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El mal de Montsegur

El viaje a Montsegur - Escena de juego

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11/08/2020, 18:10
Miquel de Campabadal

Don Miquel dejó de mirar a las cabras pirenaicas y sus ojos viajaron hasta donde había señalado Amelia, la montaña más próxima en la misma dirección que perseguían. El rostro del noble aragonés cambió entonces, pues era sabido por todo el grupo que a don Miquel le gustaba la discreción.

Los veo, Amelia... -entonces Haidar dejó de fantasear con una buena caza y también vio allí recortados las dos figuras, al igual que Guzmán, que luego habló.

Y los peregrinos, Guzmán, suelen viajar a pie, pues vana peregrinación es esa pues... -sentenció Miquel-. Entonces Maira lanzó la flecha, que estaba preparando en esos instantes, no sin antes sentir el calor de su esposo tras de sí... ¡FASSSHH! La flecho voló y los animales la sintieron. Y entonces echaron a correr, espantados. Roberto, entonces, mientras el halcón gerifalte de Haidar volaba sobre vuestras cabezas, corrió a buscar la flecha. Tras unos instantes de duda, logró encontrarla clavada entre unos matorrales. Al volver, las dos figuras ya se habían marchado, retirándose de la montaña y desapareciendo de vuestra pista.

Sigamos nuestro camino, amigos míos... -señaló don Miquel-. Ningún mal hemos hecho, ni ningún mal causamos en viajar a nuestro destino. Si quieren venir, que lo hagan -se refería a las dos figuras, puesto que compartí opinión con Guzmán en cuanto a lo de los presagios-. Por cierto, Maira, recuérdale a tu esposo que ha de practicar más contigo y ese arco -dijo en modo amable, tratando de reconfortar a la mujer ante el fallo-; y vos, Roberto, ¡no reneguéis del deber de ayudar a la vuestra mujer, o acabará disparando mejor que uno! Je je.

 

* * *

Esa noche, mientras ahora descendíais el pequeño y rocoso valle que daba directamente desde la montaña donde se habían recortado las dos figuras de jinetes, don Miquel recordó algo. Cruzábais una manta de nieve y árboles por doquier.

Mañana hará dos meses que salimos del hogar, con estos caballos, estas mulas y este carro... -miró entonces al fardo misterioso que transportábais, girando el cuello hacia atrás-.

Aquella simple reflexión dio paso a la oscuridad.

Las nubes se había limpiado del cielo y ahora las estrellas se dejaban ver entre los picos montañosos y fríos del territorio occitano. Los ruidos de alimañas aquí y allá sumergían vuestros oídos en un mar de dudas y reconforte a partes iguales. Seguramente habría animalillos no vistos en la Península, y también otros similares. El rugido de vuestro estómago era muy fuerte, y así andábais hambrientos cuando don Miquel se pronunció.

Hemos de hacer noche, señores -ordenó-. Creo que ese claro de ahí es un buen lugar.

Su vista se enfocó en una parcela junto a un arroyo, donde más allá había un puente de piedra. Estaba desprovisto de árboles, como si fuera una isleta en un mar boscoso. Poseía rocas altas que ofrecían, si uno se colocaba en la zona para ello, abrigo natural frente a las ventiscas o los vientos gélidos del paraje. Tal vez sea momento para hacer una hoguera. ¿Quién empezará la guardia y quien la acabará? -Miquel preguntó esto último no como un mandato, sino porque las guardias en las noches de aquel mes habían sido hasta la fech ala tónica general de vuestra supervivencia a campo abierto, y eso que no habíais sufrido robo o desencuentro alguno-. Era una manera, simplemente, de confirmarse a sí mismo y a vosotros su deseo de descansar por esa noche (dado que no se veían localidades ni posadas cerca).

- Tiradas (1)

Notas de juego

Es de noche, se acaba de poner el sol. Estáis en un claro nevado. Decenas de árboles alrededor, al igual que un arroyo y un puente no muy lejos del claro.

Maira no pierde la flecha.

Podéis narrar lo que queráis, la idea es hacer noche, según el noble. Si alguien se opone, obviamente que lo diga, no hay problema. Recordad que algunos tenéis animales y estaría bien que narráseis cómo os encargáis de ellos.

