Partida Rol por web

El horror de Kingsbury

3. Remolinos

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15/05/2020, 09:56
Leon B. Wilson

Los gritos de Elias se clavaban en el alma de Leon, pero por algún motivo no reaccionó. Hace tan solo unas horas, pensar en algo así le habría hecho sentir náuseas, pero todo había cambiado. Sin embargo, lo que más le preocupaba era la sensación de peligro de la que no podía desembarazarse. Las nubes... las malditas nubes. Algo iba a salir mal, estaban muy lejos de solucionar todo aquello.

- No, no... algo no va bien - dijo mientras sacaba torpemente su revólver - preparaos, el fuego no ha servido. Al menos, no del todo.

- Tiradas (1)
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17/05/2020, 02:41
Joseph Miller

De sobrevivir, hoy será un día para olvidar y ahogar las penas con una botella de ginebra y un buen puro. El solo escuchar los aullidos de dolor de quién muere bajo el abrasador aliento de las llamas es suficiente excusa para emborracharse hasta caer.

Pese a esto sigo espectante, esperando a que algo suceda. Hasta mis nudillos se tornan blancos por la presión de agarre contra la empuñadura de mi nueva arma. Incluso los dientes están tan apretados que la mandíbula duele un poco. Pese a todo resisto la situación y espero...

- ¿Y ahora qué demonios? - 

Y mi pregunta tiene una respuesta evidente. Algo pronto va a salir de ese infierno llameante...

- Tiradas (1)
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01/06/2020, 20:04
Guardián

Y es en ese momento cuando el tiempo se detiene un instante. No de una manera alegórica o metafórica. Literalmente, todo a vuestro alrededor queda totalmente congelado y paralizado. Una rata que salía corriendo, está ahora a medio salto, detenida en el aire. Las llamas, antes incesantes bailarinas, mantienen el aliento, las expresiones de vuestro rostro, paralizadas en rictus extraños mientras vuestro cerebro intenta comprender que está pasando. No respiráis, no entra aire, pero tampoco os ahogáis.

No os llega ninguna sensación, o sentís el calor, ni el aire, no oléis la goma y piedra quemada, no escucháis el chisporrotear de las llamas. Incluso, la información que entra por vuestros ojos no parece ser procesada por vuestro cerebro. Pero estáis conscientes, seguros de que, a pesar de todo, el tiempo se sigue moviendo, solo que no a vuestro alrededor.

Y entonces, en apenas un pestañeo, todo recobra el movimiento, las sensaciones vuelven de golpe, vuestro cerebro os martillea intentando entender que ha pasado. Y escucháis de nuevo aquel grito, como el de una persona que grita en agonía mientras se ahoga irremediablemente. A este grito le sigue otro, dos más, como si fueran los alaridos suplicantes de gente largo tiempo muerta.

Entonces el suelo vuelve a temblar, el edificio tiembla, como si hubiera recibido un golpe monstruoso, pero ¿De donde puede venir el golpe? Otro impacto más, seguido del temblor y entonces lo entendéis. Hay algo bajo aquel edificio que esta luchando por salir. Y para el que mire al cielo, las nubes giran violentamente sobre un epicentro que va tornándose cada vez más oscuro. Una imagen que Joseph ya ha visto una vez. Tras aquella negritud le seguirían… dientes.

Y entonces el suelo estalla, trozos de hormigón, cemento y piedra saltan en todas direcciones, reventando, paredes y cristales de edificios cercanos. Las llamas se avivan hacia los cielos pero parecen alejarse del epicentro de la explosión, donde puede verse un enorme agujero que deja ver los sótanos de aquella abandonada estación.

Al fondo de aquel abismo, rodeado de llamas, pero aparentemente a salvo de las mismas, podéis ver un hombre riendo encolerizado, sin camiseta, con un pelo antaño pulcro totalmente desaliñado, los ojos fuera de sus órbitas, mientras danza exageradamente. Finalmente contempláis el rostro de la locura que ha estado provocando el terror durante dos años en Kingsbury Run…

Orem Van Schaen.

Frente a él, dibujado con sangre, puede verse un círculo ritual de extraños símbolos que nunca antes habéis visto y en el centro, la extraña piedra que habíais visto en la foto, brillando con un extraño aura rojizo. Junto al círculo ritual, el cadáver destrozado de Elias Morgan se encuentra tirado en una postura antinatural con el cuello rajado. Escombros, piedra y acero os separan de Orem que ni siquiera ha reparado en vuestra presencia.

Y a pesar de todo, no es Orem, ni la piedra ni las llamas lo que os mantiene clavados en vuestro sitio. Porque frente a vosotros, una macabra imagen golpea vuestra cordura mientras vuestro cerebro intenta asimilar lo que tiene frente a él. Torsos, muchos de ellos, cosidos uno sobre otro formando lo que parecen siete largos cuerpos serpenteantes que se sacuden violentamente. Cada uno de esos cuerpos termina en decapitadas cabezas muertas, algunas formadas por diferentes partes de distintas personas. Aunque podéis reconocer una de las cabezas, pues su foto la habéis visto en varias ocasiones. Una de esas cabezas es la cabeza de Florence Polillo, pero totalmente deformada por los golpes, los ojos cosidos y el pelo aplastado. Todas las cabezas terminan en lo que parece el cuerpo de un pez, pero solo en apariencia, porque en realidad son huesos y partes humanas cosidas unas con otras para formar tan bizarra imagen. Lilian creía que no podía haber nada más terrible que aquellas calaveras atadas a unas plantas, sin embargo, aquello superaba con creces la visión de sus más terribles pesadillas.

