Partida Rol por web

Cuando volviste a la biblioteca con la idea de ayudar al enano, tus ojos se paseaban analíticos por todas las estanterías, buscando algo más que letras y tapas polvorientas.Era una tarea difícil, no apta para cualquier humano o ser con un coeficiente estándar.Entre toda aquella enorme masa de libros de diversa índole y tamaño, pudiste fijarte en uno que a priori no resaltaba frente a los demás.Igual de polvoriento, con una tapa gris oscura bastante desgastada.Cuando los dedos de la maga se paseaban por todas las tapas de los libros bien colocados, pudieron notar algo oscuro justo en esa, lo cual hizo que pararan su camino y se quedaron justo encima de ese libro.

Peculiarmente, la biblioteca estaba vacía y alejada de cualquier ruido procedente del exterior.Pero cuando tus dedos entraron en contacto con ese libro, comenzaste a escuchar de pronto susurros lejanos, indescifrables que poco a poco se fueron haciendo más nítidos.Voces fantasmagóricas, cavernosas y susurrantes a la par, parecían sonar en tu nuca, acariciarte tus orejas.Parecían hablar un idioma indescifrable para muchos, un idioma antiguo, probablemente rúnico y ancestral.

Uuuuuuunoshuuuuvaaaaaa..........kutsiiivaaaaaaaaa...........

Voces que se alargaban y estiraban como si llegasen del más allá.Voces que helaban la sangre y enfriaban el ambiente.Lia, en un arrebato y decidida, arrancó el libro de la estantería, levantando una nube de polvo gris.Pasaste tu mano sobre la tapa del libro para quitar la densa capa de polvo que lo cubría.Tras esto, pudiste ver que en la tapa había plasmado un pentagrama invertido y decorado con diversas runas a lo largo y ancho de su interior.

La curiosidad de la maga pudo con sus instintos y su miedo, atreviéndose a abrir aquel libro.Nada más abrirlo, pudiste sentir energías malignas emanando de su interior.Runas y runas que misteriosamente podías entender, incluso leer, pero un miedo inhumano emergía en tu corazón, sabiendo que aquella lengua misteriosa, pertenecía a los muertos.Comenzaste a leer la historia de aquel lugar.Hace miles de años, era territorio élfico.Allí vivían tranquilamente uno de los clanes más prestigiosos, los melena blanca, grandes eruditos y sabios de la magia.El poder y el conocimiento no obstante, les cegó, pues cada vez anhelaban más y más.Finalmente, atraparon a su clan en una oscura maldición que fue acabando con la vida de todos, excepto uno, el principal causante de toda aquella tragedia y el más sabio de todos, Pelancryl.El alto elfo aprendió las artes oscuras, aprendió a comunicarse con los muertos, y lo peor de todo, a dominarlos.Aunque su alma estuviese viva, su cuerpo se fue marchitando, palideció, su característica melena, creció y creció al igual que sus uñas, que ya parecían garras.Su aspecto ya casi cadavérico, se mantuvo a lo largo de las centenas de años, hasta acabar adquiriendo un aspecto casi monstruoso, de piel negra, rostro de grandes concavidades y ojos blancos y mortuorios.

Cuando quisiste leer más, una gélida y poderosa ráfaga de viento entró en la biblioteca, haciéndote sentar en la silla que descansaba justo detrás tuya, y moviendo las hojas del libro rápidamente hasta que finalmente el viento ceso y las hojas dejaron de pasar.Luchando contra la incertidumbre y el pánico, acercaste tu rostro a ese libro de papel viejo como la vida.En la hoja de la derecha había plasmada una tenebrosa imagen.Un hombre enjuto, casi en los huesos, más muerto que vivo, parecía sostener un corazón sano entre sus manos.

En la hoja de la izquierda, habían escritas unas cuantas líneas en el idioma de los muertos, las cuales titubeando, osaste pronunciar.

Aquel que ose desatar el ancestral poder que dormita en estas ruinas, contraerá una oscura maldición...

Tras esto, el texto era ilegible debido al desgaste de la hoja.Intentaste seguir leyendo, pero parecían haber conjuros escritos de una gran dificultad y comprensión.Cuando terminaste de leer, una voz volvió, susurrante, como si te atrayese a su mundo lejano y oscuro.

