Partida Rol por web

Hace una foto a la página y espera a que el jefe decida donde ir, aunque lo más lógico sería ir a la tienda que está en la misma calle y ya luego visitar el lugar del crimen.

Fred sonríe ampliamente.

-De echo si, este pueblo tiene un restaurante mexicano con los mejores jalapeños del estado. Si me siguen-

Tras salir del lugar, entráis al coche y dejáis que Fred os lleve hasta el lugar del que hablaba. En seguida veis el restaurante pues hay un enorme cartel con un sombrero mexicano en él y el nombre del lugar “Tío Jalapeño”. Tras entrar en el lugar, pedís vuestros platos y os preparáis para comer. Entonces es Fred el que habla.

-Bueno, ¿Han podido averiguar algo de las víctimas?-

Tras salir de la tienda de Elmore, hacéis una rápida llamada para preguntarla por la localización de la otra tienda. Tras daros su dirección (En una calle perpendicular a la que os encontráis) os da algunos datos rápidos. Se llama tienda de comestibles de Rose pero a pesar de su nombre, Rose, su dependienta, vende de todo, prensa, herramientas, etc. Tras eso, os despide.

Al llegar a lugar indicado, lo primero que os choca es que se trata de un local más pequeño que el del señor Elmore y a pesar de ello, su escaparate está lleno de objetos de todo tipo, no solo alimentos. Al penetrar en su interior no os encontráis con un lugar semi-vacio como aquel del que venís, sino que cada centímetro cuadrado ha sido aprovechado para poner alguna estantería con objetos de todo tipo. No parecen guardar ningún orden en particular, sino que todo parece estar colocado a lo loco, buscando simplemente un hueco donde colocarlo.

Justo en el centro, una mujer de cuarenta y pocos os recibe con una amplia sonrisa

-Bienvenidos a la tienda de alimentos de Rose, mi nombre, como no, es Rose y si necesitan cualquier cosa, no duden en pedírmelo-

Cuando termina, sus labios dibujan una sonrisa y permanece expectante viendo lo que hacéis.

- Hola, Rose. - sonríe a la dependienta y dueña del lugar - Somos los agentes especiales Dwight, - señala a su superior - y Johnson, de la oficina federal de investigación. - contínua señalándose a si mismo al tiempo que muestra su identificación - Nos gustaría hacerle algunas preguntas, sino es molestia. - concluye guardando la cartera de piel y esperando la respuesta de la mujer.

Una vez ya estaban sentados y con la comida en camino, el ayudante se atrevió a preguntar por su trabajo mañanero. Jules le miró con cierta curiosidad. Hubiera jurado que el silencio durante su viaje era un gesto bastante claro de su "aprensión" hacía los temas habituales del forense, pero no dudaba en preguntarles datos sobre una disección con comida en la mesa.

Sonrió. Bueno, no sería el quién rechazase el tema de conversación.

- Al parecer se utilizó un apero de labranza, probablemente oxidado. El Sr.Bale murió de forma rapida, pero me temo que el Sr. Elmore tuvo una larga y dolorosa agonía antes de fallecer a causa de un gran pero mal ejecutado evisceramiento. Si quiere mi opinión, intentó repetir el proceso, pero el hombre supo resistirse. -Jules procuró guardarse los detalles aunque le doliese en el alma: dar cierta información podía resultar contraproducente en un futuro. Y si me permite un pequeño consejo como médico, Sr. Willis...no abuse del picante. Uno de cada diez hombres de nuestra gran nación sufre al menos una úlcera estomacal a lo largo de su vida...Eso sin hablar, por supuesto, de otras molestias mucho más...personales. Es poco probable que una ulcera le cause la muerte (y mucho menos unas hemorroides) pero nunca son agradables.

- Por cierto...¿usted estuvo en el momento o lugar cuando se encontraron los cadaveres?-estaba claro que Sullivan guardaba una pregunta para el joven policia...

La dependencia os mirá durante un instante de incredulidad, momento en el cual, muda su expresión en una extraña suspicacia. Entonces vuelve a sonreiros.

-Claro agentes, siempre es un placer ayudar a las fuerzas de seguridad.- Rose tamborilea con los dedos en la mesa. -¿De que se trata?-

Sus enormes ojos se clavan en vosotros, casi de manera forzada.