Aquel monstruoso ser se sacude mientras intenta alejarse de las llamas. Entonces una de las cabezas os ve, su inexpresivo rostro se queda mirándoos. Entonces comienza a abrirla boca. Lentamente los labios se separan, el orificio se va ensanchando, llegando hasta sui tope. Pero esto no le frena, sino que la cabeza se sigue abriendo, como si se partida en dos, mientras la boca parece extenderse hasta las orejas y la cabeza se deforma hacia fuera, como si se extendiera. Entonces no es un rostro humano, sino como el rostro de un cánido infernal que os muestra una boca llena de dientes. Filas y filas de dientes que se pierden en el interior de aquel ser.

Y el miedo os invade ¿Cómo puede el hombre hacer frente a eso?

Notas de juego

El velo de horror por fin se ha desvelado y lo veis en toda su gloria. Todos tenéis que hacer una tirada de estabilidad de dificultad 5.

Si la pasáis, perdeis 1 punto de cordura y 1 punto de estabilidad.

Si fallais… perdeis 7 puntos de estabilidad y 2 de Cordura.

Y ahora, ante el abismo de la locura os pregunto…

¿QUE HACEIS?

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01/06/2020, 20:33
Leon B. Wilson

Leon permaneció anonadado ante el horror que se erigía ante él. Jamás en su vida pudo llegar a imaginar que en su desempeño periodístico se tendría que enfrentar a monstruos como los que describían los libros que devoró de niño en la granja de su tío. Nada podía preparar a un ser humano para eso. Sentía que sus ojos ardían solo de contemplar esa criatura formada por pedazos muertos de carne.

Tratando de sobreponerse a la situación, el periodista contempló a sus compañeros y sus reacciones. No sabía qué era lo correcto, ni quien saldría con vida... era imperativo actuar deprisa aunque no sabía cómo. Hacía tiempo mucho que no apostaba en las carreras, pero decidió intentarlo: esa roca... ¿por qué no intentarlo? Wilson desenfundó su arma, contuvo la respiración y disparó.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Gasto tres puntos de estabilidad para la tirada, ¿se puede? Si no, milagrosamente he sacado un 5 igualmente xD. Me quito 4 puntos de estabilidad y 1 de cordura, salvo que me digas lo contrario (en ese caso sería uno de cada).

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01/06/2020, 22:45
Orem Van Schaen

A pesar del caos que parece estar desatándose alrededor, un estallido resuena en el lugar y el arma de Wilson escupe fuego y metal directamente contra la brillante piedra. Sin embargo, está demasiado lejos y hay demasiado polvo, demasiado humo para acertarle. Si quiere poder tener alguna oportunidad, será necesario acercarse.

Sin embargo, el ataque no pasa desapercibido al lunático heredero que alza la vista y la fija en todos vosotros.

- ¡Ya llega! ¡Caribdis está en camino! ¡Muéstranos la realidad! ¡Como con Odiseo, devora todo aquello que no es merecedor de este mundo. - Entonces os señala – No os pongáis nerviosos. Ya no queda mucho. Tenéis asientos de lujo para el momento más decisivo para la humanidad. Jajajaja, JAJAJAJAJAJAJA –

Y sigue bailando alocadamente.

Pero alguien más ha visto lo que ha pasado, siete monstruosas cabezas que se están deformando, tomando la misma forma de sabueso deforme, listos para atacar. Y podéis ver que estáis a suficiente distancia como para que sus largos cuellos os alcancen. Y varios parecen estar mirando a León.

Notas de juego

Resuelvo ya para que tengais info de la escena.

Estais muy lejos para acertar a la piedra si quereis seguir disparándola a ella o a Orem. Necesitais un 6 para acertar.

Si quereis acercaros, debeis tirar por Atletismo, dificultad 4 ya que hay mucho escombros, fuego etc. 

Y no olvideis la extraña criatura de siete cabezas.

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02/06/2020, 08:02
Lilian Myers

La escena era terrible y dantesca. No era la primera vez que Lilian se enfrentaba al horror y quizás por ello pudo conservar la cordura, aunque fuera de forma momentánea. Cuando se enfrentó a la bruja y a sus demenciales plantas cadavericas, nunca creyó que todavía no había visto lo peor. No sabía cuánto aguantaría si mente sin resquebrajarse definitivamente y de forma definitiva, pero hasta que ese momento llegara, trataría de salvar su vida.

¡Hay que destruir esa piedra! - Les dijo a sus compañeros mientras comenzaba a acercarse torpemente hacia el demente Orem Van Schaen. - ¡Es la única opción!

