Partida Rol por web

El laberinto del bufón

IV - Mucho más que un secreto

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11/10/2017, 14:02
Zafira 'Ithildin

Zafira estaba preocupada por Tzotz.   Era de todo el grupo el más cercano a la muerte.  Se había arriesgado al golpe de garra de la arpía en tres peligrosas ocasiones, una para detener a la que avanzaba sobre Aldar, otra para distraer a la arpía madre a que no cantara y luego para flanquearla de tal forma que la bárbara pudiera asestar su golpe mortal.  Sin él, ni la conciencia ni el golpe de la pelirroja hubieran sido posibles. 

Y ahora estaba mal herido, muy malherido.

Lo que dijo Avlin le recordó a Zafira el regalo de la mujer del mercado.  Eran dos pergaminos divinos de curar heridas ligeras, a usarse con mucha prudencia, y unas hierbas curativas.  Uno de ellos le serviría para alejar a Tztoz del borde de la muerte, y el arpkael serviría para que Aldar se recuperara más rápidamente.  Se detuvo en el camino, sonrió al enseñarle al gnomo lo que había recordado, y le leyó el pergamino al murciélago en esa lengua tierna y cantarina que tienen los elfos. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

(Fueron dados a Zafira por la mujer del mercado en la escena de MuchoMásqueunSecreto el 13/02/2017, 00:26.)

1 dosis de Arpkael - Ayuda a cicatrizar heridas y es buena para la digestión. (Efectos de juego: aplicado a una herida tras una tirada de sanar CD10, recupera 1 punto de golpe al herido) - Precio de venta por dosis: 1 pieza de oro.

Ya hice la tirada de sanar para Aldar, pero no se ha roleado.  ¿La guardaste para llegar a la posada en ruinas?  En todo caso le daría al montaraz el arpkael una vez curada las heridas para su reposo de 8 horas.  Eso en total serían 2*2(nivel)+1(arpakael)=5 hp recuperados para la mañana siguiente.

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11/10/2017, 23:18
La Hidra Sonriente

Dejaron atrás el olmo maldito y los cadáveres de las harpías, la naturaleza se encargaría de reclamar lo que era suyo por derecho y devolver al lugar el aspecto que debería haber tenido de no haber sido mancillado por aquellas viles criaturas. Lo hicieron con la tranquilidad del que sabe que ha cumplido con su deber. Sin embargo, a pesar del éxito, el temor de que en un futuro la fortuna no los sonriese se dejó ver de forma intermitente a través de las espesas tinieblas que conformaban sus subconscientes. Sólo la aparición de una estructura derruida al dejar atrás un recodo de la antigua senda apartaría temporalmente aquellos pensamientos de sus cabezas.

Se detuvieron a un par de decenas de metros de lo que en su día había sido una sólida edificación de tres plantas, construida en piedra y madera. La planta baja, la única que había resistido medianamente bien el abandono y la falta de cuidados, había perdido no obstante parte de la fachada principal más de media pared lateral, lo que dejaba una base semejante a una U incompleta. De los dos pisos superiores no quedaba de ellos más que el recuerdo en forma de travesaños desperdigados por los alrededores y cascotes apilados contra las paredes de la planta inferior. Dos pilastras de duro granito que recordaban a los mástiles de un enorme barco se elevaban aún desde el centro de la edificación. La Hidra Sonriente definitivamente tenía poco por lo que sonreír en esos momentos, pues, como podían ver los aventureros, había sido engullida casi por completo por la vegetación y castigada sin tregua por las inclemencias del tiempo.

Sin acercarse aún, pues era mejor observar desde la lejanía unos instantes antes de acercarse a un lugar que perfectamente podría servir para otra emboscada, distinguieron que parte del suelo de la primera planta, había sobrevivido, dejando parte de la antigua cocina – horno de piedra incluido – bajo techo.

Aguardaron en silencio a la espera de algún sonido que pudiese delatar a algún enemigo. Nada, sólo el viento y el continuo susurrar de las hojas en las altas copas de los leñocasos. Allí, a poco menos de ochocientas yardas del lugar donde había vivido las harpías, la sensación de calma y la atmósfera que los rodeaba eran completamente distintas. Respiraron tranquilos, o al menos todo lo tranquilo que les permitía el hallarse en un lugar completamente desconocido y que había perdido el contacto con las gentes civilizadas hacía muchos años atrás.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Zafira, actualiza la vida de Tzozt.

Podéis añadir 4 monedas de oro en componentes de conjuros, entre los que se incluirían: plumas, sangre de harpía, dientes...

Ya hice la tirada de sanar para Aldar, pero no se ha roleado.  ¿La guardaste para llegar a la posada en ruinas?  

