Partida Rol por web

El Puntón de las Brujas

CAPITULO SEGUNDO - Tella, Dios nos guarde de ella...

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27/09/2013, 19:04

Notas de juego

Después de quitar el tapón hecho de cera que cerraba la botella, podeis deducir por su olor que se trata de vino.

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28/09/2013, 12:21
Don Miguel de Sandoval Y Santacruz

Don Miguel, receloso ante la nueva visita, espera a que esos  plebeyos les saluden.

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28/09/2013, 18:25
Alberto de Mendoza

- Se quien sois - Fue lo único que contestó el alguacil con cierta superioridad al vascón antes de dirigirse, en contrapartida, con humildad y respeto al santiaguista. - Vos debiereis de ser don Miguel de Sandoval y Santacruz, noble caballero de la orden de Santiago. - Cuanta pomposidad en aquellas palabras. - He sido enviado por orden de su Ilustrísima don Gonzalo I, conde de Sobrarbe y Ribagorza para serviros a vos y a Dios. - Probablemente la petición hecha por el abad Pedro Ordoñez al santiaguista hubiera llegado a los oídos más importantes de Sobrarbe. Aquel debía ser el motivo de la presencia de aquellos hombres, garantizar que un noble de la orden de Santiago no sufriera ningún percance en tierras ajenas, además de contar con ojos y oídos que dieran cuenta de la veracidad de los rumores que últimamente rondaban aquellas tierras. Aunque sea como fuere, aquella situación no terminaba de cuadrar del todo...

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28/09/2013, 20:03
Don Miguel de Sandoval Y Santacruz

La mi misión es la de la ayudar a aquestas gentes. Venid mañana de amanecida con nos, y podreis ayudarnos et ayudarles.

 

¿ cuantos sois?

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28/09/2013, 20:09
Alberto de Mendoza

- Tres hombres acompañanme don Miguel. ¿Que tarea habemus para mañana si pudiere saberse?. - Los hombres aunque pocos, se les veía bien pertrechados. Por sus maduros rostros podía intuirse que habían salido airosos de bastantes pendencias.

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28/09/2013, 20:23
Gartzen Etxekoandre

Tengo una idea y os pido perdón por la interrupción pero creo Don Alberto que tres hombres son pocos para un gigante, que es capaz de aplastar a un hombre corpulento como fue Patxi de un sólo golpe. Mi idea es que como me di cuenta que le gusta a este gigante el vino... Llevarle un carro entero de provisiones hasta su guarida. Una vez allí dejarlo en la entrada y volver al día siguiente, esperando que se tome todo ese vino para pillarlo por sorpresa. 

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28/09/2013, 20:49
Alberto de Mendoza

La cara del alguacil se transformó en un instante, denotando sorpresa e incredulidad al oir las palabras del vascón. - Credo que es a vos a quien gusta el vino, y mucho. Más debierais estar bien borracho si pensais que crea yo en fabladurías et supersticiones de gigantes. - El alguacil Mendoza después de aquella burla al vasco, miró a don Miguel esperando oir alguna palabra sobre el mencionado tema.

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29/09/2013, 00:35
Don Miguel de Sandoval Y Santacruz

El Vascon erró en al táctica pero no en el hecho.

Gigante habemus. Et si non queredeis de creer non lo fagais. Venid con nos al alba o poco mas temprano, et cuando topemosnoslo , non creais, pero ocupaos de darle lucha.

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29/09/2013, 11:58
Alberto de Mendoza

- Sea así pues. - Contestó el alguacil aún con cierta incredulidad. Aunque viniendo aquellas palabras de un noble guiado por el Altísimo, más valía empezar a creer.

- Si non se os ofrece nada más, yo y mis hombres iremos a descansar con vueso permiso. La caminata ha sido larga et tortuosa. - Dicho esto, el alguacil miró al párroco esperando alguna indicación.

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29/09/2013, 21:28
Silván

Ansén acompaño al alguacil y sus hombres a la estancia principal de la ermita, donde el grupo se acomodó como pudo bajo la mirada protectora de la imagen de San Martín.

