.- Selene tomó aire y continuó hablando.- La segunda cosa es esta isla.- dice marcando con el dedo un pequeño trozo de tierra en medio del océano con forma de semiluna.- Dave y yo nos pasamos toda una mañana revisando atlas y cartografías y no aparecía en ningún sitio la isla, maldita sea tres veces. Según la única fuente de información que hemos tenido, esta isla esta muy al sur, casi en las aguas de Onternejs, y las brújulas se vuelven locas al acercarse a ella. Jack Bolt llegó hasta esa isla. No sé dónde estará el tesoro, pero lo que está bastante claro es que nuestro rumbo debe ser hacia el sur.- concluyó Selene. Después esperó a escuchar las opiniones e impresiones de los allí presentes. 

Dave se mantiene callado durante todo el tiempo en el que su hermana habla, aunque asinte cuando esta finaliza. Estaba claro que deberían ir hacia el sur, esperando llegar a la dichosa isla sin demasiados percances. Ni en sueños llegaremos a la isla, si llegamos, sin problemas. Piensa Dave.

El Jinete de la Tormenta podría tener algo que decir sobre lo dicho por Selene. Con suerte, podría decir algo que los hermanos no supiesen.

Dave esperaría a que alguien dijese algo antes de tomar de nuevo la palabra. Su barco estaba ya listo para zarpar, pero Selene parecía que no tenía todo preparado. Siempre un desastre, hermanita. Dave se ríe por dentro al pensar en las palabras de su hermana. Pero como hermano mayor, le echaría un cable para aligerar el proceso.

Selene saco el mapa y comenzo a explicar los planes, eso tranquilizo a la pequeña sirena, ademas las palabras de Daevans y Dave la habian calmado, pero fue la sonrisa de su amiga la que termino por quitarle el temblor que invadia su cuerpo....Escucho atentamente las indicaciones de Selene, todo parecía una historia mas de las muchas que ella que le habia contado de niña...y ahora serian las protagonistas de su propia historia...como medico a bordo deberia encargarse de los tripulantes de ambos barcos y poder lanzarse al agua sin problemas para ir de barco en barco le beneficiaba mucho.

James Bol?...Flama de los mares?....Las Aguas de Onternejs?...aunque la ultima frase se le hacia familiar no podia recordar bien de que se tratase, seguramente estuviera relacionada con laguna de las historias que le contaba su madre antes de dormir...

Por alguna razón que Dave no terminaría de entender más tarde, su mente comienza a divagar ante la tardanza de su hermana en contestar. Los recuerdos de momentos de juventud se le vienen a la mente. Parecía que, después de todo, algunos sueños se cumplían.

Despierta, hijo. Era Padre con su voz directa pero suave a la vez, como el lento chocar de las olas contra la costa. Sus manos me zarandean suavemente, y abro los ojos legañosos mientras intento ubicarme y dedicir que las luchas de pirata en las que me encontraba hasta hace unos segundos no eran más que un sueño. Quiero ser pirata cuando sea mayor. Vamos David, tienes que despertarte ya. El sol ha salido y tenemos que hacernos a la mar. ¿No quieres ayudar a tu viejo hoy? Su boca se abre y muestra una hermosa sonrisa. Me fijo en los dos dientes que le faltan, ambos caídos en una pelea hacía ya algunos años. O eso me contaba a menudo mi padre. Pese a los huecos, por su posición, esquinados, no rompen el efecto tranquilizador de la misma.

Voy, padre. Digo aún somnoliento. ¿Sabe? ¡He vuelto a soñar que era un pirata y que surcaba los mares en mi barco! ¡Mi barco era el más rápido de Desperado! Mi sonrisa parece cubrir toda mi cara; los ojos, abiertos como platos, como si aún estuviese dentro del sueño. Mi padre me coge en brazos, mientras dice: ¿De verdad? ¿Un pirata? Jajaja, seguro que sí. Algún día serás un famoso pirata, hijo. Sus palabras eran dulces, pero probablemente no confiaba en que eso fuese a pasar. Después de todo, yo era el hijo de un marinero que se había reconvertido en pescador.

