Partida Rol por web

Giró su cara, mirando a Chupito, como si intuyése algo.

-Exacto-susurró, mirándole y sonriendo

Pronto llegaron frente a un cristal de hielo al final de un pasillo, con varios pasillos a los lados.

-Bien, ¿aquí fue, Señorita Olsen?-dijo Jonás, dándose la vuelta, y señalando con la mano al charco

Subo en volandas a la muchacha y miro preocupado hacia la herida de la cabeza. -Espero que no sea una herida grave, ¿quien sera esta bella mujer?, ¿y que hara en el hotel?, yo desde luego no la habia visto nunca.

-Cuidado señorita, no haga movimientos bruscos que se puede marear. La voy a llevar a la enfermeria para que miren esa herida.

y mirando a Maira - Por favor, podrias cerrar la puerta de la camara frigorifica y acompañarme, supongo que tendras ciertos conocimientos de primeros auxilios, ¿o no es asi?.

Maira cerró la puerta de la cámara frigorífica, y se volvió hacia Francois y la mujer que ahora él llebaba en brazos.

-Claro, algo sí que entiendo-se acercó a él, y le abrió la puerta de la cocina para que pasase-Vamos.

Karen estaba absolutamente helada, y nunca mejor dicho. Dado que Roger había quedado en evidencia por el tema de los grifos, daba por hecho que fuera lo que fuera lo que ella había visto, tampoco lo iban a encontrar. Pero de repente, allí estaban, delante de aquel charco helado en mitad del pasillo...otra vez. Esto no podía ser nada bueno...

Intentando mantener un tono de voz sereno y despreocupado,  se acercó hacia el charco y le respondió:

-Si Señor, era aquí. Aquí fue donde me pareció ver caras de personas bajo el agua. ¿Ve usted algo?- Karen le devolvió la pregunta, esperando su reacción. Mientras hablaba al jefe mirando de reojo al charco, le pareció ver un ligero movimiento bajo las aguas, pero ya no sabía si sería su imaginación.

-Sí, sí que veo algo...-admitió Jonás, acercándose al hielo-Venga, Señorita Olsen, acérquese y compruébelo por usted misma.

Cuando Karen estaba a medio camino, Jonás se dio media vuelta, agarró a Karen -la cuál gritó por el gran susto-, y, cogiéndola en el aire, la puso de cara contra el hielo, quedando a pocos milímetros de este. En él se veía su cara reflejada

-¡Esto es lo que ha visto! ¡Esto! ¡Su propia cara, señorita Olsen!-la dejó caer, con la buena suerte de que le quedaba muy poca trayectoria hasta el suelo y no se hizo daño. Jonás se ocultó entre las sombras, quedando poco visible, con la mano en los ojos

- Con el debido respeto señor, o incluso sin él, he de decirle que su comportamiento con la Srta. Olsen es intolerable.

Chupito hablaba verdaderamente enfadado, dirigiéndose a un lugar incierto entre las sombras. Se paró un instante y le ofreció su mano a Karen para ayudarle a levantarse. Después se fue acercando poco a poco hacia ese lugar, totalmente encendido, dispuesto a aclarar las cosas de una vez por todas.

¿Por qué nos hace esto señor? Dé la cara y explíquenos este trato humillante, si tiene usted lo que hay que tener. Chupito pensó estas palabras lentamente, procurando que quedasen bien impresas en su mente y que no hubiese ninguna dificultad para distinguirlas.

Jonás, que estaba sentado, se levantó rapidamente.

En la mente de Chupito resonaron unas palabras, llena de odio, con la inconfundible voz de su jefe: Aprenda a meterte en sus asuntos. La señorita Olsen será mía. Y no pienso compartirla

-Regresemos-anunció al final

Karen se sorprendió sobremanera cuando Jonás admitió que veía algo. No lo creía, sabía que estaba quedándose con ella, pero aún así tuvo que acercarse. Cuando estaba llegando a donde estaba Jonás, éste la agarró de repente por la muñeca. El movimiento repentino hizo a Karen soltar un grito, y antes de darse cuenta, estaba en el aire, sujeta por Jonás, con su nariz pegada a la superficie congelada del charco y el reflejo de su cara frente a ella. El pánico que sentía la hizo temblar incontrolablemente...¿hasta dónde iba a llegar este trato infame, a ella y a los demás?

Cuando Jonás la ridiculizó, teniéndola sujeta de aquella forma tan extraña, diciendo que era su cara la que había visto, a Karen le dieron ganas de llorar, esto era demasiado.

Un golpe seco la dejó aturdida al caer al suelo, del que afortunadamente estaba ya  a muy poca distancia. Estaba tan paralizada por el susto y la confusión, que no hubiera sido capaz de mover un músculo. Afortunadamente Rafa se acercó y le tendió la mano para ayudarla a levantarse. Después, lo vió avanzar hacia Jonás con paso decidido, y con aspecto de estar muy, muy enfadado. Fue entonces cuando Rafa pronunció unas palabras en defensa de ella, y se produjo entre ambos hombres un intercambio de miradas que se prolongó unos instantes y que le produjo un escalofrío. Casi parecía que se amenazaban mutuamente con la mirada. Definitivamente, Jonás era un personaje de lo más extraño, y al que estaba claro que harían bien en temer.