El tiempo no parecía mejorar. Los truenos retumbaban en la noche y el resplandor intermitente de los relámpagos entraban por los ventanales de la ermita. De madrugada alguien aporreaba el portón de la ermita con fuerza. Un parroquiano completamente fuera de si, se encontraba empapado bajo la lluvia. - ¡Fuertes golpes escúchanse en el puntón!- Atinó a decir el hombre. Ciertamente ahora que agudizabais el oído, podían oírse entre trueno y trueno golpes secos en la distancia.
Mendoza y los suyos rápidamente se pertrecharon dispuestos a averiguar que ocurría en aquel extraño pueblo. Los seguisteis cruzando la única y embarrada calle que había en Tella. Los aldeanos de las casas más cercanas al puntón estaban en las puertas de las mismas, aterrorizados. Se persignaban y os decían palabras de ánimo mientras avanzabais en la oscura noche, bajo aquella castigadora lluvia que atenuaba la ya de por si poca luz que brindaban las antorchas.

El puntón se encontraba a unas novecientas varas de la ultima casa de la aldea. Los golpes cada vez se escuchaban con más fuerza mientras os acercabais. Cuando estáis a unas cincuenta varas, la luz de un fugaz relámpago confirma vuestros temores. Allí se encontraba Silván, imponente, destrozando la ermita que se encontraba en el puntón a golpe limpio de su enorme clava. De la ermita ya solo queda una pared en pie. La enorme criatura se gira y os mira directamente a los ojos. El relámpago pasa y en la oscuridad podéis ver dos puntos brillantes donde se encontraban los ojos de la criatura. Os observa en la oscuridad...

... Tocasteis días antes en su puerta. Ahora es él quien toca en la vuestra.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Viendo que el ritmo de la partida ultimamente ha disminuido, he dado por hecho algunas cosas para saltar a una parte más interesante y agilizar la trama.

Si alguno no quiere seguir a los hombres de Mendoza, o queréis hacer algo antes o durante que ocurra esto, postearlo sin problema.

Doy por hecho que vais bien pertrechados, como fuisteis a la cueva. Ballestas en mano y cargadas. Testa está a resguardo en el pueblo y Zacarías se ha quedado con Ansén.

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29/09/2013, 23:37
Rachid Alim

Los viejos huesos de Rachid se resintieron de la acampada a ras de suelo en el monte. Cierto es que nunca gozó de un buen lecho, siendo medigo es lo que toca, pero el monte puro en día lluvioso era de lo peor que había probado. Quien le diera ahora mismo el establo de la posada donde conocieron a los gentiles cazadores.

La marcha del día siguiente se emprendió bajo el silencio de nuevo. La muerte del hombretón a manos de Silván, ya fuera por aprecio a Patxi o por miedo al gigante había calado hondo en las mentes, y el cansancio acumulado también ayudó. Silencio y más silencio, pues nada había para decir, ni nada se quería decir de semejante horror. Quizá uno de los peores parados fue el zagal, que a su temprana edad había tenido que contemplar con sus ojos aquella desgracia, pese a que Rachid no lo quiso así, el chaval era cabezón.

Nada mas llegar a Tella, Rachid se sintió aliviado, con un gran peso quitado de encima. Por fin podría descansar un poco.

Más poco fue el tiempo que los hechos quitaron esas palabras de su mente. Alguien llamó a la puerta de Ansén, uno soldados de sobrarbe, que al parecer se ponían al servicio del Santiaguista. Tras una breve conversación Rachid no pudo sino alegrarse. La compañía crecía poco a poco, y de esta vez con hombres de armas bien capaces, como Gartzen, pero mejor equipados. Quizá ahora podrían enfrentarse a Silván. No creían en gigantes, pero eso se solucionaría.

-A-ahora nos to-tomarán por locos, pero ya co-co-contamos con 10 ojos que han visto al gigante, y o-o-otros 8 - dijo señalando a los 4 soldados- lo verán a-a-antes de darle mu-muerte. Pues con tal co-compañía, el señor pro-proveerá.

No daba el tiempo para sorpresas y sobresaltos, pues apenas habían hablado con los recién llegados soldados y descansado un poco, cuando un aldeano aporreaba la puerta. Se escuchaban fuertes golpes en el puntón. A Rachid se le acababa de hacer un nudo en la garganta.

Los hombres de Mendoza se pertrecharon, Rachid les ayudó como pudo. Al no estar habituado, y con las prisas y los nervios, rachid se hizo un par de cortes en las manos con las aristas de las armaduras, pero poco le importó. Mientras los de Mendoza terminaban de ajustarse sus pertrechos, Rachid habló con Padre ansén para que le diera una pequeña venda o trozo de tela limpio para su herida, y tras ello, salió detrás de los hombres de armas.