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11/08/2020, 21:35
Haidar Al'amr

Haidar, con la cara un poco más sombría, recorrió todo el camino en silencio hasta llegar al claro que había señalado Don Miquel.  Al desmontarse, su cuerpo pareció agradecido después de estar tanto tiempo con las piernas a horcajadas en su caballo. Acarició al animal y lo condujo hasta un árbol cerca del carro y de la mula que tiraba de este, intentando que el aire no hiciera mella directamente en el animal.

Si queréis, yo empezaré con la guardia, tengo que limpiar mi armadura del polvo del camino y afilar mis armas- comentó dirigiendose al grupo mientras apoyaba su mano derecha en la empuñadura de la espada jineta. - En las alforjas llevo un yesquero, si somos capaces de encontrar madera seca no creo que hubiera problema para encender un fuego. Además, sería buena idea abrevar a los caballos en el arroyo, aunque quizás eso puede esperar a mañana. ¿Queda algo de comida?

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11/08/2020, 23:11
Roberto del Puente González

La pareja respondió con risas a la respuesta de su señor, desde luego era un buen hombre con ellos. Al igual que lo fue su padre

 

Una vez detenidos en el claro ambos se pusieron a preparar un poco el fuego y las zonas para no pasar excesivo frío.

Roberto sale a buscar algo de madera para utilizar como combustible, con el martillo atado en su cinturón podría cortar la madera, y hacerla más cómoda de transportar

¿Viene alguien? Estaría bien portar suficiente madera con nosotros.

Quería además explorar un poco la zona, asegurándose de que no hubiese ningún tipo de problema.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Dios, vaya tiradas de M xDDD

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11/08/2020, 23:23
Maira del Puente González

Maira por su parte se queda cerca de los carros, preparando y organizando todo lo que podía, Miquel confiaba en ella para estas labores. 

Una vez que llegase la leña, se pondría a preparar la fogata con aquellos, quería intentar realizar alguna sopa rápida o algún tipo de bebida caliente para que todos pudiesen entrar en calor y soportar la noche.

 

Notas de juego

Pregunta tal vez estúpida, en la Edad Media eran "comunes" las infusiones en la península, cierto, ¿no? No sé si en los Reinos Cristianos, pero como Maira no proviene de Reinos Cristianos podría estar más acostumbrada a ello.

He leído que entró en la península por Portugal allá por 1497.

Aunque no me parecería algo descabellado que tomasen agua con hiervas y derivados, y siendo así ¿Miquel podría llevar algún tipo de hierba/hoja para hacer infusiones? Maira prepararía eso primero para poder entrar todos en calor, a menos que Miquel le mande hacer algo antes.

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12/08/2020, 06:20
Amelia de Caylar

 

Amelia, una noble ella, suponía que sólo se tendría que bajar y poner cómoda, mientras los demás hacían las tareas pesadas, y los hombres nobles las guardias.   Y sin niños todavía, la joven de Caylar probablemente tenía en sus manos la mayor libertad que se podían dar las mujeres de su tiempo.  Y con ese tiempo lo usaré para escribir, o hacer arte.   O a saber cómo ejercer el poder sin que se note.

Yo tomaría la última guardia.   Me gusta componer de madrugada. 

¿Les canto algo para que la preparación del campamento les sea menos pesada?   -Bueno, al menos la música aliviará el rato. 

A menos que quieran silencio.  ¿Al paso que iban, cuando nos alcanzarían los jinetes misteriosos?   Cantaría poco o nada según la respuesta. 

 

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12/08/2020, 15:21
Guzmán

Apoyo sus escasas pertenecías cerca de un árbol, para que la nieve del suelo no las empapara. Tranquilo, voy con usted a por la leña. Dijo acompañando a Roberto en busca de algo de madera para encender un fuego. Busco ramas rotas y finas, ya que toda la madera iba a estar mojada por la nieve y sería más fácil encender una hoguera con ramaje y hojarasca.

Me quedo con la guardia del medio. Dijo sin muchas ganas, era sabido que esa era la peor guardia. No podría dormir la noche del tirón, se tendría que levantar a mitad del sueño y luego volver a acostarse. Pero era parte de su trabajo, y el lo aceptaba con gusto.

