Partida Rol por web

Veía que los esfuerzos de mis compañeros iban dando resultado.

Poco a poco fui calmando y la torpedad de mis dedos fue disminuyendo. Intenté concentrarme en la respiración, y a la vez controlar los movimientos del anfibio que había delante de nosotros.

Coloqué nuevame el birote en la ballesta, repitiéndome una y otra vez que ésta iba a ser ahora mi oportunidad

Apreté el "gatillo" de la ballesta y cerré los ojos, no quería ver cuán penosa había vuelto a ser mi actuación,cuando por pura curiosidad los abrí un mero instante comprobando que mi tiro había sido certero.

¡¡Shafir, Shafir!! exclamé mientras se me abrían los ojos de alegría

¡La he dado Shafir, por fin! mientras una sonrisa se dibujaba en mi cara

La gatita miraba curiosa el combate. Cuando la rana atacó clavó un poco sus uñas en exceso en el hombro de su amo por la emoción, por lo que dio un pequeño respingo Shafir, pero ya estaba acostumbrado.

No veia claro el objetivo, y el malestar del enemigo daba a entender que pocos alientos de vida le quedaban. Todo eso unido al peligro de poder impactar en Samuel hizo que mi mente me jugara una mala pasada. Hasta yo mismo por un momento pense que habia enderezado el tiro un segundo para que mi proyectil se perdiera por encima del objetivo... No merecia la pena haber gastado esa flecha...

Casi enfadado, guarde el arco evadiendo la responsabilidad que ese enemigo nos proponia, aunque de poco le serviria. Si duraba algo mas, probaria el acero elfo.

Parecia que el clerigo tenia la mente en otra parte, pues intentara lo que intentara, su golpe siempre quedaba enormemente desviado del objetivo.

Dejo caer el arco y aprovechando la distracción de Samuel y el lobo voy contra la rana empuñandome mi hacha. Un golpe limpia en la que queda patenta la maestría del verdugo deja seccionada la rana en dos partes.

Shafir sonrió al ver la carnicería de carne de batracio diseminada por el húmedo lodazal.

Bueno, una vez más nuestra mortífera compañía ha dejado huerfanitos de aberración de la naturaleza en alguna parte. Por cierto, amigos, con tanto tiempo como llevamos juntos y no hemos elegido un nombre del grupo. Cómo esperáis que nuestra fama crezca y puedan reconocernos?

Viendo lo que quedaba del cuerpo de la rana con mucha cara de repgunancia Aelin sonríe, depsués de mucho tiempo.

¡¡Shafir!! grité llena de felicidad, me di la vuelta y de un salto me subí al cuerpo del mago, rodeándole con mis piernas ¡Mira! ¡Mira! ¡¡eso es mío!! dije a la vez que movía el dedo en dirección a la rana, o bueno lo que quedaba de ella.

Después de mi momento eufórico por nuestro triunfo miré a Shafir, quien por la cara de sorpresa no se esperaba demasiado mi reacción.

Me volví al suelo de un salto ups, perdón dije mientras las mejillas se me ponían rojas ha sido la emoción...yo no... quería... decía mientras daba unos pocos pasos alejándome de él sin querer mirar las caras de mis compañeros.

Nombre, si nombre dije mientras empezaba a caminar hacia delante.

Cada vez que decía un nombre levantaba un dedo, y otro...

Los mata ranas, los quema ranas, los quebranta ranas, los abre caminos, los limpia suelos, los...

Shafir se vio rodeado de las ágiles piernas y brazos de Aelin y contuvo la respiración unos instantes. Unos breves segundos en los que se olvidó de las ranas, los nombres de aventureros y de todo lo demás. Sus manos estaban sujetando las riendas, mas las soltaron de repente. Inspiró el aroma celestial de la hermosa elfa y su cuerpo se relajó casi por entero. Sus manos estaban dispuestas para corresponder al afecto mostrado, iban a abrazarla de la cintura cuando, Aelin, tan rápido como llegó se bajó del caballo. Ahora sentía el frío en las zonas de su cuerpo que habían estado en contacto.

Ooh!

Tranquila, Aelin, querida,... ha sido un placer.

Demasiado corto, quizá. Sí, demasiado corto.

Aelin daba una retahíla de nombres y el mago no dejaba de mirarla absorto hasta que se dio cuenta de que aquel momento ya había terminado y no volvería.

Retiro el hacha del cuerpo de la rana y me vuelvo dispuesto a recoger mi arco cuando empieza la tontería del nombre.

- Los decapitados, y no, dale tiempo al tiempo Shafir.

Le respondo en un tono gélido que junta con mi capucha y mi arma aún sangrante no deja lugar a mucha réplica. Aún así me permito añadir un apunte para relajar la tensión que yo mimo había provocado.

- Recordad que hay un dragón cerca. No lo menosprecieis.

