Partida Rol por web

Suerte de sus dos protectores porque montar la carga es un trabajo arduo y complicado que puede desencadenar en un error fatal. Además, todo parece haber acabado... al menos de momento. Desde los gritos y las maldiciones del Sargento Mayor no se escucha nada más que silencio... y sus manos trabajando sobre el cableado de la bomba.

Por lo que puede escuchar, han caído compañeros y eso, aunque la misión haya sido un éxito, supone para ella un error. ¿Podrían haberlo hecho más rápido? ¿Podrían haber avanzado más en menos tiempo? ¿Podrían haber evitado las muertes de sus compañeros si hubiesen matado antes a la reina?

Aleja esos pensamientos de momento. Tiene que centrarse en lo que tiene delante si no quiere que todos vuelen por los aires.

El teniente Wayan vomita un poco de sangre en el hombro de Popov y emite algún tipo de gruñido de queja.

Comunico con el Mando de la Flota:

- "Central, aquí Táctico de la Fox. Tenemos dos bajas y dos heridos graves, necesitaremos atención médica. Le confirmo que la misión ha sido un éxito. En este momento no tenemos resistencia, aunque muchas cosas pueden pasar en treinta minutos.

Permanezco a la espera de recibir coordenadas para extracción. Gawain, Cambio." -

Bockman se terminó de vendar las últimas heridas y se incorporó. Por fin tuvo un momento para ver el desastre que se había producido. Los chicos de la ligera habían sido arrasados, eran los refuerzos dispensables para la flota, pero habían sido unos valientes y su pérdida hería al artillero. Las dos bajas de los veteranos del escuadrón si fueron más duras, tanto para la federación como para la Fox. Eran buenos soldados y el nuevo sargento había hecho muy bien su trabajo. Sin mucho que poder hacer por ellos se acercó al médico y le ayudó a cargar con el herido Speedy. Aquel psíquico había sido muy útil y no se merecía ser dejado allí para los bichos.

La última ráfaga de Sonia había tenido también un gran éxito, abatiendo al obrero y de paso a uno de los niñeras. Tras el disparo ácido fallido que casi alcanza a Mkoll, estaba claro que la única amenaza real cercana que tenían cerca era el blíster. Había que acabar con él, pues.

- ¡Mkoll, el blíster! ¡Pasa de las niñeras, sólo dispárale a él! - ordenó, predicando con el ejemplo y con ganas. Por alguna razón, tenía la sensación de que los anteriores gritos de rabia de sus compañeros eran una señal horrible y se sentía furiosa. Esa furia le animó a disparar con toda su rabia contra el blíster, confiando en joderle vivo de una sóla ráfaga.

Después de eso, se permitió relajarse un poco, suspirando y oyendo la comunicación del Sargento Mayor.

- Recibido, señor, por aquí sólo quedan niñeras.

Sonia se acercó a Mkoll una vez el blíster cayó, agachándose un poco para ofrecerle su apoyo.

- Vamos, deja que te ayude, antes de que se te salga del todo el cerebro por las orejas.

Se acercó con él a Sonny y Willy, que seguían con la bomba. Desde ahí vio cómo sus compañeros se acercaban... y no era bueno. Ver que no había ninguno de la ligera con ellos no le sorprendió del todo y, aunque triste, no era de lo que más le afectaba. Ver a Bockman malherido y como algunos también estaban bastante jodidos le cabreo y a la vez puso nerviosa.

Pero ver que con ellos no venía ni Mackeyn ni el Sargento sí la afectó. Apretó los dientes y el arma, sintiendo cómo las lágrimas querían salir de sus ojos y ella luchó por contenerlas a toda costa. No era el momento para llorar, no hasta que hubieran terminado. Pero joder... Ellos habían estado desde que nació el escuadrón Fox, eran parte del grupo original. Evans había demostrado saber muy bien lo que hacía como oficial en numerosas ocasiones. Y Dereck... joder, Dereck podía haber sido un poco idiota y un graciosillo, pero era SU idiota y SU graciosillo. El hecho de perderlo no iba a ser fácil de sobrellevar.

- Popov, cuando pueda, ¿le echaría un ojo a Mkoll? -  pidió al médico, para luego mirar al Sargento Focker -. ¿Necesitamos montar un perímetro o avanzar en algún sentido, señor?

James, viendo tanto fiambre, se dio cuenta enseguida de que no tendría tiempo de hacer absoluciones sub conditione una por una, así que ni corto ni perezoso hizo una general a toda prisa. Una especie de borragato en el aire que parecía una cruz acompañado de un murmullo inaudible.

Gajes del oficio, Brunette, me encuentro en plena forma, tú tranquilo. Caminar era lo peor, sobre todo ahora que su cuerpo se iba enfriando. Ni hablar de llevar a nadie en el estado en el que se encontraba. Renqueaba intentando no quedarse atrás. Esto es peor que todo el combate junto.

