Partida Rol por web

Jaali, Raffius y Dorwas se dirigen al templo de Nethys. Ha caído la noche en Katapesh y la mayoría del gran Bazar esta cerrado. Donde antes había zocos abarrotados ahora hay plazas vacías, las grandes tiendas abiertas se muestran ahora cerradas. Solo en algunos puntos de la ciudad continua la actividad, fácilmente localizables por el ruido que rompe el silencio de la noche.

El templo es una gran pirámide brillante que hace pequeños todos los edificios de alrededor. En la cúspide de la pirámide brilla una llama eterna, para recordar a todos que Nethys es el dios de la magia.

El templo se encuentra desierto, a diferencia del días, no se ven casi clérigos (reconocibles por las mascaras de porcelana de dos colores que llevan) ni escolares en su interior, sin embargo el número de guardias parece que ha aumentado. Mientras os movéis por el interior, sentís que os miran con desconfianza.

Dorwas se giró hacia Jaali. Bien, experto, ¿por dónde está donde la cagasteis y quién no quiere verte? le preguntó. Me refiero a menos aún de lo habitual. aclaró con una sonrisa de oreja a oreja.

Vaya, Dorwas. Te veo un poco tenso. Es la magia que se respira alrededor o simplemente que no has comido nada en la ultima media hora? - Responde Jaali. Mirando las puertas del templo encuentra por la que fueron antes y se dirige hacia los aposentos de Faki. - Por aqui.

Jaali guía al grupo por varios pasillos del templo, subiendo hacia las zonas más altas de la pirámide. A medida que os internáis en el templo, se va viendo más actividad, se nota que los becarios...los novicios tienden a investigar hasta altas horas de la noche.

Cuando estáis a punto de llegar a vuestro destino, una de las figuras cubiertas con la mascara se queda quieta mirandos y tras unos segundos de duda sale corriendo en la misma dirección que lleváis.

Jaali os guía hasta un despacho grande, hay una puerta abierta que lleva a una gran antecámara, sentado en un gran escritorio esta un enmascarado, sus manos surcadas de arrugas y cierto encorvamiento en su cuerpo delatan su edad. Tras el levantados hay otros dos más jóvenes.

- ¿Me habéis traído la daga? - os espeta el más viejo en un tono hostil, sin formalidades ni saludos.

Saludos Faki - Saluda cortesmente Jaali - Tenemos la daga localizada aunque no la hemos traido, evidentemente. Permiteme que te presente al representante del Emir aqui conmigo: Dorwas el Skar. - Señala al enano esperando que este haga una reverencia o algo - Esta aqui para comprobar que los terminos exigidos por el Emir se cumplen. Para darte la daga, el Emir pide la informacion del paradero e intenciones de Omar. Sabemos el peligro que supone En-Nebi y sabemos lo que le ha pasado a Omar. Necesitamos encontrarle antes de que sea demasiado tarde. Si el muchacho no se salva o no cooperas, no podras conseguir la daga, ni estudiar su poder.

Deja un momento para que el clerigo asimile lo que esta contando, expectante

- ¿No hemos hablado de esto antes?  - pregunta con una sonrisa Faki - Darme la daga y os daré la información. Ahora si me disculpáis es tarde para un viejecito como yo - añade mientras os despide con un gesto de la mano.

Este no me representa. dice apartando sin ningún miramiento a Jaali para acercarse levemente a Faki.

Mira, no sé qué demonios te dijeron éste y la belleza que le acompañaba cuando vinieron aquí pero supongo que la cagaron igual de bien que la han cagado en el palacio del Emir. explicó. Ni sé por qué quereis la daga y, sinceramente, me importa lo más mínimo, pero, como te he dicho, éste listillo y el de la cara bonita se han encargado de llamar la atención sobre la daga.

La única forma que veo de obtenerla, salvo que querais introducir un batallón en el palacio y eso es algo poco aconsejable, sería que hubiese una gran distracción o revuelo... se pasó la mano por la cabeza y sonrió al clérigo. No sé... que regresáramos victoriosos de las arenas del desierto con Omar seguro que nos daría el margen de maniobra para obtenerla...

