Partida Rol por web

Me reuno con los demas sin separarme casi de jarra. Tiemblo completamente todavia con los recuerdos  del sueño en mi mente, por un momento temo que el ser de mi pesadilla se ha hecho real y ha venido a matarnos con una horda de sus huespedes. Me llevo la mano temblorosa a mi arma ( si la tengo)  aunque sé que mi torpeza, mi fuerza y mi inexperiencia solo lograria ser un estorbo en un combate.

Vuestro lider, un humano joven y delgado, entra en el claro junto a cuatro de vuestros compañeros, dos de ellos humanos, un jedit y un morgol. Puedes ver que todos tienen sus armas enfundadas pero sus miradas son muy nerviosas.

Yo, lo siento -dice vuestro joven lider, mirando directamente a donde os encontrais -son al menos media docena, bien armados y entrenados, no podemos enfrentarnos a ellos. Lo siento, Wander -comenta mirando hacia el suelo, sin atreverse a mirarte a los ojos.

Justo cuando vuestro lider termina de hablar cuatro guerreros salen de las sombras de los árboles.
Un humano alto y corpulento que lleva en la mano una pesada maza, otro bajo y delgado con una ballesta y varias dagas en la cintura. Su aspecto no te sorprende, no es la primera vez que ves a mercenarios.
Sin embargo tu corazón se acelera cuando ves a otro ser, un gigante de escamas con boca de cocodrilo y cuatro brazos, llevando en dos de ellas dos grandes cimitarras. Es un gaviolo gigantesco de un fuerte color verde.
Tras él entra un kunjer alto y arrogante, con las armas envainadas. Te mira sin perder tiempo y se dirige hacia ti -chico, vienes con nosotros, si lo haces el resto de tus amigos vivirá, si no...Bueno, aquí el amigo lleva mucho tiempo sin matar a nadie -concluye señalando al gaviolo.

Miro al lider sin comprender todavia la situación y por que se dirije hacia mi. En el momento  en el que termina de hablar  nuevas figuras aparecen  en el claro, al principio  pienso que son exploradores, pero luego veo que no y por su actitud no parecen nada amigables. Observo sin mucho entusiasmo a los individuos hasta  que veo al gaviolo, abriendo los ojos desmesuradamente. Su comentario me deja mas aturdido que antes.

---¿Eh?¿Porque?¿Quienes sois? ¿Que quereis de mi?- pregunto asustado separandome un poco del grupo, o mejor dicho, el grupo se separa de mi, dejandome a la altura de el lider rebelde.Una sospecha a empezado ha aflorar en mi pecho haciendo que cada vez me sea mas dificil  respirar debido al panico que comienza a atenazarme.

El lider del grupo se acerca hacia ti quedándose justo enfrente tuya, mirandote a los ojos fijamente mientras mantiene los brazos cruzados en su pecho, dando a entender la tranquilidad que siente hacia esta situación -Yo no quiero nada de ti hermano pero alguien si y yo quiero el dinero de ese alguien. Ya sabes, negocios. Vienes con nosotros por las buenas o por las malas -te informa con amabilidad mientras escuchas como el gaviolo respira con fuerza y gruñe.

Jarra se aleja aún más de ti, junto con el resto del grupo -Lo siento Wander -dice sin mirarte.
El grupo, tu grupo, comienza a recoger sus pocas pertenencias mientras trata de alejarse lo máximo posible del grupo de mercenarios y de tu persona.

La frase del guerreo confirma mis sospechas y siento en lo mas profundo de mi una sensación de dolor y de vacio; el dolor de haber sido traicionado por aquellos en los que había confiado, parpadeo varias veces  tratando de contener las lagrimas inútilmente.
De pronto una sensación nueva nace de mi pecho, una sensación que últimamente he experimentado muy a menudo, el pánico.
---Él...él...él....¡CON ÉL NO!- grito presa del pánico y hecho a correr  en una dirección al azar con un único objetivo, alejarme de aquellos seres que quieres llevarme de nuevo con aquel ser tan horrible. No me preocupo por las heridas  o por las caídas sea cual sea sigo corriendo  gateo tratando de alejarme de ellos, aunque sé que es completamente inútil.

