Partida Rol por web

Parece que la tensión se esfumó bastante rápido, ya que nadie hizo ningún gesto de hostilidad hacia la anciana. ¿Tan poco aprecio le tenían al chico? Aunque fuera bastante revoltoso, era uno más de la tripulación.

Cuando la anciana les dijo que se marcharan, Rendam fue el primero en levantarse, casi al momento. No quería importunar a nadie en su propio barco, después de todo. Mientras salía de la habitación iba pensando en el torneo, en elaborar un plan y decidir qué harían a partir de ahora.

Al rato se percató de que estaba solo; por lo visto se había adelantado a los demás que aún estaban en la otra sala, hablando de unas natillas. Se tomó su tiempo para reflexionar a solas, algo que le gustaba hacer a menudo. En el barco del abuelo le gustaba subir a lo alto del mástil, a observar y a pasar tiempo solo, pensando y tratando de recordar algo. ¿Qué le había pasado? ¿Cómo había perdido la memoria de forma tan completa? Era como si hubiera nacido ese mismo día. Ni siquiera le llegaban trazos de algo que hubiera podido haber antes.

¿Podría llegar a recobrar la memoria? ¿O se quedaría así para siempre? Suspiró, se dio la vuelta y volvió a la habitación donde estaban los demás, esperando a que se movieran sin decir nada.

—¡ABUU MIS NATILLAAAAS!—lloró la niña haciendo pucheros al ver que Siobahn se las llevaba.

—Luego te hago más Flick—respondió la anciana sin darle importancia, entonces en su rostro se dibujo una expresión que helaba la sangre—. Además, así tendré un motivo para no contenerme si luchamos en el torneo.

La anciana esperó pacientemente a que Max terminará de hacer sus cositas. Cuando abrió la puerta se apartó un par de pasos.

—Sí que estabas mal, ¿eh?—dijo la anciana mientras agitaba la mano por delante de su rostro—Así mejor. Mi abuela siempre decía que cuando los problemas la cabeza empezaba porque algo se nos había quedado parado ahí abajo. Espero que ahora dejes de hablar con objetos inanimados. ¡Ah se me olvidaba!

La anciana se llevó una mano al bolsillo de la rebeca y sacó un caramelo.

—Miel y limón. Te vendrá bien para la garganta. No grites tanto chico.

Finalmente todos acabaron reunidos en cubierta. La tripulación de Gigi Flick se afanaba en esos momentos en hinchar un bote amarillo. Bueno lo hacía la punki de pelo morado a pleno pulmón y lo peor era que lo estaba consiguiendo. Poco a poco iba tomando forma.

—Bueno pues ya estaría—dijo Gigi—. Buena suerte y nos vemos en el torneo. Venga Flick, despídete.

—¡No quiero!—dijo enfadada la niña—¡Me han quitado mis natillas!

Entonces Flick abrió los ojos y pareció írsele de golpe el enfado. La niña se dio a vuelta, como ocultando su rostro. ¿Se estaba riendo?

-Señorita Siobhan...- Comenta Levi con un tono de voz ligeramente preocupado al verla insistir tanto con el temita de las natillas. -Estoy seguro de que encontraremos dulces en Orre.- Acaba por sugerir en un intento de mitigar su insaciable sed de dulces. Normalmente la dejaría ser, pero... Cabrear a la anciana no le parece tan buena idea. Ni un poco.

-Ah. Ahí estás tú.- Comenta una vez ve a Max salir del baño, arrugando la nariz. -¡Vamos, apurate! Ayuda a recoger la mesa, tenemos que irnos pronto.- Y sin esperar respuesta alguna, cogería algunos platos y se los tendería a Max, luego otros cuantos... Y amablemente los ofrecería a Rendam.

Una vez estuviese todo listo (ayudasen o no), Levi se mantendría observando el tedioso proceso de inflar su nueva embarcación con un pequeño tic en el ojo. No podía creer cómo se habían reducido a eso, pero bueno. -¿Le interesa acaso participar en el torneo, señorita Sira?- Pregunta antes de soltar un suspirillo, tratando de alejar sus pensamientos de tan miserable bote.

Extrañamente el artillero no se escabulló de las tareas mundanas en la cofa hasta que por cansancio, por pulcritud o por desesperacion alguien lo hacía.

- . . .

El joven no se negó, tampoco gritó. Sea lo que fuera que aquella anciana le había dado había tenido un resultado inmediato e intenso en el explosivo muchacho.

