Partida Rol por web

Maldita sea, allá va nuestra guía! Y como no haga algo rápido, nosotros estamos los siguientes en el menú.... Caray, me esperaba que en esta cueva hubiera un oso, al menos eso se podría comer. En vez de eso tenemos un escarabajo gigante...

Bueno, si avanzo tal que así, y ahora golpeo justo aquí, en el borde entre estas dos placas quitinosas, creo que podré centrar su atención sobre mí, para que Sariel tenga tiempo a buscarle un punto débil

whoops... not as planned

Con la turbación del momento, el guerrero pierde arma, se arrastra para recuperarla mientras la bestia despedaza con sus enormes mandíbulas a la guía. La mujer elfa sale corriendo y el ankheg va detrás para alcanzarle.

Sariel se había enfrentado a pocas cosas como aquella que tenían enfrente. Ese ser debido a su tamaño intimidaría a cualquiera. Pero la joven sabia bien que debía hacer para sorprender a ese dichoso ser.

Usando los dones propios de los suyos se desplazo mágicamente a la espalda del ser tomando la posición adecuada para flanquear junto con su compañero y golpear donde mas doliera.

Mierda que resbalón más tonto! Venga, recojamos la espada y mantengamos ocupado al bicho mientras Sariel intenta encontrarle un punto debil

La criatura se mueve rápidamente y el guerrero le hace frente con su acero. Sariel trata de escurrirse por detrás pero lo único que consigue es atraer la atención del ankheg. D'Spariel se abalanza heroicamente con su arma y ataca a las patas. El insecto gigante emite un grito ensordecedor cuando la espada del guerrero secciona una de sus patas. Ácido a presión sale propulsado y salpica al héroe que grita de dolor. La cabeza insectoide gira hacia su agresor y lanza un chorro de ácido que aterriza sobre su rostro. De repente se produce un temblor y cae del techo algunas rocas. Tras unos momentos el insecto vacila y luego atrapa con sus mandíbulas al guerrero. Ante el grito de la impotente Sariel el cuerpo es seccionado en dos y una serie de temblores se suceden. El suelo tiembla y la criatura vuelve a gritar. Como respuesta el suelo se agrieta y parece ceder. Ankheg y eladrin comienzan a resbalar pues el suelo se abre y se inclina amenazando con tragarse a todos.