Nooo, eso suena demasiado feo Brannagh digo dándome la vuelta me gusta más los limpiasuelos digo con una sonrisa de oreja a oreja poniéndome los brazos en las caderas.

Dragones, bah, esos los hacemos asi, ñah ñah ñah mientras hacía gestos hábiles con las manos, dando puñetazos al aire y patadas al suelo, subiendo y bajando

Parecía que no me acechaba ningún miedo

¿dragones? un collar y los domino

Mira, hacemos como Samuel, asi ñuuu dije mientras hacía el arco de su arma

La escena divertia al joven elfo que mientras escuchaba divertidos chistes observaba en la lejania la espesura de aquella cienaga y se preguntaba que peligros acechaban tras la advertencia de Brannagh. La impaciencia era propia en elfos de joven corazon y valiente coraje, impropio por supuesto en guerreros mas veteranos, por lo cual aguardo severo mientras sus compañeros charlaban.

Casi se alegraba de que un grupo de aventureros que iban a entrar en la boca del lobo se divirtieran tanto, pero sobre todo, el pertenecer a el. -Sin duda los bardos alabaran nuestros nombres con sus poemas y las cronicas hablaran de nuestras hazañas algun dia... pero espero que esto no lo cuenten ... una leve sonrisa se escapo a mi boca, que sin poder remediar aguante a riesgo de plasmar que realmente me divertia junto a aquellos locos.

-Quiza deberiamos continuar... hice acopio de mis palabras, envaine y me dispuse a caminar una vez mas, pero de repente me volvi. -pensad al fin y al cabo sea cual sea el nombre que nos pongamos, los que cuenten nuestras historias nos llamaran como ellos quieran ...

El mago soltó un suspiro y asintió a las palabras de su amigo Magnus. Tomó de nuevo las riendas y avanzó con su fiel caballo Albo.

Nera, atenta como estaba a las emociones de su amo, salio de su mochila y se enroscó en su nuca mientras le mordisqueaba el lóbulo de la oreja.

GHHRRRRRRH...

La sensación de vibración del ronroneo era reconfortante, y la gatita lo sabía.

Shafir acarició levemente a su familiar en signo de aprobación. Nera se sintió muy complacida. Era la primera caricia de todo el viaje.

GHHRRRRRRH...

Ésta vez optó por mantener el hacha en la mano y evitar ningún comentario adicional sobre el tema del nombre, ya que sólo consigue emocionar a la elfa hasta el grado de hacerla imposible contener su voz, y reemprendo el camino a nuestro destino.

Ciento y pico años me saca y se porta como mi prima pequeña, la que aun juega con muñecas...

Samuel agarró con fuerza su espadón, el cual, por cierto, no le habia servido de nada contra la rana. Tendría que volver a practicar con ella. Tras observar detenidamente a sus compañeros y ver heridas que revistieran gravedad, asintió con la cabeza, y tirando de las riendas de su corcel, volvió a emprender camino.

Tras salir ilesos de la batalla contra la rana gigante, llegais por el sendero rodeado por la charca a la entrada de la Barbacana del foso. Esta pequeña fortaleza en ruinas es poco más que una casa de piedra y una torre con una pared rodeando un patio interior. El camino lleva a un puente ligeramente inclinado y carcomido que cruza el agua. En la pane superior del puente se han puesto cuatro planchas nuevas de madera.

Llegaron a su destino un tanto confiados, pero ahora era cuando podía empezar el peligro. El edificio en ruinas no dejaba de estar habitado o, al menos, en uso.

Camaradas, escondamos nuestras monturas de cualquiera que pueda llegar o salir de aquí y preparémonos. Ahora hemos de decidir si entramos u observamos. Pero yo creo que deberíamos entrar. No quiero esperar demasiado.

Con la mirada observó los alrededores por si había algo sospechoso y seguía atento a los ruidos, ya que estaban en una zona donde podía haber enemigos.

No había mucho camino por delante de ellos, pero puesto que todos estaban en sus monturas, no dudé en imitarles.

El panorama empezaba a ser más complicado y más importante del estado de ánimo que tenía.

Desmonté del caballo demasiado ilusionada por lo que acababa de hacer, asíque tenía los ojos un poco húmedos de la emoción...Intenté ir algo más allá de lo que a simple vista tenía delante de mis narices.

No obstante, estábamos en un territorio poco seguro, asíque quería salvar mi vida y la de mis compañeros.

Shafir, hazme el favor de esconderme tú el caballo, iré a ver si en las partes más próximas a nosotros hay alguna trampa o algo que nos perjudique dicho esto me adelanté un poco, examinando el terreno

No avistais ningun movimiento extraño, escuchais poco mas que los sonidos de pequeños animales he insectos que puede haber por la zona.

Despues de examinar los alrededores del no encuentras ninguna mecanismo que pueda indicar que haya alguna trampa.