No sabía que era para el Arpkael , la próxima vez indica eso en la tirada, pues pensaba que era una tirada general de sanar (CD15) para hacer que las heridas se recuperen al doble de velocidad. Quítate la dosis.

Aldar, añade 1pg a tu vida actual.

Todos: las tiradas de sanar para recuperar el doble de vida por reposo las aplicaré una vez comencéis a descansar. Por ahora sólo le aplicaré esa doble curación a Tzozt.


Todos, tiradas de buscar en vuestros posts.

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12/10/2017, 08:39
Zafira 'Ithildin

Zafira se tranquilizó al ver al lugar sin peligros.  Aparentemente

Se dispuso a trabajar con todos para buscar en los alrededores y en las ruinas algo más que fuera de interés. 

Me gusta que la naturaleza haya reclamado este lugar.  Así debería estar pasando en más lados. 

Admiraba la forma en que las raíces se comían las paredes y desmoronaban techos, como los árboles rompían suelos, como las flores atisbaban de las grietas.  Le encantaba como retomaban lo que había sido suyo, siempre.  

- Tiradas (2)

Notas de juego

 

¿Cómo le haces con las sinergias, ayudarse a un skill?   Un master amigo mío lo que hacía era tomar el más alto tiro como el bueno, y los que superaban 10 los ponía como bonos de +2.  Bueno, eso sólo si dicen que realizan la misma actividad en el mismo lugar. 

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12/10/2017, 11:31
Avlin Tuercegris

Avlin sonrió al descubrir las viejas ruinas de La Hidra Sonriente. Todos estaban casi seguros de que la vieja posada no sería más que un montón de cascotes dado el estado del camino. La antigua calzada real había sido abandonada hacía demasiados años y cualquier negocio que hubiera existido en el camino hacía muchos años que había sido dejado a su suerte.

No obstante, la estructura del edificio todavía les recibía con buenas noticias. Por lo que se podía observar desde fuera, la zona de la cocina había sobrevivido en bastante buen estado e incluso parte de lo que fue el suelo del primer piso se mantenía en su sitio, seguramente no muy fiable para ser pisado pero parecía que sí lo suficiente como para servirles de resguardo en la fría noche. Parecía un lugar ideal para descansar y pasar desapercibidos. Eso sí- pensó el hombrecillo- dudaba mucho de que el Aldar les dejase encender un cálido fuego dada la posible cercanía de los salteadores, sería como anunciar a los cuatro vientos su presencia.

Ivvy apareció entre los pliegues de las ropas de Avlin siseando y observando con curiosidad, parecía que le gustaba el lugar. Del mismo modo, el gnomo sentía que ningún peligro acechaba en las cercanías y eso le animó a aventurarse en el interior de la ruina sin demasiados preámbulos. Era probable que la cercanía con el nido de las arpías hubiese mantenido aquel sitio a salvo de malhechores y criaturas salvajes.

- Echemos un vistazo- animó el gnomo alegremente a sus compañeros mientras empezaba a curiosear por los recovecos- parece un sitio ideal para acampar esta noche.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He aplicado un +3 por mi modificador de INT ya que entiendo que Buscar, aún siendo una habilidad no entrenada, es general y me permite aplicarlo. Si no es así, ignora el +3.

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12/10/2017, 22:46
Balakar

No me esperaba otra respuesta por parte del estoíco hombre de los bosques, de modo que asentí y le dí espacio al ver como Freya se acercaba a él. La muchacha parecía ofuscada y me sorprendió el modo en que el hombre de los bosques tomó la palabra y calmó la situación.

"Por mis barbas..."

Asentí. Aldar tenía razón. Habiamos salido enteros porque habiamos tenido suerte. Cuanto antes aceptasemos, antes podriamos trabajar para solucionarlo.

- Haced caso a Aldar. Tiene razón.- Y, sin decir nada más, acerqué la recua de caballos que ahora estaban bastante más tranquilos.- Vamos, en marcha.- Me acerqué al olmo con el caballo de las riendas y coloqué el escudo sobre mis espaldas.

Nunca estaba de más ser prudente.

Se hacia tarde y seguiamos estando en el bosque, sin saber muy bien si algo más nos iba a tender una trampa, aprovechando que estabamos tocados. Era importante que encontrasemos un refugio seguro, facilmente defendible y que repusieramos nuestras fuerzas. A pesar de todo, Zafira caracoleo por la senda que nos marcaba Aldar, recogiendo yerbajos, raices y flores sin un orden aparente.

"¿Como es capaz de distinguir algo útil a estas horas y con tan poca luz?"

A pesar de todo, aprovechar cualquier recurso para reponer nuestras reservas de materiales curativos o que pudiesen usarse para comer era una buena idea... aunque saliese de la cabeza de Zafira. Habia usado un pergamino para curar al murcielago y proporcionado algún tipo de raíz a Aldar para que ambos mejorasen mientras marchabamos.

