Partida Rol por web

Edgar y Gallowein: combatis contra otros soldados.

La furia, el miedo, la sangre, todo salpicaba el improvisado campo de batalla en que se había convertido el patio del pequeño castillo. A la puerta, los soldados de la hermandad roja caían ante unos bravos defensores, por desgracia, también caían soldados leales al rey. Aunque los esfuerzos por mantenerles a la puerta recaen en dos valientes escuderos.

Jerrod: El guardia desvía el ataque en el último momento, torciendo la espada hacia dentro consigue golpearte en un costado, la sangre, mancha tu camisa...

Eliott: Sir Ulbert corre como si el mismísimo diablo le comiera las nalgas. Es dificil ver a alguien tan orondo ir tan rápido, sin duda el miedo se apoderó de el dandole alas.

Edgar acaba con uno de los soldados de la hermandad roja, pero aún quedaban varios para poder cerrar las puertas. El combate se recrudecía por momentos y él debía seguir despachando guerreros con la máxima rapidez antes de que entrasen mas y desbordasen el lugar. 

Otro de los soldados se encaró con él: Edgar esquivó su golpe con suma facilidad (no llevar armadura tenía esa ventaja, claro que estaría en serios aprietos si recibía un golpe certero) y contraataco con un tajo descendente que atravesó la línea de defensa de su enemigo, logrando impactar y atravesar armadura y carne. 

Otro menos- piensa al ver al soldado como cae al suelo. Pero no tenía tiempo para pensar en nada mas que no fuese en el siguiente combate.

Al suelo, bellaco, como los gusaños y las alimañas! Y ríndete de inmediato o te atravieso de parte a parte! grita Eliott tras hacer caer al felón traidor, amenazándole con su espada

Eliott: Tiras al suelo al gordinflón de Sir Ulbert sacándole un sonoro ruido cuando llega al suelo.-AAAAAAhh..., no hagais mal de mi, imploro la clemencia del caballero.-

Rendíos y rendid el castillo, Sir Ulbert! Ordenad a vuestros hombres que tiren las armas de inmediato y tendréis mi clemencia!

La de un escudero al que llamástéis bufón, que no es caballero!!! truena Eliott amenazante, aunque en realidad le costaría acabar con un hombre desarmado y en el suelo... pero eso, Sir Ulbert no lo sabe!

Me coloco tras elliot para dar mas fuerza a sus exigencias y coloco mi maza sobre los hombros en actitud amenzante, aun asi no dejo de lanzar miradas por si a algun necio se le ocurre intentar salvar la vida de su señor atacando a elliot por la espalda.

El guardia resulta ser escuridizo como una anguila y su filo preciso como el pico de una rapaz. En estos momentos me pregunto si mereció la pena todo mi entrenamiento en el arte del espadón y si no estaría más seguro detrás de un escudo.

Noto la sangre brotando caliente desde mi costado y aunque la tensión del momento no me deja sentir ningún dolor, la herida de mi orgullo duele como mil hojas afiladas. Con un grito lanzo mi siguiente ataque buscando la cabeza de mi rival.

La pesada hoja del espadón de Jerrod parte en dos casco y cráneo. El salvaje grito llama la atención de todos durante un momento. Un momento durante el cual una figura en el dintel del portón resalta por encima de la batalla, montada en un negro corcel. Es aquella armadura negra con maligna voz la que os produce un escalofrío en el alma cuando habla.

-Matadles sin dilación-Atrona una voz desde dentro de la negra armadura-,ni perdón ni piedad recibirán los fieles de Arturo de la hermandad de los caballeros rojos.-

Acto seguido, espolea al caballo rompiendo la formación de la puerta, adentrándose en el patio, espada en alto, en dirección a Eliott y Waldon.

Eliott se gira al ver la amenaza que se les viene encima, y la sangre parece hervirle en las venas

Fanfarronead lo que queráis, felón de rojo, que pronto yaceréis con vuestro amigo, en los rastrojos!

Y diendo esto embraza fuerte su escudo, interponiéndose entre el jinete y Sir Ulbert descargando su espada contra su nuevo enemigo

El combate se mantiene, y Edgar va a por su tercer soldado. 

No paran de aparecer- a pesar de su herida sigue luchando, pero sabía que no podría aguantar eternamente. Esperaba al menos que a sus compañeros le estuviesen yendo también igual de bien o mejor que a él. De nuevo, un rápido movimiento y su espada atraviesa la coraza de su rival, acabando con él en el acto.

A pesar de mi herida, corro hacia el caballero que acaba de aparecer y le ataco desde el flanco que queda libre. levantando mi espada sobre la cabeza, lanzo un mandoble sobre su costado para tratar de derribarlo.

Veo al caballero abalanzarse sobre nosotros a toda velocidad y pienso como atacarle pero no veo ningun hueco en su defensa este es un caballero bien entrenado por un instante me quedo bloqueado sin saber como actuar.

Edgar y Gallowein: os deshaceis de los soldados.

Los ojos del caballero evaluan el combate desechando a Jerrod como una amenaza, pues está herido. Centrándose en Waldon levanta su espada golpeandole en un hombro. Eliott ve la oportunidad y se abalanza sobre el caballero aboyando escudo y armadura con una serie de estocadas pero es Jerrod quien a la carrera golpea el costado del caballero haciéndole caer del caballo y fracturándole varias costillas. En el suelo el caballero se incorpora sobre su brazo derecho clavando el escudo en el suelo.

-Matadme o dejadme levantar para retaros caballeros de Arturo.-

Edgar y Gallowein: Los soldados, al ver caer a su líder retroceden a la defensiva...