Tratas de correr lo más rápido que puedes pero poco después de iniciar tu huida ves como una cimitarra se estrecha justo en el arbol que tienes frente a ti, clavándose en su corteza muy profundamente en un tajo hondo del que rezuma savia.

Si sigues corriendo le diré a mi querido amigo que lance su otra cimitarra a tus piernas -dice con frialdad a tu espalda el guerrero -no se quién crees que me ha enviado pero mi cliente me sugirió que te dijera lo siguiente para tranquilizarte "Viajad en pos de vuestros sueños." -recita sin emoción alguna -ahora ven conmigo y haz que se cumplan mis sueños de ser rico.

Mi mente entra en shock vuelve a la realidad cuando la cimitarra se clava profundamente  en el árbol que había en mi derecha; freno en seco bastante aturdido, el golpe  me ha hecho volver a la realidad, giro la cabeza   hacia todos lados en busca de una salida cuando las palabras del Líder Kunjer me hacen quedarme  completamente paralizado,  siento un cosquilleo  que recorre mi espalda.

Me giro lentamente y miro al líder, mi cara refleja miedo y a la vez desconfianza. Todavía temblando de miedo y agachando la cabeza, una costumbre que tomo cuando era esclavo,  se acerca al líder hasta quedar a unos pasos de él y me quedo alli sin decir nada.

El kunjer guerrero te mira y sonrie, relamiendose los labios con su fria lengua -Bien, veo que has entrado en razón. Coge tus cosas y vámonos, tenemos mucho camino por delante. El resto de vosotros, marchaos ante de que cambie de opinión y deje que el amigo se divierta -dice haciendo referencia al gaviolo que en esos momentos está sacando la cimitarra del árbol en la que está clavada profundamente.

No se tu nombre chico, y no quiero estar llamándote chico todo el viaje -te pregunta el lider con un tono parecido al que se usa al dar una orden.

Con pasos lentos  camino hacia el lugar donde estaba antes y de ahí recojo una mochila de aspecto  destrozado. Recojo la  manta que había dejado en el suelo tirada, ahora estaba manchada de barro, aun así no me importa y la enrollo metiéndola junto con las escasas pertenencias que tengo. Me ajusto las mudas de plebeyo que tengo bastante raídas y desgastadas. y retorno con los mercenarios que seguramente me estarán esperando impacientes.

Cuando me acerco, oigo la “pregunta” que me formula. Con voz apenas audible digo:

---Wander…- susurro mas que digo, aunque lo digo lo suficientemente algo para que me oiga.

Perfecto, Wander, un nombre raro para un Kunjer si te digo la verdad, se nota que no lo has escogido tu. Yo soy Sajner, lider de este grupo -tras su respuesta el lider hace una señal al resto de su grupo. Estos cogen tus pertenencias y comenzais a andar hacia un destino que desconoces, cruzando el bosque -¿sabes luchar? Tal vez pueda enseñarte algo durante el viaje, pero debes prometer que no huirás, tu seguridad esta garantizada con nosotros, al menos durante el trayecto.

No respondo nada ante el comentario de Sajner acerca de mi nombre, he visto pocos de mi especie asi que poco sé acerca de los nombres tipicos para los hombres. Mi mente divaga un poco acerca de lo ocurrido y rebosa de preguntas acerca de todo.

¿Quien es que los ha contratado? ¿ Como sabe lo de los sueños? ¿por que yo?-Estas y muchas mas preguntas martillean mi cabeza una y otra vez gritando que se les dé una respuesta. La pregunta de Sajner me saca de mi distracción.La pregunta me deja algo aturdido, pero al final respondo.

---No....no he manejado una espada en la vida....- murmuro y luego asiento ante la condición que me da Sanjer, una idea se me habia formado en mente, aunque solo de pensarlo me asustaba hasta mi mismo.