"Si no planteamos bien el ataque contra los bandidos o tenemos otro encuentro como el de las arpias o nos encontramos con alguna alma en pena, vamos a pasarlo realmente mal."

Por fin doblamos un recodo de la senda y vimos las ruinas de la posada de la Hidra Sonriente. A la escasa luz que teniamos y recortada contra la noche, el lugar transmitia una sensación de melancolia, más que de peligro. Sin embargo, nunca estaba se más la prudencia y nos detuvimos a una distancia segura, guardando silencio mientras lanzabamos penterantes miradas a las sombras de lo que antes habia sido el enorme hogar de la cocina o del salón principal de la posada y poniamos la oreja para oir cualquier ruido sospechosos proveniente de los semiocultos travesaños de los inexistentes pisos superiores.

Zafira se acercó en silencio, extrañamente alegre ante el espectaculo que ofrecia la salvaje naturaleza al enseñorearse de aquel lugar. Avlin decidió romper el silencio y siguió sus pasos, anunciando su intención de echar un vistazo al lugar y queriendo que fuese nuestro refugio para pasar la noche. Cerré los ojos un instante para calmarme y no liarme a soltar improperios contra el impaciente gnomo y la contemplativa semi-elfa.

- Parece que no hay peligro.- Susurré a Freya y a Aldar, que todavía aguardaban.- Creo que he visto un buen sitio para que descansen los caballos tenerles a la vista, por si acaso. Además, me muero de hambre.- Añadí un poco avergonzado, antes de descabalgar y hacerme caso de las riendas de los impulsivos componentes de la compañia.- Voy a echar un vistazo. Estad alerta.- Sabia que ese último comentario estaba fuera de lugar pero no queria que se despistasen.

Con paso lento, el escudo a la espalda y la mano izquierda con un manojo de riendas, desenvainé el hacha con la diestra, mientras me acercaba con cuidado, buscando señales o indicios de que aquel lugar ya habia sido reclamado por alguien... o por algo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

El enano no ve nada.

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14/10/2017, 06:52
Aldar

Lo que fuera aquello que me había dado Zafira había logrado hacerme sentir mejor. El dolor remitía ligeramente, y eso me permitió acelerar un poco el paso, o más bien ralentizarlo menos. No me hacía gracia retrasar a la compañía y que tuvieran que ajustarse a mi cojera. 

Finalmente, logramos encontrar aquellas ruinas. Era mucho menos de lo que podría identificarse como una posada, pero mucho más de lo que esperaba encontrar. Al menos, ofrecía un parapeto contra el viento y una buena ocultación para un eventual fuego que nos ofreciera calor en la noche, concentrándolo además sin que el aire disperse su ardor. 

Sólo sería mejor con techumbre, sin duda. -Comenté sobre la idoneidad del lugar- Habrá que buscar algo de leña, un pequeño fuego podría durarnos toda la noche...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pg actualizados

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14/10/2017, 14:45
Freya

Estaba claro que el gnomo estaba esperando cualquier oportunidad para dar rienda suelta a su verborrea, y es que con tan solo una frase mía soltó todo un discurso que no hizo más que dejarme un sabor agridulce. Ni siquiera las palabras de Aldar hicieron que me sintiera en paz. No, no estaba enfadada con el gnomo, sino conmigo misma, si no me hubieran hechizado no habríamos terminado así.

Y he sido la única que no ha podido resistir el embrujo de ese canto…

No había presenciado la descoordinación de la que hablaba Aldar, pero si él consideraba que mejorar esta era esencial para que sobreviviéramos, sin duda tendríamos que trabajar en ello. Sin embargo, gruñí ante las palabras del enano. ¿A qué venía ahora que nos dijera lo que teníamos que hacer? Cuando ni siquiera me había dirigido la palabra después de lo que había pasado en aquel árbol.

No tardamos en ponernos en marcha a lomos de los caballos, terminando por dar con aquellas ruinas que tiempo ha habían sido una posada. Durante el camino me afané en buscar algo que pudiera servirnos para comer e hidratarnos, cuantas más raciones pudiéramos ahorrarnos, más dinero tendríamos en el futuro para recursos sanadores. Tuve que bajarme del jamelgo en un par de ocasiones, mostrando un gesto de dolor. Estaba mucho mejor, pero algunas heridas se resistían aún a desaparecer del todo, esperaba que aquella noche de descanso ayudara a mi cuerpo a sanar.

Había llegado el momento de establecer nuestro campamento, y cedí las riendas de mi caballo a Balakar, quien parecía haber encontrado un lugar adecuado para las monturas. Aldar nos instó entonces a buscar leña, y me acerqué a él antes de disponerme a buscar en los alrededores cualquier cosa que pudiera sernos útil.

