Partida Rol por web

Capítulo 3: Tiempo para debatir, discutir y relajarse en el hotel o disfrutar de una buena comida en algún restaurante, en buena compañía a ser posible...

Ruego marquéis a los que están, es decir, durante este breve descanso de los eventos, no marquéis a la srta. Bradstreet, ya que se encontrará en su hotel. Por cierto que de esta escena, debéis acordar a dónde ir después.

Son las 13:15 horas de la mañana del 25 de Abril de 1922. Es hora de la comida...

Por otro lado, la srta. Bradstreet puede escribir aquí cualquier cosa que vaya a hacer en el hotel. Por supuesto no es necesario, doy por supuesto a qué dedicas tu tiempo allí, pero si quieres desarrollar un poco la escena, eres libre de hacerlo.

Restaurante Italiano Da Philippo

Me paro unos instantes a mirar las cartas y luego observo a mis acompañantes a ver qué es lo que están pensando tomar. Tan sólo me he parado a mirar la carta de vinos, pero claro, si alguno va a tomar pescado ya tendríamos que elegir un vino blanco para acompañarlo, ya que sería todo un sacrilegio que fuera de otro modo.

- Señores, alguno va a tomar pescado? Si no es así, mi elección sería un vino tinto ya que es lo más adecuado para la pasta y la carne. - Digo esperando a que alguno hable.

- umm, si, tomaré "peschii" - William trata de imitar el acento italiano de manera burlona, pero lo hace en voz baja, para no alertar al camarero. -Vino tinto me parece acertado, señorita Adams- Una leve y ligeramente forzada sonrisa acompaña esas palabras.

Yo tomare una ensalada y un plato de pasta , cualquier vino estará bien comento a mis compañeros mientras no puedo evitar dibujar una sonrisa ante el acento del señor Abbot.

Vaya parece que no estamos muy animados, aunque con todo lo que ha pasado pienso mientra miro a mis acompañantes Y diganme , ademas del señor Cottle y yo ¿alguien mas es aficionado al a arqueología, objetos antiguos... ?

Asiento y sonrío ante las palabras del señor Abbot. - Para mí únicamente un plato de pasta, tengo que mantener la figura - digo bromeando aunque en el fondo era cierto, ya que muchas veces dependía de ello el que tuviera o no trabajo.
Tras las palabras del señor Johnson sólo puedo hacer un extraño gesto, ya que para mí las antigüedades eran algo que adornaban las casas o personas como " Cottle " pero no sería muy correcto responderle eso así que me limité a decir: - Yo soy actriz y la verdad es que no entiendo nada sobre antigüedades..

William pide pescado y "Pasta i Fagioli" como primer plato. Tras oir la pregunta del señor Johnson, espera a que termine de hablar la señorita Adams y luego comenta en voz alta:

- Tengo mucho interes en observar y, quizas, estudiar algunos de los objetos que pueda haber en esa tienda.  He dedicado mucho tiempo a aprender la Historia de muchos pueblos y la mayoria de su pasado es contado a través de los objetos que dejan tras de si. Aunque ahora mismo reconozco que mis inquietudes son otras, actualmente me dedico a escribir noticias y articulos relacionados con ...... - William hace una pausa y se acerca hacia el centro de la mesa y, para dar cierto enfasis de misterio a sus ultimas palabras, dice entre susurros - ...... fenomenos paranormales ...... -

Tras la pausa, vuelve a reclinarse sobre su asiento y habla en tono normal -  Además, pienso que el negocio de las Antiguedades puede ser también muy lucrativo, no creen?-

Al igual que el resto hago mi pedido, un poco de salmón con una salsa que ciertamente me intriga lo que puede contener, aunque dejaré que sea el destino el que me sorprenda con su sabor. Lo cierto es que lo ideal sería un poco de vino blanco, pero tampoco voy a discrepar en caso de que alguien quiera vino tinto, así que simplemente asiento a lo del vino.

Escucho las palabras de todos los comensales, en especial las de William Abbot, y una medio sonrisa se dibuja en mi rostro cuando cita lo de los fenómenos paranormales... Vaya, así que tenemos entre nosotros a un estudioso de los fenómenos paranormales. En un principio podría sonar un poco a burla, pero pronto se disipan esas ideas, cuando sigo con el tema.