Uuweeeee.....uchuwanaaa....rimaaaa.....hhumhumhumhum.....

La voz pareció reírse para sus adentros conforme se iba disipando.Las luces de las antorchas y candelabros se apagaron de golpe, dejando correr una gélida y breve brisa que empujaba los hilillos de humo que ahora emergían de la mecha negra como el carbón.

Con cierto temblor, la muchacha se levanto de la silla y encendió uno de los candelabros. ¿Era miedo lo que sentía? ¿O quizá la adrenalina por haber descubierto un libro de gran poder? Luego se giro y observó el libro desde la distancia. Tras unos segundos repasando mentalmente lo sucedido, se dirigió de vuelta al libro, lo cerró y se dirigió a la estantería para dejarlo de nuevo en su sitio.

Sin embargo, se sorprendió a si misma guardando el libro en su mochila.

No deja de ser magia. Y la magia se puede controlar con fuerza de voluntad. Le decía su yo interior. Sólo se necesita tiempo de estudio y quizá un maestro. Además, se necesita Poder para acabar con el viejo.

Antes de salir de la biblioteca buscó algún estuche donde meter el libro, ya sin ninguna duda de que se lo iba a llevar para estudiarlo con más detenimiento si sobrevivía a la batalla. Aunque sabiendo lo que había bajando las escaleras, solo tendría que llegar a ellas.

Lia volvió a los cuarteles en busca del enano. Quería contarle lo que había descubierto. Cuando dio con él, le invitó a salir a una zona apartada para alejarse de oídos curiosos.

El capitán tenía razón. Bajando por las escaleras hay oculto un poder oscuro. Por lo que he leído, hace mucho tiempo, esto era territorio élfico. Aquí vivía un clan de elfos versados en la magia: los melena blanca. Sin embargo, el poder les cegó y atraparon al clan en una oscura maldición que fue acabando con la vida de todos. Solo sobrevivió uno, Pelancryl. El elfo aprendió las artes oscuras y a comunicarse y dominar a los muertos.

El texto no deja claro si al final murió, pero sospecho que aún sigue ahí abajo, puede que dormido. Si bajamos lo mejor será no tocar nada, a no ser que sea estrictamente necesario.

Sí, Allí nos veremos pronto- Respondió Ridgern a su tío mientras éste comenzaba a alejarse. El joven Cabezayunque quedó plantado y meditabundo hasta que la figura de su congénere desapareció en la oscuridad. Por un lado sentía que debía ir con él a ayudar a su familia. Pero por otro todavía no había reunido el coraje suficiente para hacerlo. Quería volver siendo de utilidad y ahora tan solo sería un estorbo y una deshonra para su padre. Estaba dispuesto a volver, pero no con las manos vacías. Esperaría hasta conseguir algo con lo que poder ayudar a su pueblo.

Tras las palabras de Lía sobre lo que había descubierto, el enano prefirió ser prudente - Será mejor hacer caso al capitán y bajar solo en caso de extrema necesidad. Podríamos despertar un mal oculto y hacer surgir a un nuevo y peligroso enemigo. Vamos a ver si hay noticias sobre los enemigos, deben estar ya muy cerca...

Ridgern intentó localizar al capitán para que les informara y de paso preguntarle por la posibilidad de adquirir algún tipo de poción o ungüento curativo para poder usar en la batalla.  

Acudís a la sala de reuniones dónde anteriormente interrumpisteis al Conde y al resto de oficiales de la guerra.Ahora solo estaba el capitán Helms, sentado en aquella larga mesa, con sus manos entrecruzadas y apoyadas en la frente.Sus codos apoyados sobre la madera de la mesa, hacían que sus brazos formasen un triángulo con la mesa.Cuando os voy aparecer bajo la puerta, su mirada que andaba perdida en la mugre que abundaba en la madera, se elevó para miraros.Su mirada parecía triste y desalentada.

-Ah, son ustedes- dijo no sin antes carraspear un poco para aclarar su vieja voz.

-Hemos recibido noticias frescas de nuestros enemigos...pero el explorador cayó malherido.Le tendieron una emboscada, aunque logró escapar con vida, aguantó el tiempo suficiente para llegar a esta fortaleza y explicarnos todo lo que sabía...- suspiró profundamente y volvió a bajar la mirada apesadumbrado.Se quita el yelmo dejando ver una cabeza rapada.

