Partida Rol por web

Un pesar me invade, no lo conocí, pero igual la forma en que murió no es la mejor, solo en la nieve que lo terminó de cubrir y así la naturaleza le dio una especie de entierro. Zaius dice unas palabras que me son correctas y lo ayudo con las piedras. Esto no está bien. ¿Qué necesidad de tanta maldad? Terminada la ceremonia, tomo de nuevo mis pertenencias y espero por los demás, hay una misión que seguir, un camino que terminar, un destino por alcanzar.

Tras darle sepultura al gefe anciano Yen-Yang, dais un rodeo buscando posibles entrada a la torre y comprobais que los lugares de acceso a la torre son varios: la ventana o la puerta de la entrada de la casita derruida

Zaius observó la torre y la casa derruida. Había una ventana y una puerta por explorar. Cuál sería la mejor opción? Esperaba que no tuviese que trepar, que no estaba para esos trotes, pero quizá la ventana era lo más seguro... o quizá no. Seguro que Loy y Menthor sabrían qué hacer. Así que observaba en la retaguardia y armado con su arco, alerta por si aparecía algo o alguien.

 Propongo la ventana

Tras inspeccionar la zona,me asomo brevemente por la ventana,pero no consigo ver a nadie.
Loy,has visto algo en dentro de la casa,(digo en voz baja)si no es asin debemos de entrar.

Asiente ante las palabras de su compañero y, con cuidado, consciente de que le va la vida en ello, se desliza por la nieve cual serpiente sobre la arena hasta alcanzar la ventana del edificio. Desgraciadamente, por muy silenciosamente que se mueva, Loy no puede evitar que la nieve cruja bajo sus pies.

Una vez alcanzado el muro, se yergue con precaución e intenta echar un vistazo hacia el interior de la construcción.

La ventana es de madera y parece estar cerrada con un pestillo por dentro.

Al cercanos a la ventana nos damos cuenta de que esta cerrada.....
Alguien puede abrirla si hacer ruido o tendremos que buscar otra entrada.Dije en voz baja

El monje se gira hacia Dragus.

-Dragus, compañero, ¿no dispones de poder alguno que pueda ayudarnos a abrir esta ventana en silencio? -pregunta Loy en un susurro.

Zaius esperaba que abriesen la ventana, pero algo se lo impedía. Por lo visto estaba cerrada. Se acercó a ellos y les dijo.

Camaradas, no tenemos más remedio que entrar por la puerta, pero entraremos todos juntos para apoyarnos mutuamente. Ustedes dos entrarán primero, y Dragus y yo, les defenderemos con armas a distancia y magia. Suerte!

- No tengo nada que abra en silencio esta ventana, pero creo que si unos entran por la puerta primero y otro solitario por la ventana será mayor la sorpresa. Déjenme la ventana a mi y los ayudaré desde aquí con mayor eficacia. - En un claro susurro para no ser escuchados por los demás del interior.

El monje asiente ante las palabras del mago. Es cierto que la idea de dejarle solo le angustia y le genera una fuerte sensación de ansiedad en el pecho, pero es una de las mejores opciones que tienen. Así que, tras hacer al resto un gesto con la cabeza, se pone en marcha de forma silenciosa hacia la entrada.

Esta vez, aprovechando la inclinación natural de la base del edificio y ya familiarizado con la nieve, Loy desciende (casi se desliza) por la blanca superficie como sumergido en una esfera de silencio, haciendo que sus pasos parezcan los de un fantasma perdido que busca consuelo en la vacía inmensidad de un castillo.

Zaius comprende que si el mago no logra abrir la ventana, alguien deberá hacerlo por él desde dentro, así que decide acompañar al monje y al guerrero. Pero antes le dice en voz baja:

Prueba a colar la daga por la ranura, quizá se abra.

Intenta ser sigiloso, pero sus piernas están ya doloridas de tanto viaje y bastante es para él caminar despacio. Eso sí, va atento a lo que pueda suceder.

Tomo uno de esos famosos shuriken que encontramos en el templo de los sabios antepasados de nuestro adolorido compañero y mido su grosor comparado con el de la separación de las hojas de la ventana, viendo si es suficientemente estrecho para que quepa dentro y pueda cumplir la tarea de permitirme entrar por la misma y sorprender de cierta forma al enemigo.

Miro el lugar que me rodea con detenimiento luego, para no ser sorprendido por la espalda mientras me dedico a esta tarea y espero que con un sonoro ruido mis compañeros me indiquen que ya entraron y yo luego hacer mi parte.

Todos excepto Dragus os dirigis a hacia la puerta y comprobais que al empujarla un poco que esta cerrada. La puerta tiene una cerradura. No escuchais ni veis nada que os llame la atención.

Intentas abrir la ventana pero tus intentos son en vano, ya que la ventana no cede.