Lo cierto es que espero que lo que nos ha dejado Daniel no sea solamente una tienda de antiguedades, pueda o no ser lucrativa. Lo cierto es que supongo que los objetos que tenga en venta no tendrán ningún valor para usted señor Abbot, pero... de la misma manera, casi podría asegurar que los que nos ha dejado de forma directa... serán especiales.

Cojo uno de los colines que hay en la cesta central y lo coloco cuidadosamente al lado del tenedor, que en lugar de estar en el lado izquierdo lo ha cambiado con el cuchillo y ahora está en el derecho.

Lo cierto es que ya dispongo de una tienda de antiguedades en Boston, Reliquias Cottle. No es especialmente lucrativa, no es tal el interés de la gente por las antiguedades, pero me da para vivir bien, y además me da tiempo libre para realizar investigaciones... lo cierto es que me considero un investigador de las ciencias ocultas y las energías del universo.

De nuevo se había emocionado con sus palabras, seguramente movido por las palabras del señor Abbot.

Anne acaba de terminar de ducharse, cuando escucha que llaman a la puerta. Tras la primera vez apenas pasa un minuto antes de que vuelva a llamar con insistencia.

Os sirven lo que pedis sin demora. Hay más gente en el restaurante, pero no demasiada. Es un ambiente agradable y distendido, se escucha musica italiana -instrumental (de un tocadiscos)- de fondo, y hay cierto olor a tabaco aunque se perfuma la sala con algunas hierbas aromáticas cada cierto tiempo para ocultarlo.

"¿Han picado a la puerta? Imposible. Si aún no he solicitado que me suban la comida..."

Salgo del cuarto de baño aún con el pelo empapado, y sólo cubierta por una toalla. Miro a todos lados buscando mi bata, y en cuanto la encuentro, enrollada bajo la almohada, me cubro con ella. No es muy gruesa, así que transparenta ligeramente, pero no lo suficiente como para que resulte indecorosa.

-¿Si?- exclamo de viva voz. No puede tratarse de ninguno de los asistentes a la lectura del testamento, pues aunque les especifiqué dónde se encontraba mi hotel, no les mencioné en ningún momento el número de la habitación en la que me hospedaba.

Recordando los sucesos acaecidos en la mañana, con la imagen del señor Swanson siendo brutalmente agredido por aquel misterioso sujeto, siento un escalofrío.

"Creo que te estás volviendo un poco paranoica, Anne" me digo para ahuyentar de mi mente los malos espíritus, pero no lo consigo. Por ese motivo, decido que a menos que me respondan al otro lado de la puerta, no pienso abrir.

Me acerco al tocador de mi dormitorio, y cojo el bolso de mano. En él se encuentra mi pequeño revólver, y aunque no es que tenga una puntería excepcional, tenerlo cerca siempre me ayuda a sentirme más tranquila, sobre todo cuando pienso que el loco de la mañana tuvo que haberme visto perfectamente, así que no sería extraño que me hubiese podido seguir de haberlo deseado...

"Definitivamente, lo de la mañana te ha afectado más de la cuenta" pienso, mordiéndome el labio. Estoy comenzando a ser exageradamente desconfiada...

-¿Si?- vuelvo a preguntar, esperando por la respuesta. ¿Quién demonios habrá venido a mi hotel a buscarme? Si por la zona no conozco a nadie...

Suena una carraspera, y algunas toses - Servicio de Habitaciones - dice una voz grave, en un tono cavernoso, diciendo cada uno de las palabras muy lentamente y con una gran pausa entre ellas. Como si le costara.

-Me temo que se ha equivocado, señor- le digo, sentándome en la cama con el bolso de mano en el regazo- No he solicitado que se me subiese nada a mi habitación. Debe de haberse equivocado de número.

Tiene una llamada de teléfono. - contesta - Es de la policía. - agrega, escueto. Parece como si se acercara mucho a la puerta para hacer que su voz sea más audible - Quiere hablar con usted inmediatamente.