Partida Rol por web

El Horrible Secreto de la Isla Monhegan

Monhegan Island. Maine, EEUU.

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03/10/2010, 19:26
Smith Wesson

Bebo la copa de brandy, despacio y saboreando el añejo licor y sintiendo como pocoa poco va calentando mi estómago.
Monhegan era un sitio estupendo para vivir si no fuera por sus malditos habitantes. El señor Martinson parecia ser la única persona relativamente agradable en esta roca perdida en medio del oceano.

Pero no quieren colaborar. Ni siquiera elpadre de la desaparecida desea contestara nuestras preguntas y se muestra arisco y agresivo. Así poco podemos hacer, en serio. Y la investigación quedará nuevamente en punto muerto.

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05/10/2010, 21:11
Melvin Franks

Melvin estaba a punto de asentir, meciendo la copa de brandy intacta. Smith se le adelantó, y le dejó hablar mientras le daba un trago a su bebida. Sus palabras, directas, sinceras y firmes -algo que, sinceramente, le extrañaba ver en un periodista- le habían hecho salir de su individualismo una vez más. Se encontraba al borde de la resignación, para buscar una solución él mismo, pero en esa situación era más que difícil.

-El Sr. Wesson tiene un buen punto. No niego que podemos estar reaccionando de una manera un tanto exagerada, pero... bueno, usted no estuvo presente durante nuestra visita al pueblo. La actitud de sus compatriotas fue ciertamente... contundente-

Ya empezamos a sonar como un par de quejones.

-De un modo u otro, no deseamos molestarlo con trivialidades, pero, ya que usted parece ocupar un puesto de cierto renombre en la isla, tal vez podría inducir un espíritu de tolerancia en el pueblo. Lo único que deseamos es que esta investigación llegue a buen puerto, Sr. Martinson. Salud- finalizó, alzando su copa al tiempo que miraba a los presentes y le daba un trago al añejo brebaje.

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07/10/2010, 07:23
Roger Martinson

Brindemos por ello, por su éxito. ¡Salud! responde Mortenson quitando hierro al asunto y sin preocuparse demasiado por las quejas del periodista texano y alzando su copa.

Y el añejo brandy calienta vuestros estómagos y corazones.

Brandy... Este es francés y tiene cerca de 50 años. Cuando terminen su investigación les daré un par de botellas para que las disfruten en sus casas

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09/10/2010, 10:35
Smith Wesson

Si. Es realmente excelente. Hace tanto que no podemos disfrutar de un buen trago en el continente que no sea matarratas hecho en destilerias ilegales... responde Smith paladeando el oscuro licor.

Bien, señor martinson. Creo que nos retiraremo a dormir. Creo que ha sido un dia muy ajetreado y necesito clarificar mis ideas con un sueño reparador.

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10/10/2010, 10:17
Roger Martinson

Pues aquí tenemos algunas destilerías caseras. Y creo que el relativamente bueno para ser un sitio pequeño y con una economía de autosubsistencia. La mar nos provee de lo que necesitamos y no nos falta de nada. Ha sido un placer esta charla, caballeros. Que pasen pues una buena noche.

dice Martinson estrechando vuestras manos a modo de despèdida mientras las adolescentes permanecen con la mirada vuelta hacia vosotros pero sus inexpresivos ojos se pierden en el vacio.

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11/10/2010, 09:41
Melvin Franks

Melvin no contuvo su sonrisa ante el acertado comentario de Wesson, y eso le pareció suficiente acuerdo. -Ciertamente es este un buen brandy, Sr. Martinson. El placer ha sido nuestro- El detective comenzó su retirada de la habitación, pero la memoria le hizo parar en seco.

¡Casi lo olvido! Martinson está de buen humor y bebió. Este debe ser el mejor momento.