-Veamos.Intentaré explicaros la situación- se levantó de la silla mientras sujetaba su yelmo, abrazándolo con uno de sus brazos-.Sus ejércitos está compuestos de orcos, trasgos, trolls, huargos y bestias monstruosas que ni siquiera podríamos pronunciar sus nombres.Se espera que ataquen al anochecer de mañana.Estamos preparando las defensas adecuadamente, también con la ayuda de sus trampas los podremos contener algo más de tiempo.No son ejércitos muy numerosos, pero lo suficiente para sobrepasarnos diez a uno.Si jugamos bien nuestras cartas, podremos causarles bastantes bajas antes de que lleguen a nuestras murallas, y así intentar equilibrar algo más los números que no juegan en nuestro favor.La fortaleza y empalizada consta de iluminación suficiente para pelear adecuadamente.Apostaremos grandes cantidades de arqueros en las murallas, acompañados por una línea trasera de infantería acorazada para que en caso de que intenten subir directamente a las murallas, puedan defender a nuestros arqueros.Guarnicionaremos también la torre con arqueros y jabalineros.El resto de unidades, permaneceran en el patio situado entre la muralla y esta torre, como fuerza principal, compuesta por lanceros, piqueros, infantería acorazada y algún destacamento de jabalineros que apoyaran en la distancia desde un principio, cuando entren las primeras oleadas de enemigos, y una vez debilitados, se retirarán y dejarán paso a los guerreros del cuerpo a cuerpo.Mientras tanto, dejaremos que las trampas hagan su trabajo.Tenemos algo de caballería que sería algo ineficaz, por lo tanto esconderemos un destacamento de caballería en un bosque cercano a la fortaleza como un as en la manga, y realizar barridos en los puntos flacos de sus formaciones, así provocaremos bajas y ralentizaremos su avance hacia el interior de nuestras murallas- se queda pensativo unos instantes, esperando a que asimilaseis toda esa información.

-Creemos que usarán sus grandes bestias para destruir nuestro portón.Por lo tanto, serán prioridad a abatir desde la lejanía.El objetivo de esta guerra, es defender el fuerte y la posición estratégica en la que nos encontramos.Será un gran avance en la gran guerra que se aproxima hacia la Marca.Estamos bajo el mando del excelentísimo Conde Daron, maestro de la esgrima borracha, señor de la Fortaleza Rocagarganta.El dirigirá a las tropas desde esta torre, y supervisará el trabajo de las balistas.¿Alguna pregunta?...si no les importa, deseo ver el cuerpo aún caliente de mi hijo- procuraba mantener la compostura frente a vosotros, sin poder evitar transmitir mediante su rostro y su voz, la gran pena que le asolaba en ese momento.

Sí. Yo. ¿Quien es el mejor arquero? ¿Estaría dispuesto a entrenar delante de mí? ¿Y cuál es el arco más grande que hay aquí? aunque sea de exposicion.

Mmm... Mis condolencias por su hijo Lia bajó la cabeza apenada al oir las palabras del caballero.

Ridgern escuchó con atención, asintiendo de vez en cuando mientras el capitán se explicaba. Cuando el hombre terminó de explicar la situación el enano pronunció - Vaya, siento mucho lo de su hijo. Lucharemos porque su pérdida no sea en vano. Me gustaría hacerle saber que mi compañera ha investigado en la biblioteca sobre esas misteriosas escaleras. Al parecer los elfos que habitaban aquí sufrieron una maldición que fue acabando con ellos, pero uno, el más poderoso, capaz de dominar importante magia y controlar a los muertos, puede que permanezca allí abajo.  Si fuera cierto podemos intentar que sea nuestro aliado y que nos ayude con sus poderes. Es arriesgado, pero podría inclinar la balanza de nuestro lado. ¿ Alguien de la fortaleza tiene información veraz y reciente de lo que sucede allí abajo? Se sabe de alguien que haya bajado?

El enano esperó a que el hombre contestara, no quería hacer nada sin tener consentimiento. Porque además,  En caso de bajar, debería ser acompañados por al menos un sacerdote y un explorador o espía que supiera manejarse por allí abajo.

Escuchó apesadumbrado las palabras de los aventureros mientras se frotaba las sienes con su mano libre.

