Partida Rol por web

- Bien. Excelente. Es una buena noticia, desde luego. En fin, ¿algo más que se deba saber?

Silencio. Parece ser que todo está clavado en el mismo punto de momento y seguramente continúe así hasta el final de la vista, porque a ambos bandos le interesa saber cual será el resultado de ésta.

- ¿No? Excelente. Bueno, hoy la vigilancia le toca a Arthur y Shackelbolt. Tomaos un buen café, chicos.

Se levanta mientras Arthur asiente con la cabeza y la señora Weasley presenta signos de preocupación.

- Bien. Buenas noches a todos.

Y sin más se marcha. Severus también se levanta. La misión de espía que está ejerciendo le reclama, o eso parece indicar su marca tenebrosa. Al final quedáis los de siempre y la señora Weasley sube a avisar a los demás para que bajen a cenar.

Cuando se marcha la señora Weasley me aacerco a Sirius y Rosalin.

-¿La vigilancia de qué? De eso nunca me he entegado.

Pero eso me intriga casi tanto como otra cosa en esos momentos. Dumbledore ha llamado a Kingsley "Shacklebolt". Su apellido. Realmente...Tonks es el apellido de Tonks. ¿Y su nombre?

-Oye Tonks...¿Cómo te llamas? Nunca lo he escuchado.

- Creemos que Voldemort está buscando un arma que no tenía la última vez. Y estamos vigilándola para que no se haga con ella. No te puedo decir más, Karen.

Tonks te mira ante la pregunta y parece algo disgustada porque le hagas esa pregunta, mostrando lo que le gusta su nombre.

Tonks:- Me llamo Nymphadora Tonks, pero prefiero que me llames Tonks, a secas. ¿Tú tienes algún segundo nombre o algo?

Tus amigos llegan a la mesa y se sientan dispuestos a comer a mansalva. Harry parece algo disgustado. ¿Será porque Dumbledore no le ha ido ni a saludar?

-Nop. Karen a secas. A veces me llaman Kara. Otgas tía buena y tal...- río -Nymphadora es un nombgue bonito. Pego como quiegas.

Miro a mis padres algo molesta.

¿No soy parte de la orden? ¿Por qué "no me puede decir más"?

Me siento junto a Harry.

-¿Qué te ocurre Hagui?

Te mira mientras Ron y Hermione cotillean, porque no terminan de entender la actitud de Harry.

- Nada. - se encoge de hombros.- solo estoy cansado, nada más.

Quizás porque no duerme bien por culpa de las pesadillas con Ástigar, o porque la vista se acerca de forma peligrosa, o porque Dumbledore le ignora... Probablemente un cúmulo de todas esas cosas.

Come para no preocuparte más, y te quita una patata de tu plato.

-¡Oye! Nunca...nunca le quites una patata de su plato a una mujeg. Las consecuencias segán teguibles.- lo fulmino con la mirada, en broma.

Me giro hacia mis padres.

-Pog ciegto...lo que dijo Dumbledogue es vegdad. ¿Lacroix o Black? ¿Qué pensáis?

Ambos sonríen y al mismo tiempo se encogen de hombros.

- Eso ya depende de ti. Estaremos orgullosos decidas lo que decidas.

Rosalin asiente, pero notas que vocaliza sin emitir ningún sonido diciendo "Lacroix" y al mismo tiempo Sirius vocaliza un "Black". Asienten de nuevo y se miran, como disimulando.

Harry sonríe, divertido. Vas a tener que decidirlo tú.

-Cgueo que segá mejog que me quede con el paellido Black. Así me segá más fácil entgag a la selección de quidditch de inglategga. Además, el del padgue pguevalece ¿No? Igual que el del maguido...pog que os vais a casag...quiego una boda- los amenazo con el dedo, medio en broma. -Nada de vivig en pecado a vuestga edad.

-O quizá Black-Lacroix...mmm no sé.