  ... - fueron las únicas palabras que conseguirían de mi mientras observaba toda aquella escena del bote y aunque pudiera parecer que me había vuelto a dormir, lo cierto es que realmente era una mescla de total total derrota, paranoia y evidente ira reprimida contra los dueños de esta embarcación.

    ... Se... que no soy el alma de la fiesta y tiendo a ver el vaso medio vacío en este tipo de situaciones, pero.... ESTA ES UNA DE ESAS!!... ¿ como que una balsa inflable ?, ¿ es por que no valemos para uno de madera convencional ? o ¿ son enserio su única vía de emergencia en caso de huir ?.... ... por que si es por lo primero no espere que después no nos sintamos lo mas ofendidos del mundo por facilitarnos vuestro navío mas frágil y poco ortodoxo que tuvieran a mano... ... y si es por lo segundo, como rayos piensan que puede ser buena idea el evacuar eficientemente vuestro barco principal si los secundarios piden cierta cantidad de tiempo para tenerlos listos.... es...es... es... dios... hay tantos problemas en todo esto... y sin contar los que mis camaras y yo podemos producir... que cada uno de nosotros tienen demasiadas herramientas como para pinchar parte de este globo si no nos medimos.... bfffff....

    S...se que podríamos e...estar abusando de vuestra hospitalidad... pero ¿ nos pueden facilitar un par de remos ?  - mirando a la avejentada mujer y la pequeña niña pues parecían que ellas eran las que mas voz de mando tenían en este sitio - nos.... facilitaría bastante nuestro trabajo para llegar a la orilla...

Mientras todo el equipo se iba levantando y recogiendo, Sira vio a Max y le comentó:

—Vaya, qué raro estás, Max. ¿Te encuentras bien?—dijo preocupada—Lo que te ha dado Gigi ha tenido un efecto ¿raro? en ti. ¡Espero que mejores pronto, que tenemos nuevos planes! ¿Te ayudo con algo?

Entretanto, Sira se fijó en Rendam, por lo que se acercó a él y le dijo: Oye, Rendam, ¿estás tu también mal? ¡Nos tenemos que ir ya! ¿Necesitas algo?

Sira volvió a moverse, su condición de bailarina no la dejaba quedarse mucho tiempo en un sitio tranquila, y estaba bastante preocupada por todo el mundo y por el torneo. No le quitó el ojo ni a Mary, a la cual le dio unas palmaditas en la cabeza cuando pasó a su lado, ni a Gominola, a la que le hizo un gesto de pulgar arriba cuando vio que tenía las natillas. Después de todo esto, se acercó a Levi para contestarle.

—No sé si sería la más indicada para participar, aunque daré lo mejor de mí, en el caso de que así sea. Me gustaría ir porque habrá mucha gente y... estoy buscando a alguien, quizás ahí pueda encontrarle—esto último lo dijo muy bajito, para que solo Levi se enterara. Dicho esto, siguió el camino junto a sus compañeros.

Tras las palabras de Levi, Siobhan miró a las natillas, luego miró a Levi. Volvió a mirar a las natillas,  y nuevamente volvió a mirar a Levi antes de echar un último vistazo a las natillas. Levantó la mirada y vió a Sira alzando su pulgar.

- Tienes razón,  además no me puedo marchar haciendo llorar a una niña -comentó Siobhan al tiempo que caminaba hasta Flick. - Tenga, capitana, sus natillas.

Una vez depositado el recipiente en las manos de la niña, Siobhan dio media vuelta y añadió:

- Si nos prestan los remos nos iremos enseguida -sentenció con el ceño fruncido tanto por como se estaban dando las circunstancias de su salida, como por haberse quedado sin nada dulce que llevarse a la boca.

Flick no esperaba que Siobahn le devolviera las natillas porque su sonrisa traviesa se quedó congelada. La niña frunció el ceño agarró el cuenco de natillas con energía que casi parecía que se lo estaba quitando a la doctora de las manos.

—¡Ahora no intentes hacerte mi amiga! ¡Jum!—dijo la niña con gesto altanero— ¡Ya te las verás con la capitana Flick! 

Mientras Gigi negaba con la cabeza ante la actitud de la nieta, la punki del pelo morado terminó de inflar el bote y lo lanzó por la borda. Después el hombre alto con monóculo le tendió un remo de plástico a Levi y otro a Siobhan. Uno a uno los piratas de... bueno lo que sea fueron saltando por la borda hasta el bote hinchable. La primera fue Sira, era la más grácil y el bote sin ningún peso era bastante inestable. Después fueron Rendam y Levi. Y por último Max, Siobahn y Mary.