-Veamos...Los arcos que podrá encontrar aquí no son algo del otro mundo, arcos cortos y largos- contestó a la maga.Se quedó pensativo ante la petición de Lia-.¿El mejor arquero decís?- se mesó la barba meditabundo-.Que tenga yo en conocimiento, es el Alférez Drago.Está a cargo de manejar de primera mano a la arquería de la muralla.Escucha la voz del Conde y la aplica sobre sus hombres.Es el más versado en el arte del arco.Podría darle al gusano de una manzana desde doscientos metros.Si tenéis algo en mente que pueda ayudar a nuestra causa, le haré llamar- tras esto, el enano se pronunció.

-Realmente, el único que podría saber algo de lo que se oculta alli abajo, sería el Conde o el escriba de la fortaleza.Pero me temo que están bastante ocupados ahora.Formar el grupo que usted me comenta, sería una tarea complicada.Todos están volcados ahora mismo en trabajos importantes, y por supuesto alerta por un ataque antes de tiempo.No obstante, podría proporcionarles con la debida autorización del mando de los clérigos y su posterior confirmación del Conde, a un clérigo novicio.Soy consciente de que no tendrá un repertorio tan rico en magias divinas, pero seguro que será mejor que nada- propuso al enano, intentando ayudarles en lo máximo que podían sus capacidades y poderes en aquel lugar.

No creo que pueda mejorar las habilidades del Alferez. Pero mi intención es hacer una ilusión suya, con un arco más grande y más alto. Tanto que llame la atención para desviar la atencion de sus posibles arqueros y de paso, disparar alguna flecha, que aunque no les haga daño directamente a los trasgos, sí que les confundirá y les dejará fuera de servicio.

Pero yo no sé como se mueve ni actúa un arquero profesional. Por eso es mejor que memorice sus movimientos. Y ya si además, indicase a los demás arqueros que jaleasen a la ilusión; los orcos y demás calaña seguro que se distraerían con la ilusión. Todo se traduce en ganar tiempo para que los arqueros y jabalineros tengan más tiempo.

Al escuchar lo que dijo el enano y la respuesta del Conde, Lia añadió:

No me parece buena idea adentrarse ahí abajo. Cuando dije que el elfo milenario dormía, me refería a que mejor no despertarle. Sólo en el caso de que nos vieramos superados y la muralla cediera, así como el fuerte; sería nuestra última opción. Pero tan solo para evitar una muerte segura y la perdida del fuerte a manos de las hordas de enemigos.

El capitán asintió y marchó ante las últimas palabras de la maga.Al poco rato, mientras discutíais qué hacer, apareció un hombre apuesto, bastante joven, de cabellos largos y castaños y barba ligeramente recortada.Una cicatriz cruzaba uno de sus ojos, los cuales eran de color verde.Tenía una armadura discreta, para pasar desapercibido ante los enemigos.En su espalda descansaba un arco largo y un carcaj de flechas perforantes.En su cinturón descansaban dos espadas cortas, una a cada lado de la cintura.Mantenía una plácida sonrisa en su rostro a pesar de las circunstancias que se daban.

-Saludos- dijo al ver a los aventureros-.El capitán me hizo llamar ante vuestra presencia para algo que cree que será importante para la batalla que nos acontece ¿Qué deseáis?- su voz era suave pero por alguna extraña razón, emanaba un aura de seguridad y nobleza.

Lia se sorprendió al ver al apuesto Alferez.

Mmm... sí. Yo te iba a decir. Si puedes, pues entrenar delante de mí. Porque, verás. Igual te parece una tontería, pero había pensado en hacer una copia tuya, con todo lujo de detalles, que fuera más grande y amenazador, para que los orcos y los trasgos y cualquiera que pudiera disparar contra nosotros centrara su atención sobre la copia, dándoos más tiempo a los que realmente estáis disparando y haciendo estragos entre los enemigos.

Además, dijo la muchacha con más confianza Cuando aparezca, sería conveniente que istaras a los hombres y mujeres que aclamen a la copia como si fuera un campeón, para reforzar la ilusión. Eso sin contar, que, al disparar con tu certeza, los enemigos a los que diese, quedarían incapacitados un tiempo.

