Partida Rol por web

El legado de Caernwiira

Los Peligros del Reino - Primera Parte: En la Venta del Tio Fendrik

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29/07/2014, 13:26
Gabrielle

El rostro de Gabrielle se iluminó con una sonrisa, a medida que los aventureros se fueron presentando. De pronto, cinco valientes parecían dispuestos a ayudarla.

¿Sería este el cometido para el cual habíais sido llamados, vuestro encuentro esperado? ¿O tan solo una desafortunada casualidad?

Creemos... - Miró a su acompañante. El escolta se mantuvo con un rictus serio, disimulando su pesadumbre. Le devolvió la mirada a la dama y asintió a su vez. - ... que huyó hacia el bosque, a unos veinte minutos de aquí. Paramos junto a la ribera. La hemos estado buscando, pero... Es peligroso, y quizás hayan... Dioses, no quiero ni pensarlo.

El ambiente se mantuvo tenso. Algunos que también se habían levantado, quizás tentados por la recompensa, volvieron a sentarse.

Voces de fondo, murmullos.

Por favor, encontradla. Ella... No es una niña corriente, sabrán como es cuando den con ella. Es una muchacha pequeña, rubia. Llevaba puesta una capita roja, para abrigarse... Suele coger frio facilmente. Ella...

Se detuvo. No sabía qué más decir. Se llevó las manos al rostro y meditó un instante mientras lanzó su mirada a la puerta.

Daos prisa, por favor.

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29/07/2014, 19:13
Kano

Al momento de ofrecerme, me noto observado, pero cuando la mujer elfa se acerca solo puedo ver preocupación en su rostro. - La compañía femenina no me viene mal - bromee. Siempre trabaje solo, espero que esta chica no me traiga problemas Agarre las manos de Gabrielle en cuanto termino de pronunciar el nombre de su niña - Descuida, la encontraremos - Espero que nada malo le halla pasado, malos tiempos para criaturas traviesas como mi hada. Después de ese pequeño dejo de confianza, las solte y observe a mi hada. Converse unas palabras con ella en su propio idioma con lo que dudaba que alguien pudiera entender, sin embargo más que nada era una pregunta: '¿estas lista para partir?'.

Me dirigí a la puerta anotando los últimos datos que nos dio la dama en mi mente. Seguro de que la mujer de orejas puntiagudas me seguiría detrás. 

 

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31/07/2014, 12:28
Randel

El comerciante ve como ya hay un pequeño grupo dispuesto para ir en busca de la niña, encontrar a los primeros siempre es algo que cuesta un poco. Pero vio que aún había mucha gente presente que no hacía el gesto de incorporarse a la búsqueda.

-Vamos compadres, ¡ni que se hablara de ir a cazar un dragón! No necesitamos armas, ni brazos que las esgrimen, simplemente ojos. Además cuanta más gente seamos, a parte de encontrarla antes, de bien seguro que en caso de que hubiera algún peligro acechando, cuantos más seamos, más posibilidades habrá de que pase de largo.

Y señalando a la mujer en apuros, añade.

-¿Además que clase de hombre no acudiría en momentos de necesidad para ayudar a una dama en apuros? Y por si fuera poca recompensa la tranquilidad de una madre, además parecer ser que hay algo más sólido como recompensa.

Dejando la jarra vacía en la repisa de la chimenea y dirigiéndose hacia la entrada de la posada termina diciendo con voz animada e impetuosa.

-¡¿Quién nos acompaña?!

- Tiradas (1)
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31/07/2014, 13:29
Campesino

Las palabras de Randel desataron más murmullos. La mayoría de los parroquianos le miró, aunque en sus rostros se apreciaban claramente los recelos. Estaban acongojados, y la mera promesa de oro no parecía tan apetecible como para hacer que arriesgaran la vida. Uno de ellos se atrevió a alzar la voz y respondió al comerciante. Pero si'es qu'hay un vamparo ahí fora, tós lo sabemos. Y yo tambén tengo muyer e hijos, mas tampoco me sirve mucho el oro si no llego vivo a casa. Algunos asintieron. Otro más, señaló a los aventureros. Naum semos gente d'armas, amigo, mas gente humilde. Temos medo y con razón, morte y monstros aguardan fora. Y ni un saco d'escudos merece la pena por eso.