Voy corriendo hacia la palangana y la lleno de agua de una jarra colocada junto a ella. Me lavo la cara y noto como el sueño va cediendo terreno. Mi padre me hace un gesto, llevándose el dedo hacia la boca, indicándome que no haga ruído. Es verdad, Madre aún duerme. Comienzo a hacer gestos exagerados de sigilo. Mi padre me sigue el juego, mientras se ríe por lo bajo. Nuestro andar es ridículo.

Nos dirigimos hacia la mesa de la cocina, donde Padre ha preparado algo para el almuerzo, no sin antes pasar por la habitación donde duermen Padre y Madre. Allí veo a mi madre con un pequeño bebé entre sus brazos. Selene. Ambas duermen. Son hermosas. De nuevo, el sueño tenido me asalta y los más estúpidos pensamientos se me pasan por la cabeza. Selene será pirata conmigo. Seremos los más famosos piratas.

Salimos de la casa y nos subimos al pequeño barco que tiene mi padre, el Mary. Comenzamos a izar las velas. El barco zarpa hacia la inmensidad del océano.

Al de dos horas nos encontramos por fin pescando. Mi padre ha tirado algunas redes y me ha ofrecido una caña para ponerme junto a él. El tiempo es soleado y una suave brisa hace que el barco se meza suavemente sobre el mar.

Algo pica. Mi corcho se hunde y mi padre se avalanza sobre mi caña. Algo tira con fuerza del sedal, pero con la ayuda de mi padre consigo que la caña no se me escape de mis pequeñas manos. ¡Tira, hijo! ¡Has pescado algo!

Y tanto que pesco algo, después de unos largos minutos luchando a brazo partido con el pez, una hermosa dorada, grande y salvaje se debate sobre la cubierta de nuestro barco. Padre la mata con un sabio golpe en su cabeza y comienza a limpiarla. ¿Quién quiere comer pan duro y queso cuando podemos comer un pescado recién pescado? Pocos minutos después, Padre la coloca sobre unas brasas y la asa. Deliciosa.

Cuando el sol comienza a caer, volvemos a casa con la captura del día. Una buena cantidad de pescado que Padre venderá a buen precio, guardando algunas piezas para nosotros.

Entro en casa, Selene está en su cuna. Cenamos el pan duro y el queso, con unas manzanas que Madre ha conseguido. La casa está impoluta, como siempre le ha gustado tenerla. Mi cama me llama. Beso a Selene en la frente. Me sonríe. Te quiero, pelirrojilla. Me meto en la cama tras despedirme de Padre y de Madre. Los sueños de piratas vuelven de nuevo...

- ¿Y no has preguntado al respecto a los antiguos tripulantes del Flama de los mares que regresarón a Desperado? Ellos probablemente sepán donde está la isla.

Selene miró a Daevans.

-La verdad es que no se me había ocurrido. Tampoco había tomado muy en serio al viejo borracho...-la joven capitana miró a su hermano.- ¿qué hacemos? Dereck es parte de mi tripulación ahora, y él formó parte de esa expedición. Lo único que no sé hasta qué punto fiarme de su cerebro anegado en alcohol. Por otra parte, tal y como están las cosas con la familia de Verona lo mejor es que partamos cuanto antes. 

Creo que deberías llamar a Dereck. Comienza Dave. Esté borracho o no, sus conocimientos, por pocos que sean nos harán tomar un rumbo de forma correcta. En cuanto sepamos hacia donde ir, partiremos de inmediato, pero me temo que sin una dirección no sería oportuno terminar esta reunión ciegamente.

Las palabras del joven parecían estar penetrando en los allí presentes. Después de todo, era algo obvio. Por muchas ganas que tuviesen de levar anclas, ya fuese por la emoción de ver cumplido su sueño o por alejar a Verona del peligro que parecía que iba a suponer su familia, lo cierto es que sin una dirección a seguir poco podrían hacer. Las comunicaciones entre los barcos se complicarían una vez estuviesen en alta mar y dependerían por completo del estado de la mar para poder hacerlo.

