Partida Rol por web

Ante la explicación de Burna-Buriash solo puedo tranquilizarle:-Su secreto esta a salvo conmigo, solo necesitaba saber si el viaje tenia consistencia nada más.- Es entonces cuando ocurre la ventolera tan extraña que ni intento dar una explicación lógica como que ha entrado un pequeño retazo de viento del desierto... Demasiado intenso y muy concentrado, quizás haya más peligros que los usuales en este viaje.

Un incómodo y corto silencio sigue a continuación y no transcurren ni dos minutos cuando se escucha un susurro casi inaudible, pero lo suficientemente claro como para que los tres se inquieten. Las miradas se cruzan y se hace otra vez el silencio.

Ante los susurros solo puedo decir:- Parece que vamos en el camino correcto, pero creo que habra algo esperandonos en la ciudad que sus antorchas nunca se apagan... Y esto lo confirma.- Tras un momento me levanto y le digo:- Mis dudas ya han sido saciadas y debo prepararme para el viaje, no os preocupéis pues estoy convencido de la utilizada del mismo. Nos volveremos a ver si los dioses quieren.-

Miro a mi alrededor sopesando lo que estaba sucediendo en esta sala más no quiero alertar a Bel-Shannaar ni que piense que mi casa es una casa fantasma. Así que recobro la compostura como si no hubiese escuchado ningún sonido sobrenatural para acompañarlo a la puerta igualmente Bel- Shanaar ha sido un placer hablar con usted, y si mañana le apetece  acompañarnos, iré a primera hora de la mañana con Akbar para encontrar una embarcación para el viaje, y comprar unos cuantos contratos para mis acompañantes.

Están sucediendo cosas fuera de nuestro control, y eso no me gusta, cosas que no comprendemos. Pude ver la consternación del amo ante la aparición de las tablillas encima de la mesa, y ahora el viento...¡el viento y esas nubes grises nuestras cabezas!

—Mi señor, yo...—empiezo a decir, cuando los susurros me silencian. Hay algo tenebroso en todo esto.

Miro hacia Bel Shanaar mientras habla, parece tranquilo pese al portento que hemos vivido. Espero que su temple tranquilice al amo, a mí al menos me hace recobrar la compostura.

—Parece como si el destino estuviese actuando aquí y ahora.

Con el permiso de Burna, acompaño a Bel Shanaar a la salida.

No permito que me intimide la impresionante estampa de Enmerkar. Solo he venido a hablar.

—Saludos, mi nombre es Akbar, y efectivamente soy el enviado de Burna-Buriash. Aunque en esta ocasión vengo por intercesión de Ibraam el albino, a quien tú conoces estrechamente y que insiste en que tu presencia es necesaria. Ignoro más detalles, pero se me ha encargado que os comunique que os esperamos en casa de mi amo en dos días. Ibraam así lo desea, y mi amo está conforme.

Supongo que la mera mención de Ibraam será suficiente. Espero en silencio alguna reacción mientras bebo un trago largo y pausado. finalmente digo:

—Estamos preparando una expedición, tal vez vuestro amigo ya os haya informado (y yo esté hablando de más ahora mismo) o vaya a hacerlo. En todo caso, si aceptáis, os recomiendo que os preparéis para un viaje. La casa de mi amo es fácil de localizar, no tenéis más qe preguntar, o si lo deseáis yo mismo os indicaré el camino.

Por mi parte doy por zanjado el asunto.

Asiento a las palabras del sirviente:

- Muy bien, estaremos allí en dos días preparados para partir hacia el lugar acordado- hago otro gesto de afrimación con mi astada cabeza. Y observo si alguien intenta escuchar nuestra conversación o nos observa con "demasiada" atención interesado por nosotros.

Por supuesto Akbar venga con nosotros a despedir a nuestro anfitrión.

Burna se quedó solo cuando Akbar acompañó a Bel-Shannar escaleras abajo. La ventana se volvió a abrir y el viento comenzó a entrar en la biblioteca. El erudito temió por las tablillas sobre la mesa que había depositado en la mesa tras la búsqueda con Yo es que lo que busco es la forma de repeler o matar a esos demonios y espíritus es decir sus puntos débiles. Corrió a cerrar las ventanas y entonces lo vio. Era una figura oscura en su jardín. No podía distinguir lo que veía, pero algo permanecía vigilando su ventana.