-¡Oh, estuve a punto de olvidarlo!- exclamó Melvin, alzando su mano en gesto enfático. -Da la casualidad de que hoy nos topamos con otro hombre del continente, Sr. Martinson. Un filólogo llamado McConough. Siendo nosotros los únicos con los que podía relacionarse, nos ha contado la razón de su visita a Monhegan. Resulta que está en busca de un antiguo y raro libro, escrito en latín. No recuerdo que haya mencionado el título, pero trataba de unas deidades paganas del mar, sacrificios, etc. Pero, hay algo peculiar en la situación...-

-Verá, este hombre preguntó por el paradero del dueño del libro en el pueblo y le dieron las indicaciones hacia una casucha, donde fue recibido con violencia y casi recibe disparos. Resulta que el filólogo le buscaba a usted, Roger Martinson. Creo que le jugaron una mala broma, ¿eh?- asintió el detective, esbozando una media sonrisa. -El punto es que McConough desea tener una conversación con usted sobre este libro. ¿Le parece bien que se lo presente, Sr. Martinson?-

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17/10/2010, 22:22
Roger Martinson

Tengo una biblioteca bastante completa... reconozco que alguno de los libros ha de ser alguna joya. Yo ni siquiera he llegado a leer ni una décima parte. ¿No les he enseñado la biblioteca? pasen, pasen por aquí. Por favor, Si ven algún libro que les interese y se le quieren comenzar a leer antes de dormir, pues súbanselo al dormitorio dice abriendo una de las puertas de la sala de fumar, y por la luz que se cuela puede verse un buen número de estanterías plagadas de volúmenes.

No se que libro puede ser... Mañana quizás saldré con Alan a pescar en el yate y no se si será un buen dia, pero podrá venir después de cenara tomar una copa tranquila y quizás pueda encontrar aquí el libro que busca.

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20/10/2010, 22:43
Melvin Franks

Melvin no esperaba menos de su anfitrión, pero luego de tanto patriotismo, no podía evitar sentir malas vibras con respecto a él. Después de todo, clamaba ser tan isleño como el resto, y para colmo era un hombre con dinero y cierto estatus social -a pesar de que aquello pareciera significar mas bien nada en Monhegan-. Su respuesta se sentía obligatoria, forzada.

-Espléndido, señor Martinson. Le agradezco su sensibilidad académica- dijo el detective, para romper un poco más el hielo. -Estoy seguro de que encontrará al filólogo sumamente interesante. Buenas noches- saludó, dirigiéndose tanto al hombre como a sus sobrinas.

Franks, acompañado de Wesson, subió a su habitación sin más dilaciones. Saludó al periodista y cerró la puerta de su habitación, sin compartir más apreciaciones sobre el caso o la situación, despechando las ofertas de una conversación amablemente. Mientras se desvestía, listo para viajar por los dominios de Hipnos, pensaba. No obstante, elucubraba en vano, pues las teorías eran tantas y tan dispares, que se recordó, una vez más, que era demasiado pronto para conjeturar. Ya tendría nuevas oportunidades de sentir el discreto escupitajo que los isleños le lanzaban con placer al día siguiente.

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24/10/2010, 20:02
Director

Y el educadísimo Mr. Martinson se despide amigablemente de sus dos invitados mientras las ahijadas no hacen siquiera amago de haber comprendido vuestras palabras y se quedan mirandlo bobaliconamente al infinito.

Mientras Smith y Franks van poco a poco sumiéndose en el sopor fruto del cansancio y del ajetreo del viaje pueden escuchar los pasos de Martinson dirigiéndose hacia su dormitorio en el ala opuesta de la casa seguido del cansino y silencioso paso de las dos muchachas. Y ahí afuera el rumor de las olas y el murmullo de la brisa marina se convierten en una monótona melodía que poco a poco os conduce al reino de Morfeo....

Y el matutino despertar llega bastante después del amanecer. El día ha amanecido cubierto, y una fina llovizna empapa la isla mientras el sofoco de los primeros días del verano comienza a hacer acto de presencia... huele a pan tostado y a té recién hecho.

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25/10/2010, 06:04
Melvin Franks

-¿Qué tal Smith?- saludó Melvin al salir de su habitación, tal y como había entrado la noche anterior. Sentía el peso de su arma tras su delgada chaqueta marrón. Había tardado en caer rendido, pues su mente no podía dejar de divagar a través de los pocos indicios que habían obtenido, pero finalmente se había dormido plácidamente.

El aroma del desayuno subía por las escaleras y llegaba hasta ellos, humedeciendo sus bocas. El detective le dio una mirada significativa a su compañero de investigación, y, tranquilo pero hambriento, bajó las escaleras. Recordó a las ahijadas de Martinson, y su siniestro y cansino andar, además de sus expresiones perdidas en algún punto del mundo que parecía contener otro plano de existencia. Nunca las había visto comer. ¿Acudirían al desayuno?