Marchais durante horas hasta llegar a las afueras del bosque donde tomais el primer descanso de tu viaje. Durante ese primer descanso Sajner te da una espada corta enfundada y te enseña algunas nociones básicas del arte del combate y la guerra.
Tras una hora aproximadamente continuais vuestra marcha, recorriendo caminos durante horas, durante el día y parte de la noche. De esta manera transcurren varios días de viaje durante los cuales aprendes algunas nociones de lucha y te relacionas con el lider de los mercenarios.
Ya desde el primer día te percatas de que el gaviolo te sigue con la mirada la mayor parte del tiempo, observando tus movimientos con gesto hosco y lanzando gruñidos hacia tu posición. Algunos días has notad si aliento pútrido en tu espalda, demasiado cerca para tu gusto.

El primer día de viaje fue muy duro, el miedo que sentía ante la presencia de guerreros tan curtidos me intimidaba bastante, caminamos rumbo hacia las afueras del bosque durante todo ese trayecto no dije ninguna  palabra, tuve algunos tropezones con alguna raíz ganándome así algunos rasguños, aunque por suerte nada grave.

Cuando llevábamos varias horas caminando llegamos a lo que es el limite del bosque.

---Descansaremos aquí un rato- dice Sajner, suspiro aliviado y me siento en un árbol, sin embargo Sajner se gira hacia mi- Tu no, Wander, ven conmigo.

Confuso, le sigo hasta que nos apartarmos un poco del grupo. Sajner se gira de pronto y me lanza algo a los pies, se trata de una espada corta, acorde con mi tamaño.

---Desenváinala- me ordena, cojo la espada y hago lo que me dice, siento que la espada pesa un quintal y me cuesta bastante tenerla en la mano- muy bien....Y ahora....-  Sajner comienza a darme una serie de instrucciones, primero comienza por ponerme en guardia y alguna que otra cosa sobre posiciones y movimiento, la lección no se alarga mucho ya que en apenas una hora  retomamos la marcha. Me cuesta bastante seguirla ya que apenas he descansado, por no decir que no lo he hecho, pero veo  como Sajner continua sin problemas cosa que me da una terrible envidia. Cuando anochece no parábamos como esperaba sino que seguimos  andando hasta que la luna esta ya muy alto, durante el trayecto siento la mirada del gaviolo fija en mi, me da miedo, así que permanezco cerca de Sajner ya que es el único que me da algo de confianza.

Cuando la luna esta ya en lo alto  paramos a descansar y a dormir,   me acorruco con mi manta tratando de encontrar calor en la gélida noche y al instante caigo rendido. A la mañana siguiente estoy peor, me despiertan cuando el sol esta saliendo y partimos de nuevo. De nuevo, durante el descanso, Sajner me da mas lecciones de esgrima.

Y asi, pasan los días…durante el viaje tengo algunas conversaciones  con los integrantes del grupo, me tratan con amabilidad y no parecen  los tíos duros que  parecían cuando me llevaron con ellos. Les pregunto sus nombres y acerca de sus vidas y de su raza ( en caso de que  sean de  diferente raza a la humana), con el que mas confianza tengo es con Sajner, puede que sea por que somos de la misma raza,  aunque creo que comienzo a verlo como un mentor o una especie de hermano mayor, siempre que tengo ocasión le pregunto cosas hacerca de nuestra raza, ya que soy un completo ignorante y también cosas de cómo se hizo mercenario, aunque sé que esto es solamente temporal me siento a gusto y seguro por primera vez en la vida. Con el tiempo, me gano la confianza de ellos y dejo de mostrarme  miedoso ante ellos, sino todo al contrario, por primera vez me muestro como debería ser, un chiquillo feliz y despreocupado, consigo que me dejen pasear solo por los alrededores entre otras cosas.

La única excepción que hay es el gaviolo, siento que me vigila y me mira de forma extraña, como si  fuese algo mas que un chico, trato siempre de no tratar con él y nunca mantenerme  en el mismo sitio que él.

En cuanto a las lecciones de esgrima voy mejorando poco a poco, aunque se nota que estoy muy verde en comparación con ellos y me falta fuerza para manejar  la espada con una mano, aunque según Sajner, mi punto fuerte es la destreza y que debería aprovecharla al máximo.