Avanzar a través de aquel terreno era imposible para ella. Tropezaba a cada paso y sabía que no llegaría hasta aquel psicópata ni en un millón de años. Era demasiado torpe y estaba demasiado agotada para ello. Pero sabía, algo se lo decía de forma incesante, que la única manera de sobrevivir un día más, era destruyendo aquella piedra. Por eso, trató de acertar desde lejos con su revolver. No tenía las opción. 

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02/06/2020, 15:12
Alice McMillan

Contemplaba las llamas con esa mezcla de pavor y admiración que el ser humano siempre ha tenido con el fuego. Veía como danzaban en un movimiento caótico que encerraba cierta belleza casi hipnótica. En cierto modo era un alivio poder abstraerse después de los acontecimientos en los que me había visto atrapada en los últimos días.

Las escenas se sucedían mientras mis ojos se perdían entre las tonalidades rojas y amarillas que devoraban la estructura del almacén: los torsos, el puerto, la policía dándonos caza como si fuéramos criminales, la sangre... Era un torbellino de imágenes que, como bofetadas, iban impactando una tras otra en mi ya malograda psique.

Y entonces se oyó un grito que rompió aquella paz interior. Un grito que helaba la sangre a pesar del sofocante calor que les envolvía. Un grito humano, tan angustioso como inocente, de alguien a quien estábamos quemando. Vivo. Pero no importaba. Nada importaba ya. Nunca había sido creyente pero ahora estaba segura de que "algo" había que nos castigaría. Que me castigaría por mis últimas acciones. Tanto odio, tanta sangre, tantas muertes... ¿sería eso que la biblia llamaba el apocalipsis?

O sencillamente ya estaba muerta. Dicen los pocos que han podido escapar en el último minuto que al morir percibieron una calmada paz junto con vivencias pasadas y visiones imposibles. Quizás eso es lo que me estaba pasando. Tanto calor... el fuego, el sentimiento de desolación y esperanza... ¿no tenía aquello un nombre? ¿uno que mis labios se negaban a pronunciar en voz alta?

En el momento en que caí en la cuenta de aquello todo se detuvo. Fue un breve instante nada más, como si el universo hubiera perdido un latido, hasta que los acontecimientos se precipitaron.

El suelo tembló mientras que las nubes en el cielo se arremolinaban de una forma que me resultaba dolorosamente familiar. La tierra se levantó enviando mortíferos cascotes en todas direcciones dejando un círculo de fuego con un enorme agujero en su interior. Un abismo rodeado de llamas.

Estoy en el infierno. He muerto y estoy en el infierno.

El universo se empeñó en darme la razón. En el centro de un círculo de fuego bailaba el diablo con forma humana junto a un cadáver. Y a su alrededor más demonios en forma de torsos unidos formando serpientes que se contorsionaban y se sacudían con violencia y terminaban en una cabeza deforme que antes había sido un ser humano.

Cualquier visión que mi imaginación hubiera creado en mi niñez o cualquier pesadilla que hubiera tenido con anterioridad se quedaba corta, muy corta, ante aquella espantosa visión de lo que era realmente el infierno. Aquellos condenados curas habían tenido razón todo el tiempo. Existía y ahora yo estaba en él. Para toda la eternidad. Pronto comenzaría el dolor y el sufrimiento. Estaba segura.

Pero el cerebro humano es asombroso. Debajo de la corteza, muy profundo, está lo que los investigadores llamamos el cerebro primitivo. Este órgano reacciona igual que en los animales más pequeños y menos desarrollados y proporciona una reacción llamada de lucha o huida. Según esto un animal acorralado, cuando ya no tiene otras opciones, reacciona instintivamente huyendo o atacando al sentir el peligro. Pues bien, yo estaba acorralada y no se podía huir del infierno así que...

Me quité los tacones ya que no era un calzado adecuado para caminar por el Tártaro. Avancé como una autómata, trastabillando, esquivando cascotes y piedras sueltas intentando no resbalar. Si hubiera podido reír lo habría hecho con una risa histérica. La desesperación es terrible pero no dejaba de resultar irónico que en aquellos momentos no se me ocurriera nada peor que ir al encuentro del mismísimo Satanás.

Total, ¿qué podría ser peor que la muerte?

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03/06/2020, 00:34
Joseph Miller

Finalmente la sumatoria de toda la locura llega a su punto máximo para regurgitar un espectáculo de horror y alucinaciones inimaginables. El monstruo de cuerpos es una aberración salida de la más recóndita pesadilla jamás soñada. Y pese a eso lo peor está por llegar, porque desde el cielo pronto bajará la colosal criatura que engulló toda la cuidad en mi vivencia futura. Por nada del mundo voy a permitir eso, aunque me lleve la vida.

El solo hecho de tratar de llegar hasta Orem, sin morir por las llamas que lo rodean, supone una proeza imposible, ya que la aberración de siete cabezas, compuesta por restos humanos, se interpone entre nosotros y el lunático con su piedra mágica que posiblemente provoca todo esto.

El miedo, las náuseas y todo el malestar ocasionado sobre mi mente y cuerpo es terrible, lapidando cada acto. Pero aun así hago mi mejor esfuerzo en apuntar y disparar a la piedra brillante.  De estar más cerca habría sido pan comido, pero ahora no es el momento y tampoco sobra tiempo. Es un disparo imposible que debo intentar de todas maneras antes de probar una última jugada, pues los bidones con gasolina solo han servido para descubrir la tapadera del lunático. Nada más.