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31/07/2014, 13:37
DM

El ambiente se volvió más tenso. Afuera llovía y el tiempo discurría, implacable. El extranjero Kano parecía cansado de esperar, por lo que se dirigió a la puerta. En cuanto la abrió, un viento ululante penetró en la venta. Como una bofetada; anunció una noche angosta y fria. Los parroquianos volvieron a lo suyo, bebiendo cabizbajos. Gabrielle se ajustó la capa y el capuz. Su escolta hizo un gesto a los aventureros para que les siguieran. Al fin, la extraña aventura iba a comenzar. Con mal sabor de boca, dirían algunos. Esta historia no se anunciaba con tambores ni cantares, ni con rocines majestuosos apostados frente a ruinas milenarias. Era la simple compra de espadas, de maleantes y picaruelos que se aprovechaban de la desgracia ajena; o quizás, muertos de hambre con corazón blando que se conmovían facilmente con la desgracia ajena. Tanto daba. De todas formas, íbais a arriesgar vuestras vidas por alguien a quien apenas conocíais. Era una empresa simple, algo miserable y peligrosa. Encontrar una niña perdida en la noche, en medio de la lluvia y el viento, en una tierra desconocida y plagada de peligros. Vuestra primera aventura.

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31/07/2014, 13:46
Gabrielle

Apostada junto a la venta aguardaba una pequeña comitiva, compuesta por un par de carruajes y una escolta montada de cuatro hombres de armas. En cuanto vieron a Gabrielle salir, acompañada, los muchachos que allí esperaban asintieron. Casi todos con rostros impertéritos, aunque en su mirada se apreciaba expectación, impaciencia. Todos iban a pie, excepto uno que aún montaba. El resto de los caballos estaban siendo llevados a los establos. El jinete desmontó y se acercó a Gabrielle. Intercambió unas palabras brevemente, murmurando a su oído. Ella asintió con gravedad. Su rostro se apreciaba lívido, dándole una apariencia casi mortecina. No hay rastro de ella por el camino, por lo que el tiempo apremia. Y... Ya no sabemos dónde buscar. El poco rastro que queda nos lleva al bosque, pero por allí no pueden pasar los caballos. Necesitamos más personas que busquen a pie. Vosotros... miró a Valindra y a Bérek, sobretodo. Sabía que los elfos tenían afinidad con los bosques y parajes naturales. Quizás para vosotros sea más fácil. Decidme, ¿podríais encontrar su rastro? Y dar con ella, antes de que... pase algo.

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31/07/2014, 16:32
Valindra

Poco a poco algunos de los parroquianos se fueron sumando a la llamada de desesperación de la mujer. Sigo los pasos de Gabrielle hacia el exterior y allí, la mujer nos informa que han perdido el rastro de su hija.

- Haremos todo cuanto esté en nuestras manos, señora - respondo a su pregunta - Tan solo mostradnos el último lugar donde fue hallado su rastro y haremos todo lo posible por encontrar a su hija. 

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01/08/2014, 00:09
Berék

- ¡Posadero! Cuando llegue vi tres faros alrededor de vuestra venta pero ahora solo veo uno encendido, enciéndelos todos, tal vez esa cría vea la luz y se dirija hacia aquí.

Dicho esto Berek terminó de recoger sus armas se caló su capa de viaje para resguardarse en lo posible de la lluvia y miró a la seidhe, evaluándola por primera vez, si iba a ser su compañera quería estar seguro de poder confiar en ella. Como cualquiera de las de su raza, era hermosa, pero también se apreciaba fuerza en sus músculos y seguridad en la forma en que manejaba sus armas, si, valdría aunque no fuese una mujer escudo.

