Partida Rol por web

Salgo de la jaula, y le doy un gran abrazo al sheriff ^^ mientras le doy dos besos como agradecimiento.

-Gracias su señoría, muchas gracias.

Recojo mis pertenencias, las reviso una a una mientras vuelvo a acomodármelas, y me acerco a Mirra para decirle:

-Esa gata se ve que es una ladrona, -señalo a Shivan con la cabeza- yo no me fiaría mucho de ella..., por cierto señorita Mirra, ¿dónde está mi desayuno? -sonrío esperando que se acordase de mi- y si podeis, dadme un informe de lo que descubristeis anoche.

Entre susurros:

-Yo vi algo....

Me desespero ante la despreocupada actitud del felino.
Si tienes hambre te aguantas -pienso, cansada.
Pero cuando susurra que ha visto algo, mi actitud cambia por completo. A penas puede contenerme las ganas de preguntar. Pero este no es el lugar más indicado.
Ahora hablamos -me limito a responder.

Le eché una mirada aterradora al hombre gato.

Un día te echaré en el cazo de mis hambrientas marionetas, estúpido... -me limité a pensar-.

Ante la falta de respeto de Shicksal, no dije nada y tan sólo esperé a que todos saliéramos de alli.

Gracias, Sheriff. Averiguraremos qué pasa en Barovia, cueste lo que cueste. Por cierto...Ese amigo suyo... ¿a qué se dedica? Parecía muy solo en el entierro...

- Cielo santo, gato, quítate de encima - dice el sheriff, apartándote con un brusco empujón cuando le abrazas - no me hagas que cambie de opinión y te encierre otra vez, ¡por pervertido!

- ¿Amigo? - pregunta el sheriff algo extrañado - ¿Te refieres al hombre que ha puesto la queja? Me temo que no se mucho de él.  - Gerard se encoje de hombros - Espero que juntos podamos acabar con este turbio asunto. Esta tarde será el entierro del herrero, ya sabéis Frank Dresner, el hombre que murió la misma noche que llegasteis a Barovia. Si queréis acudir yo también estaré allí. Finalmente os invita a abandonar el edificio.

Mientras salimos digo indignado:

-Me ha llamado pervertido, a mi, con lo buen gatito que soy, y lo que me gustan las hembras peludas...

Sigo caminando mientras me aseo a lametones, mirando a Shivan, y le digo mientras me saco un poco de pelo de la lengua:

-Tu, que al parecer eres amiga de lo ajeno, si hay un entierro en el que estará todo el mundo, podrías colarte en las casas para chafardear o lo que hagas y que nadie te vea, aunque mejor que no dañes las cerraduras...

Me coloco tras Mirra, consiguiendo un ángulo en le que no me pueda fulminar con una mirada por miedo a represalias...

Sheriff, una última cosa... antes de marcharnos... -le dije- ¿podemos interrogar en su nombre? Quiero decir... ¿no podría darnos una autorización o algo así que obligue a la gente al menos a atender nuestras preguntas como si fuera usted? Mire que sus hombres hacen guardia nocturna tras el toque de queda, pero aún así ese segador sigue actuando. Creo que nosotros podemos ayudarle.

¿Sería posible algo como lo que le pido? Tan sólo es velar por la verdad en su nombre, si le parece bien...

- Me temo que algo así no os lo puedo conceder. La gente no está obligada a responder salvo que se les acuse de algún delito grave. Me temo que tendréis que ganaros la confianza de aquellas personas que queráis interrogar.

Shivan se puso a caminar tras Mirra, alzo la mano y le dio un golpe al gato detrás de la cabeza. "Zoquete, te deberíamos de haber dejado enjaulado. Boca floja"

Aguanto la colleja lo mas masculinamente que puedo mientras salimos, mientras voy hablando para mi:

-Siempre soy el único que no hace nada malo, y el que acaba en el calabozo...

Luego exclamo:

-¿Y ahora que hacemos? -hablo en voz mas baja- por cierto, vi al asesiiiinoooooo... era una figura que se movía muy ligera por encima del tejado de la iglesia, o eso me pareció, aun mas, estoy seguro de que me quiere putear, era de gran parte de nosotros conocido que yo quería ir a al iglesia, y justamente, fue el sitio donde acabó... ¿casualidades?

Abandonáis el edificio de la guardia y, sin rumbo fijo, escucháis las tripas de Shivan y Schicksal rugir cual leones furiosos.