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15/08/2020, 12:54
Director

Maira comprobó las provisiones que quedaban en el carro. Apenas había para dar de comer a dos personas (algo de queso duro, carne de embutido seca, que Haidar no podía probar, y algunas nueces que conservaban bien el frío en su cáscara, junto como un poco de vino en un barrilete pequeño). La cosa pintaba mal para los estómagos. Haidar sacó su yesquero, listo para encender ramas y maderos cuando los tuviérais. Por su parte, tanto Roberto como el pardo Guzmán se ofrecieron a buscar leñas en los alrededores, que árboles no faltaban, y no sería problema el hacerlo. Roberto trató de buscar aquí y allá para cerciorarse que estaban solos y no había problemas, y en realidad no encontró nada fuera de lo común. Tras unos quince minutos de búsqueda, ambos hombres ya estaban preparando junto con Haidar y Maira una hoguera. Por su parte, Amelia se ofreció a la última guardia (Haidar se ofreció ala primera y Guzmán a la segunda, y a don Miquel le pareció bien que el matrimonio descansara y quedara libre por si necesitaban hacer alguna tarea nocturna, como buscar más leña o abrigar a los caballos).

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15/08/2020, 12:55
Miquel de Campabadal

Querida Amelia, será mejor que no cojáis el laúd, puesto que no sabemos si esos dos jinetes u otras gentes podrían orientarse hasta aquí por la música. Aguardad a cuando sea de día, os lo pido -habló el noble-. El hambre aprieta, y el frío no da tregua -ahora habló a todos-, pero estamos cerca de Montsegur; más allá de esas estribaciones -señaló con la cabeza hacia el norte-, se alza el gran castillo sobre una loma inexpugnable. Cuando subamos mañana el cerro lo veremos. Allí podremos descansar sin problema alguno, y saciar la sed y el hambre de éste, nuestro peregrinaje hacia el lugar.

Entonces, una vez acicalados los caballos, y colocada la hoguera y maderos al lado para ir echándole, os tumbásteis sobre las rocas que os abrigaban, con la esperanza de que el frío y la ventisca no hicieran de las suyas. En lo alto no se veían estrellas, tan sólo oscuridad.

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15/08/2020, 12:56
Director

Durante la primera guardia, Haidar estuvo tranquilo, y escuchó el ruido de algún pequeño zorro, probablemente, que se había interesado por la hoguera. Pero no hubo más complicaciones. Roberto y Maira, por su parte, durmieron sin ser necesitados para ninguna tarea, de momento.

En la segunda guardia Guzmán escuchó un silbido, y luego otro y otro, pero no era sino el ulular del viento entre las ramas de los árboles cercanos, sin ninguna hoja, o tal vez el sonido de la brisa helada pirenaica en el arroyo cercano.

Sin embargo, en la tercera guardia, propuesta por Amelia, ésta se afanó por estar alerta todo lo que pudo, pero pareció que la oscuridad era demasiado oscura, y el sonido era demasiado sordo, como para notar lo que ocurrió antes de que ocurriera. Y ocurrió que dos jinetes se acercaron al puro galope, atravesando el puente de piedra del arroyo, e irrumpieron en el improvisado campamento. Los caballos de vuestras comitiva relincharon ante la llegada al tropel de los dos jinetes, y el halcón gerifalte de Haidar se revolvió en su adornada jaula, tras sus barrotes. Uno de los jinetes saltó con su caballo sobre la hoguera, echándola a perder, y el otro pisó a Guzmán, haciéndole rodar por el suelo unas varas más allá. El otro jinete se afanó apuntaros con su ballesta, aún sobre el caballo, mientras el desconcierto en el campamento reinaba ahora.

Ambos eran soldados, pues así sus armaduras y disposición lo hacía ver. Portaban, además de las ballestas, lanzas tras de sí.

- Tiradas (3)
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15/08/2020, 13:10
Soldados

Si vous vous déplacez et ramasser une arme à feu... ¡vous êtes mort!* -el soldado de la ballesta hablaba en el idioma occitano-. Tan sólo Amelia de Caylar y don Miquel, que lo había aprendido parcialmente en su juventud, conocían el idioma-. El resto sólo podíais percibir que no os moviérais so pena de ser asaeteados al instante...- ¿Qui êtes-vous?** -os preguntaron con severidad y caras de pocos amigos-.

Notas de juego

* Si os movéis y cogéis un arma... ¡estáis muertos!
** ¿Quiénes sois?

Nota: el que quiera puede hacer una tirada de d100 con dificultad de Cultura x1 (acompañando a su intervención), excepto Amelia, que puede hacerlo con Cultura x2.