El sirviente conduce al comerciante Bel-Shannar escaleras abajo. No dice nada pero su semblante revela inquietud.

El wardu Enmerkar se levanta y se dispone a volver junto a su amo que espera ansioso. El sirviente de Burna-Buriash se queda en la mesa pensativo consumiendo lo que queda de su cerveza.

En la tarde del día previsto, Ibraam vistió sus sencillas ropas de lino, tomó su canasta de viaje, aspiró fuerte el aire a jardines con agua de fuente, para llenar su alma de frescura para lo que venía, y comenzó con el camino que lo llevaría de esta calle empedrada, a la arena, a un sueño y un destino...

Como buen observador eres capaz de discernir las sombras y vislumbrar una figura algo más alta incluso que un Wardu parece acechar desde las sombras. Parece no tener rasgos humanos, he incluso te ha parecido ver un brillo rojizo en sus ojos. La figura abandona un poco su refugio y puedes ver que efectivamente no es humano ni wardu, es algo...De repente un jirón de nubes parece cubrirle y lo pierdes de vista durante unos momentos, no has visto nada igual en tu vida, la neblina se disipa y allí no hay nada. Las nubes se disipan totalmente y el viento ha cesado de golpe. ¿Lo que has visto era real o una visión?

Con el equipaje en el suelo, me doy la vuelta para mirar lo que dejo atrás. Como si de un cuadro se tratase, mi familia posa a escasos metros mios mirándome como quien mira a un espejismo. Durante un instante que dura una eternidad, nos quedamos mirando como si fuese la última vez que fuera a ocurrir.... pero era demasiada presión. Un instante después estoy abrazado a ellos, mientras se nos saltan las lagrimas propias de un momento tan fuerte.

Vete. Vete... y haz lo que sabes. Y vuelve. Vuelve con quienes te quieren. Mi padre habla lo que mi madre es incapaz.

Volveré, padre... lo haré.

Y tratando de cortar el lazo, me doy brúscamente la vuelta mientras cojo mi equipaje. Cada paso que me alejo... siento... que son los años que tardaré en volver.

En el exterior se encuentra Enmerkar esperándome, mientras aún se sorprende de su nueva armadura.

Enmerkar... ha llegado el momento. Me quedo mirando la armadura. Es plateada con ribetes dorados y el emblema de la familia en el abdomen. Un buen trabajo. Veo que ya te has puesto tu nuevo equipo... bien. Nos tenemos que pasar antes por el herrero de la familia. Tienes que seleccionar las armas que quieres utilizar. Tu serás el encargado de cuidar tu nuevo equipo, ya que dudo mucho que encontremos algo de calidad similar mas adelante. Toma mi equipo. Le digo mientras le paso la mochila de viaje. Ya bastante me resulta pesada la espada y la armadura ligera. La he llevado bastantes veces, pero con toda la ropa encima... no es lo mismo.

Vamonos.

Hago lo que me dice mi amigo Kadashman, se que es duro para él dejar atrás las comodidades de su holgada vida, pero su futuro y el de los wardus estaban unidos y era el momento de ponerse en marcha:

- Como quiera, señor-recojo su equipaje y lo sigo.

Meto otra vez la tablilla en el cajón del despacho, cerrándolo con llave y guardando la llave tras el cuadro. Bajo las escaleras para hablar con Akbar tras despedir a nuestro amigo.

Estimado Akbar no sabes lo que he visto a través de la ventana, un demonio que estaba en el jardín y fue el que provocó el viento y se  esfumó en la neblina. Cosas muy raras van a suceder en nuestro viaje, y lo peor que no sé nada de estas criaturas ni de como alejarlas aunque tampoco sé si fue imaginaciones mías, debemos descansar mañana tendremos que encontrar una embarcación para el viaje, ir a un escriba - jurista y pagarle por hacer varios contratos, y también deberás proveer de provisiones para diez personas además de correr la voz que marcho de viaje en un día.

—!Un demonio! Solo algo así podría provocar tales portentos, amo.

Trato de mantener mi miedo a raya, no sirve de nada dejarse llevar por el pánico. Parece que, a fin de cuentas, necesitaremos de toda la ayuda que podamos conseguir.

—¿Sería posible que alguno de nuestros, ehhhh...futuros compañeros de viaje estuviese versado en tratar con tales seres, mi señor? Por lo demás no os preocupéis, mañana me encargaré de todo lo necesario para la partida.

Descansar, lo estoy deseando.