- Tienes tiempo para pensártelo, hasta que empiece el curso y puedas asustar a los demás con tu apellido.- ríe, bromeando.- En cuanto a lo de la boda...

Mira a Rosalin que a su vez le mira a él.

- Si es lo que quieres, creo que tu madre está deseando casarse con el fugitivo más buscado de toda la historia.

Harry ríe, porque aunque es cierto que es un fugitivo, el tono con que lo ha dicho Sirius hace gracia. ¡Como si él no quisiera casarse!

-¿Sabes Hagui? Segué la mitad de tu escolta al ministeguio, el día de tu vista. Tendgás que obedecegme. Buhahaha.

Bostezo con sueño.

-Estoy cansada...pego también muegta de hambgue...

Empiezo a comer.

- Menudo peligro tienes. - bromea. Y el que le recuerdes lo de la vista le quita el apetito. Sabe que aún faltan unas semanas, pero se trata de algo tan importante que no lo puede evitar.- Yo... también estoy cansado, así que me voy a ir a dormir.

Se levanta y todos le desean buenas noches. Sirius parece algo preocupado por él.

Arthur se levanta al mismo tiempo, diciendo que se tiene que marchar. Claro, la guardia que tiene que realizar. Le da un beso a su esposa y se marcha, dejando a la señora Weasley con cara de preocupación.

Observo a Harry marcharse...quiero que acabe todo esto aunque sea solo para verlo con menos presión. Suspiro levemente.

Mientras ceno, uno de los gemelos aparece, coge fruta, y se desaparece, todo demasiado rápido hasta para que la señora Weasley le regañe. Pero me hace pensar en algo.

-¡Anda! Este año puedo pguesentagme ya a los exámenes de desapaguición. Pog lo que tengo entendido los hacen los de sexto y séptimo, pego aunque estoy en quinto tengo un año más así que podgué intentaglo.- sonrío, nunca me lo había planteado. -y en febguego ya tendgué 17 así que en vegano podgué haceg magia fuega, al fin.

Sirius:- Seguro que lo consigues a la primera. Yo lo hice y aún no sufrí ninguna despartición. También entrenar lo de ser anim...

Rosalin:- ¡Sirius!

Sirius:- ¡Pero si tú...!

Rosalin:- Misteg Black...

Sirius:- Está bien, me callo. Y ahora a la cama jovencita.

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Pasan los días entre entrenar quidditch, jugar y las reuniones de la orden. Conoces a Mundungus aunque Sirius te aconseja que no te fíes mucho de él. Y Kreacher pasa de ti, insultando a todos por lo bajo y llevándose cosas a su escondite cada vez que tiene la oportunidad.

Sirius y Rosalin han decidido casarse pero más adelante, cuando las cosas estén algo más calmadas.

De momento ahora hay una misión importante que cumplir: llegó el día de la vista de Harry en el ministerio.

-Pguepagada paga cuando usted diga, señog Weasley.- le digo, sentada en una de las sillas de la cocina.

Me he despertado temprano, para tomarme un buen café y no tener sueño. Miro a Harry sentado a la mesa...más bien nervioso.

-Cuando quiega, le pongo la coguea a Hagui y nos lo llevamos.- río con la broma.

¿Cómo segá el ministeguio?

Harry hace como que sonríe y deja la tostada que ha intentado comer durante más de media hora ante la mirada de la señora Weasley.

Listos los tres, salís al exterior de la casa tras despedidas y muchos ánimos.

No os desapareceréis sino que utilizaréis la entrada de las visitas.

Recorréis bastantes calles por un nublado Londres, atentos a cualquier movimiento, porque, a pesar de estar rodeados de muggles no podéis ir tranquilos esperando que el enemigo no actúe.

Termináis por llegar hasta un callejón pequeño y lleno de olores de lo más nauseabundo. El señor Weasley os hace entrar en la cabina telefónica que parece estar fuera de servicio y aún así mete un par de monedas en la rendija. Una voz de mujer resuena en el interior.