Coño, si tengo los jump. Con mucho cuidado fue encendiendo los cohetes propulsores a medio gas, de manera que no retrasara la marcha del pelotón. Fue todo un alivio para sus piernas... mientras se encontraba en el aire. Caer era una exquisita tortura.

El escuadrón Fox estaba reunido de nuevo, o al menos lo que quedaba de él, la cara de ambos grupos que ahora se reencontraban, estaba mezclada entre el sabor de la victoria, la ira y la tristeza. Habían completado la misión, y con considerable éxito, no obstante muchos habían muerto, y cada muerte era muy dolorosa. De entre los que habían llegado ya, era clara la ausencia del sargento Evans y del fusilero Mackeyn; nadie comentaba al respecto, nadie preguntaba al respecto, probablemente en aquellos momentos eran cosas de las que era mejor no hablar.

No obstante las malas noticias no acababan allí, Popov y el sargento Focker traían a rastras los maltrechos cuerpos del teniente Speedy y del fusilero Wimger. Por un momento Mkoll y los otros creyeron que estaban muertos, pero pronto se dieron cuenta que aun respiraban, aunque con dificultad. Sus heridas entre quemaduras y grandes cortes, dejaban en claro que solo estaban vivos aun milagrosamente y que si no eran atendidos pronto, pasarían reunirse con Mackeyn y el sargento.

De entre los otros, no habían ninguno que no presentara graves heridas. Incluso tanto Bockman como O'Flaggerty apenas podían mantenerse en pie, y si sus cuerpos estaban tan destrozados como sus armaduras, sería mejor buscar atención medica pronto. El sargento Focker era también de los mas heridos, aunque el duro veterano solía no dar muchas muestras de sus padecimientos. Gawain, Popov y Burnnete eran los que estaban aparentemente mejor; los primeros dos tenían heridas serias, pero nada mortal, mientras que Burnnete era el único que parecía ileso salvo por tenia parte del visor del casco destrozado y muchas astillas habían ido a dar a su ojo izquierdo, al parecer el infante por la adrenalina, apenas empezaba a darse cuenta del serio problema.

La ausencia de Mackeyn y el Sargento Evans confirma sus sospechas. No pienses en eso ahora, céntrate en el detonador... se recrimina, aunque en su interior se sigue haciendo las mismas preguntas de antes. ¿Habrían sobrevivido si hubiesen ido un poco más rápido? ¿Y si no hubiesen comenzado a colocar la segunda carga? ¿Habrían conseguido llegar para salvar la vida de sus dos compañeros? No... no solo eran compañeros. En la Fox son todos familia.

Maldice en voz baja mientras termina de armar el explosivo. La parte del detonador es la más complicada y la que puede poner en peligro a todo el escuadrón y hacer que vuelen todos pos los aires.

-Estamos terminando.

Ya podríamos haber terminado 15 minutos antes piensa mientras conecta el detonador a la carga armada.

El explorador asintió a la cabo, pero ver como volvían los del otro grupo... Y todos aquellos que no volvían, especialmente, hizo que cambiara de opinión.

-Yo más o menos estoy bien... Aún me tengo en pie, y creo que conservo bastante dentro de la cabeza como para disparar y moverme. 

Además, el temblor había desaparecido, y eso siempre era buena señal. Mkoll no pudo evitar mirar con preocupación a su alrededor, sin atreverse a bajar el rifle.

-... ¿No deberíamos acabar con los bichos niñera? Aún podrían darnos un susto...

Sonia se apartó de Mkoll un poco, manteniendo un ojo sobre él por si acaso para luego negar con la cabeza.

- Prueba si quieres, pero de querer hacer algo creo que ya lo habrían intentando. Y desde luego están muy lejos del nivel de peligro que representan los guerreros o hasta los obrero - se encogió de hombros -. Pero, sinceramente, yo guardaría la munición. Treinta minutos son muchos para la evacuación y a muchos de los niñeras que están aquí la bomba les hará trizas.

Mientras hablaba, la cabo sacó los 5 proyectiles de su cargador casi vacío y los añadió al cargador que ahora mismo tenía en el Morita.  Luego recargó la Belcher, sin dejar nunca de dejar de vigilar su alrededor. Quería estar preparada para cualquier cosa que pudiera suceder. Si podía evitarlo, no iba a perder a ningún compañero más.

Es más, estaba segura de que no era la única del grupo de demolición que se preguntaba si, quizás, eran en parte responsables de esas muertes por lo que habían tardado en poner las bombas. Sin embargo, era consciente de que ningún plan sobrevivía al contacto real y que, de haber ido más rápido, podrían haberles descubierto y haber fallado estrepitosamente. La misión de matar a la Reina había sido cumplida y eso era lo importante. ¿Dolían las bajas? Sí. Pero dado que muchos creían que seguramente ni iban a sobrevivir a aquello... no era tan malo.