- ¿Será seguro hacer un fuego aquí? En cualquier caso, no te quiero haciendo guardia, ocúpate de descansar y nada más. – dije casi a modo de orden, antes de girarme y emprender la búsqueda.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Supervivencia: Consigo comida y agua para una persona.

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15/10/2017, 22:58
La Hidra Sonriente

Seguros de que eran los únicos seres inteligentes en los alrededores de la posada, el grupo se dispuso a prepararse para pasar la noche, la cual estaba prácticamente a la vuelta de la esquina. Las sombras, bastantes pronunciadas de por sí cuando los cinco aventureros se adentraron en el bosque, se habían extendido enormemente durante el transcurso del combate contra las harpías y el posterior registro del nido y la atención a los heridos. Para Avlin, Zafira y Balakar aquello no suponía mayor trastorno, pues su vista privilegiada les permitía moverse en aquellas condiciones sin ningún problema, pero para Aldar y Freya el ocaso marcaba el momento en que los depredadores nocturnos contaban con cierta ventaja contra ellos. Aun así, sabedora de que sus compañeros estarían cerca, la mujer pelirroja decidió adentrarse en la espesura en busca de algunas raíces o tallos comestibles.

Para cuando Balakar hubo atado los caballos a uno de los pilares de granito, el resto de sus compañeros ya habían examinado por completo la planta principal, pues contaba únicamente con los restos del antiguo salón, donde se intuían los trozos de algunas mesas y taburetes, y las cocinas, donde aún pervivía en pie una dura mesa de carnicero y un horno de piedra.

Que contarían con leña de sobra para hacer un fuego era algo evidente, pero sobre la idoneidad de hacerlo era algo que aún no estaba claro. Sin embargo, con el debate sobre aquel asunto de fondo, Avlin acabó topándose con algo que le indicó que no eran los únicos que habían mantenido aquella conversación en aquel lugar. En el hueco de lo horno el gnomo distinguió patas de mesas a medio calcinar y mucha ceniza sin compactar, lo que sólo podía indicar que alguien había alimentado un fuego allí no mucho tiempo atrás. Sorprendido por el hallazgo y al volver la vista hacia la derecha, hacia la pequeña habitación que seguramente habría servido de alacena, sus pequeños y vivaces ojos se toparon con una silueta demasiado familiar: un cadáver de harpía.

Su cuerpo, seco y rígido como una tabla, yacía medio oculto entre cascotes y restos de mobiliario. Alguien lo había depositado allí deliberadamente.

Notas de juego

El cuerpo de la harpía, tras examinarlo, muestra signos de violencia, entre ellos varios cortes en la cabeza y un par de agujeros de flecha en el pecho. Su estado de descomposición es tan avanzado que ni siquiera huele. No es más que esqueleto con plumas y curtidos trozos de piel pegados al cuerpo. Allí escondido ha permanecido alejado de los depredadores, lo que dice mucho acerca de los peligros que pueden merodear por los alrededores ahora que las harpías han pasado a mejor vida.

Una tirada de saber naturaleza (para aquellos que la tengan entrenada) os permitiría conocer más detalles sobre la criatura, como por ejemplo el tiempo que lleva muerta.

Las cenizas confirman que alguien ha encendido un fuego en aquel lugar en alguna fecha inferior a una semana.


Sobre las sinergías de búsqueda, Zafira, lo hago tal y como has dicho, tomo la tirada más alta y el resto que pasen de 10 las uso como ayuda (otorgar un +2 adicional). Eso sí, todos deben estar buscando lo mismo. Si hay dos personajes buscando cosas diferentes, o que por el lugar en el que se encuentran pueden acabar descubriendo cosas distintas, en ese caso no lo aplicaría.

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16/10/2017, 02:58
Zafira 'Ithildin
- Tiradas (1)
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16/10/2017, 11:53
Aldar
- Tiradas (1)

Notas de juego

Estoy mirando lo de las sinergias, y por Supervivencia 5 debería tener un +2 a Saber Naturaleza, así que el resultado sería 27

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16/10/2017, 12:03
Zafira 'Ithildin

Bien Tzotz, descansarás aquí para recuperarte más rápido, mañana te busco unas moras curativas.

Sabiendo que la ruina de la hidra era un lugar seguro para prender un fuego inconspícuo, algo que necesitarían para pasar una mejor noche, Zafira se puso a revisar los restos de la arpía con Aldar.  A ella todo le hacía sospechar que había sido otro grupo de exploración el refugiado aquí, el cuál tuvo que matar a otra de las crías de arpías para sobrevivir, y la dejó aquí, por ritual o por aviso.  Sabiendo más de esa muerte, sabrían quien más sobre quien se movía también por estas tierras.   

