Partida Rol por web

Tras el breve descanso, cojo el equipo y me levanto. La verdad es que la caminata está resultando... tonificante. El aire es fresco, el sol brilla...

Aunque veo que Sariel no lo está llevando tan bien como yo. Me ofrezco a llevarle una parte del equipo, para que vaya algo mejor.

Imilsel continúa el viaje. Permanecía en silencio y su mente estaba sumida en pensamientos. Se paraba de vez en cuando y se arrodillaba observando el terreno con el gesto ceñudo. Tras 6 horas de viaje os volvísteis a detener. EL cielo estaba algo encapotado, y a medida que os aproximáis a las montañas, se volvía más gris. Habéis notado que la guía miraba con aire preocupado el cielo enengrecido que envolvía las montañas con un manto oscuro mientras trataba de encender un fuego.

Viendo la cara de preocupacion de la guia Sariel se acerca mientras esta prepara el fuego y pregunta:

- Que es lo que te preocupa? un poco de lluvia puede ser un poblema por aqui? es decir, son muy fuertes las tormentas aqui en la zona no?

Mira por la zona y añade:

- Si llueve tal vez deberiamos buscar algun refugio o tratar de construir uno, no te parece?

- Démonos prisa - responde lacónicamente la guía - si nos coge la tormenta mejor será encontrar algún hueco entre las rocas, por Torm que si nos coge una tormenta, tendremos problemas.

Imilsel aumentó el ritmo y en cuestión de un cuarto de hora, comenzáis a ascender la primera barrera rocosa. De momento no parece muy escarpado. Durante el ascenso, la guía resbaló y estuvo a punto de haceros caer, aunque la altura no era considerable, la disposición del conjunto de rocas sobresalientes hubiera sido algo catastrófico.

Seriel trata de seguir el ritmo impuesto por la guia, sin embargo, esta realmente cansada, ya estaba cansada ya que no estaba muy acostumbrada a las caminatas tan rapidas, aunque ella estaba acostumbrada a andar, siempre hacia a su compañero pararse cada dos por tres, ademas siempre le gustaba detenerse para ver el paisaje, para mirar alguna planta o algun animal, sin embargo, aquella marcha tan apresurada realmente le estaba cansando mucho

El ascenso comienza a complicarse. Veis como la guía vuelve a mirar el cielo y maldice. Trata de aumentar el ritmo pero la veis jadeando. Tiene que parar para tomar aliento. Os mira con una expresión extraña.

- Las tormentas son muy violentas - dice recuperando el aliento - Busquemos abrigo en las rocas o los pasaremos mal.

Como respuesta a sus palabras un rayo iluminó el firmamento.

Redoblando el paso, continuo la ascensión, mirando con preocupación las montañas. LA chica va en lo cierto, una tormenta ahora y  lo tenemos muy negro.

Debemos encontrar un refugio como sea

D'Sparil avanza con celeridad, hasta el punto que tiene que ayudar a la propia guía. Parece que la eladrín y la humana están exhausta, aunque el guerrero se encuentra al máximo de tu fortaleza te das cuenta que no podrán seguir tu ritmo. Mira hacia abajo: habéis avanzado muy poco; mira hacia arriba con resignación sabiendo que os queda un buen trecho. El guerrero busca una roca sobresaliente y tras asegurarse de su estabilidad se sube y toma una buena visión de las rocas más cercanas. Te percatas de un grupo de rocas tras una zona lisa. Está a unos metros más arriba. Quizás podáis encontrar abrigo en la formación y os proporcione algo de refugio. Valía la pena intentarlo.
El viento comienza a soplar violentamente y casi estás a punto de tirar a D'Spariel y arrojarlo al fondo de la formación rocosa hacia la cornisas afiladas como cuchillos.

- ¿HAs visto algo, guerrero? - pregunta protegiéndose el rostro con la mano.

La nieve no tardó en llegar. Grandes copos caían y azotaban con fuerza. la temperatura descendió de forma abrupta casi 10º centígrado y aquello no tenía buena pinta. Un rayo dividió en dos el cielo oscuro y la tormenta azotó con fuerza.

Mientras me agarro a la roca, para que el viento no me tire de la montaña, hago señas a mis compañeras, indicandoles donde he visto el refugio. Si tienen problemas, las ayudaré a avanzar para ponernos a cubierto lo antes posible

Sariel mira y dice

-parece que alli hay un posible refugio, asi que creo que podemos refugiarnos alli que dreo debemos ir lo mas rapidamente posible porque yo al menos me estoy congelando aqui

Finalizq Sariel encogiendose y frotandose los brazos para intentar no sufrir mas frio

Isildel, tras tomar aliento se aproxima a las rocas y comienza a ascender hacia donde el lugar señalado por el guerrero. Con la agilidad de un gato la guía asciende entre las rocas

Avanzo con seguridad hacia el refugio que he visto. Voy asegurando el paso, para no tener ningún resbalón inconveniente, con este viento, lo único que nos falta es caernos y estamparnos 100m más abajo

El viento se convirtió en un fuerte temporal. La guía increpó al eladrín para que subiera. Se estaba demorando para recoger sus cosas y el tiempo apremiaba.
- La tormenta ya está aquí, vamos - gritó la mujer tratando de hacerse oír entre la algarabía.

La eladrin comenzó a ascender tras colocar sus cosas a la espalda. El ascenso entre las rocas no supuso ningún desafío para su destreza. Con gracilidad alcanzó al guerrero y la guía y en cuestión de minutos habían alcanzado hacia la zona resguardada.

El refugio resultó mejor de lo que parecía. lo que parecía una zona plana con rocas escarpadas que servían de parapeto resultó más grande de lo que pensaba. Era una zona parapetada por grandes rocas que conformaba una zona natural que les mantenía protegidos de la tormenta. Era de unos 50 metros cuadrados y ante ellos se abría una entrada a una cueva de unos 3 metros de altura por 5 de ancho. Era evidente que el lugar serviría para evitar que el viento los arrojara al fondo de la escarpada ladera, pero no les protegería del frío y del agua.
Las primeras gotas comenzaron a caer. Pronto, la cadencia aumentó y comenzó a caer un aguacero.