- Señor - se acercó a Focker -, sugiero que cuando nos movamos deje que los peores heridos vayan en el centro de la formación y que me deje liderar la marcha. Necesitaremos a los tiradores que estén en condiciones para estar preparados ante cualquier sorpresa.

El explorador lanzó una última mirada desconfiada a los bichos que quedaban, antes encogerse de hombros e imitar a la cabo, empezando a redistribuir munición. Sacó el cargador casi gastado y lo cambió por uno nuevo, y mezcló la munición de los dos cargadores casi agotados que tenía encima. 

Burnette no veía bien por un ojo, y le escocía, pero no se había percatado de la gravedad de sus heridas. Probablemente es que me ha entrado algo de polvo en el ojo, pensó, sin darle mucha más importancia. Se preocuparía más si fuera el comienzo de la misión, pero apenas si quedaban treinta minutos para que les rescataran. ¿Qué podía ir mal?

Con su TripleGL cargado y listo, oteó los túneles, quizás esperando ver salir más enemigos.

James aterrizó tórpemente junto al grupo principal. Se podría decir que hacía una mueca de dolor si no fuera por que la mueca -el rictus- estaba instalada permanentemente en su rostro.

Todo podría ir mal. Veía a las niñeras. Seres sin iniciativa. Pensaba en un Overseer, que si la tenía, y en todos los huevos que había por ahí. Las posibilidades de que una niñera, un overseer y un huevo sobrevivieran; que sabiendo que la reina estaba muerta hubieran aplicado cualquier plan de contingencia que incluyera enterrarse en el rincón más profundo del planeta con algunas provisiones y esperar a que los estúpidos humanos poblaran la superficie antes de emerger de nuevo, eran más altas cuanto más tiempo pasara sin ponerse a limpiar bien a fondo.

Eso es que estás cagado de dolor y lo ves todo negro. Los mandos no pueden equivocarse, joder. Tienen biólogos a su cargo.

Todo esto lo iba pensando mientras avanzaba. Permaneció callado. No era capaz de darse por enterado de ninguna puñetera orden lanzada a huevo, y si le mandaban algo directamente tendría que ser a grito pelado. Estaba en íntima relación con su dolor. Era como una amante celosa. Era una relación íntima y jugosa. Sobre todo por lo de los jugos.

Por fin se reunieron con el grupo de la Cabo Sonia, una sonrisa de tranquilidad surgió de la boca del artillero pues podía ver que estaban todos a diferencia de su propio grupo. Billy estaba completamente concentrada poniendo la bomba junto con Sonny y el resto vigilaban el sur. Comenzaron a posicionarse y Bockman vio como algunos de sus compañeros aprovechaban aquella oportunidad para recargar sus armas y comprobar cargadores. - Espere doctor, no sabemos donde llevarlo, échele un vistazo mientras deciden la dirección. - Le dijo a Andrei mientras el dejaba de tirar de Speedy y se ponía a rellenar el cargador que había usado hacía poco con las balas de otro que tenía a medias. No podía dejar de mirar al rededor entre bala y bala pues aún estaba alterado y con la adrenalina circulando por sus venas. Su cuerpo ardía y se quejaba a cada movimiento muscular que realizaba. Ello solo significaba que estaba vivo y que tenía todos sus miembros unidos. Habían logrado su objetivo, todos los que pudieran salir de allí con vida serían un plus de victoria que tenían que estar agradecidos pues muchos se habían dado por muertos antes de empezar la bajada en el taladro. - Maldita sean los de allí arriba, a ver si mandan el puto taladro pronto, espero que no quieran que corramos mucho por estos túneles, el teniente y Wimger no están para muchos trotes...

Focker me arrastra intentando salvar la poca vida que me queda, mientras me debato entre abrir los ojos al mundo de los vivos y seguir con las ensoñaciones de los muertos.

Entreabro los ojos, pero soy incapaz de enfocar bien. Reconozco al sargento mayor y les digo a mis piernas que me levanten, pero tras unos pocos intentos me doy cuenta que nada de mi cuerpo responde. El dolor está amortiguado por la propia saturación y me sumo en las tinieblas continuamente.

Apenas puedo pensar, pero juraría que he visto a mi familia. Solo quiero descansar.

-Slo...quirhh...casa...stoy ardando...

No puedo librarme de las manos de Focker, pero solo quiero descansar ya.