La muchacha miró espectante al alferez, temiendo que le dijera que su plan era absurdo

El alférez se quedó callado unos segundos tras escuchar las palabras de la maga.Su mirada se mostraba seria y algo desconfiada, pero después abrió los ojos sorprendido.

-Vaya....- parpadeó un par de veces y a juzgar por la expresión de su cara, se mostraba satisfecho-.¿Eres capaz de hacer eso?- preguntó con cierto brillo en los ojos mientras miraba la tez morena de Lia.

-Intentaré hacerlo lo mejor que pueda- le dijo mientras agarraba el arco de sus espaldas.Se podía notar la excelente musculatura, tenía un cuerpo entrenado para la batalla, seguramente cultivado desde su niñez-.Vamos al campo de tiro si quieres, aunque solo haya la luz de las antorchas, creo que bastará para acertar en el blanco- sonrió de manera amigable y humilde.Se notaba que no tenía ni pizca de prepotencia, era más bien la técnica juntada con la amabilidad y algo de ligoteo.

Al ver que la joven y el apuesto alférez habían congeniado muy bien, Algo en el instinto de Ridgern le dijo que allí sobraba.

Bueno, está claro que el conde tiene asuntos más importantes que atender, pero quizás pueda hablar con el escriba aunque solo sea para saber qué nos podemos encontrar allí abajo en caso de que tengamos que utilizarlo como vía de escape. Intentaré hablar con él.

Y tras eso se dirigió a la torre en busca del capitán para que le indicara dónde encontrar al escriba.

El enano pudo encontrar al escriba tras las indicaciones del capitán.La charla fue breve, evasivas constantes del anciano hasta que finamente cedió y explicó lo que se ocultaba en las profundidades.Pero no era algo mucho más diferente a lo que pudo leer Lia en el libro que encontró en la librería.Aún así, el escriba recalcó el gran poder oscuro que habitaba en las cavernas y laberintos que se escondían bajo la torre, y que a ese poder oscuro había atada una poderosa maldición para el que lograse obtenerlo.

Por otro lado, Lia pasó unas horas con el alférez, observando su técnica y su cuerpo, aprendiendo cada movimiento, cada músculo, captando la tensión de los brazos, las piernas y el torso.Pudieron conocerse algo más entre la intimidad de la tenue luz de las antorchas, conversaciones de sus vidas entre disparo y disparo, que lograron crear un ambiente de paz, armonía y bienestar, un poco de calma antes de la guerra.

Cuando el Sol se alzó de nuevo, comenzó el movimiento en la fortaleza de madera.Todo estaba casi a punto, y lo poco que faltaba lo terminarían esa mañana. Ridgern bebió hasta altas horas de la madrugada y terminó en su cama sin saber cómo.A Lia también se le pasaron las horas volando junto al Alférez Drago, entre risas y conversaciones algo profundas de sus vidas.Aquel día fue extraño, más largo de lo normal, los minutos pasaron como horas y las horas como días.La tensión se mascaba en el ambiente, rostros serios, bocas calladas, miradas nerviosas.El día comenzó nublado, pero se fue tornando aún más oscuro con el paso de las horas.Ahora, nubarrones grises oscuros encapotaban totalmente el cielo.Aún era por la tarde y ya parecía de noche.Cuando el Sol se ocultó, todas las guarniciones y destacamentos estaban en sus puestos de combate.Las trampas colocadas y las emboscadas preparadas.Solo faltaba que Lia produjese sus ilusiones en el tiempo exacto para que no gastase más energía de la que debería.

De pronto, una cortina de gotas de agua comenzó a caer de sopetón.La tierra se empapó.Ahora solo se podía escuchar el sonido de algunos cuervos graznar mientras revoloteaban alrededor de la torre, y el constante golpeteo metálico de las gotas chocando contra las metálicas armaduras de los soldados.No obstante, a pesar de las inclemencias meteorológicas, allí estaban todos, impertérritos, como estatuas de piedra, mirando al horizonte, esperando la llegada del enemigo, el cual no tardó en aparecer.