Cuando los instó a regresar, el alivio de Karen fue inmenso. Se acercó sigilosamente a Rafa, que había echado a andar detrás de Jonás y Roger y le susurró, de modo que sólo él lo oyera:

- Gracias por defenderme antes, de verdad. Pero por favor, ten mucho cuidado y procura no volver a enfrentarte a él, tiene algo que me provoca escalofríos.

Seguimos caminando un rato antes de llegar al final del pasillo donde se encontraba un cristal de hielo, el comportamiento de Jonas volvio a ser de lo mas intimidatorio y humillante, en este caso para Karen, vi la escena sin poder articular palabra ya que no daba credito a lo que estaba viendo, Rafa reacciono enseguida en defansa de karen y despues ayudo a esta a levantarse, la probre estaba bastante asustada, cosa que no me extraña en absoluto dado el comportamiento de Jonas con todos nosotros.

Cuando paso todo, Jonas ordeno regresar, Vale, ahora por una simple regla de tres le toca ser humillado a Rafa, no cabia la menor duda.

Me situé al lado de Rafa y le di una pequeña palmada en la espalda con la intención de trasmitirle mi apoyo en lo que aconteciera en breve. Supongo que sabría que le tocaba a el el turno de verificar su experiencia "paranormal", si es que la había tenido.

Pronto llegaron hasta la puerta de la sala de calderas, la cual transpasaron, como siempre, Jonás por delante, y los demás a una prudente distancia de un par de metros.

-Rafael, ¿tiene algo que relatar?-comenzó una vez fuera

Las palabras de Jonás retumbaron amenazantes durante un buen rato en la cabeza de Rafael, y también las advertencias que le hizo la recepcionista. Anduvo totalmente absorto hasta que traspasaron la puerta de la sala de calderas y la pregunta del dueño del hotel le trajo de nuevo a la realidad.

- Verá señor. Yo fui a investigar la habitación 214, como usted ordenó. Estuve un buen rato dando vueltas por ella, repasando todo minuciosamente para tratar de encontrar algo extraño. Lo hice todo a conciencia, señor y lo cierto es que ...

Hizo una pausa, un tanto ceremoniosa.

- ... no vi ni oí nada extraño, señor. La 214 era una habitación perfectamente normal y lista para su uso. Y eso es todo, -tragó saliva-  señor.

Chupito volvió a quedarse muy tieso, delante de su jefe. Era bajito y regordete, poca cosa, pero no podía permitir que aquel abusón se saliese siempre con la suya. En el frío ambiente islandés, Rafa pensó que vendría bien un poco de chulería española.

Y allí permaneció, temblando por dentro, a la espera de ver cómo digería el patrón aquella mentira.

Karen alucinaba. Sabía que Rafa había tenido que oír o ver algo, puesto que se lo confesó al principio cuando se encontraron en el hall, pero estaba claro que no se quería dejar amilanar por Jonás.

La cuestión era: ¿Tendría Jonás alguna forma de darse cuenta de que Rafa mentía? Y si lo hacía...¿qué iba a pasar a continuación???

Jonas se quedo pensativo. Escruto la mente de Chupito. Sabia que este mentia, pero lo dejo pasar.

-En fin, tengo cosas mas importantes que hacer...-y puso rumbo hacia el hall. Los demas le siguieron, pero una vez alli, Jonas continuo hacia la puerta de su oficina, lugar donde se introducio, cerrando la puerta tras el

Juraria que rafa tambien tendria su historia que contar, lo ocurrido en el lugar donde fue destinado investigar, la habitacion 214 en concreto, pero en vez de eso se limito a decir que en esa habitacion no acontecio nada, no daba credito, le habia vacilado a Jonas y delante de nosotros como testigos, Eres grande rafa.

Jonas no se quedo conforme, eso saltaba a la vista pero por algún motivo se mantuvo al margen y decidió pasarlo por alto.

Llegamos al Hall y Jonas se dirigio a su oficina, dejandonos alli a nuestra suerte, sin saber que hacer, no nos dio ninguna orden en concreto asi que se suponia que ¿ debiamos seguir investigando por nuestra cuenta ? ¿ Tendriamos que esperarle hasta que volviera a salir de su oficina?. Decidi charlar con Rafa y Karen.

Dirigi mi mirada hacia Karen, ¿que tal estas? creo que lo has pasado bastante mal en la sala de calderas., acto seguido mire a Rafa, me habia desconcertado su comentario acerca de lo ocurrido en la habitacion 214....¿Seguro que no paso nada en esa habitacion?

Quede a la espera de la respuesta de ambos sin apartar la mirada de la puerta de la oficina de Jonas.

Bueno... una leve sonrisa de alivio se dibujó en el rostro de chupito, que miró a la cara de sus dos compañeros.