Salieron cruzando la calle, y a medida que avanzaban Rachid tenía más miedo. Era el gigante, seguro. poco tardó en confirmar sus sospechas. Inmediatamente, con una mirada de terror contenida, miró al Santiaguista y se acercó a el. Poniéndole una mano en el hombro le dijo:

-Sue-sue-rte con vuestra misión, noble hombre, yo po-poco puedo ayudar contra tamaña cri-criatura, pero haré lo que os he pro-prometido, me llevaré al zagal a algún sitio donde e-e-estemos a salvo de él -dijo señalando al gigante- y estaré pre-presto para ayudar con las he-heridas al término del co-combate, pues dios gui-guiará vuestra mano y la de estos aguerridos so-soldados -dijo mirando a Gartzen y a Mendoza y su compañía- para dar fi-fin a tal vil cri-criatura.

Tras estas breves palabras, Rachid fue dando una pequeña pero firme - o todo lo firme que podía un viejo como él- palmada de ánimo al resto de soldados antes de coger al zagal de la mano y marcharse deshaciendo camino.

-Va-vamos Zacarías, tu se-señor ha or-ordenado poneros a sa-salvo. Iremos a re-rezar por su victoria.

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30/09/2013, 00:03
Rachid Alim
Sólo para el director

Realmente los cortes de la armadura son para disimular. Mi intención es echarme un poco de sangre de salamandra en la mano (unas pocas gotas, dos o tres, mas o menos), luego decirle a padre Ansén que me he cortado con lo de las armaduras, y darle las gracias por las curas tocando con mis dedos mojados de sangre en su hábito.

Luego, por el camino, segundos antes de hablar con el santiaguista, Rachid meterá la mano en uno de sus bolsillos secretos para mojarse de nuevo la mano, con cuidado, y empapar bien la ropa del caballero en varios puntos, a ser posible(nada de tabardo, ni capa, si no la ropa que lleve por debajo de la armadura y gastando la mitad del bote, mas o menos, en empapar al santiaguista), apoyando su mano cerca del cuello del caballero mientras le dice lo que le dice. Luego, mojando otra vez sus dedos (3 o 4 gotas) da las palmadas de ánimo al resto de soldados.

Cuando moja con la sangre, siempre en la ropa, y a ser posible, la que llevan por debajo de la armadura, siempre y cuando eso no implique hacer movimientos tan exagerados como para parecer anormales.

Luego, me voy con el zagal, en dirección a casa de las brujas, por que intuyo que ESTE es el momento. No obstante, antes de llegar, y en el primer sitio que encuentre un poco despejado de gente (vamos, que no haya nadie mirando ni con posibilidades de hacerlo) me paro, y hago lo siguiente:

Rachid ya era mayor, y aquello era demasiado para el, entre el cansancio, el miedo y los nervios, ya no podía más. Se arrimó a una pared cercana, y se apoyó con la mano, sin soltar al zagal:

-Za-zagal, para un momento, los nervios y el miedo a-apenas me dejan andar, las piernas me ti-tiemblan. Necesito beber una me-medicina que me calma.

Tras decir esto, sacó un frasco de uno de sus bolsillos y le dio un trago. Luego limpió el borde del frasco con la manga y le ofreció al zagal.

-Quieres? Me lo dio un cu-curandero poco antes de encontrarnos en el ca-camino, te tranquiliza da algo de fu-fuerza, te hará bien, y nos hará fa-falta, puesto que hemos de estar pre-prestos para ayudar a tu señor tras el co-combate. No creo que le si-siente bien que estemos dé-débiles por el miedo.

Rachid se lo acercó al zagal en gesto amistoso.

-Toma, bebe.

Cuando "bebo" un trago, realmente lo hago con el tapón puesto, y cuando "limpio el borde" realmente quito el tapón. Todo esto lo hago de manera torpe y procurando taparme un poco con la manga, para cubrir el engaño.

Tras hacer esto, y asegurarme de que no me sigue nadie o nadie me está prestando atención. Me voy a la casa de las brujas.

Notas de juego

Ahora si que si, punto de inflexión.

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30/09/2013, 13:12
Don Miguel de Sandoval Y Santacruz

Moro, mandote buscar a Baraxil y Ander, diles que aun pueden vengar al su primo. Si por el camino puedes traernos más brazos fuertes para luchar fazlo veloz.

El santiaguista lidera el grupo, ballesta en mano, pero con el escudo y la espalda preparados para usarlos si fuere menester.

- Vamos.

Asi de seco y contundente mando avanzar hacia el mostruo, con paso firme y ballesta preparada.

Notas de juego

¿ a que distancia estamos del bicho? Mas que nada para usar la ballesta.

Un dibujete básico en plan paint ayudaria.

 

Me parece bien acelerar la acción. Por mi parte todo bien.