Una línea negra comenzó a dibujarse en el horizonte.Se podían ver estandartes negros con una mano roja dibujada en ellos.Columnas de humo se vislumbraban tras ellos.Aún no se podía escuchar bien el sonido, pero parecían acompañarles poderosos tambores de guerra.Las oscuras y monstruosas tropas siguieron avanzando al paso firme de los poderosos tambores.Sus pasos sonaban al unísono, todos juntos, como una sola entidad entrenada y adiestrada para la matanza.Gritos guturales y agudos se escuchaban desde la distancia.Todo tipo de picas, lanzas y armas alargadas de formas dispares, se alzaban en el aire con formas imperfectas y grotescas.Las armaduras que cubrían sus horrendos cuerpos diferenciaban a unas tropas de otras.Había una parte de ellos que compartía la misma armadura, idéntica y bien trabajada.Otra parte de su ejército, poseía armaduras hechas del mismo material, pero de aspecto dispar, tosco y tétrico.Las oscuras tropas siguieron avanzando hasta quedarse a una distancia de unos doscientos metros de la grandiosa muralla de madera.Los tambores tocados por grandes criaturas -probablemente trolls- dejaron de sonar.El Conde aprovechó este momento para decir unas palabras desde lo más alto de la torre, hacia todos sus soldados.

Asomándose desde lo más alto de la torre, poseía la acústica exacta para poder gritar, y que sus palabras llegasen a los oídos de todos los presentes.

-¡¡¡¡Miradlos bien, hermanos.Esta noche, puede que sea la ultima de vuestras vidas, ¿pero sabéis qué? Moriremos con una sonrisa en nuestros labios sabiendo que hemos muerto luchando, matando, protegiendo y defendiendo a los nuestros, lo que es correcto, la paz y la justicia.No temáis, mirad a quien tenéis a vuestro lado, sentíos orgullosos de lo que sois, de quienes tenéis van a pelear junto a vosotros.Hijos de distinta madre, pero hermanos de sangre aún así!!!!- dejó de asomarse y tomó las riendas de la balista.

-¡¡¡¡¡¡Hoy solo existirá la victoria, escuchadme bien.Sois todos unos héroes, los héroes de vuestras familia, de vuestra ciudad, héroes de vuestra Reina y de vuestra raza.Se cantarán canciones de la gesta que hoy realizaremos.Hoy......HOY SERÁ EL DÍA EN EL QUE PARAREMOS LOS PIES A LAS TROPAS DE SHAGRAK.SOIS LOS MEJORES, LA ÉLITE, LOS HONRADOS ELEGIDOS PARA DERRAMAR SU SANGRE.NO LES HAGAMOS ESPERAR MÁS.......HA LLEGADO LA HORA, POR VALIOOOOOON!!!!!!!- las tropas, agitadas por las palabras del Conde, alzan sus voces y vítores al cielo, gritando llenos de moral y energía, haciendo retumbar la madera que les protegía y rodeaba.Los soldados golpeaban sus espadas contra sus escudos, los jabalineros golpeaban la base de sus armas contra el suelo y los arqueros alzaban sus puños con el arco agarrado en ellos.El conde dirigió la balista hacia las tropas enemigas, priorizando a las grandes criaturas.

Como respuesta a estos gritos, un poderoso cuerno del bando de Shagrak, sonó omnipotente junto a los cuantiosos gritos de los monstruos que componían sus filas, silenciando incluso los gritos de los humanos.

Tras el cuerno, un poderoso rugido se alzó entre las tropas, dando lo que parecía ser una señal para el ataque.Tras esto, las tropas comenzaron a correr hacia la muralla.Algo más atrás, habían largas escaleras de madera y metal que avanzaban para intentar sobrepasar el muro.

Mostrándose firme y decidido tensó su arco y apuntó a matar entre los picos de los troncos de madera que formaban la empalizada.

-¡ARQUEEEEEEROOOOOOOOOOS, PREPARAOS PARA DISPARAR!- exclamó sintiendo ya como la adrenalina corría por sus venas.Ante la orden, toda la arquería tensó sus arcos y apunto a las tropas enemigas, las cuales comenzaron a correr hacia a ellos.