Si mi disparo es fútil iré por la furgoneta y buscaré un punto de acceso a Orem para simplemente atropellarlo tan fuerte como sea posible…

- Tiradas (2)

Notas de juego

Estais muy lejos para acertar a la piedra si quereis seguir disparándola a ella o a Orem. Necesitais un 6 para acertar.

Claro. ¿Pero con el gasto de la reserva para alcanzar y/o superar el 6 es suficiente? ¿De no ser suficiente el terreno es propicio para que un vehículo llegue hasta Orem? Quiero atropellarlo o estrellar el transporte contra él.

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03/06/2020, 14:02
William A. Taylor

Aquello era aun más terrible de lo que su anciana mente puede soportar y al contemplar aquel ser nacido del averno no puede evitar que todos los cimientos de lo que creía se derrumban dibujándose una expresión de horror en su mente.

- Escila, No, no es posible –

Pero algo le hace reaccionar y es ver a Alice abalanzarse temerariamente hacia aquel agujero, en dirección a la brillante piedra.

- ¡No Alice, no lo hagas! –

E intenta seguirla entre roca, fuego y escombros. Pero ya no es un chaval, su cuerpo se aqueja y cae rodando, golpeándose contra una pared y terminando a medio camino entre donde se encontraba y aquel ser infernal… cuyas tres de esas cabezas le miraban dispuestas a lanzarse hacia él.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Personaje pnjotizado

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03/06/2020, 14:11
Orem Van Schaen

A medida que el caos va estallando, a su alrededor las llamas crecen, como succionadas hacia el cielo. Las nubes giran con mayor velocidad, como si un tornado estuviera a punto de nacer en aquel lugar y puede sentirse como más allá de aquel vacío negro que es el epicentro del tornado, parece emanar un aura que despierta los instintos más primarios de supervivencia, gritándoles a todos que huyan de allí. Como una presa a punto de ser devorada por su depredador. Algo viene.

Tras fallar su disparo, Leon apenas puede moverse antes de ver como una de aquellas terribles cabezas se abalanza sobre él, sus dientes se cierran alrededor de su hombro y lo sacude antes de soltarle, haciéndole caer en medio del edificio en llamas. El cuerpo de Leon golpea contra los escombros y casi puede sentirse aliviado de no haber caído sobre las llamas que les rodean.

Lilian, totalmente enajenada por lo que ve, intenta buscar en su interior para hacer lo más lógico que se le ocurra. Pero su mente comienza a quebrarse, y esas cabezas parecen salir de todas partes, rodeándola, atacándola. Chillando, abre fuego en todas direcciones mientras grita totalmente angustiada e intenta correr. Las balas silban por todos lados, pero ninguna impacta en ningún lado. Sin embargo, tan cegada por la locura está, que no ve el agujero que tiene delante y se despeña por él. Cae pesadamente 3 metros y al intentar ponerse en pie, ve que tiene le pie atascado. Pero no es eso lo que tiene captada toda su atención, sino dos pares de ojos negros, vacíos, terribles. Dos de aquellas cabezas se abalanzan sobre ella y aunque quiere moverse, su pierna atrapada se lo impide y entonces, siente el doloroso beso de las criaturas. Una intenta cerrarse sobre su cintura, la otra busca la pierna que tiene libre y cuando la tienen cogida entre los dos, la levantan, dañándola la pierna atrapada y comienzan a sacudirla, haciéndola sentir un dolor que nunca antes había experimentado. Hasta que al final, la sueltan y cae de nuevo sobre las ruinas de la estación. Las cabezas parecen estar peleándose entre si por devorarla.

Alice, llevada por el miedo se abalanza hacia la piedra, seguida de William que intenta detenerla. Pero este es demasiado viejo y no puede evitar tropezar torpemente y atraer con ello la atención de tres de esas cabezas. La mujer apenas tiene un momento para girarse antes de ver como las tres se abalanzan como animales contra el pobre William que grita cuando siente sus dientes cerrarse alrededor de sus brazos y pierna. La sangre comienza a brotar, salpicando de rojo carmesí el hormigón y la piedra mientras el grito del anciano se clava en los oídos de todos aquellos que pueden oírlo. Hasta que, finalmente, la criatura lo suelta cual muñeco de trapo y cae pesadamente como una losa contra el suelo, totalmente inerte. Horrorizada, Alice está a punto de gritar ante la muerte de su amigo cuando ve que comienza a moverse y ha arrastrarse en un vano intento por alejarse de allí.