Voz:- Por favor, indique los nombres de los visitantes y el motivo de la visita al Ministerio de Magia.

Señor Weasley:- Arthur Weasley, Karen Black y Harry Potter. Venimos a la vista disciplinaria de Harry Potter.

Voz:- Por favor, colóquense las chapas identificatorias en un lugar visible. Gracias y disfruten de la visita.

Tres chapas caen por el lugar donde debería aparecer el cambio y mientras os las ponéis empezáis el descenso desde la cabina hacia abajo.

El señor Weasley os va explicando que el Ministerio está bajo tierra pero que utilizan luz artificial, por lo que es un lugar confortable.

Una vez llegáis, la visión es increíble.

Recorréis el pasillo hasta llegar a una zona donde os piden a ti y a Harry que entreguéis vuestras varitas.

Señor Weasley:- Os las entregarán al salir. Si no, no podemos continuar.

-Clago. Tenga.

Se la entrego a quién la pide.

-Pgoceso estandag, supongo.

Miro alrededor, curiosa. Es un lugar que parece más agradable de lo que me esperaba...aunque probablemente no pensase lo mismo si tuviese que ir todos los dias.

Recorréis el largo pasillo, ahora indefensos sin las varitas después de daros un tickect para que podáis recogerlas más tarde. Entrais en un ascensor abarrotado. Hay personas y sobrevolando en vuestras cabezas aviones de papel que son una especie de correo dentro del ministerio.

Empezáis a bajar plantas pero siempre os quedáis dentro del ascensor. Llega Kingsley pero Arthur y él hacen como que no se conocen, hasta que se quedan un piso a solas y el señor Weasley le comenta que Molly quiere invitarle a cenar esta noche.

Finalmente, cuando llegáis a la planta más baja y la misma voz que la cabina telefónica os anuncia "Departamento de misterios, salas de juzgados y mazmorras" vuestro guía os insta a que salgais.

Recorréis pasillos de piedras oscuras, sin ventanas e iluminados con antorchas.

Notas que el nerviosismo de Harry va en aumento según vais llegando al final del pasillo.

La puerta está abierta y antes de que Harry entre tras asentirte con la cabeza, puedes verla.

Los bancos están abarrotados de personas con togas rojas o negras y en medio está el ministro de magia, Cornelius Fudge. A su derecha una mujer con cara de sapo que sonríe con suficiencia.

Las puertas se cierran tras Harry y Arthur se apoya en la pared.

Arthur:- Ahora no queda más que esperar. Menos mal que hemos venido antes. Habían adelantado la hora de la vista.

Le doy un buen beso a Harry para darle ánimos antes de dejarlo entrar. Y cuando lo hace voy frente a las puertas y me siento en el suelo, cruzando las piernas.

-A espegag toca...Oiga Señog Weasley...¿Cómo son estos juicios? Es decig...paga juzgag un caso de magia en menogues o delante de muggles, un muggle que es familia del mago en cuestión...no sé ¿Es un poco tonteguía no? Quiego decig..una sentencia fácil y tal ¿No? ¿Paga eso se necesita toda esa gente que había ahí dentgo? La sala estaba llena...

Arthur:- Ese es el problema, Karen. Que a un menor que hace magia nunca se le lleva a una vista disciplinar, lo que nos lleva a que el ministro quiere quitarse de en medio a Harry ya que le está dando muchos problemas. Solo podemos esperar que...

En ese momento Dumbledore aparece acompañado por la señora Figgs. Una anciana squib que parece algo nerviosa.

Dumbledore os saluda y os pide que por favor cuidéis de la señora Figgs hasta que la haga llamar para entrar. Él entra en la sala sin llamar, con su elegancia natural y bastante mal humor.

La señora Figgs te mira y te sonríe aunque permanece callada.

-Ya veo...

Saludo a la señora, auqnue no tengo idea de que hace ahí...¿Una testigo?

Guardo silencio, nerviosa, a la espera de la resolución de la sentencia.