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30/09/2013, 17:42
Gartzen Etxekoandre

Veo como mi señor lidera al grupo así que no me queda más remedio que guardar mi ballesta una vez descargada, y sacar mi Hacha y mi daga y ponerme a la altura de Don Miguel para dar la vida por si el gigante se nos enfrentaba.

Mi idea del vino se fue al traste , me vino a la mente el irme de la misión, pero ya la misión de Don Miguel se había hecho famosa, como también él y sus acompañantes. Si ahora me iba , sería la deshonra mía por haber abandonado a mi Señor un noble en extrema necesidad y para un bien mayor salvar a un pueblo. De estar en lo más alto bajaría empicado hasta el lodo de los cerdos, donde sólo comen los excrementos y frutos que bajo tierra se pueden encontrar, la gente se reiría del Vasco , el posadero escupiría al pedir la mano de su hija y el alguacil me echaría de la región ...

Así que en postura de combate me adelanté unos cuantos pasos de Don Miguel pero sin entorpecerle en su disparo, si el gigante venía se enfrentaría al Vasco... Allí se le recordaría como uno de los que dio su vida por proteger a Tella , su madre sería avisada recibiendo honores, y la figura del Vasco quedaría impregnada de realidad y mitos para la posteridad.

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30/09/2013, 18:38
Don Miguel de Sandoval Y Santacruz

no gartzen, primero un ballestazo si Dios quiere.

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30/09/2013, 21:04
Gartzen Etxekoandre

Vuestra merced dispare que yo estaré aquí esperando al gigante, que en dos pasos vendrá a vos y se encontrará mi hacha antes que el garrote os haya encontrado.

Mis músculos se tensaron ante el nerviosismo y la excitación del momento, era una locura que un hombre con una pelliza de piel se enfrentara a una torre andante, con una fuerza de una catapulta. Pero si David venció a goliat quizás dios quisiese que aquestos hombres ahí reunidos, demostrasen la mucha maña que ha de tener, el que ni con fuerza de cien hombres sin astucia puede vencer.

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01/10/2013, 00:53

Notas de juego

Silván está a unas 50 varas. Cubierto por una oscuridad total que solo se ve interrumpida por los intermitentes relámpagos.

Mañana tendré más tiempo y os pondré mapa y aclararé los penalizadores pertinentes por distancia, visibilidad, etc.. Hoy me ha sido imposible...

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01/10/2013, 11:31
- Tiradas (2)

Notas de juego

Bueno, voy a intentar resolver tus acciones por pasos y de la manera más lógica que pueda (que no es fácil) xD.

  1. Impregnar a don Miguel: La descripción de la acción "Poniéndole una mano en el hombro le dijo:" dista mucho de lo que pretendes hacer; "empapar bien la ropa del caballero en varios puntos, a ser posible(nada de tabardo, ni capa, si no la ropa que lleve por debajo de la armadura y gastando la mitad del bote, mas o menos, en empapar al santiaguista), apoyando su mano cerca del cuello del caballero mientras le dice lo que le dice."

    A un noble tocapelotas como don Miguel no le agradaría que un moro le esté toqueteando. Como es una situación de tensión y está pendiente a otra cosa supongo no pondrá asunto en la palmadita. Pero toquetearle la ropa que lleve bajo la armadura es otra cosa. Si aún así quieres intentarlo, debes hacer una tirada de templanza para intentarlo (pues sabes que si eres descubierto acabarás muerto por la espada del santiaguista en ese mismo momento.) Si consigues templarte y lo haces, don Miguel tendrá derecho a una tirada de descubrir.

    Si finalmente solo pretendes mojarle la zona cercana al cuello con la sangre, haremos una simple tirada de suerte para ver si tienes éxito, y no le daré derecho a don Miguel a tirar descubrir porque está demasiado concentrado en el combate que se avecina. (Hay que tener en cuenta que la intensidad de la lluvia es considerable, y esto puede significar que la sangre se diluya en el transcurso del tiempo que tardes en activar el hechizo, o que aún habiendose producido la llama, esta se apague rapidamente por lo mojado de las ropas.)

    Si finalmente decides templarte xD, y gastar medio bote con el santiaguista buscaré una resolución más dramática y probablemente mortal para resolver ese fuego. Ya lo miramos si se da el caso.

    Otra cosa a tener en cuenta es que solo tienes una oportunidad para lanzar el conjuro con éxito. Si fallas la primera tirada, la lluvia borrará sin remedio la mayor parte de la sangre, haciendo imposible volver a intentarlo.
     