- Mi nombre es Berék, parece que esta noche seremos compañeros de armas –se presentó a Valindra tendiendo su mano, consciente de que cada minuto contaba y que era ridículo perder más tiempo del necesario en presentaciones más formales. Y acto seguido dirigiéndose a Gabrielle añadió-. Señora, ella tiene razón, solo decidnos donde la visteis por última vez.

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01/08/2014, 11:04
Batracio

Mientras los aventureros se ponían de acuerdo y los acompañantes del carruaje guardaban los caballos en el establo, y otros estaban pendientes de lo que se les fuera a mandar, Batracio echó una carrerilla hasta uno de los faros de los límites de la hacienda, así iría adelantando camino. No-tranquilos, no voy a ningún lado - Respondió cuando uno de ellos le dijo que esperara a ir en grupo. Quería echar un vistazo al bosque, usando la luz de la pira

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01/08/2014, 11:06
Batracio

Batracio va a un rincón fuera de la vista y el oído de todos ellos y se lanza armadura de mago. Batracio prevenido, vale por dos. Interpreto que luego no brillaré ni hay señal alguna de que me he lanzado el hechizo... si es así, obvio no lo haré y iré a pechote como los valientes.

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01/08/2014, 11:09
Randel

Una vez reconocida la compañía, Randel se apresuró para ir a la habitación que había alquilado para pasar la noche, donde se cambió las ropas mojadas del viaje por las secas que se había puesto... y que pronto estarían igual de mojadas. Pronto apareció con varios bártulos encima, portando una linterna de cuerno en la zurda, para tener una fuente de luz, sin que se apagara por la lluvia. Su diestra descansaba sobre la empuñadura gastada de un espadín que colgaba de su cinturón de armas.

-Listo.

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02/08/2014, 12:15
Fendrik el Tonelillo

Fendrik, que se había asomado y había estado pendiente de la situación, asintió a lo que dijo Berek.

Buena idea, muchacho. ¡Marga, ayúdame con los fuegos! Anque a ver si duran, con la maldita lluvia...

La finca no tardó mucho en iluminarse, rodeada por los tres faros. Dirías que se ahora se podría ver la zona bastante bien, cualquiera que estuviera por los alrededores la encontraría en un momento.

 

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02/08/2014, 12:26
DM

Os guiaron hasta la zona en la que se suponía que habían perdido a Oriana.

Gabrielle decidió no acompañaros, bastante había tenido ya con aquello como para regodearse aún más en su sufrimiento. Estaba al borde del colapso y recordar aquél desliz otra vez no ayudaría mucho a resolver a la situación.

Al borde del camino, en la escena de la desaparición, un riachuelo que trazaba un arco cóncavo con respecto al bosque. La zona en cuestión no estaría demasiado lejos, quizás a una media hora a pie. A caballo, bastante menos. Pero no había rastro aparente de luchas o cualquier incidente extraño.

La zona estaba embarrada por la lluvia y la creciente niebla dificultaba la visión.

Los hombres de armas se mantuvieron en silencio en todo momento, apesadumbrados. Les dejaron a los aventureros hacer.

El tiempo corría en vuestra contra. Oriana llevaba más de una hora desaparecida.

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04/08/2014, 12:05
Batracio

Batracio cogió una de las teas - ¿Así que vosotros rastreareis a la niña? Pensé que los elfos veían solo a la luz de las estrellas. Si la niña no se ha caído por aquí, y no la han visto ni oído segun dicen estos hombres... alguien o algo se la ha llevado.

Está claro que no puede caminar por la noche, así que sacad vuestras armas, os seguiremos de cerca.

Batracio miró un helecho a un lado del camino... - No Batracio, este no es momento... mecachís- Se acercó un momento y cogió un puñado echándolos en la bolsa.