En otro orden de cosas, deberíamos pensar en un modo de mantenernos en contacto una vez estemos cada uno en nuestro barco. Además, sería interesante tener un método para no separnos en caso de tormenta. Las palabras de Dave se vuelven dulces en ese momento al mirar a su hermana. Hay mucha gente que no son parte de la familia, pero a "El Guapo" le da lo mismo. Selene es su hermana y la quiere. Por muy duro que sea, no deja de ser su amada hermana pequeña y no tendrá problemas en batirse con cualquiera que encuentre eso desafortunado. No querría perderte en una tormenta, hermanita.

Selene sonrió a su hermano con cierta maldad

-Una tormenta no será suficiente para conseguir deshacerte de mí, hermano.- después se giró hacia el chico que acompañaba al Sr. Brandom.- Haz el favor de traer hasta aquí a Dereck. Esperemos que aún no se haya emborrachado demasiado. Y que sea lo antes posible. 

El chico salió corriendo de su camarote. Tras unos segundos, Selene habló de nuevo:

-Respecto a la comunicación... no sé, quizás podríamos conseguir alguna paloma o cuervo que llevase los mensajes entre ambos. Me temo que el sonido fantasma y el cuchicheo no será suficiente. 

Dereck aparece pegado a su botella de ron.

- Me han dicho que querias preguntarme algo, adelante.

¿Una paloma? ¿Dónde conseguiríamos eso? Se pregunta Dave en los segundos en los que Dereck, el marinero borracho de "El Alambique de Arn" que era un nuevo miembro de la tripulación de su hermana, aparecía. Lo cierto es que parecía estar rondando el camarote de la capitana, porque apenas tuvieron que esperar nada.

Cuando el hombre hace aparición, Dave mira a su hermana, indicándole que "su hombre, sus preguntas". El pirata se limita a esperar. Desea volver a su barco cuanto antes y levar anclas.

Selene da las gracias al chico del timonel y después se dirige a Dereck.

-Estamos intentando trazar nuestro rumbo. Queremos ir hasta la isla aquella que volvía loca a las brújulas y tú eres el único que conocemos que estuvo alguna vez allí.

Después se quedó expectante.

¿Comunicaciones entre los barcos?...se ha olvidado que tienen una sirena!!!...Verona se disponia a hablar cuando llego Dereck, no quiso interrumpir, pero se acerco a Dave y le jalo la ropa para llamar su atención, en voz baja le dijo...

Para que usar palomas cuando tienes una sirena a bordo...sonrie...Puedo ir de barco en barco llebando los mensajes, pueden darmelos a mi y yo los transmito o podemos crear una caja o botella para trasportarlos sin que se mojen, en caso de que sean algun papel...para mi no seria problema.

Miro a Dave esperando al menos una sonrisa que le diera como aprobación a su idea, pero entendia que la charla con Dereck era lo primordial del momento.

Los ojos de Dave miran expectantes a que el viejo borracho de Dereck abriese la boca para decir lo que necesitaban oir. Parecía que nada podría sacarlo de su concentración cuando nota un tirón en su ropa. Curioso, baja la cabeza y ve como a su lado está la joven Verona, mirándole con esos ojitos de niña que tiene.

Tras informarle de que ella misma podría solucionar el problema de la comunicación, los ojos del pirata se iluminan y sonríe a la muchacha. Tienes razón, Verona. No lo habíamos considerado cuando te teníamos delante siendo la opción mejor... Perdona que no me haya dado cuenta antes. Ahora, silencio, pequeña, escuchemos a Dereck. La mano de Dave se apoya en el pelo de la sirena y lo revuelve cariñosamente, después le pasa el brazo por la espalda y la acerca hacia su cuerpo, donde la joven apoya la cabeza mientras ambos esperan a que el marinero dijese algo.

Beatrice mira a su capitán tratando con ternura a la niña y sonríe.

- Bueno, llegar ahí, no creo que sea muy dificil, recuerdo claramente que partimos de la isla de Alba Negra. ¿Habeis estado ahí? Pero que digo, por supuesto que no, y tampoco os recomiendo veranear allí. La gente no es muy hospitalaria ¿Sabeis? Pero que digo, por supuesto que no, no habeis estado allí. Recuerdo cuando el viejo Fran "El Lorzas" tuvo un empacho de...