Pero Joseph no ve nada de esto. Su visión túnel solo ve la piedra, su brillo y la necesidad de apagarlo. Levanta el arma, se toma un instante para disparar, recuerda el horror que despertará si no lo detienen… y abre fuego. La bala silva recorriendo todo el espacio que separa al detective de la piedra y a pesar del todas las adversidades, del humo, del fuego, del horror, esta impacta sobre el pequeño totem haciendo que se balancee. Sin embargo, aunque la piedra parece agrietarse un poco, aun sigue en pie y brillando con fuerza. No obstante, Orem, al ver la grieta en la roca, deja su baile y su expresión cambia completamente de una felicidad desmedida a una necesidad imperiosa de matar. Junto a él, toma lo que parece una espada espartana y sin dejar de mirar a Joseph, desaparece tras un remolino que se lo traga. El detective, aun sorprendido, apenas puede reaccionar cuando otro remolino aparece a su lado y algo brillante le alerta y le hace alejarse lo suficiente para que la espada de Orem no le parta por la mitad. El filo le corta verticalmente y la sangre comienza a brotar de su cuerpo mientras contempla como Orem sale del remolino, con los ojos desencajados.

- No detendréis su llegada. ¡SU LLEGADA ES INEVITABLE! –

Y Orem se prepara para lanzar otra estocada que espera que esta vez sea definitiva.

- Tiradas (17)

Notas de juego

Vale, os comento lo que ha pasado.

La hidra puede realizar un ataque con cada cabeza. Sin embargo, la reserva de puntos es general por lo que en algún momento no podré potenciar sus ataques. Si dos cabezas atacan al mismo objetivo y aciertan, el segundo, tercer ataque, etc, hace el doble de daño.

Todo el que ha avanzado por el lugar fallando la tirada de avanzar, ha perdido el tener más defensa contra la cabeza. Este es el motivo por le que Alice, aunque la tirada de ataque contra ella dice que ha acertado, contaba con una mayor protección ya que pasó la tirada de atletismo por lo que no recibe daño ya que ha sabido moverse por el lugar.

Con esto en mente, tenemos lo siguiente:

Lilian ha sufrido 5 puntos de daño

William ha sufrido 9 Puntos de daño por lo que está dañado. Todas las dificultades suben +1 punto

Joseph ha sufrido  5 puntos de daño por lo que está dañado. Todas las dificultades suben +1 punto

Leon ha sufrido 3 puntos de daño

Recordar así mismo, que todos los que hayáis perdido estabilidad por debajo de 0 pero más de -5 también sufrís un aumento en la dificultad de cualquier tirada de +1

Recordad que se puede tener tanto la estabilidad como la salud por debajo de 0 puntos y que solo si llegáis a -12 habrás muerto o te habrás vuelto totalmente loco.

Ya os he restado a todos las pérdidas de Salud, estabilidad y Cordura que debían según vuestras tiradas

Todos los que os habéis lanzado hacia la piedra estáis a medio camino. Si volveis a avanzar (Misma tirada de atletismo), podríais llegar. Si disparáis, la dificultad ahora es de 4, pero claro, teneis a las cabezas de Escila sobre vosotros. ;)

Claro. ¿Pero con el gasto de la reserva para alcanzar y/o superar el 6 es suficiente? ¿De no ser suficiente el terreno es propicio para que un vehículo llegue hasta Orem? Quiero atropellarlo o estrellar el transporte contra él.

Por supuesto, podéis gastar puntos para acertar a la piedra y si sacáis 6 o más gracias al gasto, acertáis como, de hecho, ha pasado.

Si sería posible lanzar el coche contra la piedra pero necesitarías una tirada de dificultad 5 (Es terreno complicado) y luego otra de atletismo dificultad 4 para saltar del coche (Si prefieres quedarte dentro y estrellarlo entonces obviamos la tirada). Por supuesto, ahora tienes a Orem encima por lo que si quieres lanzarte contra el coche, necesitarás una tirada de huir de dificultad 4 para quitarte a orem de encima y llegar hasta el coche.

Ahora os toca a vosotros.

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03/06/2020, 17:19
Leon B. Wilson

Aquella criatura devoró su hombro con la facilidad con la que un niño aplasta una hormiga. Sin embargo, más le dolió ver cómo hacía lo propio con Lilian... desde su posición no sabía si la chica sobreviviría a aquello.

- ¡¡Lilian!! ¡¡¡NO!!!

Se levantó con dificultad, mirando a su alrededor, viendo los fútiles intentos del grupo por acabar con aquel ser. Parecía que su intuición era acertada: aquella roca era lo suficientemente importante como para que Orem fuera a por Joseph, a todas luces el más peligroso de los presentes. Una vez más levantó el brazo de la pistola, ahora dolorido por el mordisco y cegado por las lágrimas... si tan solo...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vale, pues la he jodido pero bien jajaja

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03/06/2020, 17:35
Guardián

Notas de juego

Si lo deseas, también puedes hacer una acción de movimiento. Si lo haces para buscar cobertura, escapar de Escila o lo que sea, piensa que tirada va mejor y hazla, o te la puedo decir yo, eso como prefieras. Pero si, que la has liado eso es así jaja

Lo pongo en público para que todos lo vean. Recordar que un turno son 5-10 segundos por lo que si solo disparáis, podeis hacer lago más, como moveros, recargar, esconderos, Simplemente no podeis volver a atacar o hacer otra acción grande.

y por supuesto, si os escondéis, luego necesitareis gastar una acción en salir del escondite para atacar o hacer cualquier otra cosa jaja

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03/06/2020, 20:27
Leon B. Wilson
- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues vamos a caer a lo grande, intento acercarme a la roca y... ¡ahora ha habido suerte!