Fred, que hasta el momento comía con gusto y brio, se para de golpe al escuchar el comentario sobre el picante. Durante unos instantes permmanece mirando al plato para finalmente retirarlo.

-¿Sabe? Es usted un pelín deprimente.- mira el plato, sopesando si volver a él, pero finalmente gira su erostro hacia vosotros. -¡Bah! Despues de todo, ya no tengo hambre.-

A pesar de sus palabras, podeis notar como mira de reojo el plato y una sensación de nostalgia y deseo le rodea. Sin embargo, aguanta y se gira hacia el agente Sullivan.

-De echo si. Estuve en el escenario del señor Elmore. Cuando recibimos la llamada, fui yo el que la respondió y fui el primer agente en llegar. Lo que vi fue... horrible. Pobre señor Elmore, no merecía morir así, era un poco cascarrabias, pero no era mal tipo. Había mucha sangre por el suelo y muebles de la habitación. Recuerdo que me mareé y tuve que salir. Vomité justo en la entrada. Fue entonces cuando llegó la Sheriff y se hizo cargo de la situación.- Fred turce el gesto ante el recuerdo de lo que vió. -Cuando avisaron del segundo cadaver, yo me encontraba aquí, en Joshua tree para recabar información para la sheriff sobre el primer asesinato.-

Nervioso, Fred empieza a juguetear con sus pulgares, agachando la mirada.

Durante ese breve silencio una conversación ajena capta vuestra atención. Prestais más atención para ver que dicen.

-...y dicen que no han detenido a nadie. dos muertes y ningún sospechoso. ¿Y sabes lo mejor? Dicen que había fotos con ellos?-

una segunda voz contesta a la primera.

-Desde luego, vaya un mundo en el que vivimos, de locos-

la primera voz vuelve a hablar

-Si, es como lo que me pasó ayer en el super, ¿te puedes creer que...-

Al ver que la conversación se desvía a temas intrascendentes para vosotros, dejais de escuchar, pero algo ha quedado claro, la noticia de los asesinatos ha comenzado a salir del pequeño pueblo de Ashville

Dedica una mirada amable a la dependienta y después fija sus ojos en su superior, ahora tocaba observar y aprender del mejor.

Curiosamente, Sullivan rió ante la reacción de Willis y volvió a acercarle el plato.

- Dudo que le consuele, pero coma, Sr Willis. El picante no es más mortal que el respirar. Irónicamente es el oxígeno que nos permite vivir el que oxida poco a poco nuestro cuerpo. Solo tenemos que aceptar que tenemos fecha de caducidad y disfrutar bien nuestro tiempo.

Nunca sabes cuando vas a morir tiroteado en la puerta de tu propia casa, en un accidente de coche, de leucemia abandonado en un hospital...La sonrisa de Jules se convirtió en algo fantasmagórico, ausente y algo melancólica. Había muertes francamente brillantes, muertes recordadas por todos. Hasta el hombre más simple podía pasar a la historia con un gran asesino (o un buen suicidio). Pero para los mundanos era solo un paso más, hacía la nada y el anónimato eterno: el olvido. Quizás el Sr. Elmore pasase a la historia como la muerte que permitió detener al asesino. ¿Le recordaría alguien a él? Se preguntó, con un tono de amargura.¿A su muerte?

Solo el tiempo lo sabría.

-En la localización de los cadaveres... Retomó el tema original, con seriedad. Aquella conversación del fondo no resultaba muy halagueña. ¿había paja?¿Encontraron algún rastro de arrastrar algo por el barro junto al Sr.Bale? Echó mano sin miramientos al plato del ayudante del sheriff, como si lo estuviese tentando ¿Puedo preguntar que le trajo junto a la Sheriff a Joshua Tree?¿Los cadaveres o algún tipo de investigación paralela?

John da un paso adelante, pues hasta ahora se había limitado a echar un vistazo rápido por la tienda.

- Srta. Rose, necesitamos que nos conteste a unas preguntas. ¿Vende o ha vendido alguna vez material para cámaras Polaroid o relacionado con ellas?

Tras oír la pregunta del agente Dwight, Rose , abre mucho los ojos antes de empezar a hablar.