Por la calle podéis observar a algunos grupos de lugareños comentando lo ocurrido con preocupación y miedo pero rápidamente se dispersan, obligados a tomar refugio en casas o bajo algún lugar resguardado, debido a que empieza a caer una fina capa de lluvia que empapará vuestras ropas en cuestión de minutos si permanecéis fuera...

Podríamos invitar al comer al hombre al que queréis sacar información -sugiero.

Escuché la palabra "comer", y un nuevo sonido salió de mi estómago, y comencé a apretarlo con las manos.

-Me parece una idea genial -dije sonriente mientras intentaba disimular mi dolor de estómago-aunque no se si esta noche ir al cementerio. ¿vosotros tenéis claro de que han muerto todos los otros?, si han desenterrado a alguien para colgarlo, igual hay pistas por allí.

No creo que quiera, Mirra, parece un tipo muy esquivo -respondí-. Creo que lo mejor es comer rápidamente y continuar investigando, antes de que caiga la noche, antes de que, quién sabe, actúe el Segador...

Aquello resonó malévolo, infernal, terrorífico, pero era lo que pensaba.

¿Tenéis algo en mente, aparte de interrogar e interrogar? -pregunté al resto-.

Mis orejas bajaron de golpe casi señalando el suelo, y se me puso cara de tristeza arrugando los labios debajo delos bigotes. Me sentí ignorado por el titiritero endemoniado.

Shivan siguió a los demás sonriendole de manera no muy amistosa al gato. - Yo digo que hay que comer primero, se nos va a hacer algo difícil investigar con el estomago vació ¿No creen? De todos modos no hay mucho que le podamos sacar al anciano ese en persona, seria mucho mas fácil ir a su case y ver que tiene escondido allí. Ese lugar parece deshabitado, y estoy casi segura de que hay algo escondido allí

Ante los terribles quejidos de vuestros estómagos acudís a la posada para comer algo y así reponer fuerzas.

- Y bien? - os pregunta el posadero cuando aparecéis por allí - Está todo el pueblo revolucionado, o más bien aterrorizado, con el hallazgo de esta mañana. Las malas lenguas ya os están atribuyendo a vosotros la autoria de estos echos... ¡cómo le gusta a la gente de este pueblo el cotilleo! ¿Qué os puedo servir?

-Yo no he sido.-Vuelvo a defenderme, esta vez contra el posadero- yo no quiero hacer nada malo a nadie, aun mas, posiblemente si me encuentro al asesino, salga corriendo, no quiero tener nada que ver con el, que aun me verán y dirán que es mi amigo.

Me quedo penstivo mirando, como su tuviese un lapsus, y le digo a Duncan:

-vasolechecongalletas.

Comenzaba a planear que haría esta noche, se presentaba ante mi una gran noche de dormir bajo las mantas y estar tranquilo, a no ser que me convenciesen de otra cosa. Tenía mucha facilidad para acabar en la comisaría arrestado...

A mí ponme cualquier producto cárnico caliente que tengas -digo, cansada de tanto pensar y pensar...
Yo también estoy harta ya de todo esto. Pero a caso deberíamos irnos y dejar que esta gente resuelva todo este asunto solos?
No estaria bien.
Aunque si cobrasemos por este infructuoso trabajo, quizás se me ocurriria algo. Mi mente necesita motivación... o eso creo.

El posadero atiende vuestras peticiones y en cuestión de minutos aparece con comida. Leche con galletas para Schicksal, carne braseada para Mirra y el menú del día para los demás.

Mientras coméis y reponéis fuerzas entra en la posada un chaval de unos doce o trece años, despeinado y sudoroso, llega con el aliento entre cortado y con una carta en la mano. El chico mira la posada, revisando las distintas mesas y la gente que se encuentra allí. Finalmente se detiene donde estáis vosotros y deja la carta encima de la mesa - Me han pedido que entregara esta carta al grupo de forasteros que están en la posada - comenta antes de marcharse.

-¡Aquí, aquí!

Me pongo a chillar mientras sorbo la papilla grumosa directamente desde el vaso y levanto un brazo

- ¡Frrrrrr! Es ara nosotros, bueno, para ellos -señalo a los del grupo-, que ellos son los forasteros de aquí.

Comienzo a meter la lengua intentado lamer el vaso por dentro todo lo que puedo.