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04/06/2020, 00:01
Joseph Miller

Ese segundo de absoluta concentración y habilidad en disparar a la roca ha costado muy caro. Su precio es elevadísimo pese al empuje elemental de todas las fibras del cuerpo por simplemente huir de allí.

Fue un segundo donde William y Lilian han sufrido heridas brutales, más allá de toda posibilidad de supervivencia. No…es imposible que sobrevivan al monstruo, al fuego y mucho menos a “Escila” quien agita las nubes allí arriba y pronto dará cuenta de todos…

Es un segundo devastador…

Y cuando me disponía a examinar la escena luego de haber disparado me doy cuenta que de alguna manera Orem llega hasta mi en un santiamén, para herirme con una espada y querer terminar el trabajo. No sé como pero de alguna manera me aparto lo suficiente para no morir.

Ahora me toca a mí devolverle el favor.

-Puede que no. Pero no lo verás llegar…maldito seas – alcanzo a decir cuando aprieto el gatillo de mi arma, en dirección a Orem.

Si las balas pueden matar a este lunático no lo sé. Si el monstruo del millón de dientes finalmente saldrá del cielo para acabar con todos tampoco lo sé.

Solo confió en que mientras respire tendré oportunidades de fastidiar los planes del imbécil que quiere convertirme en chuletas…

- Tiradas (1)

Notas de juego

Cthulhu bendice a los valerosos (?)...ha salido un 6 natural! XD

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04/06/2020, 07:04
Lilian Myers

Lilian lloraba de dolor. Impotente y terriblemente asustada, con la mente quebrada y preguntándose qué demonios estaba haciendo allí. Disparar. Eso era lo que estaba haciendo. Disparar a una piedra. No sabía todavía muy bien que implicaba disparar a aquella piedra, pero todos se estaban centrando en destruirla. Quizás era su única salvación.

Ver cómo William a punto estaba de pasar a la otra vida fue terrible, aunque a decir verdad se alegraba de no ser ella la que estaba a punto de morir. También sabía que combatir al monstruo de las siete cabezas era del todo inútil. Por mucho que disparase contra éste, no pensaba que pudiera herirle y no tenía balas suficientes para acabar con el horror que suponía. Sólo quedaba disparar a la piedra.

Ni siquiera escuchó a León cuando gritó a nombre. Toda su atención estaba centrada en el dolor que sentía y en la piedra. Sabía que iba a morir si no la destruía. Un mordisco más y todo acabaría para ella. A menos que esa piedra estallase en mil pedazos y todo acabara. Esa era su única esperanza, aunque tampoco tenía claro que fuera a pasar así.

No se lo pensó demasiado. Apuntó y disparó. Todo estaba ahora en manos de Dios. Un dios qué si era piadoso como decía la Biblia, propiciaría que la bala que acababa de salir de su revolver, impactará contra la piedra y pusiera fin a aquella pesadilla. Tras el disparo Lilian trató de ocultarse de aquellas mandíbulas asesinas. No quería morir y estaba desesperada.

- Tiradas (1)
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06/06/2020, 02:39
Alice McMillan

Todo era caos a mi alrededor pero se supone que así debe ser este lugar. Veía a aquellos terribles demonios atacar a las pobres almas con fiereza, mordiendo y haciéndolas sangrar como si siguieran vivas.

Supongo que en eso consiste parte del castigo: sentir y padecer como cuando estabas vivo.

Pero aquello no me arredraba. Total, ya estaba muerta. Pero algo en mi espíritu me impelía a continuar. Quizás aquella sed de conocimiento que había tenido en día hacía que mi determinación fuera más fuerte que nunca. Debía continuar avanzando si quería desentrañar algunas de las incógnitas que reinaban en aquel lugar. ¿Era aquel ser realmente el príncipe de las tinieblas? Y si lo era, ¿qué era aquella extraña piedra y por qué era tan importante?

Así que mis pies continuaron sorteando escombros y restos humeantes mientras mis manos se asían a las rocas en aquellos tramos en los que era imposible caminar normalmente. Cada paso me acercaba aún más a aquella roca ignota cuyos secretos yo ansiaba revelar.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

No sé si la tirada me ayudará a esquivar los ataques que pudieran ir dirigidos contra mí así que lo dejo ahí sin poner si he llegado hasta la piedra o no.

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13/06/2020, 19:16
Orem Van Schaen

El disparo de Joseph resuena en sus tímpanos cuando abre fuego contra el cuerpo de aquel maníaco. Que, debido a la poca distancia que los separa, no puede hacer nada para evitarlo, recibiendo un tiro en todo el abdomen. La sangre mancha su camisa de lino aunque su rostro no muestra dolor o preocupación alguna por la herida.

- Caribdis me protege, nada debo temer jajajajaja –

Orem ríe como un maníaco mientras prepara un segundo golpe con su espada cuando un segundo disparo atrae su atención. Las miradas de todos se dirigen a Lilian que desde donde se encuentra y malherida alza el arma y abre fuego contra la roca… Impactándola directamente.