Era extraño que no hubieran encontrado huellas de aquellos que encendieron el fuego. 

Y no dejar huellas es ya información en si misma.  Han de ser muy buenos.  -Pocos lo hacían así, o montaraces avanzados, o druidas que lo hacían con magia natural. 

Volvió a buscar por huellas.  Pero esta vez decidió hacerlo mientras le cumplía otra promesa al gnomo:

Mira Avlin.  Una de las cosas a enseñarte, a practicar juntos, es cómo acercarte a los animales con los que tú como gnomo puedes hablar.  Fue un error ese acercamiento con al ratoncito que te pudo avisar de las arpías, lo espantase así de primeras, mejor oblicuo, casi sin moverte.  Busquemos otro para hablar con él y te enseño.   

- Tiradas (3)

Notas de juego

owo, Aldar y Zafira son el equipo "Bones".

* Buscar huellas y pequeños mamíferos en la zona con Avlin.   Y si lo encontramos, sinergia en "manejo animal" para que esté tranquilo y puedan hablar.  Y decirnos quienes estuvieron aquí.

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16/10/2017, 15:34
Balakar

Até los caballos al pilar, dejandoles espacio suficiente para que pudiesen ramonear hasta que tuviesemos tiempo para ocuparnos debidamente de ellos. Toda la zona parecia tranquila y la actitud de los animales contirbuyó a tranquilizarme. Enfundé mi hacha y revisé someramente los alrededores. Satisfecho, regresé a lo que parecian los restos de una cocina o de un comedor de buen tamaño. Restos de mobiliario destrozado daban fé de que aquello habia sido una posada en un tiempo remoto.

"Por no hablar de que tendremos leña a mano para hacer una hoguera y calentarnos."

El horno parecia en buen estado y quizas sirviese para hacer un fuego que no se viese demasiado en la oscuridad de la noche. Zafira ya estaba examinado el hogar de la Hidra Sonriente, así que la dejé trabajar, mientras mascullaba por lo bajo sobre lo que estaba viendo. Sin embargo, antes de que pudiese echarle un vistazo a lo que parecian patas de sillas a medio quemar, me llamó la atención el repentino silencio de Avlin.  

Al ver al gnomo de pie, enmarcado en el umbral de una habitación, mi mano voló hacia el hacha, presto a desenvainarla. Lentamente me acerqué a él y atisbé por encima de su hombro. Lo que ví en aquella especie de alacena hizo que soltasé un exabrupto que encanecería las barbas de mi muy augusta madre.

- Vaya... Ya sabemos donde está el padre de las criaturas...- Rezongué. Volví la cabeza y me hice a un lado para dejar espacio a mis compañeros.- ¿Que ha pasado aqui, muchachos?

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16/10/2017, 17:32
Avlin Tuercegris

Avlin metió sus deditos regordetes en el viejo horno y dejó que su piel callosa se adornase con los restos de un hollín no excesivamente viejo.

- Parece que no somos los primeros que hemos estado por aquí- comentó en voz baja, como temiendo que sus palabras fueran escuchadas por alguien más en los alrededores.

Cerca del horno, una nueva habitación aguardaba envuelta en la penumbra de la noche. No obstante, aquello no era un problema para Avlin, pues los gnomos tienen una visión bastante más amplia en su espectro que los humanos. Así fue como el hombrecillo descubrió los restos de una criatura humanoide en el interior de aquel nuevo habitáculo.

- Otra arpía- informó- muerta- apostilló al ver como algunos de sus compañeros echaban mano a las armas- Parece que este lugar era controlado asiduamente por nuestras anfitrionas, tal vez como parte de su territorio de caza.

El gnomo levantó la vista buscando a Zafira y Aldar, mucho más conocedores que él de las misteriosas cuestiones de la naturaleza.

- Todo vuestro- les dijo- tal vez podáis descubrir algo de interés. Por mi parte, voy a echar un vistazo a esta nueva habitación con detalle. Tal vez tenga algo interesante que se nos haya pasado por alto. Si alguien más estuvo aquí hace poco tiempo y conocía la existencia de las arpías, tal vez nos dejara alguna pista o detalle que merezca la pena conocer.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿Podría utilizar Saber (Historia) o Saber (Local) para obtener algo más de información sobre la posada o los alrededores? Si sirve para obtener algo útil claro :-p

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16/10/2017, 20:02
La Hidra Sonriente

Notas de juego

Saber Naturaleza:

Lo primero que Aldar sacar en claro es que la muerte de la harpía y la última vez que aquel horno había sido utilizado no sucedieron el mismo día. Mientras que la muerte de la primera debió de haberse llevado a cabo hacía más de dos meses, el fuego encendido en el horno de piedra era por el contrario mucho más reciente, de tan sólo tres o cuatro días atrás. Siendo esto último así y teniendo en cuenta el casi inexistente transitar de gente por estas tierras, no le extrañóque "Apestoso" Kefflen y Tamorfien hubiesen parado aquí el día en que viajaron hacia Argéntea. Teniendo en cuenta que lo más probable es que fuesen humanos los que han merodeado por allí, Aldar no tardó en encontrar algunas huellas de botas dejadas impresas en las zonas donde se había acumulado más suciedad. Con total seguridad pudo confirmar para sí mismo tras unos minutos que tan sólo dos personas habían pasado por allí en la última visita, pero que aquel lugar había sido frecuentemente transitado. No tardaron en aparecer los rastros difusos de los cascos de los caballos y de algún cánido, perros diríase por el tamaño de las pisadas.

Es evidente que los que se han movido por allí se tomaron en serio el ocultar sus rastros, pues detrás del horno acabó apareciendo un trozo de rama con numerosas hojas que podía haber sido utilizada como escoba para disimular las pisadas.


La mayoría de las huellas las has encontrado el las inmediaciones del muro derruido, pues en el interior es casi imposible hallarlas al ser el suelo de piedra.

 

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17/10/2017, 09:42
Aldar

Enarqué una ceja, torciendo los labios hacia un lado, ante las palabras de Freya. ¿No hacer guardia? No podía hacer eso... Quizás en una compañía lo bastante grande no se notaría demasiado, pero éramos pocos, uno menos haciendo guardia suponía horas de sueño menos para el resto. En territorio hostil, todo el mundo debía aportar. Era algo básico. Además, también ella arrastraba buena parte de daño tras el enfrentamiento. No, tendríamos que hacer guardia todos por igual.

Pero no dije nada por el momento. Aún había que reconocer el terreno, así que nos dirigimos al interior. Con cada paso iba clavando más y más la vista en el suelo. No evitaba a nadie, no me sumía en mis pensamientos. No, miraba el suelo, las marcas que horadaban su superficie, las señales inequívocas de cuanto allí había acontecido, como leer un libro de historia reciente escrito por Ehlonna misma, para ser leído por quien supiera interpretar su lenguaje. Precisamente por ello, me detuve al posar el primer pie en el suelo de piedra del interior. Mientras los demás avanzaban sin miramiento, a excepción de Freya que se encontraba fuera reconociendo los alrededores en busca de algo de alimento, comprobé las diferencias entre las señales del interior y del exterior.

Interesante...

Avancé en busca de más señales, terminando junto a aquel horno, donde las cenizas y restos de leña de diversa índole daban buena cuenta del paso de otros por aquel lugar. Con una ramita, azucé aquella ceniza, comprobando su estado. Fue precisamente detrás de aquel horno donde encontré una clarificadora explicación, una rama con hojas numerosas, cubiertas de polvo. Volví a mirar el suelo. Sí, tenía sentido.

Me acerqué entonces a Zafira, que examinaba el cadáver de una harpía, prácticamente momificada. Era un ejemplar adulto, ¿la pareja de cría de la que Freya había partido a la mitad? Era bien posible. Tenía numerosas y variadas heridas, pero su cuerpo estaba ya tan seco que la descomposición había hecho ya todo su trabajo. Era un cascarón seco y vacío, cubierto de escasas plumas que se deshacían al tocarlas. Así lo hice solamente con una, contemplando el polvo en mis dedos mientras los frotaba descomponiendo aquel trozo de pluma.

El cadáver tiene bastante tiempo. Es posible que la mataran hace dos meses, quizás más. -Expuse, compartiendo información y conjeturas con el resto- No creo que haya forma de saber para qué la guardaban aquí, puede que la pusieran en la entrada para disuadir a las demás, o tal vez fuera un macabro trofeo. Quién sabe, hay gente para todo. Pero el fuego del horno se extinguió hace mucho menos. -Afirmé señalando el lugar- Tres o cuatro días, más o menos. Fuera hay huellas diversas. Botas, cascos de caballos, marcas de algún tipo de perro... Aquí dentro no hay apenas, intuyo que porque las borraron al abandonar el lugar. Son cuidadosos, pero tampoco excesivamente. -Me encogí de hombros, descolgando mi mochila y dejándola en un rincón- Tengo la impresión de que esos bandidos emplean este lugar habitualmente como refugio para pasar la noche, cuando van a visitar Venatus. Muy posiblemente... -Medité un instante, mirando hacia arriba- ...los últimos inquilinos fueran nuestros amigos del Pateacaminos.