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04/08/2014, 13:22
Randel

Antes de que la madre, Gabrielle, se fuera, preguntó.

-Puede dejarme algo que le resulte familiar a su hija, en caso de encontrarla, lo último que quiera es que se creyera que queremos hacerle algún daño. 

Luego miró el oscuro paisaje que se cernía sobre los valerosos insensatos que cambiaban sus ropas calientes y secas por la incertidumbre de encontrar a una niña a la que su madre no buscaba, ni su guardia tampoco.

Curioso.

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05/08/2014, 21:09
Valindra

- Valindra - respondo a Berek estrechándole fuertemente la mano. Después seguimos adelante por el camino hasta llegar al punto donde se había perdido la niña.

El terreno embarrado por la lluvia y la niebla no ponían las cosas fáciles. Aceptando la sugerencia del esmirriado, desenfundo el arco y comienzo a adentrarme en la zona - Atento Berek, será complicado hallar el rastro de la niña - le digo al otro elfo. Me adelanto varios metros y comienzo a fijar la vista por la zona, intentando encontrar el rastro de la niña desaparecida.

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05/08/2014, 22:01
Gabrielle

Oh, claro. Tenéis razón. Tomad esto. Gabrielle asintió. Probablemente por nerviosismo, no se le había ocurrido algo semejante a la sugerencia de Randel. Se quitó el broche de la capa. Era un pequeño símbolo cuya forma de perfil recordaba a un ala de presa. Es el símbolo de mi familia. Mostrádselo, lo reconocerá. Antes de que se marchara, tomó la mano de Randel y le sonrió. En su rostro se apreciaba flaqueza, una profunda gratitud. Una mujer débil. Siento mucho todo esto; es todo culpa mía. Debí... Debí de haber tenido más cuidado con ella. Sé que es una tarea peligrosa, pero... Es la única hija que tengo.

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05/08/2014, 22:14
DM

Oteando, tus ojos de elfa pronto desmenuzaron pequeños detalles entre aquella cacofonia de piedras, niebla y barro.

Ciertas zonas parecían más aplastadas que otras. Las formas eran fáciles de reconocer incluso para un rastreador inexperto. Cascos de caballo, por aquí y allá. Probablemente de los jinetes que hasta hace poco exploraban la zona. Ninguno se adentraba demasiado por el bosque; la fronda pronto se hacía densa y las pisadas desaparecían. Casi todas.

No tardaste mucho en percatarte. Marcas recientes de carro en el camino, y entre muchas otras, unas pequeñas pisadas, ramitas quebradas aquí y allá trazaron una ruta hacia la fronda, bordeando la ribera.

Eran lo suficientemente pequeñas para ser las pisadas de una niña, y su forma no invitaba a confundirlas con otra cosa.

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05/08/2014, 22:17
DM

Te sentías más seguro tras pronunciar el encantamiento. Era como si sobre tus ropas, te hubieras puesto algo más. Incluso la lluvia no parecía molestar tanto; en parte, la guarda parecía reflejar la frecuencia con la que arreciaba sobre ti.

La argucia seguramente seria suficiente para esta aventura y dudabas que pudiera ser percibida por medios mundanos.

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05/08/2014, 22:52
Randel

El hombre mira un momento el broche y se lo guarda en un bolsillo, asintiendo con mirada resuelta a la mujer.

-Este no es el momento de buscar culpables. Ahora es el momento de dar con vuestra hija... Oriana. Luego, junto al fuego, ya habrá tiempo para cualquier otra cosa.

Con un gesto, se despidió, y calándose la capa echó andar hacia la espesura, escuchando las palabras de la dama elfa.

-Ya que nuestra mirada no sirve, tal vez la voz pueda suplirla. Al fin y al cabo ya que tenemos que usar luz para vernos, no estará de menos ir llamando a la chiquilla... y si hay algún peligro bajo este aguacero... mejor que venga a por nosotros que somos cinco y estamos preparados que una niña.