Con todos a bordo, los piratas empezaron a remar alejándose del Zurcido. El barco de los Piratas del Hilvanado se fue alejando poco a poco. Mientras que el resto de su tripulación se había marchado a seguir con sus quehaceres, Gigi y Sacamuelas no le quitaron de vista. El cocodrilo estaba apoyado en la borda con una pose demasiado humana y encima suya la anciana. Sin duda alguna era una tripulación tan variopinta como la de ellos.

Los piratas comenzaron a avanzar hacia la isla de Orre. Lo único que veían eran las playas que conformaban la línea de costa y una bosque tras las playas. Los barcos piratas iban fondeando en las proximidades de la isla y a partir de ahí las tripulaciones bajaban en barcas de mayor o menor tamaño.

La verdad es que iban a llamar bastante la atención con su bote hinchable amarillo chillón.

El último comentario de Sira fue recibido por Levi con una ceja levantada y una expresión que denotaba curiosidad. De hecho, debido al gesto que la muchacha acaba dedicandole, pareciera que eventualmente buscaría un momento para preguntarle con más calma. No ahora, por suerte, pues aún tenían mucho que hacer cuando abandonasen el barco.

Por otro lado, Levi miró con aprobación a Siobhan cuando esta le devolvió las natillas a la niña, aunque fue esta última quien acabó por ser mirada con cierto desagrado por parte de Levi. Caprichosa, malcriada, encima pirata. Y todo eso a tan corta edad. De seguro si tuviese un alma más caritativa o docente buscaría guiar y proteger a la pequeña Flick... Pero hablamos de Levi, así que más bien funcionaba como una bandera roja más que agregar a su lista de "motivos para no ser madre padre".

Ya para cuando estuviese su bote inflado Levi sería la primera en insistir que se marchasen de allí cuanto antes e incluso remaría sin quejarse los primeros minutos (mas se nota bastante que no le da la fuerza para remar mucho rato, o bien). -Realmente creo que tenemos a candidatos obvios para participar. Además me sentiría más tranquilo si no participasen las señoritas de ésta tripulación, pero no las detendré si así lo desean.- Les sonríe con aire protector... O intento de, porque tanto la sonrisa como los brazos le tiemblan bastante. No es fuerte, no.

Nadie solía darse cuenta de los sentimientos del pobre pájaro debido a su inexpresiva cara en constante enfado, por lo que a Rendam le sorprendió que Sira le preguntara si estaba bien. Realmente no sabría decir cómo se encontraba, así que hizo lo que mejor sabía hacer.

- Estoy bien, gracias. - dijo con su tono neutro, intentando decirlo de forma amable pero sin resultado, como siempre. Su cara tampoco ayudaba mucho.

No puso objeciones cuando Levi le echó los platos sucios a los brazos amablemente. Se dirigió a la cocina para dejarlos en su sitio y ayudó a recoger. 

Ya en el bote, después de la extraña despedida, Rendam ayudó a Levi a remar al principio, aunque tal parece que los dos tenían la misma poca fuerza como para aguantar mucho sin que alguien tuviera que relevarles.

- Yo me ofrezco voluntario para luchar. Esta vez me esforzaré al máximo. - dijo muy satisfecho de sí mismo. Cuando se trataba de hablar sobre luchar, se sentía muy animado y necesitaba demostrar lo orgulloso que estaba de sus habilidades, aunque luego no fuera así.

Mientras seguían el rumbo, terminó acordándose de un tema importante, tanto por dignidad como porque suponía que sería necesario para participar en el torneo:

- Por cierto, ¿cómo se va a nombrar nuestra tripulación al final? ¿Y quién es el nuevo capitán? - preguntó, con sus penetrantes ojos mirando uno a uno al resto de los miembros.

Max seguía algo aletargado por lo acontecido en el barco de aquellos piratas por lo que simplemente se limitaba a hacer lo que decían de forma pausada y lenta.

- . . . - Ni siquiera comentó en la oportunidad que tenía de envalentonarse a luchar y lucir sus explosiones... o zanjar el asunto del nombre de los piratas de la bomba y el quien sería el Capitán.

     Aunque normalmente mis compañeros  podían haberse esperado que todo este momento fuero amenizado por mis melodiosos ronquidos, lo cierto... es que por el tamaño del bote y las olas que salpicaban de forma constante, eso de echarme mi merecida siesta como que tendría que esperar.