Arrastro a Wimger con cuidado, intentando que no sufra daños con el movimiento. Este comienza a debatirse intentando moverse y habla alguna clase de balbuceo. Le hablo mientras continúo con su movimiento:

 - "¡Calla, con un demonio! Eres el que tiene más razones para volver. Tienes una esposa y una hija esperándote en casa. No es momento de rendirse. Ya hiciste tu parte, deja que nosotros hagamos el resto."

Una vez que llegamos donde está el resto del escuadrón, pongo a Wimger en un lugar seguro y saludo al equipo de demoliciones. Veo que Billy está trabajando para terminar de poner la última carga. Disparo mi rifle contra la niñera que tengo delante mientras le hablo a todos:

 - "¡Maten a todos los bichos! Lo que ahora no es una amenaza lo será si se reactivan. Mejor matarlos ahora que cuando estén acompañados por warriors."

Una vez termino de disparar, miro la zona y pienso. Hablo a mis hombres para que me ayuden:

 - "Hasta que nos vayamos, este lugar es inseguro. Quiero que armen un perímetro defensivo. Gawain, búscame el mejor lugar para armar una resistencia. Quiero ver a los bichos a lo lejos para eliminar a los Overseer pues ya sabemos que sin ellos esto se acaba."

Empiezo a mirar la zona para encontrar un buen sitio donde atrincherarnos a esperar que nos envíen las coordenadas pues si un nuevo ataque aparece, no resistiremos desperdigados por la zona, desorganizados y desorientados.

- "¡Sí, Señor!" -

Examino el lugar en busca de la mejor posición estratégica.

Los últimos minutos son los más tensionantes, a apenas media hora de la victoria ese pequeño trecho puede convertirse en un camino sin salida. El grupo de la Cabo Ramírez ya se encuentra con nosotros , está completo, aunque el estado de Mkoll me preocupa. No habrá tiempo para atenderlo debidamente, como no hay tiempo para el ojo de Burnette, lleno de astillas. Al menos puedo ayudarlo a sentirse mejor. Visto de cerca las diversas hemorragias me son inexplicables, tiene síntomas de algunas enfermedades como el ébola o la hemofilia; o parece propio de una intoxicación, descarto de inmediato esas opciones.

- ¿Que te ha pasado? ¿Cómo comenzó el sangrado? - Pregunto mientras aplico un precario vendaje - ¿Has usado ya el kit de tu cuchillo? - Es una pregunta básica a un herido, si ya lo ha hecho no es recomendable aplicar una segunda dosis a menos que sea estrictamente necesario y lamentablemente sólo podre terminar de rellenar nariz y oídos con algodón para detener el sangrado y despedirlo con dos palmadas en el hombro.

Busco entre las cosas de Wimger algún cargador extra, si ya los han tomado busco entre los caídos.

Ya reunidos, los infantes no tenían muchas opciones mas que esperar a ser rescatados pues su trabajo realmente ya había terminado. Wallace había terminado de montar la ultima de las cargas y ya solo tenia que oprimir un botón para que toda una amplia zona volara en pedazos. Mientras tanto, el resto de los infantes recargaban sus armas e inspeccionaban la zona con la esperanza de que nada malo sucediera ya. Popov por su parte intentaba ayudar a los mas heridos, pero era claro para el que sin las instalaciones y el material adecuado, era casi imposible que pudiera ayudar a Wimger o al teniente; si el taladro no caía cerca, simplemente no sabia como lograrían trasportarlos sin que corrieran riesgos.

Algo similar pasaba con el artillero Burnette, esta tenia su ojo izquierdo gravemente lastimado, y probablemente en la superficie, con el material adecuado sería sencillo realizar una operación que le permitiera extraer todas las esquirlas que tenia incrustadas y así aliviar la presión a la que estaba siendo sometido. Pero allí donde estaban todo era diferente, la neblina tenia una composición química que realmente desconocía, luego el polvo y la oscuridad eran una combinación que con la ausencia de material adecuado, podrían incluso llegar a causar la muerte del artillero.

Mkoll o “Loco” Mkoll que era como le decían muchos tras los incidentes acontecidos en el fuerte helado, era otro de los infantes a los que no se les podía ayudar mucho. El infante parecía estar bien, quizá solo se mostraba ligeramente aturdido y con algo de jaqueca, pero nada que la adrenalina de combate no pudiese remediar. No obstante, verlo con los ojos enrojecidos por la sangre, con manchas de la misma en parpados, labios y nariz generaban serías preocupaciones en Popov y el resto de sus compañeros.

Realmente, de entre todos los infantes en batalla allí, solo uno estaba completamente ileso, sin incluso rasguños en la armadura, y ese curiosamente era la técnico Wallace. Aunque en gran medida aquello era resultado de la eficiente protección que se le había dado durante el desarrollo de toda aquella operación; protección sin la cual todo hubiese fracasado.