-¿Cámara polaroid? Puf, pues no lo se, una vende tantas cosas ¿Y que es una cámara polaroid exactamente? ¿Es realmente tan importante?-

A pesar de que lo intenta desviando la mirada, está claramente nerviosa.

Fred sopesa seguir comiendo durante unos instantes, sin embargo, termina negando con la cabeza.

-Si estoy lleno, de verdad. No tengo más hambre jeje-

La camarera llega y os retira los platos y deja ante vosotros la carta de postres. Cuando se marcha, el ayudante de la sheriff suelta la carta un instante.

-Lo cierto es que había venido porque se había hallado ciertos factores comunes con un caso antiguo. El del asesino de la polaroid. Cuando ocurrió el segundo asesinato, el FBI fue informado de inmediato.-

De golpe Fred se calla al ver acercarse a la camarera. tras apuntar vuestro pedido, vuelve a marcharse, dejándoos solos otra vez.

-En cuanto a lo de la paja, pues si, había bastante, pero teniendo en cuenta que vivimos rodeados de granjas, eso casi equivale a nada. Aunque es cierto que había bastante cantidad. Es posible que sea un granjero o al menos esté siendo ayudado por uno. En cuanto al señor Bale, su cuerpo pasó toda la noche tirado en su jardín, así que es normal las manchas de barro de su cuerpo.-

Finalmente llegan los postres.

-Bueno, pues comamos y si les parece bien, vamos a ver esas pruebas ¿les parece?-

Sullivan escuchó atentamente al ayudante. Lo que se esperaba: las pistas no hacían más que repetir de una manera obsesiva lo que ya sabían. Bueno, no podía desanimarse, aún faltaban de comprobar el resto de pruebas que se guardaban en los laboratorios.

- Por mi parte perfecto, Sr. Willis. comenzó a comer el postre, con algo más de ánimo. Si le soy sincero, no se puede imaginar las ganas que tengo de volver al laboratorio a comprobar aquellas pruebas. Quizás nos comenten algo que se nos haya pasado por alto hasta ahora...

- Una polaroid es un modelo de cámara algo antigua, que imprime la imagen en un instantanea al momento, y se revela en unos pocos minutos... Pero usted como vendedora ya lo sabe. - dice echando a andar por el lugar - Nos gustaría echar un vistazo a sus libros de inventario y ver si alguien compró carretes para dicha cámara recientemente. - continua observando a la mujer mientras camina por entre los pasillos caóticos - Por favor. - concluye sonriendo con amabilidad.

Rose titubea un momento

-¡Ah! ¡ya recuerdo! Si, esas cámaras. Puf, ¿pero siguen fabricándose? No lo creo, conseguir algo de eso debe ser... complicadísimo. Ojalá pudiera ayudar, pero no tengo el libro de registros y si huviera vendido algo así, pues me acordaría, seguro. Aunque creo recordar que Elmore habló de que vendía cosas para esas cámaras.-

mientras habla, podeis percibir que mira hacia un cajón que hay en el mostrador.

Tras fijarte en su expresión, como habla atropelladamente y su imposibilidad de miraros a los ojos más de 2 segundos seguidos te hacen comprender inmediatamente que oculta algo. Y seguramente todo o gran parte de lo que dice es una gran mentira.

Tras pagar la cuenta, ponéis rumbo nuevamente al departamento forense donde esperáis que os tengan preparadas las pruebas. Al entrar, podéis ver a la secretaria hablando con un agente de policía.

-Hola agentes. Vienen a ver las pruebas ¿verdad?- La mujer teclea velozmente en el ordenador, tras lo cual, alza la cabeza. -Bien, las tendrán listas en un momento, sala 3- Tras incorporarse, señala el pasillo que tiene a su izquierda. -Sigan este pasillo hasta el final y giren a la derecha, una vez allí, a su derecha verán la sala 3.-

Os empezáis a marchar y oís como retoman la conversación la secretaria y el policía que había permanecido callado desde vuestra llegada.

-¿Entonces son pruebas del robo del anticuario?-

Dice la secretaria. El policía asiente.

-Así es. No han robado gran cosa, solo material para cámaras antiguas, ya sabes, de esas que haces CHUF y salia la foto por debajo. De verdad, la gente roba cosas más raras.-