Partida Rol por web

Edward se acerca lentamente al grupo, ya bastante más relajado.

Calma caballeros, un poco de calma. ¿Resulta entonces que este tipo les ha vendido un tónico que no funciona? Eso no es motivo para desfigurarle la cara. ¡La violencia nunca es una respuesta! Por lo que parece todo ha sido un malentendido.

Vaya, menuda chorrada y nosotros perdiendo un tiempo precioso con una niña en peligro. Pero ya a ver cómo dejamos esto a medias.

-¡¡Pero me ha timado 20$!!- El problema que es que se niega a reembolsar el dinero.

Los nervios están a flor de piel, en cualquier momento puede comenzar la trifulca, incluso con la presencia de la autoridad  de McNee. Los hombres parecen dispuestos a todo para reclamar su dinero.

Desde la esquina del callejón, junto al doctor miro al trío y me sonrío sin querer intervenir ni acercarme. La violencia física me atemoriza pese a que alguna vez haya sido amenazado en el juzgado.

¿Qué opina doctor? ¿Debemos preguntar a estos energúmenos dónde está la policía local?

Con desinterés miro alrededor por si hay algún otro vecino o luz en alguna casa cercana, buscando una alternativa.

Creo que yo voy a intervenir - respondo al Sr. Bingham mientras me acerco un poco más.

Señores, permítanme presentarme, soy el Dr. Huntington Dare, y me gustaría ayudarles si tienen algún problema médico derivado del consumo de ese crecepelo. De todas formas, me gustaría hacerles ver que, probablemente, la causa de sus males sea la toma inadecuada del producto, pues tratándose de un crecepelo, lo normal es que su aplicación sea vía tópica, esto es, sobre el cuero cabelludo (o sea, la cabeza), y no por vía oral. Es decir, que dudo que hubiesen debido beberlo.

Coincido con ustedes en que tal vez el producto no sea eficaz ni milagroso, pero creo que no deberían culpar a este hombre de su intoxicación accidental.

Me quedo satisfecho de mí mismo mientras espero el efecto de mis palabras. Nunca me he fiado de los que venden remedios milagrosos, pero no creo en la violencia y he de intentar evitar que hagan daño a ese hombre, aunque su profesión me resulte reprobable.

Es cierto lo que dice. Los aceites para que el pelo crezca se aplican en la cabeza, y con masajes. Yo tengo una joven que viene todos los dias a hacerme ese trabajo...aunque como ven, tampoco me ha servido mucho, y eso que hace ya 2 meses que lo uso!

Los ánimos de los dos hombres parecían menguar dada la explicación de Doctor, pero, a la vista que un prestigioso hombre de ciudad como Dirk Gently apoyase la idea de que efectivamente los crecepelos son un timo, y por experiencia personal además, fue la excusa perfecta para los dos hombres.

Sin perder más tiempo Joe pegó media vuelta para regresar junto a su amigo. Mientras se dirigía hacia allí hizo un gesto con la mano que su compinche entendió perfectamente, y este golpeó fuertemente la cara del variopinto vendedor ambulante que con miedo intentaba protegerse, aunque inútilmente, dada su talla y corpulencia.

La cara del vendedor refleja su estado de ánimo al completo. Tiene mucho miedo, sabe que no puede hacer nada, salvo devolverles el dinero... y aún así ya se llevaría un ojo morado, cuanto menos.

Ver como el pobre estafador es golpeado duramente me sobrecoge. Van a matarle si no hacemos algo. Algo más que jalearles o darles motivos por supuesto.

¡Señores! ¡Alto! Deténganse.

Me acerco procurando mostrar más confianza y calma de las que siento realmente.

Estoy convencido que golpearle les reportará una satisfacción vengativa pero no les quitará el mal sabor de boca. Deberían llegar a un acuerdo provechoso y ese hombre seguramente estará dispuesto a resarcirles con un buen remedio. Eso será mucho más satisfactorio a largo plazo que romperle la nariz. Con eso no lograrán recuperar su dinero ni eliminar el efecto del brebaje.

Quizá si le dan la oportunidad sea capaz de expresarles cuanto siente el malentendido que ha causado y la manera en que pueda compensarles.

Espero que el briboncete sepa aprovechar la situación para ofrecerles un trago de buen whisky a estos matones de tres al cuarto. Quizá con eso y con suerte pueda librarse de ellos.