  2. Impregnando a los soldados (gartzen incluido): Haremos la misma tirada de suerte que haríamos con don Miguel en caso de que solo le mancharas el cuello de sangre.
     
  3. Bebedizo a Zacarías: El bebedizo de sueños debe activarse antes de ser bebido. Voy a suponer que el Zagal esta acojonado y pendiente al gigante. Puedes hacer la tirada para activarlo y daré por hecho que el mocoso no ha visto nada. Si tienes que repetirla, la cosa cambiará. Otra tirada de suerte determinará si el zagal quiere beber o no.

    (como ves, esta caótica situación es una cuestión de suerte más que de otra cosa, y la fuerte lluvia que cae no parece estar de tu lado. ;)

 

Por tanto necesito las siguientes tiradas:

Una tirada de suerte por cada soldado impregnado: en total son 5 (contando a gartzen), 6 si finalmente solo empapas el cuello del caballero. (una pifia o crítico en esta tirada tendrá resultados dramáticos.)

* Las tiradas de suerte con los soldados y gartzen las haré yo mismo. Así agilizo para poder postear al resto de jugadores. Pues depende de si hay una pifia o no, tendré que narrarles algo diferente. (Por lo que se ve, la lluvia enviada por el Altísimo ha hecho su trabajo jeje. Al menos nadie sospecha nada.)

 

Una tirada de templanza si pretendes gastar medio bote con don Miguel o una de suerte si solo mojas su cuello.

La tirada de activación del Aliento de Salamandra.

La tirada de activación del Bebedizo de Sueños.

La tirada de suerte para ver si Zacarías bebe.

 

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01/10/2013, 12:19

- ¡Carga! - Ordena Alberto de Mendoza a sus hombres, con voz autoritaria y segura. Ninguno de sus hombres acata el mandato. Parece que el alguacil es el único decidido a plantar cara a la criatura. Quizás sea por su incredulidad y piense que aquella sombra que se recorta en el borde del puntón sea una ilusión. Sea como sea, enfrentarse a esa descomunal criatura en la más profunda oscuridad bajo aquel diluvio era tarea solo para hombres de aguerrido corazón. El alguacil interrumpió su carrera al ver que nadie le seguiría.

Ni el santiaguista o su fiel vascón, el uno hombre santo curtido en tantas batallas y el otro de indomable caracter, fueron capaces de plantar cara a la criatura en aquel momento. Echó mano mano el santiaguista a su ballesta con la esperanza de que certero virote atravezara la lluviosa noche y dañara a aquella criatura antinatural. El vascón a su lado se mantenía a la espera, hacha en mano, listo para defender a su señor.

Otro sonoro golpe retumbó en los oidos de todos. Silván de fuerte clavazo derribó la última pared que quedaba en pie. La ermita del puntón, consagrada a San Juan y San Pablo había quedado reducida a escombros. El gigante rugió con furia, y como si su tarea allí ya hubiera acabado, se dispuso a marcharse a paso firme pero lento de allí.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Criaturas intimidantes: Todo aquél que se encuentre con un gigante deberá hacer una tirada de Templanza. Si falla, intentará, como mucho, no acercarse a la criatura, y si ésta se le acerca, huirá. Puede repetir la tirada cada asalto.

Gartzen y don Miguel, estáis a 30 varas de Silván.

Mendoza y sus hombres están a 15 varas.

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01/10/2013, 12:21
Rachid Alim
Sólo para el director

Notas de juego

Me la voy jugar a más no poder, voy a tirar templanza, me interesa que el caballero arda. Eso sí, antes de hacer la tirada, declaro el uso de suerte.

En cuanto a los soldados, procuro tocarles alguna prenda que tengan cercana a la cara (cuello, hombros, brazos...) que digo yo que malo será que no toque algo de tela... En estas tiradas no quiero usar suerte, pues no me importa tanto.

La tirada para activar el conjuro de salamandra la hago tras revisar que mi propia túnica no esta mojada y tras limpiarme bien la mano (no quiero arder yo). En caso de estar mi túnica mojada, arranco ese trozo de tela. Uso también suerte, en caso de quedarme, para esta tirada.

En cuanto al bebedizo, como tengo dos oportunidades (ya que hay dos tragos, la primera tirada la hago normal, y la segunda usando suerte (en caso de que hiciese falta una segunda, y me quedase suerte)

Hago otro post con las tiradas, y que sea lo que Agaliarepht quiera.

PD: y acuérdate que Ansén también esta impregnado con la sangre, y ese tipo está seco, dentro de la iglesia.