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15/08/2020, 16:08
Amelia de Caylar

 

Amelia les contestó en su occitano de alta cuna, aunque con un poco de hablar de adolescente, congeladas en el tiempo. 

Sèm de viatgèrs d'Aragon qu'anam a Montsegur. Nada de provam mal, sonque a visitar de tèrras e de gents ailà. Lo mieu cant amii, que trobairitz soi. E los nòstres ajudants.

Porqué Unes soldats menaçan lo liure transit, qu'es prosperidad e tot, per los nòstres reialmes? A que nòble o bandièra respondeis de senhors? 

Davalatz se vos plai de vòstras armas, e nos daissar levar e vos explicar. Qu'espantan a las nòstras bèstias. Lor Aguès calgut pas que vos apropar a dialogar ailà dins la montanha quand los lor. Mas perdam pas l'oportunitat d'o far ara.*

 Todo su porte era tranquilo, pidió permiso con palabras y gestos para acercarse a Guzman para ver si andaba bien y no había sido herido.

Prengam lo fuòc per nos veire plan, amb transparéncia de l'aire, e nos gardar del fred.  Tota patz entre nosautres, de senhors.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

* Somos viajeros de Aragón que vamos a Montsegur.  Nada de mal probamos, sólo a visitar tierras y gente allá.   Mi canto llevo, que trobairitz soy.  Y nuestros ayudantes. 

¿Porqué unos soldados amenazan el libre tránsito, que es prosperidad y todo, para nuestros reinos?   ¿A que noble o bandera respondeis señores?  

Bajad por favor vuestras armas, y dejarnos levantar y explicaros.  Que espantan a nuestras bestias.  Sólo hubieran tenido que acercaros a dialogar allá en la montaña cuando los vimos.    Pero no perdamos la oportunidad de hacerlo ahora.   

...

Prendamos el fuego para vernos bien, con transparencia del aire, y guardarnos del frío.  Todo paz entre nosotros, señores.

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15/08/2020, 22:28
Roberto del Puente González

Maira le dió la información de los alimentos a Miquel, no sin tener cierta preocupación en el cuerpo. Pero podrían superar ese problema sin demasiados problemas, además quedaba poco ya

 

Con la llegada de aquellos soldados Maira y Roberto se despertaron al unísono. Maira dio unos cuantos pasos hacia atrás para tener el arco cerca, y Roberto tenía la mano lista para lanzarse a por su arma.

No entendían lo que decían, pero al ver que Amelia hablaba con ellos con un tono tranquilo no se preocuparon de sobremanera, aunque miraron a Miquel en busca de alguna orden o indicación de que hacer. Parecía que él entendía la conversación que ahora había a tres

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17/08/2020, 15:49
Guzmán

Guzman rodo por el suelo tras el empellón del soldado, pero no trato de coger su arma. Estaban en inferioridad, no tanto numérica pero si táctica, cualquier intento de ataque se saldaría con al menos dos bajas en el grupo. Se levanto lentamente mientras se sacudía las hojas que se habían enredado en sus ropas, con las manos en todo momento lejos de las armas. Espero a que el buen hacer de Amelia les sacara de ese entuerto, ya que eran soldados y no salteadores de caminos.

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20/08/2020, 09:36
Haidar Al'amr

Haidar se revolvió en la manta al oír entrar a los soldados en el campamento. Se puso de rodillas al ver cómo uno de los soldados les apuntaba con una ballesta mientras desviaba la mirada a la jineta que descansaba cerca. Un rápido movimiento y podría coger el arma, quizás pudiendo esquivar la saeta del soldado.

Seguía teniendo la daga en el cinto, pero no le pareció prudente desenvainar más aún cuando Amelia les respondía en su propio idioma.

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20/08/2020, 10:48
Miquel de Campabadal

Don Miquel quedó quieto, callado, aún medio metido en su fardo de dormir, en el saco. Al ver que sus acompañante, osea, vosotros, estábais a merced de la ballesta del tipo que os apuntaba, se mordió los labios. En cuanto escuchó las preguntas del soldado trató de responder, pero Amelia se le adelantó. Estaba claro que ella hablaba el idioma occitano mejor que él, y por ende dejó que se comunicara con los asaltantes. Confiaba en esa mujer tanto como en el resto de acompañantes. Don Miquel, mientras se efectuaba la charla, miraba el fardo que celosamente transportábais, situado bajo todos los sacos de provisiones (escasas ya), que descansaban sobre el carromato, al lado de la hoguera.