Melvin paseó por la casona hasta hallar el comedor, donde saludó debida y seriamente. Supuso que su anfitrión les alimentaría, pero aún así aguardó su cordial invitación. -Sr. Martinson, ¿existe en Monhegan algún tipo de registro de sus habitantes? Ya sabe, actas de defunción, casamientos, informes criminales... Oh, y ya que lo menciono, ¿cómo administran las leyes en la isla?-

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25/10/2010, 22:04
Roger Martinson

Hallábase Mr. Martinson tomando una taza de té caliente en el porche delantero de su casa al fresco de la mañana mientras observaba la débil lluvia caer sobre sus tierras, cuando los investigadores hacen acto de presencia.

Ah, buenos dias, señores. ¿Han dormido bien? lamento no tener unas estancias algo mas confortables... Hace una mañana poco idónea... si desean un par de paraguas puedo proporcionárselos aunque estimo que despejará en poco mas de una hora...

¿registro?... no. Ya no viene ningún funcionario desde Maine. Y ni siquiera llevan un control desde el continente porque tampoco vienen a preguntarnos. Creo que el último vino para hacer un alistamiento para enrolarse en el ejército americano durante la Gran Guerra aunque no hubo ningún voluntario.

Y en cuanto a las leyes, pues tampoco tenemos. Nos basamos en la tradición y en el sentido común. Somos muy democráticos, aquí tomamos las decisiones importantes entre todos. No viene nunca ningún jurista de Maine a decirnos como tienen que ser las cosas... sobre todo porque aquí las cosas funcionan distintas.

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25/10/2010, 22:22
Melvin Franks

Malas, pero a la vez previsibles noticias.

-Entiendo, Sr. Martinson. Es cierto que cuentan con una reputación peculiar en el continente. Supongo que a la gente le cuesta aceptar lo que es diferente, ¿no es así?-

Melvin se encontraba cómodo, disfrutando tanto de la cortina de agua en el exterior como su anfitrión. El humo de uno de sus Chesterfield entraba y salía de su sistema, mientras pensaba en el próximo paso a seguir. Generalmente, no le gustaba tomar medidas drásticas, pero en un lugar como aquel, le pareció necesario para hacer avanzar aquella investigación, que, a los ojos del detective, no parecía que fuera a dar muchos frutos.

-Si mi compañero está de acuerdo, y a usted no le disgusta, creo que nos retiraremos ahora Sr. Martinson. Es hora de que continuemos con nuestras indagaciones. Con algo de suerte, algún que otro de sus compatriotas haya asimilado nuestra presencia en la isla como algo fructífero-

Franks llevó a cabo la habitual rutina de saludos, pero como hiciera la noche anterior, se detuvo antes de retirarse. -Oh, por cierto, ¿le parece conveniente que arregle el encuentro entre el filólogo y usted para hoy, Sr. Martinson? No me gustaría sonar impertinente, pero... bueno, digamos que soy una suerte de contacto para él- agregó, esbozando una sonrisa.

¿Quién diablos me mandó a involucrarme en esto?

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25/10/2010, 22:43
Roger Martinson

Cuando escampe tengo intención de salir. No obstante, como ya le dije anoche, quizás quiera venir a tomar una copa después de cenar y ver si encuentra lo que busca en mi biblioteca. Y si, en efecto,m no quiero robarles mas tiempo. Seguro que tienen mucho que hacer en la isla para esclarecer tan extraño suceso. Nos veremos esta tarde pues... ¿cenarán también en el pueblo?

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27/10/2010, 22:07
Melvin Franks

-Me temo que esta vez no, Sr. Martinson. Se nos acaban los bienes con los que negociar- comentó Franks, ensanchando apenas su cálida sonrisa. -¿A qué hora suele cenar?-

El dúo abandonó la casona por segunda vez, caminando bajo el sol veraniego que de a poco se volvía inclemente, mientras Melvin pensaba en los pasos a seguir. Lo primero sería hablar con McConough para, en el camino, asegurarse de su bienestar, pues imaginarlo a la merced de aquellos isleños resentidos le daba mala espina.

Otro asunto era aquel lápiz labial que había hallado en la casona. Las niñas no parecían coquetas en absoluto. ¿Tal vez una amante de Martinson? Si la preocupación de este era raíz de una relación íntima con la muchacha desaparecida...

Una vez más, divagando. Concentración, concentración.