La roca se resquebraja aun más y aunque no termina de romperse, si podéis ver todos que un disparo más o tal vez un golpe fuerte podría romperla definitivamente. Orem lanza un grito desesperado y da un paso atrás. Joseph intenta reaccionar, pero ya ha aparecido un portal tras de él y el lunático desaparece de su vista tragado por un remolino.

Pero esos segundos quita es todo lo que necesitan dos de aquellas terribles cabezas para lanzarse sobre Lilian que apenas puede saltar para evitar la primera. La segunda, aunque no la consigue morder, la embiste y la lanza con fuerza sobre unos escombros haciendo que le falte el aire por el golpe. Una arcada la hace toser y al hacerlo, ve que escupe sangre. Con horror, entiende que está gravemente herida.

León y Alice avanzan por entre los escombros, con la vista puesta en esa roca resquebrajada con varios pares de ojos puestos en ellos. espoleados más por instinto que por su parte racional, intentan avanzar por entre los trozos de acero y hormigón intentando llegar hasta su objetivo. De pronto, Alice ve como una de esas cabezas se abalanza sobre ella. Justo cuando esa deformada cabeza está a punto de agarrarla, la mujer salta hacia adelante evitando los cientos de dientes que buscan su carne, pero la criatura hace un movimiento brusco y la golpea con el cuello haciéndola caer rodando todo el camino. Cuando finalmente se detiene, se medio incorpora para ver que tiene la piedra a pocos pasos, brillando con aquella luz mortecina.

Leon esquiva los ataques, primero uno, luego otro, de una cabeza que la ataca sin cesar. Solo su buena elección de camino y algo de suerte ha impedido que lo devoren. Finalmente cae y ve que se encuentra en aquel piso interior, el olor a muerte impregna el lugar que se entremezcla con el olor a chamuscado de las llamas que un crepitan a vuestro alrededor. Y a unos pocos metros, la piedra. De pronto, la misma cabeza que le estaba atacando le aparece por un lateral y se abalanza contra el cuerpo de Leon que no puede evitar que finalmente los dientes se cierren sobre su costado, arrancando un pedazo de carne. La sangre comienza a brotar en borbotones.

Entonces, un grito rasga el aire, un grito de horror y desesperación y todas las miradas se dirigen al pobre William que intenta arrastrarse lejos de esas tres cabezas que finalmente han dejado de luchar entre ellas y que ahora, le miran fijamente. Su garganta intenta pedir ayuda, pero todos estáis muy lejos, podéis ver lágrimas en sus ojos mientras intenta inútilmente escapar de el depredador que ahora reclama su carne. Su mirada se cruza una última vez con Alice, una mirada que de salir viva de aquí, quedará grabada a fuego en su cerebro. Entonces las tres cabeza descienden sobre él, agarran su cuerpo y comienzan a sacudirlo en el aire mientras sus gritos se os clavan en el alma. Finalmente, las criaturas parten el anciano cuerpo en varios trozos, la sangre salpica todo el lugar y sus gritos ya no se oyen más. William, ha muerto.

Finalmente, un remolino aparece frente a la piedra y espada en mano, aparece Orem. Con horror, Alice y Leon pueden ver parte de la camisa rasgada y donde Joseph le disparó, ninguna herida en absoluto.

- Dejad que Caribdis os devore. SENTID SU ABRAZO –

Y mientras dice eso, las cabezas de Escila se arremolinan alrededor de la piedra, como si quisieran protegerla. AL mismo tiempo, contempláis con horror como del cielo, del centro de aquel pozo de oscuridad comienzan a aparecer dientes, cientos y cientos de ellos. Y tentáculos que se retuercen y desaparecen entre las nubes. Caribdis está a punto de llegar al mundo y ahora, entre la piedra y vosotros no solo tenéis a Orem sino siete cabezas dispuestas a impedir que terminéis de impedir el ritual.

- Tiradas (14)

Notas de juego

De nuevo, explico lo que ha ocurrido.

Como antes, todo el que ha sacado la tirada de atletismo ha tenido algo más de defensa y además le he permitido llegar hasta la piedra, no obstante, los ataques de Escila han sido bestiales y os han dado a todos menos a Joseph.

William ha MUERTO, paz a su alma. Debido a esta muerte tan terrible, necesito una tirada de estabilidad, dificultad 5. Si la pasáis, no perdéis nada, si la falláis, perdéis 5 puntos de estabilidad.

Alice, recibes 6 puntos de daño lo que te deja cerca de estar dañada pero aun bien.

Leon, tu recibes también 6 puntos de daño pero al contrario que Alice, si estás dañado recuerda que para pasar cualquier tirada tienes +1 a todas las dificultades.

Joseph, como estás muy alejado has tenido suerte y no te han atacado las cabezas, pero estás demasiado lejos para llegar corriendo hasta donde están todos. Si te recuerdo que tienes la furgoneta cerca.

Lilian, a ti te han atacado dos cabezas pero solo una a acertado el golpe, no obstante, por el daño hecho 4 puntos, estás dañada. recuerda que para pasar cualquier tirada tienes +1 a todas las dificultades.

Recordar así mismo que quien pierda estabilidad por debajo de 0 también debe sumar +1 más a la dificultad de las tiradas que haga.