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20/08/2020, 10:48
Soldados

Ni Haidar ni Guzmán hicieron, de momento, ademán de confrontación. Uno se arrodilló y el otro se levantó, pero ambos andábanse amenazados por el virote inminente cargado en ballesta ajena. Entonces Miquel hizo una señal a Roberto, el cual se encontraba junto a Maira al lado, a punto de coger sus armas. El gesto era negación, como para dejar que Amelia se comunicara con los agresores. Por ello, parece que todos aguardásteis acontecimientos.

Una vez que la joven Amelia habló, los dos soldados se miraron entre sí. La trovadora entonces se fijó en uno de los escudos que las prendas de una de las monturas llevaba: blasón en campo de oro y tres picos verticales negros. Entonces, los soldados bajaron sus armas (uno la lanza, y el otro la ballesta).

A Montségur, dites-vous ... Et quels enjeux les y conduisent? Ce ne sont pas de bons moments pour voyager à Montségur ... -añadieron los soldados-.

Notas de juego

A Montsegur, decís... ¿Y qué asuntos les llevan hasta allí? No son buenos tiempos para viajar hasta Montsegur...

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20/08/2020, 10:50
Director

Reconociste el escudo que llevaba uno de ellos: era la familia del linaje de Pierre-Roger de Mirepoix, el actual jefe militar del castillo de Montsegur, a las órdenes de su regente.

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20/08/2020, 10:51
Miquel de Campabadal

Muy despacio, don Miquel se levantó, levantando sus manos en señal de vencimiento, para que supieran que no iba a hacer ninguna locura. Entonces le dijo a Amelia que le tradujera, para hablar más fluidamente con ellos. 

Somos viajeros procedentes de Aragón, en Muel. Mi nombres es Miquel de Campabadal, de noble sangre y raíz occitana. Nuestros asuntos no son sino nuestros, y también atañe a la regente del castillo de Montsegur -al comprender ésto los soldados, los dos se sorprendieron-: doña Esclaramonda de Foix. A juzgar por ver a dos soldados en estos lugares, tan cerca de dicha fortaleza, a buen seguro que sois soldados suyos... -adivinó vuestro señor de Campabadal-. Transportamos más allá de los Pirineos un presente que debe descansar en el poder de vuestra señora -los soldados os miraron de nuevo, a los caballos y a los fardos que descansaban sobre el carro-.

Entonces, en ese mismo instante, comenzó a amanecer.

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20/08/2020, 10:55
Soldados

C'est bien. Nous irons avec vous. -decían los soldados-. Ces derniers temps, la misère a plané à Montségur et ses habitants et seigneurs. Nous vous y escorterons, car là-bas, nous devons revenir. Le château n'est pas très loin.

Tras traducir ésto la joven de Caylar, parecía que las cosas se calmaban. Debía de ocurrir algo grave cuando dos soldados, en solitario, asaltaban carretas de viajeros en plenas montañas. Cualquier bandido lo haría pero no ellos, y tal que ese misterio se cernía en las cabezas de algunos de vosotros. Don Miquel, entonces, ordenó ir recogiendo el campamento y preparar a los animales.

Notas de juego

Está bien. Iremos con vosotros. En los últimos tiempos se ha cernido la desdicha en Montsegur y sus habitantes y señores. Os escoltaremos hasta allí, pues allí hemos de regresar. El castillo no está muy lejos.

_____________________________

Ahora viajaréis a Montsegur acompañados, está cerca (a no ser que declaréis lo contrario, como digo siempre, está en vuestra mano vuestras acciones). De ser así, tocará un post de transición, de viaje; por ello, podéis hablar entre vosotros, con Miquel, con los soldados, etc. Lo que queráis.

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22/08/2020, 06:11
Amelia de Caylar

Muy bien, gracias.  -dijo Amelia, asintiendo, comprobando con Don Miquel que eso estaba bien, explicándoles a los soldados en occitano que colaborarían con ellos.  Siempre es bueno tener una escolta.  

Ya arreglando las cosas, en medio del levantar el campamento, les preguntaría, a solas para que no se sintieran expuestos a los demás con sus respuestas:

Además de la desdicha en Montsegur que la historia llorará a raudales, ¿qué otras cosas han pasando, soldados?