-¡¡¡¡¡¡¡¡FUEGOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!-  las flechas comenzaron a volar a mansalva, creando una pequeña corriente de aire y un silbido casi constante que cortaba hasta las gotas de agua.Un muro directo de flechas voló veloz e impacto sin piedad en las primeras filas enemigas, que ya avanzaban corriendo.Los orcos, trasgos y goblins comenzaban a caer fácilmente, generando lo que comenzaba a ser ya una alfombra de cadáveres.Pero esto no detenía a sus corruptos hermanos, y estos seguían avanzando, aunque tuviesen que pisar los cadáveres o cuerpos moribundos de sus compañeros.El Alférez se dio media vuelta y estiró su brazo hacia las tropas a distancia apostadas en el patio.

-¡¡¡¡PAAAAATIOOOOOOO, FUEGOOOOOOOOOOOOOO!!!!- los jabalineros y lanceros ya preparados para escuchar la voz del Alférez, comenzaron a disparar salvas que volaban sobre las cabezas de los soldados apostados en las murallas, trazando un arco que terminaba en las tropas de Shagrak, generando aún más cadáveres y retrasando así su avance hacia las murallas.Por desgracia, habían felchas que chocaban contra los escudos enemigos, o golpeaban de tal forma en las armaduras que salían desviadas.Por ello, también había ahora una gran cantidad de flechas clavadas en la húmeda tierra que pisaban los enemigos.

Lia se colocó en lo alto de la empalizada, al lado de la puerta y protegida por los gruesos troncos de la empalizada, esperó a que los enemigos se acercaran unos metros. Cuando empezaron a caer los primeros por las flechas sacó el primer pergamino de "Fuerza fantasmagórica". Lo leyó cuando los enemigos se acercaron a unos 100 metros.

Se concentró en la imagen de una puerta de madera de 3 metros y 1 metro de grosor; con los laterales de tal forma que encajaran en la empalizada. La puerta tendría sus bisagras en el suelo y se levantaría como la puerta de un foso, con cadenas incluidas, y lentamente de tal forma que los atacantes que se acercaran no vieran surgir la puerta de la nada. Con un poco de suerte aquellos que se creyeran la ilusión se frenarían y los arqueros podrían acertar fácilmente a los que no se la creyeran.

Ridgern despertó después de una larga noche en la que las jarras de cerveza bebidas  se contaban con ambas manos. La mañana era fría y oscura, ,como el futuro inmediato que se cernía sobre los hombres del fuerte.

Como si de un ritual se tratase, El enano limpió bien su armadura y sus armas, especialmente su ballesta ligera, la cual  engrasó con cuidado para que disparase con rapidez y precisión. Cada centímetro de metal relucía como el oro y la imponente y robusta figura del enano, armado hasta los dientes, destacaba entre muchos de aquellos mercenarios que habían llegado hasta allí sin saber muy bien a qué iban a enfrentarse. Pero a esas alturas del día ya no había duda ninguna para nadie. Aquel sería un día memorable, pero solo para aquellos que sobrevivieran a aquella batalla, pues todos tenían claro que esa noche iba a verterse sangre suficiente como para teñir de rojo todo el mar del dragón. 

Tras una ligera lluvia, se escuchó la llegada del ejército enemigo y Ridgern, no solo no se amedrentó, si no que empezó a resoplar y sonreír sarcásticamente esperando que la contienda empezara pronto. Necesitaba aquella batalla no solo para mejorar sus habilidades en combate, sino para salir victorioso destacando en el campo de batalla para así ganarse el respeto y admiración de los mandos y nobles del lugar. Ese era su plan para recuperar la espada de su padre y poder volver así a su clan a ofrecer toda la ayuda que necesitaban.

Por eso el corpulento enano no tenía miedo, si no todo lo contrario. estaba deseoso de que la batalla estallara para empezar a derribar adversarios hasta que una montaña de enemigos muertos se alzara frete a él superándolo en altura.

El enano fue de los primeros en ocupar su puesto, pero su misión en aquella batalla era proteger a la joven Lía para que ésta pudiera desplegar toda su magia sin problemas. Cuando la muchacha tomó posiciones el enano lo hizo junto a ella y a la orden del Alférez, Ridger descargó su ballesta contra la oscura alfombra de horrendas criaturas que avanzaban decididas  hacia la empalizada. Pero su tiro se perdió entre la nube de flechas sin encontrar ningún cuerpo en el que clavarse.

- Lia, sitúate tras de mí para desplegar tu magia. Intenta que no te vean yo te protegeré - Acto seguido el enano volvió a cargar su ballesta y se dispuso a disparar de nuevo.