Elevé la mirada, en esa ocasión tratando de comprobar la cantidad de luz que restaba al ya menguante día. Apenas lo justo, y quedaban cosas por hacer antes de poder dormir y descansar como era menester.

Voy a tratar de aprovechar la poca claridad que queda, como ha hecho Freya, y conseguir algo de cena que nos ahorre provisiones. -Informé, dirigiéndome a la salida- Si a esta hora no ha llegado nadie más, espero que signifique que no habrá más visitas por este día, pero estad alerta. Podéis ir preparando un fuego, mientras tanto. -Propuse, mientras me dirigía al exterior, en busca de algo de sustento para el grupo.

- Tiradas (1)
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19/10/2017, 13:24
Freya

Cuando regresé junto al resto de la compañía, me asomé a observar aquello que parecía haber captado la atención de algunos. Tenía pinta de tratarse del cadáver de una de aquellas cosas a las que nos acabábamos de enfrentar, pero tampoco hubiera apostado por ello, no estaba tan segura.

Los demás no tardaron en arrojar luz al asunto, sobre aquel cadáver y sobre la habitación en general, la cual parecían ya haber inspeccionado; aunque el gnomo quería aún dedicarle algo más de tiempo. Sin duda fue Aldar quien más información pudo proporcionarnos, exponiendo que aquel lugar seguramente fuera empleado por los bandidos camino de Venatus, siendo posiblemente los que encontramos en Pateacaminos sus últimos ocupantes.

- Si que se lo tenían bien montado, los muy… - dije con rabia, conteniéndome para no soltar ninguna barbaridad.

Lo que sí solté fue el alimento hallado fuera, posándolo sobre aquella mesa de carnicero, temiendo terminar desmenuzándolo con mis manos si continuaba pensando en aquellos desgraciados.

Entonces Aldar nos informó de que iría en busca de algo más de alimento, instándonos a que preparáramos el fuego, pero sin dejar de estar alerta. Desde luego, si aquel era un lugar de paso habitual para los bandidos, más nos valía estarlo; no descartaba que alguno de ellos pudiera aparecer por allí en mitad de la noche.

Y si eso sucede, espero ser yo quien esté despierta.

- Está bien, haremos ese fuego entonces. – acepté, mirando al enano. – Balakar, ¿Me ayudas con ello? – le pregunté antes de acercarme a coger unos cuantos troncos.

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19/10/2017, 14:24
Zafira 'Ithildin

Aldar, -le dijo mientras examinaban a la arpía, absortos- fíjate bien que partes del cuerpo le habrán quitado los ladrones.  Pueden haber extraído algunos componentes mágicos, como nosotros hicimos hace rato allá en el árbol muerto.  Si sabemos que fueron, quizá Avlin pueda decirnos que hechizos tiene esa bruja a su disposición en su grimorio, y así mejor podríamos prepararnos contra ellos

Zafira miró de lado cómo la bárbara les traía alimentos e iba y venía.  Quizá deberías ya descansar Freya, después de poner el fuego, -vio a Balakar acercarse a ayudarla, y distraídamente pensó en que cómo le hacían los enanos para no prenderse las barbas con cada fogata que hacían.   Quizá ese es el origen de las trenzas, je je, pensó elfinamente divertida.-   

Me ofrezco para doble guardia, dado que no tengo heridas, y aún guardo algo de magia.  Lo importante es que tengan ustedes una jornada entera de curación.  -dijo mientras se ponía a buscar ratones, musarañas o mapaches para que Avlin platicara con ellos y les dijeran algo más sobre los ladrones-  En todo caso mañana invoco a la naturaleza para que me de poderes de curación y con eso creo que una buena parte de sus heridas podrían sanarse.  Hasta podríamos emprender de nuevo la marcha pasando el alimento de la mañana.   O hasta la siguiente noche, como sea necesario si no se curan del todo.  

Miró a la oscuridad que crecía en el exterior, algo nerviosa a pesar de lo hermoso que se veía.  En su guardia recorrería los alrededores de las ruinas quizá poniendo algunas trampas y alertas.  Sospecho osobuhos a la caza, una vez que dejen de oler la presencia de las arpías.  

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19/10/2017, 18:27
Avlin Tuercegris

- Yo me pido la última guardia- pidió Avlin todavía rebuscando entre los restos de la habitación- necesito algo de tiempo después de dormir para poder estudiar mis conjuros y ese es el momento perfecto. 

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20/10/2017, 06:51
Zafira 'Ithildin

Claro, si Balakar cubre la 1era guardia, pues podría tener mi meditación completada en dos tantos.  Los elfos eran como los delfines, de hecho, entraban en semi-sueño-trance, en vez de dormir como humanos, enanos o lirones.    Con 3 que hagamos 4 horas cada uno, cubrimos tanto descanso y la seguridad.  