Disparar a la piedra requiere una tirada de dificultad 6.

Llegar hasta la piedra, con Orem en medio es imposible, aunque, si encontráis la manera de pasar, hará falta una tirada de atletismo de dificultad 5, ya que hay que esquivar las cabezas. Y fallar significa recibir el ataque de varias de ellas...

Así mismo, podeis pensar algo más que a mi no se me ocurra, si es así me comentais y os digo que tirada y dificultad necesito.

No os queda mucho tiempo hasta que Escila llegue al mundo. El final de todo está cerca y solo vosotros podeis impedirlo así que os pregunto…

¿Qué vais a hacer

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14/06/2020, 13:50
Lilian Myers

Lilian se encontraba terriblemente dolorida. No obstante, ya nada podría sacarle de ahí salvo quizás, destruir aquella maldita piedra. Esa se convirtió en su única y terrible obsesión. Tanto, que ni prestó atención a los gritos desesperados de William al ser devorado por el monstruo, ni al grave mordisco que su compañero Leon acababa de sufrir.

La joven reportera se puso en pie tratando de acercarse a la piedra para tener una mejor visión de la misma, pero a penas podía mantener los ojos abiertos para apuntar, por lo que finalmente declinó su intención primera y simplemente trató de disparar al bulto. De nuevo sonó un disparo, pero su bala se perdió lejos. Muy lejos. Bajó la mirada apesadumbrada. Iba a morir. Ya nada podría remediarlo. Nada salvo una acción heroica por parte de sus compañeros. Algo que se antojaba imposible.

Agarró un crucifijo que colgaba de su cuello. Cerró los ojos y comenzó a rezar en voz baja. Dios no le salvaría la vida, pero quizás si le acogiera en su reino después de todo. Había tratado de hacer lo correcto, aunque había fallado y ahora su cuerpo mortal, pagaría las consecuencias.

Padre nuestro que estás en le cielo... - Comenzó a murmurar muy bajito.

- Tiradas (2)
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15/06/2020, 10:19
Leon B. Wilson

Leon tuvo un breve respiro al esquivar los primeros bocados de aquella criatura, pero contemplar cada ataque a sus compañeros era algo peor. Con horror, comprobó cómo el viejo William caía destrozado por las horribles fauces de aquel ser y no pudo evitar caer de bruces con los ojos bañados en lágrimas. El peso de la situación derribó lo poco que quedaba de sus ánimos, hasta el punto de quedar a merced de otro mordisco del "perro guardián" de Orem...

Wilson gritó con todas sus fuerzas, topando con el suelo. Acto seguido miró a Lilian, que no se encontraba en un estado mucho mejor que el suyo. Sin saber por qué, esbozó una sonrisa y le guiñó un ojo: estaba convencido de que sería la última vez que vería a su nueva compañera.

- ¡¡Orem!! - gritó - ¡Grandísimo hijo de puta, te voy a partir la crisma!

Con más corazón que habilidad y recordando una adolescencia llena de huesos rotos y moratones, descargó sus puños sobre el rico caído en desgracia. Sabía que no tenía ningún sentido querer conservar la vida: solo cabía impedir que aquel ser, fuera lo que fuera, llegara a Cleveland...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Pues a la mierda xD

Mi objetivo es tratar de ganar tiempo para los demás, ni que sea entreteniendo a Orem. Si no me equivoco, al quedarme en 0 de estabilidad no tendría ese +1 extra a la dificultad, solo el +1 por estar dañado, ¿no? Ya me he restado los puntos de Salud, Estabilidad y Pelea.

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15/06/2020, 11:35
Alice McMillan

Seguí avanzando sorteando los obstáculos que se hallaban ante mí. Sabía que nada de lo que pudiera hacer iba a cambiar mi destino pero el instinto, ese sentido antiguo y primario que gobierna los actos de la gente, me hizo dar un salto justo antes de que una de aquellas extrañas cabezas-demonio me arrancara la mía. A pesar de mi fortuna no salí indemne y aquel ser me empujó por encima de los escombros hasta escasos metros de la piedra. Seguía viva. Bueno, era una expresión. Al menos todo lo viva que se podía suponer en una situación como aquella. Comenzaba a sentir que aquello no era un verdadero infierno.

Que equivocada estaba.

El grito de William me heló la sangre contrastando con el sofocante calor de las llamas vecinas. Mis ojos se cruzaron con los suyos que, suplicantes, me hicieron sentir culpable. Él iba a morir y yo no.

Pero, ¿no estaba ya muerta?

Conseguí apartar aquella escena de mi mente. Sabía que tarde o temprano volvería a visualizarla mentalmente. En cuanto cerrase los ojos, por ejemplo. Pero no era el momento. Más tarde dejaría que le afectase pero ahora... ahora tenía otra cosa en mente. Tenía que conseguir aquella piedra, como había dicho alguien minutos atrás, aunque no recordaba quién.

Pero no iba a ser fácil. Delante de Orem se hallaban las siete espantosas cabezas de pesadilla. Siete demonios que nos devorarían como habían hecho con el pobre William.

Vencer o morir.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿Cómo de difícil es llegar ahora hasta la piedra?