La mascara asiente a las palabras de Dorwas.

- Si, ya suponía las posibilidades de que estos se hicieran con la daga eran más bien escasas... - asiente el viejo mirando a Jaali - Pero si os doy la información que necesitáis, nunca me daréis la daga. - el tono es afirmativo, no duda en absoluto de que eso es lo que pasará - La única forma de salir de esta situación seria que me dejarais una fianza de un valor igual o superior al arma - hace un gesto negando con el dedo - pero dudo mucho que tengáis acceso a algo así.

Jaali al verse empujado por el enano va a decir algo pero se calla indignado cuando este se pone a hablar.

Llamar yo la atencion sobre la daga? Pero si fue la clerigo esa la que la robo de las habit... - En ese momento Dorwas propone robar la daga para Faki - Menos mal que el Emir cuenta con la lealtad de los enanos Skar, que si no le habrian cortado el cuello hace tiempo. Esta bien saber el concepto de lealtad Skar. No te quedes muy cerca de este, que no lo cuentas.

Sin embargo, Jaali se mantiene en silencio y malhumorado. Si estos dos quieren ponerse a discutir de como robar al Emir, el no se va a meter. No tiene ninguna gana de perder la mano.

Aunque si le mantienen distraido, quizas podria hacerle mi amigo...

Lo más parecido que tenemos a algo de ese tipo de magia sugiere Dorwas es aquí el amigo señala a Jaali y supongo que los libros que lleva, quizá alguno es mágico...

Que estoy seguro que no llega al nivel de la daga, por lo que parece, pero es una garantía de que volveremos a por ello.

- Quizá podamos arreglarlo con magia - comenta Faki cruzando los brazos - Si dos de vosotros están de acuerdo en someterse a una compulsión mágica, os podría dar la información - deja pasar unos segundos.

- Técnicamente estoy pensando en un Quest, con la orden: "Dentro de una semana debo conseguir dar a Faki de Nethys la daga En-Nebi" - dice con una sonrisa malévola - Eso os daría unos días para buscar a vuestro noblecillo antes de tener que poneros a buscarme la daga.

Jaali que ha empezado a mover las manos y a murmurar su encantamiento, se para en seco al oir al clerigo. Se encoge de hombros, señala asus compañeros y dice:

Dorwas y Raffius seguro que quieren.

Raffius interviene en la conversación con aire inocente:

- Desde mi punto de vista, señor sacerdote, está usted bastante confundido. Quizá no se da cuenta de que, si no nos proporciona información ahora, jamás va a conseguir la daga. Es muy sencillo. Somos su única opción porque somos los únicos que podemos conseguirla -la mirada del chico es sincera, y lo que dice parece casi más una reflexión hacia sus adentros que una conversación- y está claro que si no nos ayuda no le ayudaremos después y cada uno se irá por su lado.

Si nos ayuda, está usted confiando en que nosotros le ayudaremos más tarde. Es arriesgado, pues solo tiene nuestra palabra, pero es que no va a tener más. Yo aún diría más. Habrá quien esté interesado en saber las ganas que tiene usted en conseguir algo que no le pertenece. Robar es una cosa terrible, pero pensar en robar o conseguir de malas formas objetos ajenos también lo es.

Medítelo. Le queda nuestra palabra, o nada.

Faki sonríe de forma malévola, claro que con la mascara no lo veis.

- Tienes que tener más cuidado con tus palabras jovencito - dice en tono educacional - Si no fuera porque nadie iba a creerte, si acusas a un sacerdote de Nethys de robo, no saldrías del templo con vida. Y por supuesto, tengo más medios para lograr la daga que vosotros para obtener la información que necesitáis. En otro caso no hubierais vuelto. - el tono de su voz rebosa autosuficiencia y superioridad. Parece muy seguro de teneros en sus manos.