En mi guardia recolectaré material de curación mientras hago rondas al refugio.  Y por cierto, si oyen un aullido con este patrón: lo imitó con voz normal, será que me he convertido en loba -había guardado ese hechizo para la noche-.  Sólo lo haría si somos atacados, claro, así que tomen sus armas, pero no ataquen a la canis lupus zafirae.  -les guiñó el ojo.   

Realmente no era nada divertido verlo, ni la transformación ni en la peligrosa bestia en que se convertía, pero bueno, había que al menos platicarlo ligero, no fuera a ser que las confusiones hicieran que todos perdieran.

- Tiradas (2)

Notas de juego

*Tiros para mi turno.  Encontraría las hierbas pero no las podría procesar.  ¿Tira de nuevo al otro día para ver si ahora si lo hace, o las echó a perder?

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21/10/2017, 17:18
Balakar

La revelación de que aquel lugar podría ser o servir como campamento improvisado de los bandidos a los que perseguía fue un desagradable sorpresa. La posibilidad de que nuestros antiguos camaradas hubiesen pasado por allí hizo que se me secase la boca y afianzanse el mango del hacha con el puño. Lentamente, me rocé la herida que tenía en la frente. Gracias a los cuidados de Zafira y de Asdra, apenas quedaba una cicatriz sonrosada y un poco de costra oscura. La furia me hacia temblar ligeramente, así que dí un paso átras para tomar aire y tranquilizarme.

Aldar se alejó para poder cazar algo, aunque probablemente fuese a rasterar la zona en busca de rezagados o trampas. Mientras tanto, Freya me pidió ayuda para encender un fuego, a lo que asentí lenta y silenciosamente. Enfundé el hacha y rebusqué en mi equipo hasta dar con la yesca y el pedernal. Lo dejé sobre la repisa del hogar, mientras rebuscaba en busca de leña seca con la que alimentar la hoguera.

Zafira, fiel a su forma de ser, se afanaba por saber si los despojos de la arpia habian sido usado como componentes para conjuros, lo que sin duda tendría sentido para ella o para Avlin, pero que para mí solo resultaba repugnante. Tan pronto como Aldar desapareció en la espesura, ella y el gnomo empezarón a planificar las guardias nocturnas. Pero algo de lo que estaban planificando me rechinaba y no terminaba de cuadrarme. Me afané en cumplir mis tareas antes de llamar a cenar a mis compañeros.

- Venga, a cenar. Cuando vuelva Aldar, lo concretamos, ¿os parece?

Sentados por fin al fuego, dimos cuenta de nuestras raciones de campaña. El lugar era comodo y los caballos, debidamente almohazados, estaban tranquilos.

Mientras daba cuenta de mi un poco de pan y de queso para calmar el apetito hasta que regresase el hombre de los bosques, carraspeé ligeramente para llamar la atención de mis compañeros.

- Bueno... En tanto Aldar regresa... Vereís, me tomé un tiempo para revisar el nido de las arpias... Una tarea que no le deseo a nadie.- Sonreí ligeramente antes de continuar.- Encontre un puñado de monedas que iran bien para nuestra economia... y un par de objetos más interesantes.

Eché mano de mi bolsa de cinturón y extraje la primera recompensa: un sencillo anillo de oro, que hice destellear a la luz de las llamas de la hoguera.

- Lo he limpiado un poco, pero sigue deslucido. Pero he dejado lo mejor para el final...- Anuncié en un fingido tono tenebroso mientras mostraba un colgante o gargantilla inmaculado.-  Es extraño... Esta impoluto. Limpio. Como si fuese nuevo, a pesar de la mugre que lo rodeaba. ¿Podeís echarle un vistazo?- Pregunté.- Y, con respecto a las guardias... Aldar y Freya están heridos y tienen que descansar. Vosotros dos teneis que preparar vuestros conjuros. Y tú, además, quieres buscar componentes para ellos, ¿verdad, Zafira? Veamos... Podeís encargaros de la primera guardia, mientras que Aldar y Freya descansan y hacen la última guardia. Yo seré quien haga turno doble de guardia. Eso es lo que tengo en mente... Pero si cuando Aldar regrese tiene un plan mejor, lo vemos. ¿Os parece?

Notas de juego

Supongo que planeamos descansar ocho horas, ¿no?

Pues mi idea es dividir la guardia en secciones de dos horas, lo que nos dá cuatro secciones. Avlin y Zafira pueden ocupar sus dos horas en estudiar, conseguir componentes o examinar los objetos que os ha dado Balakar. Balakar se queda de guardia las dos secciones siguientes y, por último, Freya y Aldar pueden ocuparse de las dos últimas horas, descansados... Espero.