Pasas los días conviviendo con los mercenarios y aprendiendo de todos ellos.
Los dos humanos que llegaron junto a Sajner, el alto y corpulento y el bajo y delgado, provienen de un pueblo cercano a las tierras de los Hods. El poblado fue saqueado por estos seres mientras ambos se encontraban de caza junto con un grupo de jóvenes de su edad. Cuando volvieron su hogar estaba devastado y sus familias habian sido asesinadas. Debido a ello comenzaron a viajar de un lado para otro ofreciendo sus servicios, trabajando de cualquier cosa que se les pidiese.

Otro de tus compañeros es un Jedit delgado y muy ágil. En una de tus conversaciones te cuenta que pertenecía a una banda que atacaba a los esclavistas y liberaba a aquellos que podian unirse a su lucha y vendía a aquellos que no se merecian ser liberados. Sin embargo la banda pasó a manos de un joven jedit que comenzó a liberar a todos los esclavos y a ser demasiado pacífico por lo que el guerrero abandonó su clan, su banda, su familia, y comenzó a ofrecerse como mercenario.

Sajner te responde con blasfemias o chistes a tus preguntas sobre él, respuestas como "salí del culo de Protor" o "en realidad soy una mariposa pero tu estás loco". Aun así te trata como a uno más del grupo, dejando que te unas cuando cuentan historias junto a la hoguera o en las canciones que cantan mientras caminan.

Del gaviolo poco sabes ya que no se digna a hablarte. Te percatas sin embargo que tampoco se dirige a ninguno de sus otros compañeros, salvo a Sajner cuando este le pide algo, aunque sus palabras siempre son cortas, groseras y con un tono demasiado violento.

Durante los viajes  trato amistad con los demas miembros, de vez encuando le pregunto a Sajner o a otro miembro si queda mucho y quien el el misterioso personaje que os ha contratado. Un dia de marcha me hacerco al Jedit y timidamente le pido que me ayude  con el tema de los movimientos, es decir, Sajner me habia dicho que mi punto fuerte era la destreza asi que logicamente  queria aprender lo maximo posible para sacarle el mayor rendimiento a esta.

Durante los momentos que permanecemos  escuchando canciones trato de memorizarlas, ya que no sé leer ni escribir y es el unico metodo para poder aprender, no me atrevia a pedir que me enseñanse por dos motivos; el primero era que no querian que se riesen de mi y el segundo era que probablemente ninguno supuese leer o escribir...

30 de Ken del segundo año de Coir. 3027

Tras dieciocho días de viaje, durante los cuales has conocido mejor a tus compañeros y has comenzado a controlar el arte del combate, llegais al atardecer a un pequeño poblado de madera construido junto a un río.
Algunos humanos que pescan en el río os miran mientras llegais y hablan entre sí mientras os señalan. Frente al poblado comienza a agruparse un grupo de hombres armados con hachas, guadañas y otras herramientas del campo.
Sin embargo tu grupo pasa de largo y se dirige hacia unas edificaciones prácticamente derruidas que se avistan sobre una llanura pronunciada a un par de kilómetros del lugar en el que estais.

Ya estamos llegando, desde aquí partiremos a nuestro destino final, joven Wander -te susurra Sajner.

Ya hemos llegado- pienso son cierta tristeza, las casi 3 semanas que habia pasado con los mercenarios habian sido como un sueño, sin embargo, como ocurre con los sueños, alguna vez hay que despertarse y afrontar la realidad. Al pensar esto no puedo evitar poner una cara triste, me habia acostumbrado a mi nueva vida y la verdad, no queria dejarla.

---¿Donde es ?- le pregunto con cierta tristeza y al final no puedo contenerme  con algrimas con los ojos añado- Yo...no quiero dejaros....me gusta esta vida...

Wander, no es momento de ponerse sentimental -te susurra muy serio Sajner sin siquiera mirarte a la cara.
Habeis llegado a la zona en ruinas y tres individuos os esperan.
Dos seres de casi dos metros, color marrón, cubiertos de escamas casi en su totalidad salvo en su abultados y flacidos estómagos os observan mientras llegais. Uno de ellos mantiene un pequeño cuchillo en un cinto sujeto a su mano mientras que el otro tiene colgado un pesado martillo a su espalda.
Tras él un pequeño kunjer de color azul claro acompañado por un gato os observa.