      Y por que no... *Yaaaawm*.... simplemente "los sin nombres" - lo comentaba al Aire, aunque era claro que esto iba mas hacia Rendam por ser quien pregunto de primeras - después de todo, seguimos sin tener una reputación mas haya de ser antiguos activos de Maese Tong-hu... portar por un tiempo el estandarte de.... zzzzhhh - mientras comenzaba a ladear ligeramente la cabeza, hasta que un nuevo salpicón de agua salada me daba en los mofletes - N...no.... no me parece tan mal....

  También lo podemos usar en otro idioma, como no se " Los piratas de Nanashi", "los Nameless" o "los Unnenbar"... - estirando mis dedos cada que nombraba sus diferentes variantes, aunque tras tres simplemente me detenía por pereza - y por sobre el capitán... ni idea... - encogiendo de hombros - siento que a todos nos falta madera para siquiera poder usar ese cargo.... de momento.

- Bueno, no sabemos cómo será el torneo ni cuántos de nosotros podremos participar,  pero cuántos más podamos mucho mejor. -replicó Siobhan a Levi antes de seguir diciendo:

- Tampoco creo que sea primordial buscar un nombre de la tripulación, puede incluso que admitan a cualquiera que se presente de manera individual. Sea como sea, en caso de necesitar un nombre,  cualquiera de los que ha propuesto Mary nos pueden servir.

Entonces la doctora desvió su mirada a la isla a la que poco a poco iban aproximándose, por un momento pensó si no debería haberse propuesto para ser capitana, pero ahora había cosas más importantes de las que ocuparse. Pasó la mano por el agua y refrescó su cuello.

- Será mejor que estemos preparados... ya estamos a punto de desembarcar.

—¡Oye! ¿Por qué me estáis jubilando?—preguntó molesto el viejo capitán—¿Y por qué está Max tan callado? ¿Qué está tramando?

      En nuestra defensa.... - comentaba a la sintética voz del jubilado capitan Tong-hu - es nuestra primera vez en aquel torneo... *ñam~ñam* - masticando un poco el aire - y... demostrar falta de coordinación u orden a la hora de la verdad, quizás nos atraiga a esos aprovechados que piensan que somos el pez mas pequeño del acuario.... lo que al final se traduce en mas gasto de fuerzas y energías 

   Además... se supone que como capitán usted estaba a cargo de esto - con cierto tono molesto, pero mas de secretaria culpando a su jefe por problemas de empresa - Instruir al segundo al mando o la figura de un Capitán Interino... de manera que siempre pudiéramos contar con vuestra guía hasta que nos volviéramos a reunir.

-Oh, claro, señorita Siobhan, pero... Tener una lista preliminar de quienes quieren meterse en eso estaría bien.- Asintió, aunque ella claramente no parecía tenerle muchas ganas al asunto. Por demás, al momento en que Rendam trató de ayudarle a remar Levi no pareció rechazar su ayuda, aunque sí que soltó un pequeño gruñido y comenzó a poner más empeño en remar pese al cansancio. Posiblemente acompañaría a Mary en una de sus eventuales siestas a este paso.

-Gmpf... Por mucho que desprecie las típicas tradiciones piratas... Tener un nombre y un capitán de verdad que no se encuentre dando la tabarra por una radio resulta vital si queremos que nos tomen en serio la panda de orangutanes que nos espera en esa isla. - ... Al parecer el estar remando (apenas) la ponía de mal humor pues no tardó en soltarle varias pullas al anciano. Además, uno de los remos dejaría repentinamente de funcionar. O al menos así hubiese sido si no fuese porque de pronto Rendam se vio con una carga de trabajo aún mayor para moverlos: Levi derechamente dejó de hacerlo, posiblemente para pensar.

-Le Fleur, Douce vie, Larossa...- Comenzó a soltar nombres, distraída, hasta que por fin retomó sus labores de remar luego de varios segundos. -Son algunos nombres que se me ocurren para darle algo más de estatus a nuestra tripulación. Pero dejando de lado eso y las incompetencias de la anterior administración... Tal vez debamos buscar desembarcar en un lugar más apartado.-

El anteriormente ruidoso artillero seguía permaneciendo en un silencio sepulcral, asintiendo levemente cada vez que alguien le nombraba, se dirigía a el o simplemente al cabo de unos cuantos segundos.

- .  .  . 

Sea lo que fuera que le hubiera pasado ahí dentro del baño lo había tocado profundamente y en cierto modo trastocado desde sus entrañas.