Como lo hicieran el día anterior, sus pasos le llevaron a la desagradable taberna del pueblo. -Smith, ¿crees que esta noche deberíamos... dar un paseo por la casa de Martinson? A juzgar por el engaño que los lugareños le hicieron al filólogo, juraría que no le gusta tener gente fisgoneando más de la cuenta por allí-

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29/10/2010, 23:14
Smith Wesson

Si, ser'ia una buena idea. Pero quizás el recibimiento al filólogo no fue mas que una broma pesada...La gente aquí tiene un peculiar sentido del humor, ¿no?

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02/11/2010, 03:41
Melvin Franks

-Smith, usted si que percibe lo bueno en toda situación. A mi parecer, estos isleños son capaces de lanzarnos al mar y dejarnos a nuestra suerte con tal de deshacerse de nosotros. Paranoias infundadas, tal vez. Pero quizás no, y si existe la duda, es porque la verdad no está clara. En ese caso, investigamos. ¿Comprende a donde quiero llegar?-

La llovizna aún no amainaba, pero el calor veraniego se mantenía allí, abrasante y pesado. Franks le daba pitadas a su cigarrillo mientras hablaba, a veces mirando al periodista, a veces al horizonte, donde en cualquier momento comenzarían a verse las insidiosas estructuras del pueblo.

-Primero finiquitemos el asunto con McConough. Martinson no extendió su invitación a la cena al filólogo, pero le diremos que vaya una hora después de la misma. Luego, me gustaría hablar con la muchachita que trabaja en la taberna. Se veía más... neutral que el resto, ¿no le parece?-

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03/11/2010, 15:16
Smith Wesson

excelente aunque después de la cogorza que se cogió anoche debe estar bastante dolorido. Y si, la camarera parecía ser una de laspocas personas... relativamente amigables de la taberna. Intentémoslo.
responde Smith mientras vuestros pasos se encaminan tranquilamente hacia la taberna. Ha dejado de lloviznar y las nubes se va poco a poco retirando y dejando paso a la luz iluminando a Monhegan en una estampa idílica y agradable....

Y nada parece haber cambiado desde el dia anterior. miradas recelosas, suspicaces y huidizas siguen vuestros pasos mientras os dirigís hacia la taberna, donde podéis ver a Ms. Keller en la puerta limpiando con una escoba.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: ¿esta la única cuerda del pueblo?
Resultado: 17

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06/11/2010, 09:01
Melvin Franks

Franks se alegró de ver su intuición confirmada. Confiaba en sus sentidos, pero una segunda opinión le daba algo donde apoyarse. Un pilar. Por otro lado, tantos ojos cargados de odio mezclados con un paisaje ameno y tranquilizador le daban ganas de abandonar y volver Bangor. Pero, ¿qué haría eso con su reputación? Probablemente, no mucho. Al mismo tiempo, si resolvía ese caso, sería un detective de renombre. "El hijo de perra más duro de Bangor, pasó varios días en la Isla Monhegan hasta dar con la niña desaparecida" Eso sería bueno para el negocio.

El rostro de la tabernera ya auguraba malas maneras y comentarios notablemente desdeñosos, pero el dúo se acercé de todas maneras. -Buenos días, señora. ¿Está nuestro amigo extranjero alojado aquí aún?- inquirió, sin perder su seriedad.

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07/11/2010, 21:21
Diane Keller

Mmmm.... ¿el señor de Maine? creo que si... anoche estaba. Pero no le he visto en toda la mañana. dice evitando miraros directamente mientras se concentra en su tarea.

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08/11/2010, 05:15
Melvin Franks

Por supuesto, después de esa borrachera, tiene un par de horas más de sueño.

Melvin no vio necesario gesticular, puesto que la muchacha apenas les miraba. En cambio, miró a su alrededor, para asegurarse de que no hubiera nadie por allí espiándolos, cuchicheando y observando para luego castigar a la muchacha por ayudar a unos extranjeros.

-Mi nombre es Melvin, y este es Smith- se presentó por enésima vez, buscando al menos la mirada de Diane. -Imagino que sabes que estamos aquí para buscar a Sarah. ¿Tú la conocías? Apuesto a que te agradaba-

El detective esbozó una leve sonrisa mientras hablaba, en un intento por suavizar el matiz de la conversación, que con aquellas gentes, podía volverse agresivo en cualquier momento.