Hacía tiempos que no pasaba un rato tan malo. Contempló los cómodos sillones del hall del hotel. ¿Les parece que nos sentemos? Me tiemblan las piernas ... se dirigió a ellos y tomó asiento. El barman notaba en las caras de sus compañeros que estaban esperando que les diese alguna explicación, que él, por otra parte, también tenía ganas de dar, así que comenzó:

Un hombre extraño este Jonás ¿verdad? Desde luego tan extraño como las cosas que han relatado ustedes, que, por cierto, yo las creo. A mí me ocurrió algo parecido, como ya le insinué, Srta. Karen.

Verán, lo cierto es que cuando iba a abandonar la 214, unos sonidos llamaron mi atención. Provenían del interior del lavabo que hay en la propia habitación; fui hacia allí e identifiqué que salían de la bañera … descorrí las cortinas y …

Allí no había nada pero yo les juro que se oían claramente: eran unos sollozos de bebé. Sonaban entrecortados, lastimeros , como si el niño apenas tuviese fuerzas para llorar. Estuve unos segundo ahí, helado, hasta que reaccioné y me fui de la habitación. No fueron imaginaciones mías -miró a la cara de sus dos compañeros- creanme, por favor.

Chupito miró unos instantes hacia otro lado, pensativo y luego continuó:

Todo esto son como cosas de espíritus, ¿no? Paranormales ...-chupito no sabía como explicarse- Y ese Jonás, hace cosas del estilo; a mí me lee los pensamientos, estoy seguro, y habla conmigo sin abrir la boca, lo oigo en mi interior. Miró a Karen. Me advirtió claramente que me metiese en mis asuntos y que usted, Srta. Karen, sería suya.

Yo creo que esto es peligroso; quizás deberíamos abandonar el hotel, ahora que estamos a tiempo. ¿Ustedes qué creen?

En la cara de Chupito se reflejaba el agobio que sentía por dentro.

Rafa estaba a punto de contarnos su experiencia en la habitación que le fue asignada para ver si en ella sucedia algo extraño, antes de empezar nos invito a sentar en aquellos fabulosos sillones que presidian los alrededores del Hall. Se notaba que rafa estaba nervioso.

Una vez tomamos todos asiento rafa empezó a relatarnos lo acontecido. Otro relato increíble evidentemente. Lo mas soprendente fue cuando rafa dijo que Jonas se metio en sus pensamientos. ¿Enserio hizo eso?, ¿ que quiere decir con eso de que karen es suya?. En ese momento desvie mi vista hacia Karen.

Karen no pudo sentir más que un alivio inmenso cuando Jonás los dejó allí plantados en mitad del hall sin más explicaciones o instrucciones. No llegó a contestar a Roger sobre la pregunta de qué tal se sentía, aunque mejor, porque prefería no pensarlo, ya que los tres se dirigieron a los cómodos sillones, y se sentaron a escuchar la extraña, que no increíble, historia de Rafa.

El relato de los llantos de bebé en la bañera le puso a Karen la piel de gallina, pero cuando Rafa dijo que Jonás le leía los pensamientos, y que encima ella sería suya, no sabía cómo reaccionar.

- Rafa, ¿te puedes creer que me dió la sensación de que os estabais hablando en silencio allí abajo, en el cuarto de calderas??. En cuanto a tu relato, los tres sabemos que hemos visto u oído cosas muy extrañas, incluyendo el comportamiento de Jonás, y creo que ninguno ha dudado del testimonio de los demás, está claro que algo paranormal está ocurriendo en este hotel y que el único que se hace el escéptico es el propio Jonás.

  Que por cierto....me da mucho, mucho, mucho miedo eso de que pueda leer el pensamiento. Y lo de "ser suya"...¿Qué creeis que significa eso?¿Y qué pensais que deberíamos hacer ahora?

Dándose cuenta de que eso mismo es lo que Rafa estaba preguntando, y de que el preguntarse unos a otros sobre qué hacer podía no tener fin, Karen decidió ser la primera en dar alguna posible idea.

-Respecto a lo de ser suya, espero vuestra opinión sobre su significado, pero respecto a qué hacer...es posible que sea peligroso quedarnos aquí, como dice Rafa, pero tamoco está claro que vayamos a poder irnos sin más cuando queramos. Si Jonás tiene esas "capacidades" que ya conocemos, de moverse tan rápido que ni lo notamos, ver a oscuras y leer las mentes, nadie garantiza que no estemos ya en sus manos. Yo creo que igual deberíamos investigar por nuestra cuenta, a ver si descubrimos algo que nos ayude. ¿Tú qué opinas, Roger? ¿Y tú, Rafa?

Antes de dar tiempo a Roger o a Rafa para responder, Jonás salió de su oficina como una exhalación, pero algo visible. Se dieronis cuenta de que a penas posaba los pies en el suelo. Se colocó delante de Karen.

-Siento interrumpir... Pero la Señorita Olsen se tiene que venir conmigo un momento-anunció, cogiéndola de la muñeca, y levantándola del sillón con una fuerza inusitada.

Pero... pero ¿qué hace?

Chupito se levantó del asiento, lo más rápido que pudo con la idea de agarrar a Jonás por la pechera.

¡Basta ya! Esto se ha acabado, para bien o para mal.