Daevans tose, recordando al marinero que se esta desviando del tema.

- Y bueno, tomamos rumbo al sur desde allí, una travesia aburrida, estuvimos semanas navegando sin novedad alguna. Un día estabamos tan aburridos que David "El Verde", le llamabamos asi por su afición a las infusiones, estaba muy nervioso porque hacia semanas que habiamos acabado la última. No pudimos aprovisionarnos bien, dias antes habia pasado el capitán "Velas Rojas" y se habia llevado la última que vendian en la isla, en serio, no se como una tripulación puede consumir tanta...

Daevans vuelve a toser y Dereck se da por aludido de nuevo.

- Bueno, navegamos rumbo al sur hasta que la brujula se volvió loca, no tardamos en encontrar la fuente de la perturbación.

Selene asintió.

-Muy bien, creo que el curso a emprender está bastante claro entonces. Iremos primero a la Isla de Alba negra y de ahí todo al sur. ¿Conformes?.- dijo mirando a todos

Dave asiente ante las palabras de su hermana. Ya tenían un destino y una forma de comunicarse entre los barcos. No había más que discutir. Y aún quedaba el asunto de Verona que les apremiaba a moverse con rapidez.

Tras darle un beso en el pelo a Verona, el pirata aparta a la muchacha y se dirige donde su hermana a la que abraza y besa. La mar podía ser amante o endemoniadamente salvaje, Dave no quería desaprovechar la oportunidad de desearle buena suerte a su hermana y despedirse hasta que llegasen a la isla.

Tras romper el abrazo en el que se habían unido los hermanos, Dave se despide del resto de los presentes que no pertenecían a su propio barco e indica a los suyos propios que le sigan. Debían volver al barco cuanto antes, izar las banderas y levar anclas. Un nuevo horizonte les esperaba y Dave estaba ansioso por conocerlo.

El trío formado por Beatrice, Daniel y el propio Dave bajan con destreza la pasarela del barco de Selene y se encaminan hacia el propio barco. El sol cae a plomo a estas horas y el sudor perla las frentes de los tres.

En unos pocos cientos de pasos, suben la pasarela de La Puta del Diablo y comienzan a repartir órdenes, en función de sus propias responsabilidades. Despacio al principio, y con más velocidad después, el barco comienza a moverse alejándose de Arn y de la vida como pobres que los dos hermanos y muchos de los propios miembros de sus tripulaciones habían llevado hasta el momento. Con suerte ganarían las suficientes riquezas como para vivir el resto de sus vidas en la abundancia o, al menos, morirían intentándolo. Lo cual ya era mejor que la vida miserable que llevaban en Arn.

Cuando el barco está ya en alta mar y las órdenes principales emitidas, Beatrice entra en el camarote de Dave que mira con interés el mapa que había conseguido hacía ya unos días. Dave, absorto en el estudio del mapa, apenas se da cuenta de la presencia de la mujer hasta que esta tose para hacerle saber de su presencia. Cuando la mira, la mujer sonríe y con un sencillo gesto de tirar de uno de sus cordones hace que todo su vestido caiga al suelo mostrando en toda su belleza su desnudez. Dave se levanta de la silla en la que estaba sentado y se acerca a la mujer a la que toma con la mano izquierda por la cadera y con la derecha del cuello, enterrando sus dedos en la rojiza cabellera de la mujer, para, con calma al principio y con pasión poco después, besarla.

El calor del día parece elevarse cuando los amantes del camarote se funden en uno sólo.

Pasan días y dias en alta mar, el viaje a ido todo en orden. Daevans evita que Dereck se emborrache demasiado, que Claire vuelve el barco con sus experimentos y entrena a la tripulación para que sepa defenderse si hay un ataque. Verona mantiene la comunicación entre los dos barcos de forma eficaz. Habeis pasado alguna que otra tormenta pero nada que Brandon no sepa manejar. Un día estas en el camarote del capitán revisando unos mapas cuando Daevans toca la puerta y te pregunta si puede pasar.