-Está bien... está bien...-

Sin ánimos de bajar la guardia los dos mangutas demuestran su intención de escuchar lo que el pequeño vendedor tenga que decir.

-¡Nunca! ¡Mi remedio funciona!¡Suéltenme!-

En un momento de inflexión el comerciante propina un puntapié en la rodilla de el gorila que sujetaba. Logra escabullirse unos metros para luego sacar un revolver de entre su chaqueta.

Tras instar a Joe y su amigo a abandonar el lugar tienen lugar unos segundos de tensión, pero finalmente los dos hombres se marchan con las manos en alto y sin rechistar.

Tras la escena, el hombre comienza a apilar algunas cajas en una pequeña carretilla y pertrecharlo todo de forma adecuada, ya con el revolver enfundado.

Os mira y comenta.

-En este mundo hay que ir muy preparado, je je je. La gente suele protestar mucho y no son muchos los ciudadanos que se prestan a ayudar-

El hombre sigue con sus tareas y pronto seguirá su camino.

Una loca idea cruza mi mente al ver la reacción del vendedor.

Bueno, si tan convencido está que su remedio funciona deme una de sus botellas. Como ve llega el momento de tener remedios a mano. ¿Ha vendido mucho en este pueblo?

Yo tambien quisiera probar una...y su direccion si es tan amable. Si me trae buen resultado seguramente le compre más a menudo, jajaja!

Mientras se aceca a inspeccionar las botellas, se le ocurre preguntarle.
Hace mucho que está en este pueblo? Hemos descubierto que están...como decirlo...todos un poco alterados aqui. Hace unas horas dos niñas, al parecer las hijas de una familia recien llegada...los Pelton, estaban apedreando una casa. Y segun veo, tambien a usted le querian dar una paliza! jajaja.

¿O ayer?! En cuanto llegamos al pueblo, un par de ebrios se nos echaron encima...Pffst, suerte que tenemos un buen policía con nosotros, que sino....
Agrega sarcástico, recordando que su colega no hizo nada por detener a los mendigos.

Edward mira el arma del vendedor con desconfianza, luego al ver que la situación se relaja, él hace lo mismo. Espera paciente mientras sus compañeros tratan con el tipo, eso se les da mejor a ellos. Cuando escucha el comentario de Dirk suelta un bufido de indignación, pero mantiene el silencio.

Huntington se relaja también, al ver zanjada la difícil situación. Sin embargo, frunce el ceño ante el interés de sus compañeros por el crecepelo.

Yo no perdería en tiempo con ese tipo de remedios milagrosos, pero allá ustedes. Deberíamos proseguir nuestro camino a la comisaría antes de que anochezca, si este..ejem... "buen hombre", no tiene información que proporcionarnos.

Acercándome para que solo el doctor pueda oírme le susurro: No se preocupe doctor, no pienso probar este mejunje en mi. Solo tengo curiosidad.

Con cuidado desenrosco el tapón para olisquear el contenido. Tengo la sensación de que debe tener una fuerte concentración de alcohol.

Cita:

La botella cuesta 20$, no se la puedo regalar ¿Tengo que alimentar a mi familia sabe?

¡Pero tenemos un promoción: ¡Llevese tres y pague dos! ¡3x2! ¡40$ tres botellas! No sea indeciso, la oferta solo será válida los próximos cinco minutos!

(El tío ha sacado un crítico en persuasión Robert, tira INT y si fallas te casca el pack 3x2)

Cita:

(Te suelta el mismo discurso que a Robert. Tira INTx2, pues esta vez no ha sido crítico) (Por lo demás el hombre no sabe nada, a mayores parece rehuir darte su dirección)

Cita:

(No huele a alcohol, pero marea un rato largo)

Con desconfianza miro y huelo el contenido del frasco. No es lo que esperaba, no hay una encubierta dosis de alcohol así que no ha sido eso lo que ha impulsado a los brutos a bebérselo. Quizá simplemente sean tan tontos como aparentan, nada más.

Su oferta es tentadora pero temo que el precio siga siendo excesivo. Quizá cuando haya perdido más pelo me lo piense, hasta entonces lo dejaré pasar.

Con ademán decidido le devuelvo el frasco.

-¡Es una oportunidad única buen hombre! ¡Deme un pack!

Cambiamos de escena